La Tertulia Agropecuaria

Rivera, un polo productivo: la industria maderera en el norte del país

Rivera, un polo productivo: la industria maderera en el norte del país

La palabra forestación suele relacionarse a plantas de celulosa y, en muchos casos, a problemas con la tierra. Sin embargo, existe en Uruguay un importante mercado de producción de madera con mayor valor agregado: la industrialización de madera sólida, que se utiliza para los muebles, para la construcción y el packaging, entre otras cosas. En Tertulia Agropecuaria, Gustavo Balerio, Álvaro Molinari, Javier Otegui y Simón Berti, con la coordinación de la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa, contaron cuál es la situación actual de un sector en pleno crecimiento y arriesgaron cuál será la realidad del país de aquí a 10 años.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:

Cada vez que se habla de producción forestal, inmediatamente se piensa en los grandes proyectos para fabricar celulosa. Pero para la forestación hay otro destino de mayor valor agregado: la industrialización de la madera sólida.

Esta segunda línea de producción tiene sus principales emprendimientos localizados en esta zona, en el noreste del país. Estamos hablando de madera (de eucaliptos y de pinos) que se procesa acá mismo para ser usada luego en la construcción, en la fabricación de muebles y en el packaging, entre otros destinos.

¿Qué particularidades tiene la forestación orientada a la industrialización de madera? ¿Por qué estos proyectos se han localizado en esta zona noreste, y sobre todo en Tacuarembó y Rivera? ¿Hacia dónde va el país en esta materia?

Sobre esto les proponemos discutir, porque la Tertulia Agropecuaria se ha trasladado 500 kilómetros al norte, para ocuparse de un polo productivo: la industria maderera en el norte del país.

***

Vamos a presentar a quienes nos acompañan como contertulios.

ROSANNA DELLAZOPPA:

Estamos con Simón Berti, ingeniero forestal de la Universidad de Chile, socio gerente de Cambium SA y operador forestal de Global Forest Partners; Gustavo Balerio, ingeniero civil de la Universidad de la República, director de FYMNSA y gerente en el área industrial y comercial; Álvaro Molinari, ingeniero civil de la Universidad de la República, gerente industrial y de proyectos de Weyerhaeuser y presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF) hasta setiembre, y Javier Otegui, ingeniero agrónomo de la Universidad de la República, director de Compañía Forestal Uruguaya SA (Cofusa).

EC - ¿Qué les parece si para empezar nos explican qué particularidades tiene la producción de madera sólida? Por ejemplo, ¿por qué implica mayor valor agregado que la producción de pasta de celulosa?

JAVIER OTEGUI:

La particularidad de la producción en el norte del país, en el norte de Tacuarembó y en Rivera, es que es madera que se destina a la producción de madera sólida, que es básicamente la transformación mecánica de la madera. Es hacer crecer árboles para transformarlos en productos derivados de la transformación mecánica, como pueden ser tableros, enchapados o madera aserrada. Se hace crecer un cultivo que se focaliza más en los individuos que en la plantación general.

EC - La plantación se focaliza más en el individuo árbol.

JO - Lo que nos importa es producir un árbol de buen diámetro –cuanto mayor sea el diámetro mejor es para industrializarlo–, que se poda en los estadios iniciales de la vida del cultivo, se les hacen sucesivas podas, sucesivos raleos para disminuir la cantidad de plantas por hectárea, de modo que los mejores árboles tengan más tiempo y luz para crecer. Son rotaciones largas, del orden de 20 años para los eucaliptos y de los 25 años para los pinos.

EC - El término "raleo" es interesante y no siempre es entendido por el público. Tú decías que esto implica que se van eliminando árboles en el proceso de crecimiento para quedarse con los mejores por hectárea. ¿Cómo se modifica la cantidad con respecto a lo que plantaste?, ¿con cuántos te quedás?

JO - En el caso del Eucaliptus grandis, que es lo que hacemos nosotros, comenzamos el cultivo con una cantidad aproximada de 1.000 plantas por hectárea. Ya al año y medio hacemos la primera selección y nos quedamos con los mejores individuos, se deja más o menos el 50% de lo que hay (nos quedamos con unas 450 plantas). Esa primera selección no nos da ningún producto comercial y esos 450 árboles que quedan en pie son los que se van a podar en el futuro.

Los raleos consisten en ir disminuyendo la población de árboles; de esas 450 plantas que tenemos al año y medio, vamos sacando árboles durante la vida del cultivo para llegar a la cosecha final, a los 20 años de edad, con unas 150 plantas por hectárea.

