La Tertulia Agropecuaria

El agro uruguayo, su presente y su futuro en el desarrollo nacional. Dos visiones, desde el campo y desde la ciudad

Este miércoles, en el Hemiciclo de la Universidad ORT, En Perspectiva desarrolló una nueva Tertulia Agropecuaria. En la misma participaron Juan Grompone, ingeniero industrial de la Universidad de la República (UDELAR), director de la empresa Interfase y consultor independiente; Daniel Buquet, doctor en Ciencia Política, profesor e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UDELAR; Rodolfo "Catalán" Irigoyen, ingeniero agrónomo, y Pablo Caputi, doctor en Economía y master en Economía Agrícola de la Universidad Federal de Río Grande del Sur. Se desempeña como director de Información y Análisis Económico del Instituto Nacional de Carnes y es docente en la ORT. Coordinó la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa.

(Emitido a las 9.06 horas)


EMILIANO COTELO:
Desde la escuela hemos aprendido que Uruguay es un país suavemente ondulado y que su economía se basa en el sector agroexportador.

Sin embargo, hay una distancia muy grande entre buena parte de los uruguayos y la realidad del agro.  

Nos cuesta reconocerlo, pero la antinomia campo-ciudad se siente tanto en Montevideo como en el interior. E incluso sin llegar a ese extremo, ocurre otro tipo de cortocircuitos, por ejemplo los prejuicios, la indiferencia o los análisis críticos sobre la agropecuaria y los productores.

Por citar una de estas situaciones de fractura, ¡cuántas veces hemos escuchado decir que los productores solo hablan cuando tienen problemas y bien que se callan cuando les va viento en popa!

¿Tiene sentido que exista este corte en la sociedad uruguaya? ¿Cómo hacemos para suturar esa herida? ¿Qué papel debe jugar el agro en el desarrollo nacional? ¿Hay complementación posible entre un modelo impulsado desde lo rural y otro desde la ciudad?
 
Ese es el tema que les proponemos en esta edición especial de la Tertulia Agropecuaria.

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EC - Estamos con Rosanna Dellazoppa, la coordinadora de este espacio.

Hoy nos acompañan dos invitados vinculados muy estrechamente con el agro y otros dos provenientes de actividades absolutamente urbanas.

ROSANNA DELLAZOPPA:
Juan Grompone, ingeniero industrial (opción comunicaciones) de la Universidad de la Republica (UDELAR); director de la empresa Interfase y consultor independiente. Es invitado frecuente en las tertulias de En Perspectiva e integra el equipo de Dosmil30.

Daniel Buquet, doctor en Ciencia Política (FLACSO, México), profesor e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UDELAR. Nuestros oyentes lo conocen bien porque integra la tertulia de los martes de En Perspectiva.

Rodolfo "Catalán" Irigoyen, ingeniero agrónomo; es uno de los panelistas habituales de la Tertulia Agropecuaria.

Y Pablo Caputi, doctor en Economía y master en Economía Agrícola de la Universidad Federal de Río Grande del Sur. Se desempeña como director de Información y Análisis Económico del Instituto Nacional de Carnes, y es docente aquí en la ORT.

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EC - Empiezo con una pregunta para Juan Grompone y Daniel Buquet. ¿Qué relación tienen con el agro?

JUAN GROMPONE:
Yo voy a decir qué relación tiene el país. El Producto Bruto Interno (PBI) agropecuario normalmente es el 7%, en este momento es el 10%; eso de que Uruguay es un país agropecuario es, por lo menos, discutible. Primera cosa.

Segunda cosa, el punto que me interesa no es qué pasa hoy, qué pasaba ayer, qué pasa en la crisis; me interesa qué pasa en 20 años. Nos tenemos que preocupar qué futuro tenemos como país, ese tendría que ser el tema central, y yo me voy a referir siempre al futuro, nunca al presente.

EC - Pero ¿cuál es tu relación con el agro? Para ubicar a cada uno en su lugar.

JG - Ninguna, menos del 10%, el PBI.

EC - Daniel.

DANIEL BUQUET:
La mía es intensa: estuve en la Rural del Prado dos veces, aunque no la pude recorrer toda. Y además recuerdo que una vez que fuimos con la radio a Durazno nos quedamos en la estancia El Silencio. Fueron unas 48 horas que estuve metido dentro de una estancia y eso sí fue un enfrentamiento directo con la vida de campo, con la ganadería –agricultura no había–, por lo tanto tengo una visión de primera mano muy bien informada.

EC - ¿Saliste sano de ese enfrentamiento?

DB - La que quedó muy mal fue mi niña, que se enfrentó a toda clase de animales que nunca había visto en su vida, que creyó que eran muy agresivos y por eso no hemos vuelto a un establecimiento rural.

EC - Juan, ¿qué opinión tienes sobre el sector agropecuario uruguayo?

JG - El sector agropecuario uruguayo tiene que reorientarse, fundamentalmente hacia las áreas biotecnológicas. Tengo algunos ejemplos para mostrar cómo esto no es una utopía, está pasando en Argentina, por ejemplo, y el problema ya tiene características de urgencia. Tenemos que reorientarnos a toda velocidad hacia la biotecnología aplicada a la producción agropecuaria. Eso tiene que ver con la perspectiva de largo plazo...

EC - ...Mi pregunta es cómo ves al agro hoy, a los productores agropecuarios, a las empresas agropecuarias. Después vamos a hablar del futuro, pero vamos a empezar por el hoy.

JG - Los últimos 150 años los commodities –eso incluye los productos agropecuarios– se redujeron a la quinta parte a precios constantes; no son cifras mías, son cifras de The Economist. Es decir, que lo que en 1850 era un índice 100 hoy es un índice 20. La prosperidad que vemos en estos días, en estos meses o en estos años sobre la carne, la soja y todas estas cosas es el ruido que tienen los commodities normalmente, son circunstancias totalmente accidentales. De modo que lo que vimos en los últimos años es un pequeño auge de prosperidad dentro de una tendencia general de los commodities de irse al piso. Y esa es una de las razones fundamentales por las cuales el agro y toda la producción agropecuaria deben reciclarse, porque Uruguay no puede seguir dependiendo de los commodities, es absolutamente suicida.

