Entrevistas

El campo neocelandés desembarca en Uruguay

El campo neocelandés desembarca en Uruguay

El modelo de tambo neocelandés se está comenzando a aplicar en unas 30.000 hectáreas del campo uruguayo. No se trata de adoptar un modelo sino de adaptarlo, aclaró Carlos Miguel de León, gerente de PGG Wrightson en Uruguay. "Estamos buscando lo mejor para adaptar ese modelo a la realidad uruguaya. En el proceso estamos viendo que hay un salto grande desde el modelo tradicional", explicó. "Es un proyecto muy uruguayo, hecho acá, que van a validar y probar estos técnicos altamente capacitados, que se han elegido muy bien, para venir a Uruguay" desde Nueva Zelandia, agregó. La inversión inicial es de 200 millones de dólares.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
La instalación de los tambos neocelandeses "es una movida que puede sacudir la adopción de tecnologías" en el agro de nuestro país "y que –si logra los resultados esperados– transformará profundamente a la lechería uruguaya".

Ese análisis, que pertenece a la consultora Blasina & Tardáguila, fue publicado en la prensa a fines del año 2006.

En aquel momento, el proyecto New Zealand Farming Systems Uruguay estaba dando sus primeros pasos. Hoy ya lleva adquiridas más de 30.000 hectáreas en Rocha, Lavalleja, Río Negro y Florida, donde ha hecho una inversión importante en infraestructura para combinar la lechería con la producción de carne. 

El ex ministro José Mujica, que la semana pasada recorrió algunos de esos establecimientos, dijo que "este esfuerzo de los neocelandeses, si nosotros sabemos aprovecharlo, supera ampliamente lo que significa Botnia" porque "esto reproduce cultura y regenera tejido social".

¿Cómo funcionará la adaptación a Uruguay del método neocelandés de hacer lechería? ¿Qué pasos está dando? Hoy ya tiene 300 empleados; ¿cuántos puestos de trabajo generará en total? ¿Qué viene después de que se complete la primera etapa de inversión de 200 millones de dólares?

Para responder estas preguntas estamos con Carlos Miguel de León, que está al frente de este emprendimiento.

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Señor De León, usted es un hombre conocido en el ambiente agropecuario, pero quizás no demasiado entre el público en general. Así que vamos a comenzar con algunos datos. Es uruguayo, tiene 53 años, es el gerente para Latinoamérica de PGG Wrightson (PPGW) de Nueva Zelandia y el gerente general de PPGW Uruguay. Tiene una larga trayectoria en negocios agropecuarios, fue administrador de establecimientos ganaderos y arroceros en diversos puntos del país, se especializó en la reconversión de campos mediante la introducción de mejoras tecnológicas y la utilización de riego por gravedad. Y en 1992 fue uno de los socios fundadores de Semillas PAS, una de las primeras empresas nacionales que trabajaron en la introducción de variedades de semillas protegidas, compañía que luego fue adquirida por PPGW.

Menciono estos antecedentes, porque, según tengo entendido, tienen bastante que ver con el origen de este proyecto del que vamos a hablar hoy, al que hay que situar alrededor del año 2000.

CARLOS MIGUEL DE LEÓN:
Efectivamente, cuando comenzamos la introducción de semillas de pasturas protegidas de Nueva Zelandia, semillas forrajeras que se habían seleccionado durante más de 20 años por productividad animal –mayor producción de carne, de leche y de lana–, nos encontramos con que había todo un paquete tecnológico de manejo de esas pasturas que no era igual al que utilizábamos en Uruguay. Entonces se arrendó un predio en la zona de Ismael Cortinas para poner un campo de validación de esta tecnología, en el que técnicos uruguayos aplicaron un modelo al estilo neocelandés, y se obtuvieron resultados notoriamente superiores a lo que normalmente se producía en el país.

EC - ¿Por ejemplo?

CM de L - Tuvimos producciones de entre 900 y 1.000 kilos de carne por hectárea.