EC - ¿Qué pasa con los árboles que van quitando en el camino?

JO - El primer raleo es no comercial, pero ya el segundo y el tercero nos dan productos comerciales. Las partes más gruesas del árbol van a la industria del tablero o del aserrado y las partes más finas, los diámetros más finos, se destinan al sector de la celulosa. En el caso nuestro enviamos esa madera fina a Fray Bentos.

EC - Entonces, pese a que la orientación general es industrialización de madera, una parte de los árboles que ustedes plantan va a celulosa.

JO - Correcto, sobre todo en esas primeras cosechas o raleos hay mayor proporción de productos finos, y al final vamos a tener mayor proporción de productos de buen diámetro.

EC - ¿Y en el caso de los pinos, Álvaro?

ÁLVARO MOLINARI:

Complementando eso, quería aclarar lo que sucede con las podas. Generalmente el que está en el sector conoce por qué motivo se poda. Pero lo interesante es que la poda apunta a un producto de mayor valor agregado o de mayor calidad. La poda deja una cicatriz, que es el nudo, entonces si podamos tempranamente logramos que ese nudo quede concentrado en un cilindro y toda la madera que crece por encima después es lo que llamamos libre de nudos o clear, que se puede utilizar en lo que llamamos productos de apariencia, que son lindos a la vista y estéticamente mejorados. Son productos que tienen mayor valor y que el consumidor final valora muchísimo más y está dispuesto a pagar más.

EC - Quien hablaba era Álvaro Molinari, que está aquí representando a Wayerhaeuser, una empresa que también planta pinos. Y también planta pinos Balerio.

¿Quién nos habla de los pinos, si tienen alguna singularidad en comparación con lo que contaba Otegui sobre los eucaliptos?

GUSTAVO BALERIO

Vale la pena agregar que la característica de nuestra madera, por ser de rápido crecimiento, es que habitualmente es débil en la parte de valores resistentes o constructivos. De manera que valorizar la apariencia, darle un uso de apariencia a una madera que en principio no tiene características demasiado buenas como módulo resistente –por llamarlo de alguna manera-, es uno de los mejores usos que le podemos dar. Eso hace que la poda en sí sea fundamental, y probablemente todos los presentes aquí hacemos cultivos podados.

EC - Y desde el punto de vista del empleo, ¿qué implica en comparación con otras orientaciones de la forestación?

GB - Nosotros no buscamos kilos por hectárea, buscamos dólares o dinero por hectárea. Eso implica básicamente agregar mucha mano de obra durante toda la vida de la plantación, comenzando por laboreo, selección genética, fertilización, herbicidas...

RD - ¿Los de kilos por hectárea no buscan dólares por hectárea también?

GB - También, pero en una forma más masiva, pensando en el bosque y no en el individuo. Aquí se busca más bien el individuo, como decía Javier.

RD - Hablaron de rápido crecimiento, puede ser bueno aclarar cómo es eso comparado con otros países y por qué se busca tanto venir aquí.

SIMÓN BERTI:

Las plantaciones de rápido crecimiento son plantaciones con rotaciones del orden de 20 años, en ese plazo están más o menos prontas.

RD - Eso nos suena larguísimo a los que no conocemos.

SB - Sin duda, es una característica muy especial del sector forestal. Uno se tiene que imaginar qué va a pasar con su producto 20 años después. Pero es de rápido crecimiento porque igualmente las plantaciones nativas o los bosques nativos de donde se usa un gran porcentaje de la madera en el mundo tienen rotaciones de 80 años. Entonces decir 20 años es una cosa muy rápida y muy efectiva, sobre todo para producir madera gruesa de buena calidad.

Los bosques nativos normalmente se podan por sí mismos, se les van cayendo las ramas con el tiempo, se vuelven gruesas, demoran mucho en engrosar y la madera de calidad óptima para apariencia de esos bosques nativos demora muchos, muchos años en lograrse. Es bueno entender que con el tiempo los árboles engrosan. El nudo es la rama, la rama es el nudo; tú ves un nudo en una tabla y es porque pasaba una rama por ahí. Como los árboles engrosan con el tiempo, si tú les cortas las ramas a temprana edad, cuando no están gruesos, cuando son más bien delgados y todo lo que crece de ahí en adelante crece sin ramas –ya se las cortaste– y por lo tanto sin nudos. Ese proceso en los bosques nativos del mundo es muy largo, pero ahora se puede, con estas plantaciones de rápido crecimiento, hacer una cosa muy parecida en mucho menos tiempo.