Hay razones de fondo para todo esto. Por ejemplo, la tecnología, la tecnificación. Hacia 1950, cuando empezó la crisis uruguaya, ocurrió en el mundo la "Revolución Verde", que si uno la mira en la producción de carne, no se ve. Hasta 1950 las horas de trabajo que se necesitaban para producir 100 libras de carne en pie era la misma en Uruguay y en Estados Unidos; a partir de 1950 Uruguay siguió con las mismas horas para las 100 libras de carne y Estados Unidos cayó verticalmente su producción. Se tecnifica y baja los precios como loco, y esa tecnificación se refleja en la bajada de precios de los commodities. Estamos en crisis desde 1950 porque se nos vienen desplomando los productos a valores constantes. No sé si eso responde tu pregunta.

RD - Sugiero ir de a poco, porque tiraste una cantidad de conceptos. Caputi.

PABLO CAPUTI:
Me gustaría tener la frescura y la ingenuidad de Grompone para opinar. Me gusta porque habla del futuro y todos los datos que tiene tienen 30 años de desactualizados.

Primero, el PBI agropecuario es cerca del 8, 9%, y desde hace ya 30 o 40 años nadie habla del agro, se habla de cadenas agroindustriales. Los frigoríficos viven de ganados, los molinos del trigo que cosechan, el camionero del camión del trigo que lleva, la sucursal del banco del interior de lo que vende de crédito. Cuando uno lo mira en términos verticales eso representa el 30%, por lo cual si el contacto de los contertulios es menos del 10%, son raros, no son lo normal, lo normal del país es tener un contacto del 30%. Aunque reconozco que en la experiencia de la Rural del Prado el olor que dejan los bichos es sumamente desagradable, no la recomendaría para ningún niño.

Segundo, sobre la tendencia de los commodities, voy a dar un dato que la audiencia seguramente no conoce. Uno mira una computadora, un laptop, un producto tecnológico de altísima sofisticación; yo lo compro hoy por 700, 800 dólares; toda la inteligencia de la humanidad contenida ahí se cotiza en el mercado y las empresas en 800 dólares. Cuando uno desarma un novillo y vende el cuero, la carne, el mundo paga –porque siempre hay que ir por lo que los consumidores pagan– 1.100 dólares. Es decir, desarmando un novillo compro un computador y medio, así que la teoría de Prebisch y el deterioro de los términos de intercambio con relación a los commodities era buena en los años 60; 50 años después está un poquito vieja.

DB - Esto está tomando un giro excesivamente técnico. Cuando dicen que toda la cadena vinculada al agro representa el 30%, yo querría aclarar una cosa, que no es solo la agroindustria, son también todos los servicios conexos. Entonces, nuestro contacto con el agro es cuando vamos a comprar la leche al supermercado, cuando vamos a comprar el pan. No tiene nada que ver con la cultura rural y es muy importante decir que tampoco necesariamente tiene que ver con la actividad agropecuaria propiamente dicha, porque cuando hablamos de los problemas del campo, cuando hablamos de la sequía, si bien el problema se puede trasladar a los diferentes sectores, porque unos sectores impactan en otros, no estamos hablando de industrias como los frigoríficos o como Conaprole, no estamos hablando de los camiones que hacen el transporte, no hablamos de los bancos que financian las cosechas. El sector agropecuario es el sector agropecuario, la cadena existe. Pero de repente Conaprole puede importar leche para procesar; es importante el sector agropecuario...

RD - ...¿Te parece que si la vaca no da leche, la industria que ya instaló Conaprole no está afectada?

DB - Es importante el sector agropecuario, pero creo que la imagen de que este es un país agropecuario está distorsionada. Y aun cuando toda la cadena, incluyendo no solo agroindustrias, sino todos los servicios conexos, representa un 30% de la economía, quiere decir que queda un 70%. Si queda un 70%, tampoco es la mayoría; en realidad el impacto mayor de la actividad agropecuaria y de toda la cadena en la economía está vinculada a las exportaciones y al ingreso de divisas. Y en ese aspecto es donde pesa más y donde eventualmente puede ser más sensible el país, por ejemplo a variaciones en los precios de los commodities.

Yo, francamente, no sé en qué consiste esta polémica sobre la tendencia histórica de los precios, pero nadie va a negar que en los precios de los commodities existe una volatilidad extraordinaria y da la sensación de que en Uruguay cuando subieron todos los precios todo el mundo estaba contento y tranquilo –yo escuché decir que faenaban vacas preñadas, que debe ser un disparate, una exageración, se llegaba a esos extremos–, pero después cuando viene alguna clase de problema, como la sequía, no estamos preparados para enfrentarla. Da la sensación de que es un sector que se bambolea: si suben los precios, le va bien, si bajan los precios, le va mal.

RODOLFO IRIGOYEN:
Ya percibo una división en el frente opositor: uno dice que el sector agropecuario es importante y el otro que debe desaparecer.

Varias precisiones. Primero, en cuanto al porcentaje del producto, aparte de lo que acotaba Pablo voy a poner un ejemplo: Australia es el paradigma de país agropecuario, un país desarrollado sobre la base del agro, y su producto bruto agropecuario es menos de 5%. ¿Qué pasa? Cuando el agro crece y lo hace con gran dinamismo, su participación porcentual va cayendo, y eso es lo mejor que puede pasarle a un país. Con orgullo podemos decir que es solo 9%, si se toma exclusivamente la parte de producción primaria y no todas las cadenas, como decía Pablo. Porque la producción agropecuaria tiene un enorme efecto multiplicador en los sectores secundario y terciario. Por lo tanto, un agro dinámico hace que su porcentaje en el producto caiga. Entonces, lo que habitualmente se le critica al agro es el mejor elogio que se le puede hacer.

Segundo, la caída tendencial de los precios de los commodities, viejo paradigma cepalino de la década de los 60. Pero ¿qué producto no cae? El desarrollo de las fuerzas productivas y el desarrollo tecnológico hacen que todos los productos caigan. Nos olvidamos de la crisis de las punto.com hace pocos años, se derrumbaron. La tasa de caída de los productos de alta tecnología es enormemente más rápida que la de los productos primarios y, además, por la propia base productiva de cada uno, es mucho más probable que en los productos primarios, en la medida que los insumos para producirlos escasean cada vez más, como la tierra, el agua, etcétera, esa tendencia a la caída sea menor que en los productos de alta tecnología, que no tienen restricciones por el lado de los insumos.

Lo de las vacas preñadas no es ningún disparate, es un disparate que dice alguna gente que desconoce los procesos. De los terneros que nacen, la mitad son machos y la mitad son hembras; para reposición se precisa aproximadamente el 20%, queda un 30% de vacas; es lógico que se haga un refugo, la mayoría de ellas se faena todavía en edad reproductiva. El entore permite un engorde más rápido, entonces es una práctica usual entorar las vacas dos o tres meses antes de faenarlas, porque eso les permite aumentar muchos más kilos de carne con relación a los que pierden por el feto. El día en que los movimientos de bienestar animal impidan eso lo dejaremos de hacer, pero mientras tanto no hay ninguna cosa que lo impida y técnicamente es lo más recomendado.

