Se estima un rendimiento promedio de 1.000 kilos por hectárea, menos que el promedio del año pasado. Además, se verifican rendimientos muy desparejos entre las chacras y dentro de las mismas.

En el área de Young (Río Negro), la zafra finalizó con buenos rendimientos, siendo común el alcanzar los 3.000 kilos por hectárea.

También culminó la cosecha de cebada, con resultados acordes al tipo de suelos. En terrenos con problemas de drenaje de agua se lograron rendimientos pobres, por debajo de los 900 kilos por hectárea.

En algunos casos, se presentaron problemas de bajo peso hectolítrico y de mala calidad del grano para su procesamiento.

En promedio, el comportamiento de este cultivo fue inferior al trigo y los rendimientos promedio se estiman en 2.000 kilos por hectárea. A diferencia de otros años, fue más frecuente que se destinara a reserva en forma de ensilaje de grano húmedo.

En tanto, en general, éste ha sido un buen año para la cosecha de avena.

En los departamentos de Treinta y Tres, Rocha, Maldonado, Lavalleja, este de Cerro Largo y Canelones, los rendimientos de trigo se ubican algo por encima de los 2.000 kilos por hectárea, estimándose un promedio para esos departamentos de 2.300 kilos por hectárea.

El informe del Plan Agropecuario señala que en los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú las cosechas han sido buenas, especialmente para el trigo.

Una situación diferente tuvo el cultivo de cebada, existiendo mermas importantes. El exceso de agua y humedad ambiente durante la floración provocó importantes problemas sanitarios y de asfixia radicular, que deprimieron los rendimientos, según publicó Últimas Noticias.