La Tertulia Agropecuaria

Marcando agenda: la producción de carne y sus asignaturas pendientes

Marcando agenda: la producción de carne y sus asignaturas pendientes

La cadena cárnica uruguaya ha cambiado mucho en los últimos años. Altos precios y costos internacionales, competencia por la tierra entre agricultura y forestación y desembarco de empresas poderosas en la industria frigorífica marcaron esa transformación. Además, el escenario actual muestra números muy auspiciosos. Pero ¿qué asuntos pendientes tiene todavía el sector para seguir creciendo? ¿Qué temas deberían discutirse y resolverse dentro de la cadena cárnica uruguaya? En su segundo aniversario, La Tertulia Agropecuaria analizó estos temas junto a Gustavo Basso, Marcelo Bonomi, Pablo Caputi y Martín Secco, con la coordinación general de Rosanna Dellazoppa.

(Emitido a las 9:05)

EMILIANO COTELO:
La cadena cárnica uruguaya ha cambiado mucho en los últimos años.

Los altos precios internacionales, los aumentos de los costos, la competencia por la tierra frente a la agricultura y la forestación, y el desembarco de empresas poderosas del exterior en la industria frigorífica son algunos de los factores determinantes en esa transformación que se ha dado en la producción de carne en nuestro país.

El escenario más reciente muestra algunos números muy auspiciosos. Por ejemplo, entre enero y agosto de este año las exportaciones fueron 55% superiores a las del mismo período del año pasado. Todo indica que cerraremos el año 2008 con exportaciones de carne vacuna por 1.400 millones de dólares, todo un récord. Y hoy el precio promedio de exportación está en sus máximos históricos, superando los 4.000 dólares por tonelada.

Pero ¿qué asuntos pendientes tiene todavía el sector? Para poder seguir creciendo y conquistando mercados, ¿qué temas deberían discutirse y resolverse dentro de la cadena cárnica uruguaya?

Eso es lo que les proponemos discutir en esta nueva Tertulia Agropecuaria, que hoy desarrollamos en la Expo Prado 2008.

***

EC - Vamos a presentar a quienes nos acompañan hoy en la mesa.

ROSANNA DELLAZOPPA:
Gustavo Basso, empresario ganadero de Florida y director de Conexión Ganadera; Martín Secco, gerente general de Frigorífico Tacuarembó-Grupo Marfrig; Marcelo Bonomi, empresario ganadero de Lavalleja; y Pablo Caputi, director de Asuntos Económicos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

Haciendo honor al título que le pusimos a la tertulia, "Marcando agenda", la idea es comenzar este intercambio preguntándoles, si tuvieran que elegir, cuáles serían los aspectos clave por donde tratar, mirando con un enfoque país hacia delante, los temas que hacen a la carne.

GUSTAVO BASSO:
Para marcar agenda es fundamental tener un diagnóstico de la situación real que vive el sector. Y a partir de ahí encontré algunos puntos que me parecen vitales, siempre pensando que es vital reconocer las mutaciones que está sufriendo el mundo de los negocios y la rapidez con que los cambios se están dando. Para eso, marcar una agenda también implica tener la suficiente elasticidad y cintura para cambiar junto con los sucesos que se dan en el mundo.

Como puntos fundamentales para el desarrollo de la cadena, se me ocurre generar mecanismos útiles para aumentar la confianza entre los diferentes eslabones, porque hay cierta crisis en esa confianza necesaria para que el negocio se desarrolle con mayor fluidez.

También es fundamental devolver los impuestos a las importaciones, que es un punto en el que hemos tenido un retroceso importante. Uruguay tiene que seguir peleando los mercados con las mayores facilidades posibles, no se le puede poner anclas a la exportación, que tenga que cargar con la mochila de los impuestos.

Es fundamental quitar la participación del Estado en la fijación de los precios. El mercado interno ha sufrido este año un embate en ese sentido, que es totalmente perjudicial.

Y otro punto valiosísimo es asegurar el funcionamiento correcto de todas las reparticiones del ministerio, que tienen un relevante protagonismo para ostentar el mejor estatus sanitario que hoy tenemos.

MARTÍN SECCO:
Comparto los puntos de Gustavo. Y como puntos adicionales, continuar buscando la máxima cantidad de destinos posible para las exportaciones. Hemos tenido este año prueba suficiente de que los que en algún momento pensamos que eran los importantes por razones de economía global vuelven a no serlo, por lo tanto uno de los activos más importantes del país es la diversidad de destinos que tiene para colocar sus exportaciones.

Otro punto, continuar tomando como política de Estado todo lo que hace a la política sanitaria. En ese sentido, reafirmo como preocupación lo que decía Gustavo, el ingreso de personal joven a los cuadros del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en todos los servicios. Yo puedo hablar directamente del Servicio de Industria Animal, porque el prestigio que tiene ganado el país, que es fruto de muchos años de experiencia, que no se ganan de un día para el otro.