Por último, la sequía, con asombro veo todos los días "¿cómo no se previeron los efectos de la sequía?". ¿A qué se refieren? ¿A que el sector agropecuario no contrató a un brujo que hiciera llover? No entiendo. Las previsiones se toman, pero se agotan; se hacen reservas forrajeras, pero se agotan. En la primavera se produce la mitad de los forrajes del año y si hay sequía, no se pueden tomar previsiones...

RD - ...En primavera y otoño.

RI - Mucho más en la primavera, es la más grave. Las previsiones tienen costos. Ligeramente se dice "¿por qué no se riega?", pero cualquier equipo de riego sale cientos de miles de dólares. Se opina con una ignorancia total y siempre en tono acusatorio.

DB - No gastan nada, no invierten nada y después quieren que el Estado les resuelva el problema.

RI - ¿De dónde sacaste ese disparate? ¿Cómo que no gastan nada?

DB - Acabás de decir que no riegan porque cuesta plata. Y obvio, están ganando plata, entonces, ¿por qué no aprovechan para invertir esa plata en evitar estos desastres?

RI - Este país está condenado, no tiene arreglo.

EC - Ese tipo de comentarios como el de Daniel aparece de manera muy frecuente en los mensajes de los oyentes. Hoy temprano, después de las noticias relativas a la sequía y algunos planteos que comienzan a venir de gremiales agropecuarias, Eduardo mandaba este mensaje de texto: "Cuando los precios son buenos embolsan callados; cuando hay problemas piden ayuda al Estado. No es justo".

PC - ¿Alguien se enteró de que el sector salud tenía problemas cuando a los médicos les iba muy bien? ¿O nos enteramos cuando el CASMU quiebra de que tiene una deuda de 300, 400, 500 millones de dólares? Los problemas de los sectores en general salen cuando tienen problemas, nadie dice "me está yendo muy bien": ni el agro, ni la salud, ni la industria de software.

Segundo, me causa mucha gracia el tema volatilidad cuando las acciones del Citibank cotizaban a 40 y hoy cotizan a 4, cuando quebró Lehman Brothers, cuando quebraron Merry Lynch y las punto.com. Todas las empresas en todos los sectores nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Si ha habido un momento en el que los alimentos han estado firmes, es este; un inversor decía el otro día: "Me alegra que la crisis me agarre posicionado en el sector de alimentos y en Uruguay". Hablando de inversiones: 100 millones de dólares, un frigorífico más o menos que se va a hacer en Durazno.

Hay una visión tan distorsionada, tan lejana de la realidad, tan desde la ignorancia, que es increíble.

RD - Me preocupa cuando Daniel dice que va a buscar leche y no hay leche, y no ve la asociación con la cadena. ¿Qué le pasa al sector? ¿Por qué existe esa imagen tan distorsionada para el sector urbano? ¿Por qué no hay una conexión? Hay una cuota parte de responsabilidad en la comunicación.

PC - Absoluta, el sector agropecuario es el principal responsable de esto, de la visión distorsionada; el responsable no es el que tiene la visión distorsionada, sino el que deja que estas cosas pasen. Se supone que es un sector que no invierte, que no planifica, que no emprende. Los primeros emprendedores, como dice el librito "Padre rico, padre pobre", fueron los agricultores, no hay nada más emprendedor y riesgoso que ser agricultor cuando tenés incertidumbres de clima, precios, etcétera. Si hay alguien que vive a la intemperie y lejos del Estado y sus beneficios, es la agricultura. ¿Cómo se genera en la sociedad la visión contraria? Eso es bien interesante para un politólogo. Si lo que yo digo es verdad y lo que él percibe es cierto –que lo es–, ¿cómo se generó esa distorsión?

RI - Si en los últimos años se multiplicó varias veces la producción de carne, 40 veces la de soja, dos o tres veces la de trigo, ¿sobre qué base fue eso? ¿No habrá sido porque se invirtió?

JG - Sobre la base de Malthus.

RI - ¿Había medio país sin poblar, había una frontera agrícola? Uruguay hace 150 años que no tiene frontera agrícola y sin frontera agrícola creció más en el sector agropecuario que los mejores países agropecuarios que tenían frontera agrícola.

Acaba de salir, y lo recomiendo, un excelente libro de Inés Moraes –trabaja contigo en la Facultad de Ciencias Económicas–, que se llama "La pradera pérdida", que demuestra eso con datos absolutamente confiables y científicos.

EC - ¿Por qué se dio ese aumento de la producción?

RI - Por la inversión brutal que ha habido, sobre todo en tecnología; exactamente lo opuesto a lo que se está diciendo.

JG - Los datos que yo traía sobre los commodities son del índice industrial de The Economist publicado con cifras hasta 2005, no son datos de la CEPAL del siglo pasado. Estamos hablando de The Economist, que es una publicación relativamente seria, bastante más que todo eso. Se llama "Una centuria de declinación" y se refiere al precio de los commodities en cifras constantes.

Pero yo quiero referirme nuevamente al futuro. Quiero comunicar un par de noticias que no son de Australia sino de Argentina. La primera noticia dice: "En Argentina se han creado vacas transgénicas, llamadas vacas Pampa, que producen en su leche hormonas del crecimiento humano. En consecuencia, este animal se ha convertido en un biorreactor, sin perjuicio aparente para él".

Pero esto no es nada, el 27 de marzo de 2007 Argentina anunció: "Nace la primera ternera transgénica que producirá insulina humana de la leche. Con solo 12 vacas transgénicas se pueden satisfacer las necesidades de hormonas de crecimiento de toda América Latina, y con algunas más las de toda la población mundial". Y refiriéndose a otra cosa, dice: "Un rebaño de vacas transgénicas cuesta en el entorno de los 100 millones de dólares". En definitiva, la leche de 25 vacas será suficiente para cubrir la totalidad de la insulina humana que demanda Argentina y que debe importar.

Entonces, hay dos visiones en el mundo: una es la visión de Argentina, que tiene tres premios Nobel en biología, que se viene preparando, que hace rebaños transgénicos, que habla de rebaños que cuestan 100 millones de dólares. Eso pasa aquí al lado, es nuestro competidor o nuestro socio; es una estrategia completamente distinta. Yo no puedo aceptar que Uruguay exporte yogur cuando podría exportar insulina. Ahí está el problema, si no cambiamos el rumbo y nos dejamos de jorobar con el yogur y el churrasco, el mundo nos va a pasar por encima de una manera violenta.