EC - ¿Qué era lo normal en nuestro país en ese momento?

CM de L - El promedio de nuestro de país era de 100 kilos de carne, y los productores de punta tenían 300 o 400 kilos por hectárea.

EC - Y ustedes llegaron a 900 kilos por hectárea.

CM de L - Se obtuvieron entre 900 y 1.000 kilos en dos años de experiencia.

EC - ¿Cómo derivó eso hasta llegar a este proyecto, que ya es realidad?

CM de L - En determinado momento, habiendo visto las posibilidades y la gran oportunidad económica que había para un proyecto de este tipo, se analizó ampliarlo a otros rubros y hacer un modelo económico para presentar a nuestra compañía como forma de poner más de estos campos demostrativos, y que a su vez ellos produjeran sus propias ganancias y demostraran lo que la compañía siempre ha querido: que sus clientes o sus allegados ganen más dinero. Ese es el cometido de la empresa.

Vieron estas realidades y creyeron que era conveniente, entonces pusimos el modelo en papel para tratar de convencer a la gente de nuestra empresa de invertir en él. Al realizar los distintos modelos económicos –estamos hablando de inicios de 2005–, ya el modelo lechero le sacaba ventaja al modelo de engorde de ganado.

EC - Inicialmente fue un proyecto destinado a la producción de carne y sobre la marcha viró a un proyecto lechero.

CM de L - La empresa siempre apuntó al sector lechero, tenemos una fuerte trayectoria al lado de Conaprole y sus productores, básicamente porque la vaca lechera es la que más rápido muestra los resultados de la bondad de una pastura, uno enseguida se da cuenta de si un producto es bueno o no en un tambo, porque la vaca inmediatamente lo demuestra. Apuntamos siempre a los productores lecheros, a llevarlos a esos campos de validación, y hemos caminado juntos bastante tiempo.

A su vez, comenzamos a ver los resultados en los tambos de ellos, el aumento de producción de leche, el aumento de productividad económica, y quisimos tener nuestras propias experiencias, no recomendar productos o manejos sin experimentarlos en carne propia.

EC - En determinado momento resolvieron traer el modelo completo, no solamente tal o cual pastura.

CM de L - El modelo empezó a mostrar los problemas que había en Uruguay, empezamos a ver que teníamos que hacer un modelo con riego, porque pasamos por un año de seca que nos complicó tremendamente, se empezaron a estudiar diferentes opciones. Compramos un campo con un tambo ya instalado para empezar inmediatamente, y un campo de recría y un campo de invernada para probar los tres modelos y validar nosotros mismos, ver cuáles eran los mejores resultados.

EC - El año pasado en el viaje a Nueva Zelandia tuve algunas reuniones con directivos de PPGW, y ellos agregaban esta forma de ver las cosas: el modelo neocelandés de hacer lechería, que es muy exitoso, no es un enigma, en cualquier momento va a ser tomado, copiado o adaptado por otros países; ¿por qué no llevarlo, hacerlo y realizar nosotros mismos la demostración correspondiente? ¿Hubo algo de eso en esta forma de proceder?

CM de L - Sí, eso es una cosa básica. En nuestra compañía en Nueva Zelandia en el año 1995 hubo un cambio de socios, se armó una compañía que se llamaba Rural Portfolios Investment, que compró el 51% de la compañía y era gente con mucha visión global y mucho interés en América Latina. Ese directorio, que hoy sigue estando, siempre ha tenido la visión de que Nueva Zelandia es un paisito como el nuestro, chico, y que la única manera de crecer es salir al mundo y desarrollarse. Esa visión se juntó con lo que veníamos armando como un proyecto validador de tecnologías, y se armó un proyecto mucho más grande que desembocó en lo que estamos haciendo hoy.

EC - PPGW organiza el operativo, que es un operativo de gran envergadura, que implica una logística coordinada centralmente y que permite manejar una masa muy importante de dinero que se capta a través de un fondo de inversión abierto que se creó de manera especial para este proyecto.