Posteriormente lo que hace a todo el sistema de productividad del país, tanto la productividad de la tierra como industrial.

Y como punto adicional, tenemos que pensar en un sistema educativo diferente del que tenemos hoy, si queremos trabajar en la productividad de esa cadena en el futuro.

MARCELO BONOMI:
Mi visión es desde la producción. Estamos ante una nueva situación, creo que la ganadería no está acorralada, la ganadería va a tener que producir en menos área y en campos inferiores que aquellos en los que ha venido produciendo.

EC - Tú dices que no está acorralada por otras producciones agropecuarias, por ejemplo la agricultura, la lechería, la forestación.

MB - Tengo una visión distinta, soy optimista. Vamos a tener que forjar una nueva ganadería, con nuevos costos, nuevas relaciones de precios y nuevas inversiones. Si bien hay precios muy altos, los productores tenemos necesidades financieras para desarrollarnos. Y tenemos que producir más carne, es fundamental, porque tampoco nos sirve tener dos meses un pico de precios impresionante y vender tres novillos. Precisamos buenos precios y vender mucha carne, el país, la industria y los productores.

En general, estamos como en una transición. Hay muchos cambios en las relaciones de precios en el corto plazo. Las variaciones internacionales de precios se hacen más grandes hacia el mercado interno, porque en los últimos cinco o seis meses han variado un montón, han subido un 30 o 40% y en los últimos 15 días el novillo bajó 40 centavos. No hay ganado y bajó 40 centavos. No me queda claro por qué, será una corriente comercial.

Los productores tienen que tomar las decisiones, y se dan esos cambios en las relaciones de precios. Hay que mirar todo, el precio del ternero, el precio de las rentas, el precio de los costos, un montón de costos, y el producto. Las decisiones se toman más a largo plazo, no es como la industria, que tiene una relación directa: compro a tanto, vendo a tanto y ahí tengo un costo. Es un proceso biológico, es diferente.

EC - Pablo Caputi, que es director de Asuntos Económicos del INAC.

PABLO CAPUTI:
Voy a opinar un poco más amplio que eso, me siento bastante libre para decir lo que me parece, independientemente de la empresa en la que estoy trabajando circunstancialmente.

Lo primero, venimos de Sudáfrica, del Congreso Mundial de la Carne. Uruguay hizo una presentación, y el presidente de la organización internacional cuando nos fue a felicitar, dijo: "¿Saben por qué los voy a felicitar? Porque Uruguay no les dice a los otros lo que tienen que hacer; simplemente lo hace". Eso para Uruguay es todo un mérito, porque no nos hemos caracterizado en la historia por hacer.

Lo más importante de la agenda de la carne es que exista una agenda. Que exista una agenda quiere decir ser proactivo hacia el futuro, no que me pasan las cosas sino que yo digo qué es lo que tengo que hacer, me imagino qué es lo que tengo que hacer. El hacer, hay que hacer el énfasis en el hacer; después vemos qué es lo que hay que hacer.

EC - ¿Hay un ámbito para discutir esa agenda?

PC - Hay; lo que hay que cambiar es la actitud.

EC - ¿Cuál es el ámbito? ¿El propio INAC?

PC - Este es un ámbito. Como dice un amigo: Uruguay es una fiesta de cumpleaños donde todos nos conocemos, es una pequeña aldea donde todos nos conocemos en distintos roles, hoy en unos, mañana en otros, nuestros hijos se cruzan. Los ámbitos existen, pueden ser más formales o más informales; el INAC es un ámbito para algunas discusiones, a veces no es ámbito para otras; por ejemplo, estas discusiones quizás un poco más amplias no se dan.

Lo más importante es tener una agenda y cambiar la actitud del decir por el hacer. Y la segunda actitud importante es no querer hacerle la agenda al otro, encargarse uno de los problemas propios. El productor se tiene que encargar de sus problemas, los industriales de sus problemas y el gobierno de los suyos. Porque si no, es muy fácil: "Yo no tengo problema, el problema es del otro". Así no se avanza. En Uruguay hay un vicio muy grande del sector privado que trata de hacerle la agenda al sector público, le dice lo que tiene que hacer; y peor, el gobierno con injerencias en los privados en por qué hacen o dejan de hacer. Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Eso como reflexión general sobre el hacer, y el Antón Pirulero, cada cual atienda su juego.

Específicamente sobre la carne, hay tres cosas importantes. La primera, hasta ahora estamos un poco sorprendidos, que el país crezca 16% en un trimestre, que el puma rioplatense crezca 11% al año es inesperado y habla muy mal de todos nosotros, de nuestra capacidad de entender lo que le está pasando a este país. No puede ser que corrijamos el crecimiento del PBI de 7 puntos a 11 en un país que es una aldea, donde todos nos conocemos y las inversiones se pueden medir preguntándole a cada uno cuánto es.

EC - Está aludiendo a la sorpresa que generaron los números que se conocieron el viernes.