***

EC - Todas las explicaciones se concentraron en el eucalipto, pero también se planta pino; ¿qué diferencia anotarían entre una y otra producción?

JO - Como decía Gustavo, el pino y el eucalipto son dos especies que se complementan muy bien. Ambas son de rápido crecimiento. El eucalipto, aparte de la posibilidad de destinarse a la madera de apariencia, de una buena estética, tiene también características un poco mejores que las del pino desde el punto de vista de las propiedades mecánicas. Entonces, se puede utilizar en los dos usos finales.

EC - ¿Y en cuanto a los tiempos de crecimiento?

JO - Para madera sólida, estaríamos con un eucalipto para turno final en el entorno de los 15 o 16 años, mientras que un pino puede andar en el entorno de los 21 o 22 años. Rosanna señalaba que sería bueno explicar por qué igual para nosotros son ciclos cortos. Es porque comparamos con una madera dura –el eucalipto técnicamente es una madera dura y el pino es una madera blanda–,que en general anda en el orden de los 100, 120 años para el crecimiento de un turno final, mientras que el eucalipto, con las mismas características de una especie de madera dura, está en el entorno de los 15 o 20 años, es decir un quinto o un sexto de un turno normal.

RD - Hay un punto que tiene que ver con la comunicación del sector forestal hacia la sociedad. Los que estamos por fuera de la forestación sentimos que nos atropelló, de golpe estaba todo lleno de árboles y la comunicación del sector hacia la sociedad en su conjunto comenzó un poco más tarde en el tiempo. Me gustaría escuchar la opinión de los cuatro, no solo de la SPF.

GB - Yo probablemente comparta esa apreciación. Tal vez nos hemos comunicado mal, pero justamente por el plazo que tiene este cultivo, los productores se han dedicado básicamente a plantar y a hacer las cosas y tal vez se olvidaron de decir lo que estaban haciendo. Esto es como un gigante dormido que está despertando, se despierta este grandote y parece que está moviendo cielo y tierra.

Por otro lado tuvimos toda la polémica de Botnia, que seguramente no ayudó a la forestación, porque empezamos a comunicar que había forestación con un problema, y eso hizo que lamentablemente apareciera en titulares muy rimbombantes.

RD - Antes de Botnia ya estaba el tema de si el eucalipto desecaba o no desecaba y alguna otra cosa negativa. En la tertulia del año pasado tratamos esos temas...

GB - Eso existe siempre, si miramos los minutos dedicados a suelos o a hidrología de suelos por eucalipto versus lo de Botnia, debemos andar en 100 a 1.

AM - Yo quería acotar el tema de por qué la comunicación mala o buena. Yo personalmente no creo mucho en eso de si una comunicación es mala o buena ni en lo reactivo del asunto. Como decía Gustavo, es un sector nuevo. Siempre decimos que no estamos en pañales, pero tampoco estamos en pantalones largos, nos gusta decir que estamos en pantalones cortos. Todavía queda un tramo importante, se hizo una primera etapa muy importante, que fue la implantación de los montes.

Y lo otro importante es que si bien es cierto que se viene desarrollando, en parte hemos compartido la estrategia de hacer y dejar ver lo que uno hace. Muchas veces nos ha pasado –es una reflexión que hacemos– que no hemos tenido repercusión en los medios, muchas veces quisimos contar la historia y los medios no nos dieron la oportunidad.

RD - No era interesante, capaz.

AM - No creo que fuera por un tema de si era interesante o no. En general Uruguay es un país conservador, entonces todo lo que cambia produce –por lo general– un rechazo.

RD - Por las dudas no me gusta...

AM - ...después veo y puede ser que algo me guste o no, pero me tienen que reconvencer para eso.

Segundo, hay un aspecto que en particular me parece importante, que es que el tema vende mucho cuando es un problema. Si yo tengo un problema porque contamino, ahí sirve, los medios aparecen y se habla sobre el asunto. Pero si uno está construyendo algo por lo positivo, en general no repercute mucho y por tanto –esto es una opinión mía– no genera una participación importante en los medios.

RD - Si hace plata, menos.

EC - Ese es un punto bien interesante que tiene que ver con los medios de comunicación y con el periodismo: las buenas noticias "no venden". Una tendencia, una costumbre, una tradición, que en particular en este programa hemos tratado de combatir desde hace años. Pero vale la pena tener en cuenta ese otro ángulo, cómo lo ven ustedes.

A propósito de lo que se ve cuando se recorre, la polémica en torno de la forestación no ha abarcado solamente si la planta de Botnia contamina o no, si los eucaliptos consumen demasiada agua o no, también ha abarcado el tema relaciones laborales y condiciones de trabajo del personal.