CM de L - La compañía inició sus inversiones en Uruguay como tal. Y como tiene también una parte financiera y una clientela muy grande de productores agropecuarios en Nueva Zelandia, le pareció una cosa muy coherente, por los resultados que estaba obteniendo, invitar a sus clientes a invertir en un proyecto de este tipo. Para esto se creó esta compañía New Zealand Farming Systems Uruguay, que hoy cotiza en la bolsa de Nueva Zelandia y es una empresa pública.

EC - Esa empresa, a través de ese fondo abierto, ya ha recolectado 200 millones de dólares.

CM de L - Sí, con el tipo de cambio actual son 198 millones de dólares.

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EC - Estamos hablando de un proyecto con una impronta uruguaya muy fuerte.

CM de L - Efectivamente.

EC - Tengo la sensación de que en el ambiente agropecuario uruguayo se tiene la impresión de que esto se armó en Nueva Zelandia para desembarcar en Uruguay. Usted contaba una versión muy distinta, la génesis está acá.

CM de L - Sí, este proyecto se hizo acá, lo hicimos un grupo humano tremendamente uruguayo y con gran vocación de generar oportunidades para el país. Se hicieron el prospecto, los números, las proyecciones, fuimos consultando a Nueva Zelandia sobre las variables, ellos nos preguntaban permanentemente por qué no hacer un poco más de carne, por qué no hacer tal cosa... Pero se gestó todo en Uruguay, incluso en determinado momento se pensó en hacer el fondo en Uruguay.

EC - Hasta ahora quienes han podido invertir en este fondo han sido ciudadanos o empresas de Nueva Zelandia. ¿Cabe la posibilidad de inversión de uruguayos?

CM de L - Sí; hay un tema impositivo que genera algunas dificultades en cuanto a los impuestos sobre la ganancia. Pero es un fondo abierto, hay fondos de pensión y fondos de otros países, como Australia, que han querido o quieren invertir en este tipo de proyecto.

EC - Los inversores no son solo neocelandeses.

CM de L - No.

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EC - El monto que New Zealand Farming Systems Uruguay tiene disponible es de 200 millones de dólares. ¿Cuánto ha invertido ya en nuestro país?

CM de L - Un poco más de la mitad.

EC - Lo ha hecho tanto por el lado de compra de tierras como por el lado de desarrollo de infraestructura en los campos que adquiere. ¿Podemos ver algunos números? Yo decía que van más de 30.000 hectáreas. ¿Cuál es la cifra más actualizada?

CM de L - Sí, algo más de 30.000 hectáreas.

EC - Los lugares son: Río Negro en los alrededores de Young, Florida, Lavalleja y Rocha.

CM de L - Sí, cerca de 4.000 hectáreas en el oeste, en la zona de Young; después hay unas 9.000 hectáreas compradas en el centro del país, en la zona de Florida, San Gabriel y Cerro Colorado; y unas 12.000 en Rocha y unas 6.000 en Lavalleja.

EC - ¿Cuál es la proporción entre lo que se invierte en la compra de la tierra y lo que se invierte en mejoramiento?

CM de L - La inversión es similar al valor de la tierra. Eso es lo que hemos visto en este tema, con los cambios que ha habido desde todo punto de vista.

(...)

EC - ¿Qué es esa inversión? ¿Qué es lo que le ponen al campo arriba?