PC - Absolutamente, este país no se entiende y no entiende a la agropecuaria. Entonces el primer punto de la agenda es que la agropecuaria tiene que afirmar y reafirmar su relevancia a futuro. Este país tuvo un país pasado agropecuario, tiene un presente y tiene un futuro con agronegocios importantes. Lo primero es cómo explicarle al conjunto de la sociedad eso; vale para la carne y para todo, es lo primero.

Lo segundo, específicamente con la carne, es un tema de vocación. Hasta ahora estamos disfrutando los 4.000 dólares por tonelada, que duplican lo que pasaba en 2006, y estamos como perplejos, sorprendidos y esperando que se caiga. Y quizás no se caiga. Quizás se ajuste, pero no se caiga, porque el mundo ya nos ve distinto, y la carne argentina, que era la que tenía reputación en el mundo, la está perdiendo y la carne uruguaya la está ganando. Entonces el segundo tema de la agenda es: ¿tenemos vocación para ser la mejor carne del mundo? Así como la gente en el mundo pide whisky y dice "dame un escocés", ¿algún día la gente dirá "dame una carne uruguaya"? ¿Tenemos vocación para eso?, ¿lo deseamos, lo queremos?, ¿vamos a llegar hasta ahí o no vamos a llegar?

Y el tercer tema que se ha mencionado acá, que empezó a mencionar Gustavo cuando habló de la confianza de los agentes, es el tema de los plazos, tenemos que poder ver a largo plazo. La gran ventaja de tener a Botnia y la forestación, aparte de la inversión y lo que significa tecnológicamente, es que son planes a 10 años, y los países no se hacen a dos años o cinco, se hacen a 20 años. No se puede hacer el largo plazo como una suma de cortos plazos.

EC - Tenemos un buen panorama de inquietudes, a los efectos de conformar esa agenda, a partir de lo que escuchamos en estas primeras cuatro intervenciones individuales.

***

EC - ¿Por dónde empezamos a profundizar, Rosanna?

RD - Tenemos cuatro grandes bloques: lo que tiene que ver con el interior de la cadena cárnica, por allí hablaron de confianza, incertidumbre de precios; lo que tiene que ver con sanidad y mercados; lo referente a aumentos de productividad de la carne y lo que tiene que ver con el rol del Estado.

EC - ¿Cuáles son los problemas que ven en materia de confianza?

MB - Es un tema muy importante que mencionó Gustavo. Quería retomar lo que mencionó Gustavo sobre el tema de la confianza y lo que mencionó Pablo sobre el largo plazo. Evidentemente, para desarrollar las empresas y producir más carne los productores necesitan las dos cosas.

EC - Pero ¿qué pasa dentro de la cadena? ¿Qué problemas de confianza perciben ustedes?

PC - Personalmente lo que veo fundamental hoy entre los temas álgidos que hay en la cadena, entre productores e industriales, es el tema del dressing.

EC - ¿Qué es eso?

GB - El dressing es el maquillaje que se le hace a la res después de faenada, tras el cual se liquida el peso de la carcasa. El menor o mayor grado en que se haga eso influye directamente en el precio que se obtiene por el animal. Eso ha generado serios problemas de entendimiento y de confianza entre productores e industriales, sobre todo en las etapas más difíciles como el verano y el otoño. Se lesiona enormemente porque se genera desconfianza en el productor con los resultados que se tienen.

EC - ¿Podemos explicar un poco mejor qué es el dressing y por qué surgen después estos problemas?

GB - El país ha evolucionado hacia la venta de ganado en segunda balanza, que es después de faenado el animal. Se liquida un precio en pie, que va a ser directamente proporcional al peso que tiene la carcasa después de faenado el animal. Sobre ese animal -previo a determinar cuál es el peso que va a liquidar la industria- se hace un trabajo de quitar los excesos de grasa y demás, que inicialmente estaba reglamentado por el Estado. Hay una clara marca de piso de cuál es el mínimo de dressing, pero no está limitado el máximo.

En ese sentido hay diferentes criterios, el productor ha notado, por ejemplo, que unos ganados rinden una cosa en una planta y rinden otra en otra, y supone que es exclusivamente por diferentes criterios de dressing que se aplican a su tropa.

EC - Vamos a escuchar al representante de la industria sobre este punto, Martín Secco.

MS - Me alegra que ese sea "el" problema de confianza.

EC - Da la impresión de que hay más.

MS - Lo que habla a las claras de que los problemas son pocos en esta cadena. La industria quisiera pagar no la carne en segunda balanza sino la carne desosada, avanzar más en este problema, porque lo que nosotros compramos es carne, no compramos un animal que puede estar mejor preparado que otro, y esta es una industria de precios promedios.

En esta industria tiene [una característica] que no tienen otras actividades agroindustriales del país: la posibilidad de que el productor, si no le gusta la empresa a la que le que vende, [busque] otras opciones. Eso no pasa en todas las cadenas. Nosotros tenemos la responsabilidad de tener el 30% de esas opciones, y ese es un tema que con la relación que tenemos con nuestros clientes no lo determinamos como un problema, a pesar de que sí tenemos inquietudes de los productores.