Este sábado, con el equipo de En Perspectiva tuvimos la oportunidad de recorrer el ciclo completo de esta producción, desde el vivero hasta el aserradero, y en particular vimos personal trabajando en tareas de poda, en raleo y en cosecha. Francamente lo que observamos fue un trabajo muy formal, muy organizado, aparentemente subcontratado con empresas que se dedican a esa tarea. No vimos, por ejemplo, campamentos donde viva esa gente, vimos personal que es trasladado en ómnibus o en combis desde su casa hasta el lugar donde desarrolla la tarea cada día. En este caso concreto no vimos lo que muchas veces se denuncia como condiciones infrahumanas de trabajo en la forestación.

¿Qué dicen ustedes sobre este punto? Más allá de lo que nosotros observamos este sábado, ¿cuál es la realidad en general del sector?

RD - Por ejemplo, si lo que vimos corresponde solamente a empresas grandes, y lo otro es una realidad que va a pequeños y medianos, que no lo pueden solucionar o no contemplan. Porque siempre hay una distorsión, a los grandes los miramos como enemigos cuando en realidad tienen un componente superpositivo y en muchos casos pueden ser modelo.

SB - Yo querría volver un poquito atrás al tema de la comunicación. En Chile, la ley forestal se aprobó en el año 1974 y a partir de ese momento vinieron las bonificaciones, los subsidios y beneficios tributarios, todo lo que se necesita para dar impulso a la forestación. Hablábamos de que la forestación tiene un horizonte de por lo menos 20 años (en Chile es un poco más, es de 25 o 26 años en el caso de los pinos, que es la gran mayoría de las plantaciones) y en ese horizonte se necesita algún incentivo, porque ¿a cuánto voy a vender mi producto de madera dentro de 25 años? Son incertidumbres muy grandes, entonces se necesita un impulso.

Yo decía que toda esta situación de leyes de fomento a la forestación en Chile partió en el año 74, hay un tiempo bastante largo entre que partió la cosa y cómo está hoy. Y la verdad es que el tema comunicación ha tenido exactamente los mismos problemas que uno ve acá: en un principio fue muy difícil, siempre parte de críticas, entonces la comunicación es siempre es reactiva... "me están criticando sin bases, entonces voy y contesto, digo, informo". En Chile se fue mejorando con el tiempo, son décadas de esto, y aquí llevamos una década en la cosa forestal y está bastante más evolucionado que como estuvo en Chile, donde demoró 20 años en llegar a la situación de comunicación que tenemos hoy. Eso es una cosa normal, quería comentar ese tema desde la perspectiva del chileno.

EC - Vamos al tema condiciones de trabajo en particular. ¿Qué dice Javier Otegui? Lo que observamos el sábado, ¿es la realidad que se da en las grandes empresas, pero no es lo mismo en otras más pequeñas? El sector tiene algunas asignaturas pendientes en esta materia. ¿Dónde las localizan?

JO - Primero quiero poner un ejemplo con otro sector, porque la actividad forestal no es ni buena ni mala, como el sector de la construcción no es ni bueno ni malo, o el sector de la gastronomía; habrá restaurantes y empresas constructoras que trabajan bien en la formalidad, tratando de hacer las cosas como exige la ley, en forma correcta, y otras que no. En el sector forestal puede estar pasando lo mismo.

Desde la SPF impulsamos el desarrollo de las buenas prácticas forestales y ni justificamos ni le damos protección o defensa a quien no lo hace. En las empresas –puedo hablar por la nuestra y de las que conozco aquí en Rivera– hay un enorme énfasis en hacer las cosas como se debe, de forma correcta, cuidar las condiciones laborales al máximo, ya sea condiciones de seguridad, cumplir con toda la formalidad. En el sector hay un laudo, el nivel salarial está laudado en los Consejos de Salarios, esa es la gran referencia. Habrá empresas que están pegadas al laudo y otras que están más arriba, pero esa es la gran referencia.

EC - Y en cuanto a las condiciones de seguridad, vimos por primera vez algo que hasta ahora conocíamos a través de fotos o imágenes de televisión, que es la maquinaria que se utiliza para la cosecha. Es un proceso que está muy mecanizado. Eso notoriamente disminuye los índices de accidentes. ¿Cómo juega ese componente?