CM de L - Primero se pone una fertilización de base, las gramíneas para poder competir con las leguminosas en altas fertilizaciones necesitan proporciones de fósforo cercanas a las 20 partes por millón; llevamos los campos a eso, el campo uruguayo tiene carencia de fósforo, eso implica agregar entre 350 y 400 kilos de fertilizante de base antes de empezar. Pero no pasa solo por ahí, porque tanto en la siembra como en los sucesivos pastoreos se siembra con fertilizante y se agrega urea cada dos pastoreos y al final del ejercicio se vuelve a hacer un análisis del suelo y se complementa y se completa lo que la pastura tan intensivamente manejada retiró. Mantener esos niveles de fósforo en forma constante es lo que le permite al modelo tener una utilización mucho más intensiva. Posteriormente se invierte en bebederos en los potreros, se hacen potreros de 2 hectáreas, se coloca la parte de caños debajo de la tierra y se colocan los bebederos; para un buen manejo de este tipo de rodeos grandes precisamos tener agua en cada potrero, se trata de colocar dos por potrero. Todo eso implica una inversión muy grande en cañerías, en todo tipo de cosas; agotamos los caños de Uruguay. Después se hacen alambrados eléctricos y está la parte importante del ganado. Se manejan cargas animales muy grandes para mantener la pastura como debe ser, como el jardín de su casa: cortándolo muy seguido en primavera, todas las semanas, y cada 20 o 30 días en invierno. Ese es el esquema, manejar la pastura como uno maneja un jardín.

EC - Una carga de animales por hectárea muy alta. ¿Cómo son los números? Según la información que difundieron originalmente en internet, el plan era pasar de 0,8 vacas por hectárea, que es el promedio que se da en nuestro país, a 2,6.

CM de L - Es así, cuando hablamos de 2,6 vacas por hectárea consideramos también la vaca seca y la parte de riego del tambo. El tambo comprende un área del 60% del establecimiento y la mitad de ella bajo riego; se colocan 1,7 vacas en la parte de secano y aproximadamente 3 vacas en la parte con riego. Con esos promedios, considerando las vacas secas, se llega a la cifra de 2,6. Hoy, como todavía estamos sin los riegos operativos por diversas circunstancias, estamos con 1,7 en los tambos.

EC - El promedio de 2,6 vacas por hectárea implica acercarse a la media neocelandesa, que está en 2,7.

CM de L - Sí.

EC - Pero no solo van a hacer lechería, según la información que publicaron, el plan era destinar 60% del área de cada establecimiento a tambo, 20% a recría de vaquillonas y 20% a engorde de novillos. ¿Se está cumpliendo?

CM de L - Sí, se ha apresurado. Cuando hicimos las cuentas la leche estaba a 18 centavos de dólar y la carne a 85; hoy la leche está arriba de los 40 y la carne a entre 1,20 y 1,30 dólares. Hemos tratado de capturar estos buenos momentos de precios y apresurar el modelo hacia la lechería, a la conversión más rápida. El modelo productivo era más fácil con ganado de carne, mientras se hacía toda la infraestructura lechera, pero tuvimos que poner toda la infraestructura lechera en su lugar en tiempo muy corto, eso es lo que nos ha dado más trabajo.

EC - Para los oyentes que quieran tener más información, y, sobre todo, que quieran ver cómo lucen estos tambos neocelandeses en nuestro país, hay un sitio web que no solo tiene datos e información en texto, sino que además incluye fotografías y videos de recorridas por varios de estos establecimientos.

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EC - El informe de Blasina & Tardáguila que citaba al comienzo en otra parte dice: "Durante décadas Uruguay discutió acerca de por qué Nueva Zelanda encontró un camino de desarrollo en base al agro y aquí ese camino fue esquivo. Años y años duró una discusión sobre cómo aplicar un modelo que funcionó en un país pequeño, del Hemisferio Sur, que apuesta a la carne y los lácteos".

Ahora ese modelo va a estar disponible en directo en Uruguay, se va a poder probar y observar, va a poder dialogar con el medio uruguayo. ¿En qué consiste básicamente el sistema neocelandés de hacer lechería? Algo quedó dicho en algunas respuestas anteriores, pero vale la pena puntearlo rápidamente.

CM de L - La base del sistema neocelandés es el uso de las pasturas, mayor utilización de pasturas y menor cantidad de suplementos de granos en el tambo. Hay todo un concepto de maximizar la utilización, el productor neocelandés en general está todo el tiempo pensando cómo producir más pasto y cómo metérselo a la vaca o al novillo y transformarlo en carne o en leche. Ese es su cometido básico; trabaja él en su establecimiento en general y está siempre pensando en cómo sacar el mayor aprovechamiento a la pastura.