EC - "Nosotros" es el Frigorífico Tacuarembó, que tiene el 30% del mercado.

MS - En ese sentido el productor hoy tiene una herramienta, que fue creada con otro propósito, y que no están usando ni él ni el consignatario: puede saber perfectamente cuál es la cantidad de dressing que se le hace a su ganado en función de la información que emiten las cajas negras del INAC. Cada productor puede tener acceso a esa información, que está también en el Instituto, y si le parece que lo que hace una empresa no es adecuado, tiene la posibilidad de venderle a otra.

MB - Es muy importante que los productores trabajemos y tratemos de agruparnos para negociar con la industria, porque la escala es muy importante. Entonces agruparse y negociar juntos, y conocer nuestro producto también, porque a veces no estamos seguros de lo que vendemos. Esas dos cosas me parecen muy importantes, mejoran la confianza. Y entrar a negociar con la industria, es un proceso de acostumbramiento y de negociación mutua.

EC - Tú dices que del lado de los productores también se puede hacer para mejorar la confianza, para mejorar el vínculo con la industria.

MB - Sí.

GB - Cuando me refiero a confianza, me refiero también al ámbito que se crea del lado de la industria. La industria hoy está pasando precios que de repente no coinciden con los precios de las exportaciones. Y trata de trasmitir que de repente esas operaciones fueron concretadas con anticipación, que ya fijaron precio y demás, y que las nuevas negociaciones se hacen a menor precio. Pero hoy, fruto de esa desconfianza, el productor está con la patita arrollada, entonces siente que está siendo herido en sus intereses. Eso es fruto de la desconfianza que yo denuncio, en el sentido de que entre las partes eso es una limitante para crecer. Y como tal, si el tema del dressing fuera tan fácil de resolver, no estaría permanentemente en la agenda de los productores, la disconformidad con ese trabajo. Si no hay buena onda entre industria y productores, es el momento para tratar de solucionar ese problema definitivamente. No creo que las cajas negras sean determinantes para solucionar ese tema, porque lo único que queda es la documentación de lo que se realizó. Hay que trabajar un poco más en los alcances de los acuerdos que pueda haber en ese sentido.

RD - Preparando esta tertulia, uno de los puntos sobre los que hablaba con Secco y otros integrantes de la industria era ese: ¿existe o no existen problemas al interior de la cadena? Martín fue rotundo: me dijo que ojalá muchas cadenas se parecieran a esta, por bien que funcionaba. Yo noto permanentemente, en intercambios y entrevistas, que hay un ruido de fondo que está vinculado con la confianza, no sé si exclusivamente por lo del dressing. Y en realidad, como el aporte no es destruir sino construir, nos pareció que este tipo de pequeños ámbitos podían colaborar a eso: ¿por dónde pasan los ruidos que hacen que la cadena no funcione fluidamente?

PC - El menú es grande cuando empezamos a hablar de la agenda. Algunos comentarios. La solución para todo este tipo de asuntos es la competencia. Le explico a la audiencia el tema del dressing. La audiencia se relaciona con el carnicero, y los mayores recordarán cuando iban a la carnicería y el carnicero siempre trataba de venderles un poco más de grasa y de hueso que lo que uno quería. Se trata de eso, y el que lo hace bien es próspero y exitoso, y uno patalea o pataleaba mucho cuando llegaba a la casa. Por eso se fijaba un dressing mínimo, porque la relación central era entre la industria y los carniceros: no me vendas con tanta grasa, por lo menos sacale esto. Eso era cuando el mercado interno era lo más importante.

El asunto es que ahora exportamos el 75% de lo que producimos, y lo más importante es el mercado externo, no ya el mercado interno, entonces se trasladó el conflicto y ahora el problema pasó a ser el dressing máximo, cuánto me vas a sacar de grasa y de emprolijamiento de la media res para dejarla limpita como vos la querés para exportarla. En buena hora que tengamos este tipo de problemas, porque eso son agendas técnicas.

Coincido con la visión de Secco, esta agenda se puede dirimir técnicamente, porque si las cajas negras no sirven para eso, no sirven para nada. Es una inversión de millón de dólares, y si es así hay que decirlo, hay que ir contra, ponerle un palo y echar todo para atrás.

EC - Aparecía también algún otro ruido en la cadena, por ejemplo a propósito de precios. Lo introducía Gustavo y curiosamente ya daba como respuesta que la industria podía argumentar, por qué a veces los precios que se pagan a los productores no parecen estar en sintonía con esos precios internacionales que se conocen día a día.

MB - Hay variaciones de precios terribles en el corto plazo. A mí no me sirve el 3,70, 3,80 de agosto, si en octubre, noviembre y diciembre y en zafra, baja 40 o 50% el precio.

EC - ¿Qué responde la industria?

