La Tertulia Agropecuaria

El sector agroindustrial uruguayo frente a la crisis internacional y la sequía

Este miércoles 17 de noviembre La Tertulia Agropecuaria de En Perspectiva se instaló en los estudios de El Espectador para analizar la situación del sector agroindustrial ante el impacto de la crisis financiera internacional. En la mesa estuvieron el ingeniero agrónomo Marcos Guigou, productor agrícola de la zona de Dolores, presidente y gerente de Agronegocios del Plata; el economista Pablo Rosselli, director del Departamento de Consultoría de Deloitte; el ingeniero agrónomo José Bonica, administrador de establecimientos ganadero-arroceros en Treinta y Tres, y el ingeniero agrónomo Guillermo Villa, productor y asesor de empresas agrícola-ganaderas. La Tertulia contó con la conducción de Emiliano Cotelo y la coordinación de la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa.

(Emitido a las 9.10 horas)


EMILIANO COTELO:
El sector agropecuario vivió su mejor momento en el primer semestre de este año, cuando los precios internacionales alcanzaron valores nunca vistos.

Pero a partir de julio, con la crisis internacional, las cosas cambiaron.
 
Primero, los precios de los commodities se vinieron abajo, fundamentalmente por una retirada de inversores especulativos de ese mercado. Y después los problemas para el acceso al crédito trabaron de manera fuerte algunas de nuestras exportaciones, por ejemplo las de carne y las de lácteos.

Si a ello le sumamos dos sequías, una en otoño y una en primavera, el panorama de fin de año del sector agropecuario está muy lejos del entusiasmo y el optimismo que se vivían hace tan solo unos meses.

¿Cuáles han sido hasta ahora los efectos de la crisis internacional en el sector agroexportador uruguayo? ¿Cómo es el nuevo escenario que se plantea? ¿Qué perspectivas se abren para el agro en el año 2009?

De esos y otros temas relacionados vamos a hablar hoy en la última Tertulia Agropecuaria del año, esta vez en los estudios de la radio.

***

EC - Rosanna, vamos a presentar a quienes nos acompañan en la mesa.

ROSANNA DELLAZOPPA:
El ingeniero agrónomo Marcos Guigou, productor agrícola de la zona de Dolores, presidente y gerente de Agronegocios del Plata; el economista Pablo Rosselli, director del Departamento de Consultoría de Deloitte; el ingeniero agrónomo José Bonica, administrador de establecimientos ganadero-arroceros en Treinta y Tres, y el ingeniero agrónomo Guillermo Villa, que es productor y asesor de empresas agrícola-ganaderas en Flores.

EC - Empezamos con una pregunta general para una respuesta rápida de cada uno de ustedes. ¿Se puede hablar de crisis en el sector agroindustrial uruguayo?

MARCOS GUIGOU:
Hay un cambio muy fuerte de precios, por lo tanto hay un efecto de ingresos en las empresas y en el país que se está haciendo notar. Pero también hay un momento de reestructurar, de armar de nuevo los costos de producción; lo que está pasando es lo que pasa con la producción de commodities que tienden a los costos. Era un cambio bastante esperable, quizá no tan brusco, pero el mundo nos está acostumbrando a cambios muy bruscos y muy rápidos. Era bastante claro que los precios que se estaban manejando estaban un poco altos para lo que ha sido la tendencia.

EC - "Cambio brusco", ese fue el término que decidió utilizar Marcos Guigou; no utilizó el término "crisis". ¿Y los demás? ¿Los asusta ese término o entienden que no se aplica?

JOSÉ BONICA:
Más allá de si técnicamente es correcto o no, yo hablaría de crisis. Es bueno que hablemos de crisis entre nosotros productores y empresarios agropecuarios, es bueno que se hable de crisis en el resto de la sociedad, porque esto tarde o temprano va a impactar en todos. Me parece que el resto de la sociedad no tiene presente esto, no lo está viviendo como lo estamos viviendo nosotros, pero le va a llegar. Entonces es bueno –y esta tertulia contribuye a eso– socializar, compartir una nueva realidad.