JO - Sin duda, cuando el sector comenzaba a crecer y la actividad todavía no estaba madura –recién está madurando–, la cosecha se hacía con equipos más manuales, motosierras de mano, tractores adaptados con un grapo y una zorra, equipos no traccionados. Pero a medida que empieza a haber más volúmenes a cosechar, que se justifica la incorporación de maquinaria y se busca mejorar las condiciones de trabajo y seguridad, se da lo que se está dando. Hoy la gran mayoría de la masa forestal del país se cosecha con un grado de tecnificación muy importante, como en el hemisferio norte.

EC - Con esta forma de trabajar, la tarea de cortar un árbol la realizan dos máquinas. Primero, una va tomando los árboles, los corta a una determinada altura y los vuelca. Luego, otra, toma cada uno de esos árboles ya caídos, los descorteza y los corta en determinados tamaños de trozas o rolos. Cada una de estas máquinas es operada por una sola persona, mientras el resto del personal permanece a distancia.

 

RD - De todas maneras capaz que hay alguna cifra concreta. ¿Qué porcentaje del país aún no ha mecanizado la actividad? Por algo corren las noticias de los que no lo hacen. ¿Es un porcentaje importante del total?

AM - Depende mucho de los volúmenes. Si un productor tiene un volumen más pequeño, puede seguir utilizando una semimecanizada, una técnica para la cual se utiliza una motosierra para voltear el árbol y trozarlo, y luego se utilizan equipos de acarreo y de carga sobre carretones forestizados que transportan esas trozas. Existen varios modelos.

Pero complementando lo que decía Javier y en particular contestando la pregunta que hacía Emiliano en cuanto si es solo una realidad de las grandes empresas, creemos que todos los productores en general están cumpliendo un buen rol. Recordemos que existe el decreto 372 del año 1999, que es un ejemplo, un decreto que se hizo en consenso con los trabajadores, el sector privado productivo y el gobierno a través del Ministerio de Trabajo, e incluso participó la OIT. Allí se establecen las condiciones de seguridad, de permanencia en los predios. Algunas empresas trabajan mucho con el transporte del personal para que no pernocte en los predios. Pero si pernocta, en todos los casos se tiene que cumplir con ese decreto. Nosotros establecemos condiciones para nuestros asociados de la SPF para que se cumplan esos requisitos, y en caso de que no se cumplan, existen consecuencias por eso.

EC - Una pregunta de la audiencia. Fernando consulta: "El hecho de que se tercericen esos servicios dentro de la forestación, ¿qué implica en materia de responsabilidad? Las empresas que realizan esos trabajos para ustedes, ¿asumen la responsabilidad?, ¿la asume quien lleva adelante el proyecto forestal? ¿Cómo es ese punto?

AM - Ahí existe una corresponsabilidad.

GB - En este tema, uno es solidariamente responsable con su contratista y, si no cumple, a la larga o a la corta le llega a la empresa mandante el reclamo correspondiente.

EC - Pero el forestador, el inversor, ¿controla a esas empresas que contrata?

SB - Por supuesto. Te quería contar sobre la certificación de las empresas forestales. Es un tema muy importante y la gran mayoría de las empresas que hay aquí en Uruguay –en Chile se ha vivido ese proceso y la gran mayoría también lo tiene– están certificadas por algunos organismos o algunos sellos certificadores. Las certificaciones tienen normalmente tres elementos: que sea económicamente sustentable, que sea medioambientalmente sustentable –que no haya destrucción de ningún tipo de bosque nativo ni de suelos ni nada por el estilo–; y la responsabilidad social, es decir que sea socialmente sustentable también.

En este punto en particular nosotros tenemos autoauditorías, contratamos a una persona externa que nos hace una auditoría y nos dice cómo estamos en todo lo que llamamos hotelería, donde hay que tener el personal que pernocta, porque hay que tener las camas como corresponde, el aseo como corresponde, el baño como corresponde, etcétera. Si tú no tienes eso, que son exigencias bastante más allá de la ley y de este decreto que mencionaba Álvaro, simplemente no tienes derecho a estar certificado, y estar certificado genera que vendes tus productos como productos certificados y los clientes te prefieren porque tienes esa certificación. Es un tema muy interesante de autocontrol que la gran mayoría de las empresas está llevando a cabo.

***

EC - Nos falta todo lo que tiene que ver con el futuro.

RD - Previo a eso, me gustaría que nos contaran cómo sienten que está acompañando todo lo que es desarrollo logístico, hay mucha preocupación por qué va a pasar con AFE, servicios, tercerizaciones, todo lo que se está armando en el entorno del desarrollo de esta industria.