MS - Sobre el punto de los precios, lo primero que queremos aclarar es que nosotros no somos socios de los productores y no tenemos una cooperativa. Tenemos una empresa que tiene como objetivo ganar dinero. El productor en ese sentido confunde que el mejor precio que le podemos pagar por su ganado no está referido al precio de la exportación ni al precio que nosotros podamos venderle, sino al mejor precio al que ellos puedan colocar su mercadería, porque este es un mercado absolutamente libre, y además tiene algunas condicionantes que no tienen otros países, ya que pueden acceder incluso a exportar sus animales en pie, tanto vacunos como lanares. Por lo tanto, eso de si la industria está obteniendo tal o cual precio, es un dato para la estadística de Pablo, pero nosotros no hacemos socios a los productores de nuestros riesgos, de nuestras inversiones y mañana cuando el precio sea 2.000 dólares la tonelada –que no va a volver a ser nunca más– no vamos a intentar traspasarles ese precio a los productores. Eso es una confusión. Es cierto que otras cadenas funcionan de esa forma, así funciona la leche, así funciona el arroz.

EC - Son cadenas que funcionan en un régimen más parecido al de una cooperativa.

MS - Exactamente, o con transparencia de precios, como les gusta decir. Es un modelo; no es el modelo de la carne, que intentó parecerse a eso con muchas experiencias de empresas de productores, que siempre motivados por la desconfianza en el sector empresarial buscaron sus propios emprendimientos industriales. Eso forma parte de la historia ganadera de este país y no me parece un modelo bueno.

Nosotros tampoco queríamos que el ganado valiera 3,70, por supuesto, porque no cubríamos nuestros costos, y vamos a tratar de hacer una cosa que decía Pablo. Nosotros tenemos un proyecto a 10 años, es una empresa que vino a Uruguay y se ha endeudado en forma pública, porque es una empresa pública, en un modelo a 10 años, por lo tanto seríamos los más preocupados si no existiera ganado en este país, si no se estimulara la cadena para que produjera. Créannos que ese es nuestro esfuerzo principal cada día, dar la mejor señal. Seguramente, por lo que estoy escuchando, no somos muy eficaces.

***

EC - ¿En qué hacemos foco ahora?

RD - Sería bueno retomar el tema del precio y cómo eso ha influido hasta ahora, retomando otras tertulias anteriores, desde desafío-cría hasta ahora; cómo el productor finalmente siempre se mueve por el incentivo del precio para determinar una cosa u otra, con la mirada puesta en ver si se va a llegar o no a los 3 millones de cabezas de ganado de faena. Y por ese lado ver qué piensan el sector productivo y la industria.

GB - No hay duda de que esa señal del precio es lo que nos marca el rumbo, por eso es tan importante. En la cadena estamos todos de acuerdo en que tenemos que faenar 3 millones o más cabezas de ganado y tenemos las posibilidades de hacerlo, pero el precio es el gran movilizador de toda la cadena. Por eso es importante que llegue el mejor precio al productor, para ir trasladándole a él todos esos incentivos de mejora continua que tiene que tener.

EC - Esta discusión a propósito del precio no es a propósito de "un" precio. En las charlas previas a esta tertulia aparecía la inquietud de productores ganaderos que entendían que el esfuerzo que hacen en materia genética, mejora de calidad, no necesariamente es retribuido a la hora de la venta al frigorífico. No estamos hablando de un solo precio, ustedes piden también diferenciación. ¿Cómo es eso?

MB - La industria ha empezado a moverse, yo creo que hace un reconocimiento de la calidad testimonial. No quiero ser fuerte, pero a mí me gustaría saber si la máxima diferenciación del producto que pueda hacer el país de carne a pasto es esta que estamos recibiendo. Porque lo que se está pagando es novillo pesado, gordo, grasa dos, y si es un poco más joven, mejor. Pero se están haciendo esfuerzos en la certificación de carne a pasto, hay muchos productores que hace tres o cuatro años que tienen la certificación de sus empresas como carne natural certificada, por el proceso que hacen y los registros que llevan, y sacando alguna experiencia aislada, eso no ha dado sus réditos. Me pregunto si no hay posibilidad de una diferenciación.

MS - Nosotros como empresa hemos optado por estimular otro sistema, que es la carne orgánica certificada, no la carne a pasto; por lo tanto no conozco esa experiencia. Por supuesto, comparto que, cualquiera sea la modalidad, son trabajos extra para el productor y muchas veces en el caso de la carne orgánica también pueden tener alguna pérdida en lo que hace a la productividad, en función de que algunos elementos que pueden ser estimulantes de la productividad están prohibidos. Ya hace siete años que trabajamos en ese programa.

EC - ¿Qué programa es?

MS - El de carne orgánica certificada. Intentamos estimular todo lo que está a nuestro alcance a los productores para que se mantengan. Este año hemos incorporado una certificación de lana orgánica, al adquirir alguna empresa que faena lanares, para que pueda canalizar con otra industria ese producto, porque lo que se certifica es el campo y las condiciones de cría de cualquier elemento que esté encima de él.