EC - ¿Cuáles son las herramientas? Por un lado las pasturas y el tratamiento de la tierra, y por otro lado las subdivisiones en el establecimiento.

CM de L - Hace muchos años que vienen técnicos de ellos, ellos consideran que nuestras pasturas no duran lo que deberían porque hay partes del potrero que no se pastorean por equis tiempo, porque quedan lejos del agua o porque son menos palatables y no obligan a los animales a comerlas. Es exactamente igual que un jardín, si usted deja de cortar el pasto en una parte, se le llena de yuyos, no hay mucho misterio. Y la gran diferencia que tenemos en la aplicación son nuestros veranos calientes, ellos tienen un verano mucho más suave que el nuestro. Hay mucho para adaptar del modelo puro neocelandés a la realidad uruguaya con nuestros calores de verano.

EC - Una de las claves del modelo neocelandés es el aprovisionamiento del agua, tanto el agua para los animales como el agua para riego, si es necesario. ¿Qué va a pasar en Uruguay con el agua?

CM de L - Tenemos una gran expectativa. En Uruguay los sistemas de riego en general eran todos utilizados para granos, no hay grandes experiencias de producción de materia seca por hectárea con riego, es algo que hemos estado mirando en latitudes similares. La empresa tiene más de 60 años en Australia, hemos ido y hemos visto las producciones. También hemos tenido que adaptar un poco las pasturas, no vamos a un sistema puro de raigrás perenne, como Nueva Zelandia, vamos más a la festucas nuevas de alta palatabilidad que se utilizan en Australia. Yo siempre le digo a nuestra gente: no se trata de adoptar un modelo, se trata de adaptarlo, y estamos buscando lo mejor para adaptar ese modelo a la realidad uruguaya. En el proceso estamos viendo que hay un salto grande desde el modelo tradicional.

EC - Y ese salto grande, ¿les va a permitir alcanzar las metas de productividad que se habían fijado?

CM de L - Sí, estamos fijando metas relativamente conservadoras para lo que puede llegar a ser la producción de ellos. Estamos hablando de 4.500 litros de leche por vaca por año, no estamos haciendo productividades muy grandes, basados en sistemas pastoriles.

EC - Un promedio de 4.500 litros de leche por vaca y por año. ¿Cuál es el promedio en Uruguay?

CM de L - No es así, hay que pensar que en Uruguay las vacas producen más litros de leche por vaca, porque hay vacas con producciones altísimas y productores excelentes que tiene una producción por vaca/masa mucho mayor. El sistema neocelandés apunta a hacerlo sobre la base de un sistema más pastoril y de una mayor cantidad de animales por hectárea. La productividad por hectárea o por el predio en total termina siendo mayor.

EC - ¿Qué número se puede dar en ese sentido?

CM de L - No me animo a hablar de lo que producen los productores uruguayos.

EC - Pero ¿cuál es la productividad por hectárea en el proyecto de ustedes?

CM de L - Hoy consideramos 1,7 vacas por hectáreas y nos vamos a 2,6, por 4.000 litros por 40 centavos de dólar.

EC - ¿Y qué pasa en materia de uso de personal?

CM de L - Estamos tomando establecimientos que tenían un manejo extensivo en general y los estamos transformando en campos altamente productivos, con concentración de muchos animales en poca superficie; eso lleva a necesitar más mano de obra radicada en los lugares.

EC - En Rocha están tomando campos que eran arroceros.

CM de L - Sí, básicamente arroceros, o ganaderos con parte de arroz. El arroz allá se usa mucho como cultivo de rotación previo a las praderas, se hace mucha pradera sobre rastrojo de arroz con avión. En los últimos años en Rocha se hacía prácticamente todo sobre la base de riego por gravedad; como hay canales de ladera de las represas, toda la parte que se regaba para arroz era la parte por debajo del nivel de los canales de ladera. Por temas de drenaje, de barro en invierno, apuntamos a campos arriba de esos canales de ladera, colocar riegos con pívots centrales y bombear hacia la cuchilla.