JO - El tema de la infraestructura nos atañe y nos preocupa mucho, porque va de la mano del presente y del futuro. En general pensamos mucho en cómo podemos, entre todos, entre el sector y el gobierno, mejorar todo lo que tiene que ver con la parte de infraestructura, en particular con caminería vecinal y departamental. Es un tema que muchas veces es un poco tabú, "los productores forestales rompen todo, no arreglan nada". A nosotros nos gusta hablar de eso abiertamente.

Podemos ver ejemplos claros. Ya que estamos en Rivera, habría sido bueno hablar con el intendente, Tabaré Viera, porque aquí existe uno de los ejemplos más claros de convenio entre productores forestales, la Intendencia y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Hay una fuerte presencia de los productores en lo que tiene que ver con el costo y la confección de caminos, pero en concordancia y complementándose con la Intendencia. Por ejemplo la Intendencia pone la maquinaria y nosotros contribuimos con el gasoil, y de esa manera conformamos los caminos prioritarios en lo que tiene que ver con la red departamental.

RD - Igual asumo que los oyentes se sorprenden con ese mundo de camiones que permanentemente cruzan el eje hacia el litoral y eje Ruta 5, lo que trasciende lo departamental.

JO - En lo que tiene que ver con lo nacional, se están moviendo volúmenes y en definitiva se complementa toda la parte de camiones en sí, pero también está el desafío grande que tiene que ver con la infraestructura ferroviaria. Eso complementa muy bien.

RD - ¿En qué está eso?

JO - Nosotros trabajamos fuertemente a través de un consorcio de privados en conjunto con el gobierno, para tratar de llevar adelante una licitación sobre todo en los tramos fundamentales del sector, que son Montevideo-Rivera y el entronque con Fray Bentos, de forma tal que las vías queden en posición de poder manejar; aclaremos que hoy el tren funciona, pero funciona con deficiencias importantes.

RD - A 18 kilómetros por hora.

JO – Exacto, pero funciona. Lo que queremos, junto con el gobierno, es llevarlo a un estándar, que no tiene por qué ser excelente, pero que por lo menos llegue a 40 kilómetros por hora y que no descarrile. Ese es el tema, hoy no solo es un problema de velocidad, sino de calidad del servicio.

RD - Por las investigaciones previas tengo la sensación de que el sector privado no cree mucho que salga eso, y algunas fuentes oficiales dicen que para el año que viene –no sé si es coincidente o no con el año electoral– se estaría moviendo algo de aquello que anunció Gallichio en su momento, que después parece que quedó en stand-by.

JO - No me gusta polarizar tanto el tema. Solamente un apunte: nosotros creemos que esto es fundamental y ojalá que el año que viene pueda reflotar este tema.

EC - ¿Algo más sobre el capítulo infraestructura?

SB - Como mencionaba antes, en Chile esto partió en el año 74. Una década y media después empezaron a salir muchos productos al mercado a exportarse, y la infraestructura en ese momento, en la zona forestal de Chile (las regiones séptima, octava y novena, al sur de Santiago) era malísima... los puentes no soportaban nada, era mala, mala, mala, incluso diría que estaba en condiciones mucho peores que lo que uno puede ver en los peores lugares aquí en Uruguay.

Aquí se mueven muchas toneladas, entonces la presión de todos estos productos, de los camiones, de los accidentes, de todos estos problemas, hizo que funcionara el sistema: las autoridades, el sector privado y todos los que estaban en el sector forestal. La infraestructura se mejoró y hoy las carreteras en gran parte de la región son dobles, como la carretera de Montevideo a Punta del Este. Es una cosa muy buena, con concesiones. Hoy la infraestructura chilena de caminos es espectacular, pero pasó por todo lo que pasó y está pasando ahora.

Si esperamos que los productos lleguen y empiece a haber todos estos problemas, los atrasos, los rompimientos de caminos, los problemas con los puentes, los accidentes y todo lo demás... Ojalá se pueda ver un poco antes esta situación y se eviten muchos problemas.

GB - Yo quiero hacer apunte acerca de valor agregado e infraestructura. Voy a hacer un breve cuentito. Cuando vemos los troncos que van a puerto, llevamos prácticamente el 100% de las toneladas una larga distancia, incluso teniendo en cuenta el flete oceánico. Cuando trabajamos con productos de valor agregado, en general utilizamos un flete muy cortito para el 100% de las toneladas...

EC - Un flete muy corto que lleva la madera desde la plantación hasta el aserradero...