PC - Dos o tres comentarios. Primero sobre el tema precios. Cuando el novillo en segunda balanza llegó a estar en 3,75, 3,80, por primera vez Uruguay superó en precios a Estados Unidos, y eso era todo un récord. Para poner las cosas en su lugar, no estamos hablando de precios de primera, estamos hablando de precios de ganado récord. También tuvo una caída muy violenta en poco tiempo y esa semana se faenó menos, eso es lo que les provoca a los productores esa ansiedad de decir "yo no agarré ese precio", y tres semanas después el precio tuvo un movimiento muy fuerte.

Comparto bastante la visión de que los precios surgen de la interacción entre la oferta y la demanda, no necesariamente las ganancias van a ser repartidas por igual entre todas las partes, porque ya sería una joint-venture, otro tipo de asociación en la que se comparten distintas cosas. Lo que hay que cuidar es que los comportamientos sean transparentes y competitivos. Ese es el punto, la confianza se genera desde ese punto de vista. Dadas esas condiciones, que gane el mejor, y la parte de la torta que le quedará a cada uno dependerá de su poder de negociación. Si los productores deciden que no es lo mismo vender 10 cabezas de ganado que vender 100, que vender 1.000, que vender 10.000, en poder de negociación, en logística, la escala pesa. Y no es lo mismo tener un 1% de la faena, que un 10, que un 25, que un 30, que un 50%. Eso es de las leyes económicas más básicas.

RD - ¿Cómo definís los comportamientos transparentes?

PC - Primero, tienen que ser sobre bases técnicas, entonces coincido en que hay que ir hacia delante y no hacia atrás. Para mí es un progreso no pagar el ganado en pie sino pagarlo en segunda balanza, y si se puede complementar y pagarlo por rendimientos al corte, mejor, desde que exista credibilidad en los sistemas. Y si los sistemas son incompletos hay que mejorarlos, no ir hacia atrás. Eso es una agenda técnica, tecnológica. Implica desafíos, desarrollo. Las cosas no pueden ir para atrás, tienen que ir hacia delante, hay que encontrarles soluciones hacia delante.

GB - El mensaje que recibe el productor y que tratamos de dar al mundo es de un Uruguay identificado con la producción a pasto. Si reconocemos que la ganadería tiene menor área y menor calidad de tierra, va a ser muy difícil si vamos a ser productores de carne a pasto, lograr el solo hecho de estabilizar nuestra producción. Yo creo que vamos a caer, si hoy hacemos una medición por hectárea vamos a estar por debajo de las mediciones objetivas que se pueden haber hecho poco tiempo atrás. Por esa razón, porque perdimos área y calidad de tierra, la invernada ya no tiene la capacidad de extracción que tenía, porque ha cedido esas tierras a la agricultura.

Y si nos cerramos a ser un mercado productor de carne a pasto, estamos sacrificando una gran oportunidad, porque las señales que recibimos del mundo no es que pague más la carne a pasto, ni siquiera la carne certificada que produce el frigorífico, hoy el productor recibe más dinero por un ganado salido de encierro a grano, que es un sistema de producción mucho más eficiente, y ahí es donde se logra la complementariedad con la agricultura. Pero hoy las señales son bastante difusas como para que el productor tome una decisión. Y eso es fundamental, que el productor sepa hacia dónde tiene que apuntar, porque eso va a cambiar toda la cadena. Es muy probable que el país productivo que yo me imagino, la invernada productiva que yo me imagino, de repente termine en un encierro.

EC - Un encierro, es decir feedlot.

GB - Sí, termina en un encierro, y tal vez los invernadores tradicionales, con campos mejores que los que hoy tienen, que son limitados para agricultura pero permiten algún mejoramiento, sean eficientes recriadores; la cría se desarrolla en los campos más pobres y tal vez combinado con los árboles. En ese plan es fundamental que el productor tenga claro hacia dónde apuntamos para obtener el mejor resultado para el país. Es la única forma que tenemos de llegar a los 3 millones de cabezas.

EC - ¿Qué dice la industria frigorífica?

MS - Comparto totalmente lo que dice Gustavo, el crecimiento de la ganadería en este país se hace sí o sí con más agricultura. Por lo tanto no tenemos ningún temor a la expansión de la agricultura, es un socio estratégico ideal para este tipo de producción, porque el productor lo que tiene que buscar es renta, y hoy es indiscutible la posibilidad que le brinda la agricultura, que no va a ser la misma en el futuro que la que fue este año, pero va a ser muy buena igual. Este año la agricultura estaba un poco contagiada por efectos económicos que pasaban en el mundo, y tenía un sobreprecio, pero va a ser un muy buen elemento para el productor. El productor tiene que integrar eso a todas las cadenas, a toda la cadena de producción desde la cría del ternero.

RD - ¿Esa es una señal, por ejemplo, a través del programa Impulso Agropecuario?