EC - ¿Tu planteo es que Uruguay no produzca yogur, no produzca carne?

JG - No, mi planteo es que empiece a producir estas cosas, porque en este momento estamos 10 o 15 años atrás con respecto a Argentina...

EC - ...Tu planteo es que el agro dé un salto cualitativo hacia ese otro tipo de producción.

JG - Claro, hacia la biotecnología aplicada a este tipo de cosas. ¿Cuánto va a tardar Brasil en producir carne de la misma calidad que la Aberdeen Angus de súper primera calidad mediante tecnologías transgénicas? Minutos.

PC - Nosotros tenemos un arma secreta contra Argentina: se llama Juan Grompone, que es con lo que le jugamos. Le voy a contar un cuento: todo el mundo conoce el Plan Ceibal*, revolucionario, impresionante en la ciudad y sobre todo en el campo, que es donde no había computadoras. A nosotros nos pone la piel de gallina ver las maestras rurales con ocho chiquilines, las llevamos en los autos, nos cuentan y se nos pone la piel de gallina. Nos dicen: "¿Sabe qué interesante? El productor que antes no usaba la calculadora porque no sabía, se reengancha con el hijo, da un salto, nos salteamos dos o tres etapas". Eso viene por el costado, y Juan Grompone piensa en eso, pero no prevé los impactos que va a tener en el agro.

Ejemplo: hay un sistema paralelo que se llama de "cajas negras" –está implantado en todas las plantas frigoríficas– que registra en siete balanzas el peso de cada animal y de cada corte, porque el mundo se volvió paranoico, quiere tener trazabilidad, la inocuidad es lo primero, decime que es seguro. Entonces, hibridamos los sistemas de cajas negras con el sistema Ceibal de Grompone, y los niños de los pequeños productores rurales ingresan con su computadora vía internet a ver en el sistema de cajas negras cuánto rindieron las 10 vacas que mandó su padre, cuánto pesaron, cómo mejorar.

El que nos busque por el lado de que el desarrollo viene con menos inteligencia está perdido, estamos convencidos de que viene con mucho más inteligencia y sofisticación, solo que no a las novelerías. Yo le voy a jugar a Argentina con las ideas de Grompone, no con la insulina y otras cosas. Ya estamos implementando las ideas de Grompone y estamos trabajando con la conectividad en la información, que en inocuidad de alimentos es todo.

JG - Son ideas del presidente, no mías. El Plan Ceibal es de Presidencia, no mío...

EC - ...Pablo, tú dices que le vamos a jugar a Argentina con las ideas de Grompone...

PC - No con lo que Grompone dice, sino con lo que hace, que me importa mucho más. Yo juego con lo que Grompone implementó en este país, con otro equipo de gente, que es esto, y les vamos ganando a los argentinos. Le aviso a Juan Grompone, para que se quede tranquilo, que la carne uruguaya ya vale más en el mundo que la argentina, que era la primera marca, entre otras cosas porque tenemos trazabilidad, que son sistemas de información en los que trabajan puros ingenieros, son todos ingenieros de sistemas...

JG - ...No tenemos aftosa y eso era biotecnología uruguaya que fue destruida.

PC - ¿Cómo?

RD - ¿Por qué?

JG - Sí, señor, la vacuna de la aftosa fue producida por un laboratorio que no es necesario mencionar porque todo el mundo lo conoce...

EC - ...Laboratorio Santa Elena.

JG - Luego de que se erradicó la aftosa lo obligaron a destruir todas las cepas, porque era peligroso para el país sin aftosa. He ahí el conflicto entre la biotecnología y la producción rural.

RI - Fue una decisión política, se evaluó que al país le convenía ir a un sistema sin vacunación, simplemente. Se tenía que haber indemnizado a Santa Elena por lo que había invertido; y quizá Santa Elena si se hubiera instalado en Bagé o en Concepción del Uruguay, podría haber seguido produciendo para los países que necesitaban, no para nosotros. Es un tema absolutamente económico, no tiene nada que ver con el enfrentamiento atraso-adelanto...

EC - ...La pregunta de Juan era por qué no exportar vacunas. Es un ejemplo de lo que podríamos estar haciendo...

RD - ...Se están exportando vacunas.

JG - Desde Colombia, es otro tema...

EC - ...No es para dar manija, pero Pablo Caputi dijo al pasar que propuestas como las que hizo Grompone a propósito de lo que podría venir, lo que podría hacerse en el futuro del agro uruguayo, por ejemplo vacas productoras de insulina, son "novelerías".

PC - Sí, de biotecnología venimos hablando desde hace 30 años. Yo siempre lo mido por la plata. Ideas todos tenemos todos los días, mientras dormimos tenemos mil ideas distintas sobre el futuro; después hay que facturar y hay que competir. El agro tiene una gran virtud: es de los pocos sectores que han competido en el mundo; la industria del software, que es incipiente en el país, cuando sale a competir compite con la India, que tiene miles de Ph.D. formados. Es dura la competencia. El agro rústico, bucólico, que la gente se imagina, compite desde toda la historia, nos dice cómo es.

Biotecnología por supuesto que sí, toda la que sea posible, pero ¿quién? No sé, no es mi plata, otros invertirán, correrán los riesgos. Es un sector muy grande, se invierte muchísimo dinero para desarrollar, porque hay mucho para ganar. ¿Es un sector que está a la escala de Uruguay? Maybe, maybe not. Pero viene un señor de Inglaterra, de Tesco, y dice: "Yo voy a invertir 100 millones de dólares en armar un frigorífico de última generación en Uruguay, que es el mejor lugar del mundo para invertir, porque tiene la mejor carne". Porque envasar la naturaleza –como dice el eslogan–, hoy –y ese es el gran cambio– cuesta mucho. Porque somos mucha gente, hay menos tierra, agua y aire de calidad, y lo que antes era sencillo hoy da trabajo, cuesta inteligencia y genera mucho dinero. Entonces, yo no descarto ningún camino, digo que esas ideas de ese agro sofisticado ya existen hoy, es bueno que vayan desayunando que ya estamos peleando con eso.

***

EC - Rodolfo "Catalán" Irigoyen se quedó con ganas de hablar.