GB – Lleva el trozo hasta la planta que fuera. Después tenemos un flete que tiene, como mínimo, la mitad de las toneladas, porque la madera se secó en el proceso y perdió la mitad del peso, y probablemente, como hay rendimientos volumétricos, tenga la cuarta parte de toneladas que en el origen. Entonces el valor agregado en realidad hace que la infraestructura esté menos demandada que lo que estaría en no valor agregado.

***

EC - En la Tertulia Agropecuaria de febrero del año pasado, que fue la última que destinamos al tema forestación, el ingeniero agrónomo Andrés Berterreche, hoy subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, y entonces director nacional de Forestación, decía, entre otras cosas:

(Audio Andrés Berterreche)

"Estamos en ese punto de quiebre, donde se está dando un poco esa relación entre grandes masas de forestación para industrias de commodities y un sector emergente de madera de calidad que aparece también con mucha fuerza y al cual nosotros apostamos."

(Fin)

EC - Hoy estamos en esta mesa con representantes de este segundo sector que mencionaba el ingeniero Berterreche, el de madera de calidad, el de agregación de valor a la madera que sale desde los bosques. Vale la pena preguntarles a ellos cómo ven el futuro para este sector en especial y para la forestación en general. ¿Qué avizoran si miran diez años para adelante?

RD - En el marco de las cifras que tenemos, que hay en el entorno de las 800.000 hectáreas forestadas, y un potencial en el entorno de los 3,5 millones.

JO - En cuanto al sector emergente del que se habla, es lógico que así sea, dado que para el sector de la celulosa la rotación necesaria o el tiempo de duración de un cultivo es de aproximadamente diez años y para el sector de la madera sólida, es en el eje de 20 años. Es lógico que se empiece a desarrollar más tarde. En cuanto a lo que está pasando hoy, los bosques están creciendo, Uruguay probablemente esté cosechando una tercera parte o un 40% del volumen anual de crecimiento.

La calesita no está armada todavía... es como que en el ciclo ganadero completo todavía no tenemos todas las categorías de vacas, vaquillonas y terneras en el porcentaje que corresponde para que esté el ciclo completo. En el sector forestal hoy, con las hectáreas forestadas (en el entorno de las 750.000), Uruguay está creciendo en el orden de 16 o 17 millones de metros cúbicos anuales. Todos los años el país puede producir en forma sostenible ese volumen y replantar esas mismas áreas una vez que se cosechan. La cosecha actual del país está en el orden de los 6,5 o 7 millones de metros cúbicos, el ciclo todavía no está armado, pero a futuro va a venir un importante crecimiento en más industrias, en plantas de celulosa, en plantas de tableros.

RD - Jugátela un poquito más: ¿cómo la ves en diez años?

JO - En esos volúmenes que digo y si Uruguay no plantara más, y solamente se mantuviera en rotación lo que hoy hay, tiene cabida para un par de plantas adicionales de celulosa del tamaño de la planta de Botnia en Fray Bentos, y para multiplicar por tres o por cuatro los volúmenes de madera que se están industrializando en el sector de la madera sólida, tableros, aserraderos, plantas de cogeneración. No olvidemos la potencialidad del sector forestal de contribuir a la matriz energética.

EC - Quien habla es Javier Otegui, que representa a Cofusa, una empresa que tiene en construcción una planta de generación de energía eléctrica a partir de biomasa proveniente de la madera aquí en Rivera. Y vendrán otras.

JO - Hay más de una planta en construcción.

RD - Vamos a un ingeniero civil, a ver qué dice del Uruguay forestal en diez años.

GB - Comparto con Javier que esto por lo menos se duplica, si no sigue creciendo. En el cuestionario estaba si el sector va a seguir creciendo o no. Eso depende mucho del valor de la tierra y de la competencia por tierra en términos de área, pero probablemente mantenga todavía una impronta de crecimiento, así que vamos a tener varios años de crecimiento de esta superficie o de este volumen sustentable que tenemos hoy.

RD - ¿Hasta los 3 millones?

GB - Es difícil para mí saberlo, la categorización de suelos inicial tal vez no fue perfecta, entonces los 3,5 millones que tienen que ver con esa categorización muy primaria quizás no se cumplan, pero seguramente vamos a ver un crecimiento en área.

RD - Álvaro, ¿llegamos a los 3,5 millones?

AM - Yo personalmente creo, como acotaban los colegas, que no se trata tanto de la cantidad de suelo en sí, sino del volumen que va a salir...

RD - ...yo te pregunto porque es la preocupación que tiene el sector ganadero, hasta dónde avanza la forestación.