MS - Tenemos un stand aquí en el Prado, tenemos 30 proyectos coordinados por el ingeniero Simeone, que es la complementación de la agricultura con la ganadería, buscando exclusivamente que el productor mejore su renta. En ese sentido habrá productores que determinen continuar con una producción a pasto porque logran una diferenciación, otros que buscarán una renta y van a hacer una complementación, y otros que exclusivamente se pondrán a engordar ganado en un corral, en un feedlot, que es una práctica que no está muy bien vista en el mundo desde el punto de vista de la venta de la carne. Tenemos mercados muy importantes que nos prohíben ese tipo de herramienta, pero tenemos varios mercados; eso es muy importante, es una herramienta que en Uruguay se va a difundir muy ampliamente.

EC - Tú dices que hay que correr por los dos caminos. Entonces no vamos a poder tener una imagen de la marca "carne uruguaya".

MS - La complementación con la agricultura, en este país, no quita la posibilidad de criar los animales a cielo abierto, de una forma absolutamente diferente de lo que hacen otros. Después viene el momento de certificar una u otra carne, que es diferente.

PC - La habilidad que tiene el uruguayo para vivir de espaldas al mundo es fantástica. Somos el país de decopling, en economía se usa mucho ese término para decir si las economías están enganchadas o no, si una caída de Estados Unidos arrastra al mundo. Nosotros tenemos correlación menos 1, inversa a lo que pasa en todo, siempre estamos de espalda a todo. En Uruguay, por ejemplo, la palabra feedlot quiere decir "calidad", es sinónimo de "es un ganado de calidad". En el mundo feedlot no quiere decir calidad, quiere decir productividad; calidad es carne producida natural, a pasto, tierna, sin anabólicos, sin antibióticos, sin ningún tipo de cosas.

Nosotros estuvimos en el Congreso Mundial de Australia en 2006, país que hace feedlot en serio, animales de 800 y 900 kilos, encierros intensivos, con antibióticos, con anabólicos. En todo el congreso no se habló del feedlot, se lo escondió notablemente y se promovía el país a cielo abierto, el pasto, etcétera, que es lo que vende y lo que los sectores de más altos ingresos en el mundo quieren comprar. La pregunta es: ¿Uruguay llega ahí?

EC - ¿Australia produce de las dos maneras?

PC - Por supuesto.

EC - Subraya una de ellas.

MS - ¿Qué porcentaje produce?

PC - Por tercios, un tercio es feedlot para Japón y Corea; después está todo el descarte de vacas, que va con otros destinos; y está el mercado interno, que se mueve algo a pasto y algo con un feedlot más parecido al nuestro, no el feedlot intenso.

Yo coincido en eso, uno puede hacer terminaciones a grano, yo no les llamaría feedlot, porque desde el punto de vista del marketing suma cero hablar de eso; desde el punto de vista internacional hablar de feedlot es una pereza idiomática uruguaya, habría que intentar otro nombre o llamarle terminación... alguna otra cosa que no sea feedlot, porque no tiene ningún valor en el mundo, resta puntos. El mundo se divide en nichos, en segmentos; se puede trabajar en todos, sabiendo qué es lo que uno busca en cada uno de ellos.

GB - Personalmente no estoy promoviendo decirle al mundo que tenemos que producir a feedlot, quiero decirles a nuestros productores hacia dónde tenemos que apuntar. Ese es el mensaje que intento dar, y no es que esté subestimando a El Espectador, porque sé que llega a todo el mundo. Y si decimos que la carne a pasto es mejor, ¿por qué vale menos? Porque hoy se premia al que produce en eso que llamamos feedlot, ese encierro casero que hacemos se paga más, la industria lo premia, tiene la regularidad que necesita, tiene una cantidad de atributos que lo premian, en desmedro de otras carnes que se producen a pasto, que cumplen todos los requisitos y producen mucho menos. Ahí está el tema, hacia la interna de nuestro país. Pero tenemos que confiar a nuestros productores hacia dónde vamos, no ocultarle a él también lo que no nos conviene decir por el marketing internacional.

PC - El feedlot te da homogeneidad de producto y cantidad de carne, y eso es lo que la industria está pagando. Pero entre carne 100% a pasto y feedlot hay un montón de variaciones que se pueden realizar y sigue siendo carne a pasto. Eso es inevitable, la ganadería va a dar más concentrado; entre las tecnologías de destete precoz, la suplementación invernal de terneros, la terminación de novillos, la suplementación en pradera con asignaciones de parcela, toda esa tecnología está disponible y tiene que impactar para aumentar la producción de carne.

GB - Y los mercados del mundo que pagan más la carne, que son aquellos a los que tratamos de acceder ahora, que son Corea y Japón, todo lo que consumen es absolutamente engordado a grano.