RI - Voy a rebobinar un poquito. Tenemos algunos ejemplos de temprana aplicación de tecnología en el agro que llenan de orgullo a Uruguay. Uno de ellos: que estén colgados en internet de todos los predios del país los tipos de suelo, todo. Emiliano, podés entrar ahora, ponés el número de padrón, el departamento y te dice los tipos de suelo, el porcentaje, la productividad. Creo que es el único en el mundo, aunque no estoy seguro. La trazabilidad que ya mencionaba Pablo, primer país de toda América y uno de los cuatro o cinco primeros del mundo donde al consumidor final, en el país que sea del mundo, puede llegar hasta el lugar donde se crió el animal que dio esa carne y, sobre todo, más que lo que ya logra, las puertas que abre a futuro, porque en ese chip que identifica al animal en todo el mundo se puede colgar cantidad de información. Son todos procesos que están abiertos y los creadores de software en Uruguay tienen ahí un campo de trabajo enorme.

Entonces, hablar de que el futuro es campo sí o campo no es algo totalmente inadmisible. El futuro es la agricultura de precisión, de la que tenemos los primeros avances en Uruguay, la ganadería de precisión. El otro día veía en una conferencia en Estados Unidos cómo controlan el pasto entre las líneas de plantaciones de vid para la producción de vino orgánico: con ovejas, para no echar herbicidas. Y para que la oveja no se coma la vid, a través de un determinado programa se hace una simulación por la cual cuando la oveja se acerca a la hoja de la vid le provoca un malestar estomacal y entonces no la come. Se veía a las ovejas comiendo, sin tentarse con las hojas de vid. Ese es el futuro, es el agro y ese es nuestro agro, es lo que estamos haciendo.

Como dato anecdótico, el presidente del INIA es un biotecnólogo, no es un estanciero panzón. Rompe los ojos la complementariedad entre los dos sectores, que cada vez más el sector rural es dependiente de la creación de software, y a la inversa, la industria de la información o de la informática tiene en el agro un enorme campo para avanzar, porque es una industria exportadora igual que la agropecuaria, pero a toda industria exportadora le viene muy bien tener un colchón interno donde desarrollarse y crear músculo antes de salir a la exportación. Por lo tanto, no solo no son opuestos, son absolutamente complementarios, no son antagónicos. Uno necesita del otro, y lo que tenemos que ver hacia delante es cómo mejorar esa complementariedad, cómo hacer cada vez mejor lo que mejor sabemos hacer.

DB - Me parece que están distorsionando intencionalmente el tema de las dos visiones. ¿Quién dijo "agro no", que eliminemos la producción agropecuaria, total es el 10%, nos quedamos con el 90% restante y listo? Nadie dijo agro no. La discusión que podemos tener es sobre la actitud de los productores agropecuarios, no de todos, porque todo es distinto, porque los distintos sectores tienen distintos niveles, la lechería avanzó mucho más que la ganadería en los últimos 15 años, aumentó mucho más la productividad. De todos modos, la tasa de incremento de la productividad agropecuaria de Uruguay es mucho menor que en los sitios de punta, que en Nueva Zelandia y en Australia. Miren cómo evoluciona la productividad en esos países. Estamos muy lejos...

EC - ...Pablo Caputi asiente. ¿Esos datos están bien?

PC - Totalmente de acuerdo.

DB - Obviamente se invierte, nadie piensa que en el país del futuro no va a haber producción agropecuaria, pero a veces parece que se consideran el ombligo de la actividad económica. Uruguay no ha crecido tironeado por el sector agropecuario en los últimos 40 años, el sector agropecuario ha crecido más o menos a la misma tasa que todos los demás sectores y muchas veces por atrás de otros sectores. Entonces, no es la maravilla, no es adonde Uruguay debe mirar, es un sector más al que hay que atender, es un sector que debería invertir más, como muchos otros sectores de la economía, porque no es un problema agropecuario la falta de inversión en Uruguay, es un problema estructural de la economía uruguaya.

Uruguay tiene que invertir en investigación, en innovación, en incorporación de tecnología a la producción para aumentar la productividad. Porque la única forma de crecer es aumentado la productividad, y el sector agropecuario no es un ejemplo maravilloso de esto. No hay otro sector, quizá recientemente el software ha tenido un despegue muy importante, pero todavía es un sector pequeño...

EC - ...Pablo Caputi sigue asintiendo.

PC - Estoy totalmente de acuerdo, firmo todo lo que dijo.

EC - Estamos logrando algunas coincidencias.

PC - Ni hablar. ¿Cuál ha sido el caballito de batalla del ex ministro de Economía Danilo Astori en los últimos 30 años? Uruguay tiene una tasa de inversión baja, invierte el 10, debería invertir el 20 y llegamos al 16. Lo dice cada 15 minutos y lo escuchamos. Coincido, es estructural del país, el agro invierte más o menos. Vamos tachando argumentos: el agro invierte más o menos como invierte el país. Las megainversiones de este país –Botnia, ENCE, Stora Enso, Portucel–, cuando se habla de 1.000 millones de dólares, vienen por el agro, así que anda en la media y quizás un poquito más arriba. Y tenemos una agenda en el agro increíblemente grande. Están viniendo productores neocelandeses a hacer muchas cosas que debimos hacer nosotros...

EC - ...Caso de la lechería.

PC - Absolutamente, ¿eso es responsabilidad del Estado? No, eso es responsabilidad del sector agropecuario 100%. Que vengan los neocelandeses a hacer lo que nosotros no hicimos es responsabilidad del agro. Vamos rápido, vamos bien, pero tenemos que ir muchísimo más rápido para estar a la altura de los desafíos del mundo. Eso sin discusión alguna.

La pregunta es para un politólogo: ¿por qué los que vivimos esa realidad de las empresas, de ese 30%, de esa pujanza de la inversión y de los problemas que tiene ese sector, vemos una realidad, y desde la ciudad se ven tres o cuatro declaraciones más o menos llorosas en algunos momentos? Eso no es representativo.

RD - Eso es lo que me preocupa, porque esa expresión de Daniel de que "se creen el ombligo del mundo" ya la he escuchado varias veces, está el sector agropecuario uruguayo y el mundo gira alrededor. ¿De dónde creen ustedes que viene esa percepción? ¿Qué rol han tenido en la comunicación las gremiales agropecuarias?

PC - Vamos a poner un ejemplo sencillo de Nueva Zelandia: en Nueva Zelandia la ministra de Economía era mujer, liberal y venía del agro. En Nueva Zelandia el agro es ombligo...

EC - ...Estás hablando de Ruth Richardson.