EC - Van a trabajar con riego con pívot central.

CM de L - Esa es la expectativa, es lo que estamos empezando a montar.

EC - No es algo muy extendido en la lechería uruguaya.

CM de L - No, se utiliza básicamente para riego de cultivos de maíz.

EC - Yo le preguntaba por el personal. Una transformación como la que están desarrollando en esos campos de Rocha que estaban dedicados a producción extensiva y ahora pasan a lechería intensiva con el modelo neocelandés, ¿qué implica?

CM de L - Me gustaría hacer dos diferencias básicas en el manejo del tambo o del campo operándolo y el manejo de la conversión, de la transformación de esos campos a un modelo neocelandés. Toda la parte de conversión, siembra de pasturas, fertilización, diseño de los potreros y del establecimiento, construcción de represas, canales se ha hecho con técnicos uruguayos, algunos han ido a Nueva Zelandia a vichar, pero es todo generado acá.

Es muy difícil adaptar la parte del manejo sin gente con experiencia de trabajo en el modelo neocelandés. En eso queremos capacitar y tenemos la expectativa de que vengan productores o técnicos de punta de Nueva Zelandia a manejar ese hilado fino de la aplicación del manejo de la pastura.

También se están capacitando muchachos jóvenes que mandamos a Nueva Zelandia a trabajar y prepararse para volver a nuestros tambos, para que tengan la posibilidad de crecer y manejar y aplicar este modelo.

Y estamos comenzando a traer muchachada joven a nuestros tambos, a instalarse, a aprender, a dominar este sistema intensivo, a radicar gente acá.

EC - ¿Qué proporción de personal neocelandés habrá en estos tambos y qué proporción será personal uruguayo?

CM de L - Pasa una cosa curiosa, inicialmente pensaban que iban a necesitar una cantidad muy grande de técnicos neocelandeses, pero cada día se convencen más de la calidad humana de nuestros agrónomos y nuestros profesionales. Inicialmente pensaban tener por lo menos uno por tambo y hoy están pensando en tener uno regional. Hoy en todo el proyecto tengo cuatro personas de origen neocelandés y 300 funcionarios uruguayos. Y los contratistas vinieron a hacer el primer tambo y hoy son todos uruguayos, empleamos más de 500 personas como contratistas. En definitiva, esto es un proyecto muy uruguayo, hecho acá, que van a validar y probar estos técnicos altamente capacitados, que se han elegido muy bien, para venir a Uruguay.

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EC - Dice Gonzalo: "Siempre pasaba por Menafra, en la ruta 26, y no podía entender qué hacían con tantos caños y piletas; hasta que escuché a Mujica hablar de este proyecto de los tambos neocelandeses".

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EC - ¿Cómo viene la relación con los productores lecheros uruguayos? Con la Tertulia Agropecuaria hemos palpado que surgen escepticismo, dudas, varios han mirado de reojo esta iniciativa, con comentarios del tipo: "¿Qué?, ¿nos están tratando de incapaces, que no podemos lograr esas productividades?"; "Es probable que fracasen al tratar de aplicar una fórmula pensada para otro contexto".

¿Cómo viene ese vínculo?

CM de L - Primero, tenemos un respeto enorme por el productor tambero uruguayo, que siempre ha sido aplicador de tecnología de punta, con sus técnicos siempre ha estado tratando de ir a una industria pujante y que exporta, como es hoy. Nuestra relación como empresa con los productores de Conaprole es y ha sido excelente, trabajamos en exclusividad con las semillas con ellos desde el año 2003 y nuestros técnicos y los de ellos podemos decir que son amigos, los consideramos de la casa. Cuando se empezó este proyecto se pensó siempre en remitir la leche a Conaprole. Como administradores de este fondo hicimos un modelo por el cual la leche desde el primer momento fue y es remitida a Conaprole como un productor más, y así debe ser visto.