PC - Es un error serio, voy a discrepar. Uruguay nunca va a llegar a Japón, es un error serio pensar que Japón es un mercado relevante, Uruguay no va a cambiar las razas, no vamos a hacer Guayu de 800 o 900 kilos, no le vamos a ganar a Australia, que está al lado, ni a las inversiones japonesas. Si accedemos a Corea es para vender lo que somos nosotros, no lo que produce Australia, hay un tema de identidad. Hay que entender lo que uno es y dónde están las fortalezas. La fortaleza no es parecerse a Australia o Estados Unidos, la fortaleza es ser mejores en lo que somos.

GB - La debilidad nuestra es el complejo de pequeñez que tenemos, porque ocupamos el séptimo, el octavo lugar en exportaciones de carne en el mundo, y decimos que somos una aldea, que somos pequeños, que no tenemos capacidad de incidir en el mercado. Esa es una de nuestras limitantes.

MS - La visión que tienen los habitantes de otros lugares del mundo y los inversores internacionales es absolutamente contraria. Uruguay es un país maravilloso, donde está todo por hacerse. Deberíamos haber destinado algún rato a recordar que nuestra producción es de 80 kilos de carne por hectárea, promedio nacional, cuando hay muchos productores individuales que están produciendo 400 y 500.

EC - ¿Por qué es importante ese dato?

MS - Para demostrar el potencial que tenemos. Eso es lo que buscan los que nos miran desde fuera, y en ese sentido Uruguay es un país maravilloso. Desde el punto de vista de la exportación y la producción de carne, del año 2000 al año 2007 Uruguay fue el tercer país en crecimiento. Y eso es mérito de los productores uruguayos. Primero estuvo Brasil, con todos los problemas que tiene su cadena; segundo la India, que produce una cosa que no es carne, es un búfalo, y tercero Uruguay. Una cosa que nos encanta cuando nos levantamos de mañana es agarrar el rebenque, castigarnos un poco, darnos, y después irnos a trabajar. Pero es bueno reconocer a la gente lo que está haciendo.

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EC - Hay muchos mensajes de los oyentes. Destaco uno que acaba de llegar, que viene bastante inspirado en la última intervención de Martín Secco: "Señores, Inglaterra tiene menos territorio que nosotros, y sin embargo es una potencia en todo lo que se propone. Reflexionemos".

RD - Quiero rescatar un punto fundamental, al que ya le hemos dedicado dos tertulias, que es el tema de la educación. Lo mencionó Martín Secco hablando algo del sistema educativo, que en tiempos de cambio y con esta rapidez es vital.

MS - No vamos a ser capaces de poner a Uruguay desde el punto de vista productivo en los lugares donde tiene que estar si no tenemos un sistema de educación diferente, especialmente en las carreras técnicas, en el papel que debe jugar la Universidad del Trabajo. Y si no cambiamos nuestros programas de las escuelas rurales. Eso ha estado absolutamente paralizado en los últimos 50 años; hablamos de que los jóvenes se van, se van los jóvenes calificados, y nosotros tenemos que tener un cambio muy drástico, tenemos que enseñar para esos niveles técnicos, para esa nueva productividad que se viene.

Y otra cosa que no es de educación pero que quiero destacar, es que si no les damos a los productores las condiciones mínimas que tienen que tener para permanecer en sus lugares de trabajo, va a ser difícil que alcancemos la productividad. No se concibe que a una persona en la ciudad le instalen la luz eléctrica y un productor la tenga que pagar.

RD - El otro punto importante tiene que ver con el Estado, lo había mencionado Gustavo, y es otro tema que se ha tratado en las tertulias.

GB - Es fundamental que el Estado se mantenga al margen en la fijación de precios. La intervención que ha hecho este año en el tema del abasto con la fijación de precios en algunos cortes ha incidido enormemente. Lo ha hecho con la mejor de las intenciones, de darle al consumidor la posibilidad de acceso, de controlar la inflación y demás, pero es incuestionable el efecto negativo sobre la cadena. Esa intervención es funesta para los intereses del desarrollo todo. Desde el punto de vista industrial hemos visto que hay una parte de la industria que se dedica exclusivamente al abasto y que ha quedado totalmente rezagada frente a la posibilidad de la industria exportadora. El Estado no se puede permitir ese tipo de cosas, porque lo que trata de implementar para favorecer al más débil termina fortaleciendo al más fuerte.

En el otro tema en el que le reclamo al Estado una fuerte presencia es el tema sanitario. Ese es el principal valor que hoy tenemos que defender, gracias a él hemos llegado a los mejores y más exigentes mercados del mundo. El costo/beneficio que genera tener un ministerio totalmente activo y bien consolidado es netamente favorable y una tarea fundamental para el futuro de la cadena. Va a ser en vano todo lo que haga la cadena si no tiene el apoyo de un ministerio fuerte y capaz de demostrar las bondades de nuestro sistema sanitario.

RD - Cerramos por acá y nos vamos a Melo en octubre, a pedido de la audiencia, seguramente a tratar los grandes cambios que está viviendo el departamento fundamentalmente con la entrada de la agricultura de secano