PC - Sí. Eso es ombligo; en Uruguay, ¿ministro de Economía que venga del agro?, ¿que en Uruguay el agro pese en la economía política nacional, en el tipo de cambio y en las variables centrales? El agro lloró sobre su deuda, ecuacionó su deuda vendiendo, ¿alguien se enteró? Ya no están más lo que estaban, están los inversores urbanos que compraron esos campos. Entonces, ¿ombligo? Un ombligo a la altura de la uña del pie...

RD - ...Y las estadísticas del Ministerio de Economía y el Banco Central se presentan separadas, Daniel dijo primero 30% y terminó diciendo 10% porque se separa agro.

DB - Pero eso está bien, porque toda la cadena no vive gracias al agro. Ese es el argumento ombliguista y fisiocrático, lo dijeron acá, el argumento fisiocrático es "toda la riqueza viene del campo, todo lo que ustedes consumen, señores de la ciudad, es gracias a nosotros". Eso no es verdad. La producción agropecuaria es el 10, el resto de la cadena es 20, y ese otro 20 puede vivir de otra forma.

PC - Sí, ¿alguna vez tuvo empresa?, ¿alguna vez pensó poner un frigorífico trayendo vacas de Argentina, poner una molienda de trigo?

DB - Se puede hacer, no se hace porque está prohibido, entre otras cosas...

RI - ...Está prohibido porque tenemos un nivel tecnológico superior al de Argentina.

PC - Hay un detalle que son los costos de transporte. El 90% de los insumos de la agroindustria uruguaya es nacional, es una cuestión de sentido común, vive pegada a las fuentes de materia prima.

Voy a terminar con una cosa política, y provocando: ¿a alguien se le ocurre que haya un ministro de Ganadería en la historia de Uruguay, después de Wilson Ferreira Aldunate, que haya tenido más peso político que el ministro Mujica, queriendo levantar las cuestiones del agro? Es bastante claro que en términos de ombligo y de mover cuestiones políticas sustantivamente no cambió nada. No es verdad que el agro pelea con un handicap y con cartas, hay otros sectores que están mucho mejor posicionados en esta cuestión.

EC - Está pendiente la respuesta a la pregunta de Rosanna sobre por qué pasan estas cosas, por qué hay esa imagen del agro, de los productores agropecuarios que ha surgido acá y que también viene en los mensajes de los oyentes.

RI - Eso tiene origen 100 años atrás. En el libro que mencioné está bastante discutido ese tema, es un buen aporte; es el producto de la primera década del siglo pasado, después del fin de las guerras civiles, cuando se instauró un modelo económico que consideraba socialmente inadecuada la función económica que era más adecuada a la constelación de recursos que tenía el país. Se forzó otro sistema productivo de tipo más granjero o agrícola sobre la base del recorte de los ingresos del sector más extensivo. Y quiero aclarar, porque en este país se menciona siempre extensividad como sinónimo de ineficiencia: no tiene nada que ver, una producción es extensiva en función del uso relativo de distintos factores y puede ser eficiente o no, lo mismo que una intensiva puede ser eficiente o no. El origen es ese, socialmente el país se desarrolló sobre la base de esa dicotomía y creo que es la principal restricción a nuestro desarrollo...

EC - ...Rosanna preguntaba cuánto incide el discurso de los dirigentes de gremiales agropecuarias en todo esto...

RD - ...Esa imagen de que el productor es "llorón" que decía Daniel y que se recibe permanentemente.

RI - Es lo que decía Pablo, cuando hay problemas la gente se queja. Las ayudas de que se habla siempre son de carácter social a muy pequeños productores, se les financian microinversiones para que no se les mueran las dos vacas que tienen. No tiene ninguna incidencia en términos económicos.

EC - Ha habido ayudas más grandes. ¡Cuántas refinanciaciones podemos citar! Esas fueron grandes y para productores de todo tamaño.

RI - Otro de los grandes mitos: esas refinanciaciones en cifras oficiales nunca alcanzaron a 100 millones de dólares, en períodos donde los traspasos que estaba haciendo el sector al conjunto de la sociedad por otra serie de caminos, ya sea impositivos, cambiaros o de otro tipo, eran 10 o 20 veces mayores. Son mitos urbanos. Y el hecho es que nadie dice que el agro no debe un peso en la actualidad, se pagó absolutamente todo y se pagó genuinamente, al Banco de la República, a las intendencias, a través del cambio de propietarios.

EC - Ahora el desesperado por hablar es Juan.

JG - Primera cosa, el sector de software, que conozco bastante bien, nunca protestó por barbaridades tales como que ese sistema de trazabilidad agropecuario se podía haber hecho en Uruguay y no se hizo, porque se resolvió no hacerlo. Y como eso, una y otra vez los grandes sistemas de información que se necesitan en este país son comprados afuera con una ligereza total. Tendríamos que salir a llorar, porque eso es mucho peor que la lluvia o la sequía, eso es poner una puñalada en la panza.

Pero yo quería hablar de otro punto, que es todavía mucho más polémico: ¿por qué producir alimentos? ¿Quiénes compran alimentos? ¿Por qué hay un mercado de alimentos en el mundo? Esto lo explicó Malthus hace un siglo y pico. El primer país que entró en crisis de alimentos fue Inglaterra, de 1820 a 1950, un siglo y poco; el campo de Inglaterra, su territorio, no era suficiente para darles de comer a los ingleses. Eso hizo que saliera a comprar trigo a Estados Unidos, a Argentina, o que saliera a comprarles carne a Uruguay y a Argentina. En otras palabras, ese fenómeno ocurrió y luego dejó de ocurrir, porque con la "Revolución Verde" Inglaterra volvió a ser autosuficiente en alimentos. En general todos los países europeos volvieron a ser autosuficientes en alimentos, y por eso protegen su producción agrícola, y por eso protestan los de afuera, porque protegen la producción agrícola. Y lo bien que hacen, todo país desarrollado quiere ser autosuficiente en alimentos. Estados Unidos siempre fue autosuficiente, Japón siempre fue autosuficiente, Europa ahora es autosuficiente, desde 1950.

Consideremos los BRIC, que son los grandes compradores de este país: Brasil es productor de alimentos; Rusia, que hizo todas las catástrofes bajo Stalin con la producción agrícola, ahora está saliendo y pienso que en unos pocos años va a ser autosuficiente; la India no tiene ni tendrá por muchísimos años problemas de producción de alimentos. China es el único que realmente tiene problemas, le está ocurriendo lo mismo que a Inglaterra, está retirando una cantidad enorme de gente de la producción agrícola para meterla en la producción industrial, entonces se produce un doble fenómeno: se producen menos alimentos y se consumen más.

