(Emitido a las 8.20)

EMILIANO COTELO:
Esta mañana nos hemos instalado en Treinta y Tres, en el corazón de la zona arrocera del país. ¿Hasta dónde abarca esa producción? ¿Qué otros rubros conviven con el arroz en esta región del país? ¿Qué aportan a esos sectores las investigaciones del INIA?

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EC - Vamos a conversarlo con el ingeniero agrónomo Álvaro Roel, director de la Estación Experimental del Este, INIA Treinta y Tres.

Para comenzar, recordemos que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) es una institución pública no estatal creada por ley en 1989. Tiene una junta directiva de cuatro miembros, el presidente y vice son nombrados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y los otros dos son designados por el sector privado, uno por la Federación Rural y la Asociación Rural y el otro por los Grupos CREA, las Cooperativas Agrarias Federadas y la Comisión Nacional de Fomento Rural. Las actividades del INIA se financian con un impuesto que puede llegar al 4 por mil a las ventas de los productos agropecuarios.

El INIA tiene cinco estaciones.

ÁLVARO ROEL:
Sí. Quiero destacar ese balance entre el co- gobierno o la co- dirección de la institución por el Estado y los productores. Pero también el co-financiamiento, porque el Estado vierte un presupuesto similar a lo recaudado por el impuesto. De modo que hay una dirección y un co- financiamiento.

EC - ¿Cuáles son las estaciones?

AR - En orden histórico, INIA La Estanzuela, en el litoral sur del país, que ustedes visitaron el mes pasado. Luego INIA Salto Grande, en el norte del país. INIA Tacuarembó en el centro. INIA Las Brujas en el Sur; y donde estamos ahora: INIA Treinta y Tres, cada una vinculada con los rubros de la región donde está ubicada.

EC - ¿Qué departamentos abarca la regional Este?

AR - Abarca cinco departamentos: Lavalleja, Maldonado, Rocha, Treinta y Tres y parte de Cerro Largo; prácticamente un cuarto de la superficie total del país.

EC - ¿Qué características agro-ecológicas tiene esta zona?

AR - Con una visión de cuenca y mirando hacia la cuenca de la Laguna Merín, podemos destacar tres zonas, en orden topográfico: una zona alta o de sierras –el eje de la ruta 7, Tupambaé, Santa Clara, Cerro Chato, Nico Pérez, Batlle y Ordóñez–, netamente ganadera y fundamentalmente vinculada con la cría, donde hoy está avanzando la forestación. Luego una zona intermedia de lomadas, con suelos de menor pendiente y con alguna aptitud agrícola –entre las rutas 7 y 8–; y la zona baja, con suelos más pesados, de pendientes muy bajas, donde se dio el desarrollo del sector arrocero –a la izquierda de la ruta 8–.

EC - ¿Cuándo nació esta estación experimental? ¿Qué historia tiene?

AR - La estación fue creada en 1970, en función de una recomendación que hace un proyecto binacional entre Brasil y Uruguay financiado por FAU que tenía como objetivo buscarle la solución a la productividad agropecuaria en la cuenca de la Laguna Merín. El proyecto se basaba fundamentalmente en los bajos índices de productividad ubicados en esta región. Como condición de eso surge la Estación Experimental del Este en 1970.

EC - Que después pasó a formar parte del INIA...

AR - En 1989, con la ley de creación del INIA pasamos a formar parte del INIA. Y en 1998 se inauguró lo que hoy es la sede central de INIA Treinta y Tres, donde estamos ubicados.

EC - ¿Qué investigan acá?

AR - Podríamos dividir la investigación básicamente en cuatro temas. Fundamentalmente el arroz. La historia de esta estación va de la mano con el sector arrocero. Luego en la parte de producción animal, fundamentalmente los aspectos de cría y recría en el sector ganadero. En la parte de pasturas la característica más importante son los esfuerzos vinculados con el mejoramiento del campo natural, un poco por la definición que daba antes, la baja o moderada aptitud agrícola de esta región llevó a buscar alguna alternativa para subir los índices productivos sin remover el campo natural, pero agregando especies leguminosas y gramíneas. Y por último, el área de sustentabilidad ambiental. Se está trabajando fuerte en buscar los esquemas productivos de agricultura y ganadería para esta región.

EC - ¿Cuántas personas trabajan en INIA Treinta y Tres, considerando investigadores y personal de apoyo?

AR - Es una estación intermedia. Somos en total 73 funcionarios. Básicamente, 56 funcionarios de apoyo y 20 técnicos. Los técnicos mayoritariamente tienen nivel de maestría y doctorado. Estamos en un proceso de crecimiento. La institución tiene un plan estratégico y un plan indicativo en el mediano plazo de la investigación para los próximos cinco años y sobre esa base se están haciendo incorporaciones tanto de funcionarios de apoyo como en el nivel técnico.

EC - ¿INIA Treinta y Tres está creciendo?

AR – Exactamente. Estamos en un proceso de crecimiento que pensamos terminar a mediados del año que viene, para dar respuesta al plan estratégico.

EC - ¿Cuántas personas van a ser entonces?

AR - En ese momento vamos a llegar a esa cifra de 76 funcionarios.

EC - ¿Cómo funciona la articulación entre estos programas de investigación y el medio agropecuario?

AR - La articulación se da a varios niveles. Primero están los canales formales que tiene el instituto para realizar esa articulación, como los Consejos Asesores Regionales, integrados por los productores de los diferentes rubros, que asesoran a la regional en los temas canalizados hacia la investigación. Luego están los grupos de trabajo, que son espacios abiertos donde los productores y técnicos de la región -en los diferentes rubros- pueden ponerse al tanto de la cartera de proyectos del INIA y hacer de feedback con los investigadores. Esa es la parte formal. Luego hay otra serie de instrumentos, como diferentes convenios con prácticamente todas las instituciones, con todas las intendencias que integran la Regional Este, los días de campo, las jornadas y las articulaciones específicas que se dan dentro de la propia estación.

EC - Supongo que el terreno es un desafío permanente... cómo comunicarse mejor, cómo llegar más a los productores. Supongo que evalúan a cuántos llegan efectivamente, cuál es la deuda pendiente en materia de entrelazamiento entre los resultados que obtienen y el uso efectivo de esas tecnologías por la gente que desarrolla la actividad.

AR - Ese es un desafío permanente que tenemos en INIA y en INIA Treinta y Tres en particular; en esta estación en que tenemos realidades muy diferentes, por un sector arrocero proactivo y dinámico y por otro lado una realidad muy diferente en el sector ganadero y el sector criador. El INIA no puede estar ajeno a los índices de adopción de su tecnología, pero entendemos que la base fundamental es la generación de conocimiento.

En definitiva, la visión de la institución y de esta estación en particular es ser un centro de excelencia en la generación de conocimiento para la región, articulando con todas las instituciones del medio y dando soluciones a los problemas del sector agropecuario.

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Edición: María Eugenia Martínez