EC - Eso en lo institucional; ¿qué pasa en el campo, en el escenario? ¿Cómo es el diálogo, cómo es la polémica con los productores individuales? ¿Cómo se da ese intercambio?

CM de L - Para una polémica tiene que haber dos partes, y nosotros somos muy mesurados, muy precavidos en nuestras palabras y en expresar algo que no esté profundamente validado.

EC - Hasta ahora ustedes se habían manejado con una enorme discreción. Esta entrevista que estamos haciendo hoy fue postergada no sé cuántas veces porque ustedes entendían que todavía no era el momento de salir a los medios. Se han movido con mucha cautela.

CM de L - Lo mismo que hemos hecho a lo largo de toda nuestra trayectoria, desde que manejamos el nombre de esta empresa. Esta empresa tiene 158 años en Nueva Zelandia al lado del productor y lo que menos nos gustaría sería decir "somos los dueños absolutos de la verdad, vamos a cierta tecnología, tírense todos a la pileta", y después, si hay algún inconveniente, el bolsillo es el del otro. Estamos tratando de tener resultados, lo creemos posible, nuestros directores y la empresa en sí tienen un 11% de la plata invertida en el fondo, es decir que creen, avalan y piensan que esto va a ser una realidad. Son números avalados por auditores internacionales, que además se publican.

El productor uruguayo lo tiene que ver como un gran campo demostrativo, que tendrá cosas adaptables, cosas que no, y sobre la marcha trabajamos todos juntos. Yo me siento un productor más, si mi vecino sacaba más cosecha porque hacía una tecnología distinta, lo hacía dos veces seguidas y me gustaba, yo lo adoptaba. Tenemos la suerte de que hay otra gente que está probando cosas distintas, y si llega a ser cierto, como creemos –estamos convencidos–, va a ser en beneficio de toda la sociedad.

EC - Son 200 millones de dólares los previstos para esta etapa inicial; ¿podemos llamarla etapa inicial de la inversión?

CM de L - Somos uruguayos y somos siempre muy precavidos. Ellos están convencidos de que esto es así, los resultados hasta ahora les dan la razón, ven una oportunidad única en Uruguay para invertir. Por todo lo que es la gente, la sociedad, el país, los recursos naturales, todas las ventajas que tenemos, quieren hacerse uruguayos y son cooperativistas.

EC - ¿Cuándo van a completar los 200 millones de dólares? ¿Este año o el próximo?

CM de L - En forma inmediata. En el modelo de inversión uno solicita la plata para hacer toda la conversión, desde el arranque hasta el final y estar produciendo. El modelo apuesta a esa producción, lo estamos acelerando un poco más para tener resultados productivos antes, porque la inversión la asegura la tierra, pero la rentabilidad viene de las ganancias dadas por la venta del producto final.

EC - Van a adquirir la totalidad de los tambos este año.

CM de L - Es un modelo dinámico, no puedo decir qué va a suceder en el futuro con la empresa.

EC - Y después de que se complete esta etapa, ¿qué viene?

CM de L - En la medida que los resultados sigan siendo halagüeños, como parecen ser, seguiremos buscando oportunidades para seguir creciendo. Esa es mi obligación y para eso me pagan un sueldo.

EC - Hay un proyecto parecido a implantarse en Río Grande del Sur, en Brasil. ¿Qué vinculación tienen ustedes con eso?

CM de L - Yo soy el gerente para toda América Latina, tengo la obligación de buscar oportunidades de negocios en Chile, en Argentina, en Uruguay y en Brasil. Mi corazoncito está aquí, por eso estamos más adelantados aquí que en el resto, pero veo y busco oportunidades para el desarrollo de este tipo de actividades en otros lugares y Brasil es Brasil, hay que mirarlo siempre con mucha atención.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Analía Puentes y NZ Farming Systems Uruguay