De modo que yo cuestiono: ¿tiene sentido producir alimentos? ¿No es una cuestión efímera, que depende de que un país se está industrializando, momentáneamente –100 años en el caso de Inglaterra, tal vez 20 en el caso de China– necesita consumir alimentos y por eso le pasan esas cosas? Me lo cuestiono porque creo que es un problema de fondo. Y este problema lo planteó Malthus hace un siglo y medio.

PC - ¿Tiene sentido producir alimentos? Voy a responder dos o tres cosas. Primero: ¡me alegro de vivir en Uruguay! Realmente, por la calidad de los alimentos que consumimos y lo que nos mejoran la calidad de vida...

JG - ...Ese es un argumento emotivo.

PC - Sí, cuando uno viaja por el mundo y ve la porquería que tiene que comer por ahí... Será emotivo, pero me pesa en la panza. La calidad de nuestros productos es excelente, y no es el agro, es la sociedad uruguaya que en conjunto produce eso. Así que, primero, por suerte tenemos alimentos de buena calidad y baratos en términos relativos. Y no es el agro, somos todos. Segundo, ¿tiene sentido producir alimentos?, ¿tiene sentido hacer cibernética? Yo soy liberal en formación económica. Eso lo deciden las empresas, no los planificadores centrales, nunca; ni los planificadores centrales, ni los súper estrategas. Uno tiene ideas, pero todo se cierra cuando a fin de mes la cuenta dice si está en rojo o en verde. Y hay algunos miles de personas y de empresas a las que todos los meses les cierra la cuenta y dicen: sí tiene sentido producir alimentos. Alimentos cada vez más sofisticados, porque como somos más, ya somos casi 7.000 u 8.000 millones y vamos a ser 9.000, el alimento es cada vez más grave para todos.

Europa fue autosuficiente. Por supuesto, con una política masiva de subsidios, pero ya los consumidores dicen basta, vamos a comprar donde producen más eficientemente, tienen más tierra y mejor calidad, mejor tecnología y son más productivos. Y para poner un número: el agro exporta –es lo que decía Buquet, y es verdad, siempre ha sido un caballito de batalla– porque genera divisas; sí y porque es el que se enfrenta al mundo a competir, porque ser el guapito en el barrio es muy fácil, los bienes no transables son pequeños monopolios como la peluquería de la esquina: domina el barrio. Hay que salir a competir afuera, que hace un frío bárbaro y hay un viento bárbaro. El agro hace 100 años que está ahí y va a seguir estando, opinen lo que opinen Grompone, Buquet, Irigoyen o Caputi, las empresas con su inversión van a sostener que los alimentos sigan siendo un buen negocio.

***

EC - Han logrado apasionar a los oyentes: el tráfico de mensajes, de preguntas, de comentarios para un lado y para el otro y con posiciones intermedias es enorme, imposible dar cabida a todos.

Vamos a volver para un epílogo. Rosana, ¿tienes alguna pregunta para dejar planteada?

RD - Pensaba que si en algún punto de consenso podemos estar y consensuamos en que no es el ombligo del mundo y que hay temas comunicacionales que han afectado, ¿qué rol le damos a este sector dentro del desarrollo económico del país?

EC - Dice un mensaje:

Facal (de Chamizo): "Al agro le falta marketing. La cadena O Globo en Brasil llevó la realidad del campo a través de sus telenovelas. Ese es un ejemplo interesante".

***

EC - Rosanna, tú habías dejado planteada una pregunta para el final, después de lo caldeada y fermental que estuvo la discusión.

RD - Pregunta que me cuestiono porque en el intervalo los contertulios me dijeron que prefieren hacer una reflexión final. De repente es bueno que cada uno diga lo más importante de lo que quiso trasmitir en este debate.

Antes quiero aclarar que uno de los objetivos de estas tertulias es contribuir, y acá hay un mensaje de Hugo que dice: "Gracias, porque me ayudaron a borrar una enorme cantidad de prejuicios que tenía".

EC - Sí, Hugo (de Cordón), dice textualmente: "Felicitaciones por la tertulia, nos ayuda a pensar y descartar prejuicios"...

DB - ...No sabemos prejuicios para qué lado; dejémoslo ahí.

RD - Es "Hugo del Cordón", saque sus conclusiones. Vamos a la rueda final.

DB - Voy a enganchar con el último comentario que se hizo, el de que el agro es "el sector que compite". Primero, hay muchos sectores que compiten y muchos que no compiten, y creo que la mentalidad empresarial uruguaya –y esto incluye al agropecuario– no es favorable a la competencia. Recuerdo un documento que leí hace un tiempo, una tesis de ciencias económicas que estudiaba el aumento de la productividad total de los factores en el agro y encontró que los factores que explican el aumento de la productividad en casi su totalidad son solamente dos: la estabilidad macroeconómica –evidente– y la apertura de los mercados, las políticas aperturistas que se llevan adelante.

Muchas veces cuando falta carne o papa o está muy cara se dice: "Vamos a permitir importar carne", y ¿qué hace el sector? ¿Dice "sí, traigan, traigan de Argentina, no importa, porque la carne uruguaya es mejor, se coloca a mejor precio, vendámosla al exterior y que los uruguayos comamos carne argentina? ¿El sector agropecuario dice "sí, abran las fronteras, no hay problemas, vamos a competir"? No, dice que no. Los empresarios son poco propensos a la competencia, sin embargo se puede demostrar que los sectores crecen en competitividad y mejoran su competitividad precisamente cuando son sometidos a las condiciones de competencia. Desde este punto de vista estoy de acuerdo con la visión liberal, yo no soy un liberal pero estoy de acuerdo en que cuando las capacidades empresariales espontáneamente no buscan el aumento de la productividad, el abaratamiento de los costos, la mejora de las calidades, el Estado debe obligarlos a competir. Me gustaría que los sectores agropecuarios, los sectores industriales, los sectores que fueran, no le pidieran protección al Estado y se preocuparan ellos mismos. Para eso hay que invertir, para eso la investigación, para eso la tecnología.

PC - Al agro le falta tomarse en serio a sí mismo y contratar a gente como Grompone y Buquet como asesores, porque es ahí donde están sus carencias. La primera carencia es: ¿cómo hacemos para absorber inteligencia nacional, importando menos inteligencia extranjera? Tenemos una incipiente industria del conocimiento que podría aportar cantidad de cosas, y muchas veces por facilidad, por comodidad, por desconocimiento eso no se hace, y hay mucho para invertir. Tenemos ahí un desafío; olvidemos al Estado, el Estado es para otras cosas, no para esas que los privados pueden resolver solitos.