AM - Primero que nada, hay un tema topográfico en sí que va a hacer difícil que se logren los 3,5 millones. No sabemos si van a ser 2 millones, 1,5 millón, pero probablemente esté en ese entorno. Mi opinión personal es que podría llegar a estar en el orden de 1,5 o 2 millones.

EC - Javier hace unas señas de números que no entiendo.

JO - El área definida en la ley como suelos de prioridad forestal es del orden de 3,5 millones, pero cuando uno tiene un campo que supuestamente es 100% forestal, el suelo nos marca por la topografía, tiene zonas húmedas, tiene arroyos, por ley hay que dejar ciertos retiros contra vecinos, contra caminos vecinales, cortafuegos. Cuando uno tiene 100 hectáreas de un suelo que es 100% forestal, no logra plantar más allá del 60-65% de esa área. Entonces, cuando decimos 3,5 millones, por más que queramos no vamos a poder superar los 2 millones de hectáreas. Y si tú me pedís que arriesgue un área, imagino el país de acá a 10 años con entre un 1 o 1,2 millones de hectáreas forestadas efectivas.

EC - Simón Berti, desde una perspectiva chilena pero trabajando ya desde hace años acá, ¿cómo ves el futuro de este sector aquí en nuestro país?

SB - Yo veo a Uruguay y soy tremendamente optimista. En diez años más, pienso, sin temor a equivocarme, probablemente la Ruta 8, la Ruta 5 deberían estar exactamente en el mismo nivel que está la ruta Montevideo-Punta del Este, una carretera doble, con muchos productos saliendo. Y probablemente la 26, que va de oeste a este, también debería entrar en una categoría top. Veo los puertos mucho más desarrollados que hoy y pienso que Uruguay está aprendiendo de otros forestadores. En Chile cometimos muchos errores y Brasil cometió muchos errores, Uruguay la está haciendo bastante más corta, bastante más efectiva, y yo soy tremendamente optimista con Uruguay de aquí a diez años más.

En Chile hoy el sector forestal es el segundo sector exportador después del cobre, que es el sector más importante. Pero el cobre se va a acabar un día y la forestación no se va a acabar, porque el ciclo es interminable, se planta, se vuelve a plantar y se vuelve a plantar. Como conversábamos ayer, en Chile hay ejemplos de hasta cuatro rotaciones, 25 años, después otros 25 años, después otros; en algunos lugares estamos en la cuarta rotación y cada rotación es mejor que la anterior, por la materia orgánica que le genera el cultivo al suelo para la rotación siguiente.

EC - Ese es un punto bien interesante, porque va en contra de algunos prejuicios. Tú dices que cuando termina una rotación de forestación el suelo queda más rico que antes.

SB - Así es, en muchos casos en Chile los agricultores de la zona cuando hay una cosecha piden "déjenme poner una siembra de trigo, de maíz o algo", porque los rendimientos son espectaculares después de una cosecha forestal que tuvo 25 años el suelo sin moverse, con microfauna, con la materia orgánica. Mucha gente les da estos cultivos y luego comienza otro ciclo. Soy muy optimista del Uruguay forestal del futuro.

EC - Ha habido afortunadamente mucha participación de la audiencia por la vía de mensajes de texto y correos electrónicos. Los integrantes de la mesa se van a llevar copia de todos estos comentarios y preguntas.

Tú estabas eligiendo un mensaje.

RD - Un mensaje para los locales. Dice Margarita: "Qué suerte que tienen en Rivera, que los forestales les arreglan los caminos. Porque acá en Durazno no pasa lo mismo".

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Agradecimientos:
Javier Otegui y el equipo técnico de Cofusa/Urufor
Margarita y Francisco Carrau (Bodegas Carrau)
Diego Roel (Botnia) y Miguel Vera (Forestal Oriental) en el litoral
Edison Zagía – Secretario de la Dirección de Turismo de la Intendencia Municipal de Rivera
Margarita García
Y a los cuatro contertulios, que viajaron especialmente a Rivera para acompañarnos.

En Perspectiva agradece también a estas empresas e instituciones por su respaldo:

Radio ACTIVA 89.9 FM
Intendencia Municipal de Rivera
Hotel Carlos Gardel de Tacuarembó

Zucchino Hnos. Representante Jeep, Dodge y Chrysler

La próxima Tertulia Agropecuaria se realizará el 20 de agosto, a las 9:00, en la sala de reuniones de Fucrea. Como siempre, con fonoplatea abierta al público.
Tema: Los precios internacionales y los precios en el mercado doméstico.
Fucrea - Federación Uruguaya de Grupos CREA - J. D. Jackson 1127, Montevideo
Tel.: (598 2) 411 1937