Segundo, ¿cómo es posible que siendo tan importante como lo es en la matriz nacional, en la vida económica y social, etcétera, el agro pese tan poco? No en el sentido de lobby, de ventaja, sino en el imaginario colectivo. Ahí hay alguna disociación, algo que no funciona, que no es tema ni para un economista ni para un ingeniero, es tema más para sociólogos, politólogos, gente que entienda de otras cosas, cómo se forman los imaginarios, qué piensa la gente...

EC - ...Estás hablando de un imaginario urbano.

PC - Sí, de un imaginario urbano. Pero es muy interesante, ya lo urbano y lo rural... muchos productores clásicos rurales que no entendieron el cambio de los tiempos ya están fuera, ya vendieron. Hay muchísimos inversores urbanos, muchísimos ingenieros, abogados, contadores, etcétera; empiezan como hobby de fin de semana y al año ya es una pasión. Son los nuevos empresarios que están en el agro, que ya hace 10 o 15 años que están y que van a terminar de dar vuelta esta página. En el fondo somos muy optimistas.

EC - En el interior parecería que este contraste, este corte se da menos. Por ejemplo llega este mensaje de Cecilia, de Libertad: "Cuando el agro no anda bien, por lo menos el interior del país se muere. Así que ustedes llámenlo como quieran".

PC - Eso es absoluto, es obvio, las cosas están enganchadas: no funciona el taller, no vende, no funciona el minimercado, etcétera. Eso no es teoría, basta vivirlo, en el interior se siente muy fuerte.

JG - En un plazo de de 20 o 30 años Uruguay debe reciclar su producción agropecuaria, su producción agrícola. Debe dejar de producir alimentos para exportar, materias primas para exportar; yo no hago distinción entre el churrasco y la celulosa, para mí es todo lo mismo, es más o menos la misma cosa y creo que no corresponde hacerlo. De modo que en un plazo de 20 o 30 años la producción agrícola debería reciclarse hacia la biotecnología y producir elementos de altísimo valor agregado y con mucha tecnología dentro...

EC - ...Pero en el caso de la cadena cárnica, ¿cuál tendría que ser el resultado final? El churrasco no; ¿qué?

JG - Yo quiero la vaca lechera que produce insulina. El churrasco para consumo interno no hay ningún problema, yo quiero ser autosuficiente en alimentos y quiero comer los mejores productos naturales como todo país desarrollado. Yo soy el primero en ir a comprar a la feria de acá a la vuelta. Pero una cosa es ser autosuficiente en alimentos y otra cosa es exportar. Yo quiero exportar insulina de las vacas lecheras que tenemos, no yogur. Ese es el mensaje: el agro se tiene que convertir en un sector de exportación de tecnología, de inteligencia y de valor agregado. Tenemos un plazo de 20 o 30 años. En 20 o 30 años no va a haber más mercado de alimentos.

RD – ¿Irigoyen?

RI - Voy a buscar un final metafórico: como los pisos altos de los edificios valen más, se pretende construir el edificio de Uruguay empezando por el tercer piso, sin cimientos, sin planta baja, sin primer piso, sin segundo piso. Para provenir de un ingeniero, la propuesta es, por lo menos, curiosa. No quiero entrar en una serie de cosas que quedaron para atrás; por ejemplo, en los países desarrollados la autosuficiencia alimentaria fue una estrategia hasta la década de los 70. Luego la abandonaron, son todos importadores fuertes de alimentos. Respecto de lo que decía Grompone.

Con respecto a lo que decía Buquet, si el 10% se cae seguimos con el 90%, ¿qué pasó en 2001 cuando vino la aftosa? Se cayó el sector agropecuario y el país estaba muerto, el otro 90% tiene una alta dependencia de ese 10%.

EC - Llega un mensaje de Florida que dice: "El agro no es que sea lo más importante, pero es el primer eslabón de la cadena. Si este falla, se rompe toda la cadena".

¿Te convence ese argumento, Daniel?

DB - Es lo que estamos discutiendo, es la visión distorsionada que tenemos. Dicen "el interior se muere"; obvio, Punta del Este no queda en el interior, ¿dónde queda?, porque puede haber aftosa y Punta del Este puede tener la mejor temporada turística. Hay muchas cosas para hacer, no empieza todo en el agro, no toda la riqueza la produce la tierra, una parte sí, otra parte no. Quiero poner un solo ejemplo, porque estamos en una universidad privada: en la Universidad de la República las carreras de Agronomía y Veterinaria, que son las carreras clásicas vinculadas al agro, son carreras poco pobladas de estudiantes, son las carreras que tienen más metros cuadrados y profesores por estudiante. ¿Las universidades privadas tienen agronomía como carrera, veterinaria como carrera?

PC - Tienen Agronegocios, yo soy profesor de Agronegocios acá. Eso es lo que precisamos ahora.

RD - Ese es el cambio del sector, Daniel.

DB - Hay un problema tecnológico; la parte del manejo de los negocios, la economía agropecuaria es muy importante, por supuesto...

EC - ...Es fundamental, es un cambio fundamental que hay que realizar...

DB - ...Lo fundamental es la productividad y para aumentar la productividad hay que incorporar tecnología, y la tecnología se inventa en los laboratorios; hay que apostar a la investigación...

PC - ...No, eso es tecnología de producto, la tecnología de proceso se inventa en el lugar que se hace. Es un error básico, eso es tecnología de producto, la tecnología de proceso se hace en el lugar donde se ejecuta la cosa, es decir en el campo. Yo no lo puedo inventar, tengo que manejar las cosas in situ. Pero sobre todo, para hacer dinero –este juego es por plata–, mientras haya empresas que hagan plata con esto no vamos a tener que preocuparnos mucho. Son todos esos mails que nos manda gente que ya invirtió 15.000, 50.000 dólares por hectárea, a la que le causa mucha gracia que le digan "usted no invirtió". "No sé si es mucho o es poco, es todo lo que tenía, invertí 50.000 dólares y espero que me vaya bien".

EC - Bernardo (de Young) reclama –y no es el único– "más técnicos en marketing para el agro uruguayo".

RD - Es uno de los temas para 2009, ya está planteado.

EC - Y Gonzalo dice: "Creo que son tiempos de sumar, terminemos con la división campo-ciudad".

RD - Nosotros queremos sumar, creemos que nadie ha tomado el toro por las guampas en esto y por eso estamos compartiéndolo con ustedes.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Mail de María Achugar, Presidencia del LATU
Mail del ingeniero Miguel Brechner

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