EC - Es interesante la observación, porque probablemente desde la ciudad, y sobre todo desde Montevideo, no se evalúan bien estos impactos. Del mismo modo que en su momento pueden haber causado sorpresa índices de desempleo tan bajos como los que se llegaron a tener, y que se explicaban, en buena medida, por el dinamismo de algunas actividades agropecuarias...

JB - ...Sorpresa que también lo fue para nosotros...

EC - ...Ahora falta ver la otra cara de la moneda, falta percibirla.

GUILLERMO VILLA:
Personalmente pienso que sí, que estamos en crisis. No solo por el hecho de la baja de los precios, sino porque se ha retraído enormemente la demanda de productos en el sector, porque estamos con problemas de logística por el crecimiento, estamos con el caso de la leche. Toda esta conmoción que generó la caída de precios, la falta de demanda, el atraso en las colocaciones, indudablemente genera una crisis.

EC - Pablo Rosselli, desde el análisis económico ¿qué término usa?

PABLO ROSSELLI:
Desde el análisis económico sin duda el mundo está atravesando una fase de crisis económica muy severa. No sabemos cuán severa va a ser, pero es de las más importantes en muchas décadas, y va a tener efectos en la economía uruguaya en general y en el sector agroexportador uruguayo en particular. Pero desde el punto de vista del significado de las palabras, me parece relevante que, más allá de la palabra que utilicemos, distingamos entre lo que puede ser una crisis ahora y las crisis que hemos visto en períodos no tan lejanos. Si los oyentes piensan en una crisis como la de 2002, ni para Uruguay en general, ni para el agro en particular esa es la situación que debemos esperar ahora. Por lo menos el punto de partida, o los fundamentos que tiene la economía uruguaya para recibir esta crisis son mejores, y los fundamentos en el agro son notoriamente mejores que los que teníamos cuando vino la crisis de 2002.

RD - Es interesante, ¿cuáles señalarías en ese sentido? Es bueno ver que tenemos un sector agropecuario que está parado diferente.

PR - El sector agropecuario viene de un período de fuerte crecimiento con muy altos niveles de rentabilidad que le permitió bajar su nivel de endeudamiento. Cuando vino la crisis de la aftosa en 2001 y todo lo que vino después, el sector agropecuario venía sufriendo problemas severos de competitividad, bajos niveles de rentabilidad y acumulación de endeudamiento. Eso no fue lo que ocurrió en los últimos años: la rentabilidad fue formidablemente alta y las empresas en general deberían estar muy bien preparadas para soportar un año muy malo en cuanto a rentabilidad como el que se nos viene para los próximos 12 meses...

RD - ...Ahí viene uno de los puntos con la gente de la ciudad, que dice qué va a estar hablando el sector agropecuario de crisis ahora, viniendo de las rentabilidades de que viene. No sé qué dice el resto.

JB - Yo hablé de crisis y rápidamente quiero hablar de aquí para adelante, no quiero que mis palabras se interpreten como ir a llorar al cuartito, sino como saber que algo está pasando, y rápidamente tengo que ver qué expectativas tengo y qué actitudes puedo tomar. A los problemas hay que buscarles solución, y sobre todo tengo que quedarme tranquilo de que estoy haciendo lo más posible por tener esa solución.

EC - Pero tú coincides en que para encarar la respuesta el agro está en mejores condiciones que en otras crisis. Por ejemplo, esto de que el endeudamiento no sea un problema parece un factor relevante.

JB - Sí; es más, desde mi espíritu optimista, de las cosas que causaron el auge que tuvimos alguna no desapareció, como el aumento de la población mundial que requiriere productos agropecuarios. Eso sigue estando, es una luz que tengo en el camino. Entonces, si bien hablo de crisis, creo que tenemos un buen final. El tema es cruzar el río.

EC - Desde el punto de vista de las ventajas del agro para enfrentar la crisis, hemos mencionado algunas, Pablo hizo una rápida enumeración y yo recién volvía sobre el tema de la falta de endeudamiento, o de la solución relativa del problema del endeudamiento, a diferencia de lo que pasó en otros momentos críticos. ¿Qué pasa con otras características? Por ejemplo, el agro uruguayo en estos años pasó por una transformación muy profunda hacia empresas más modernas, más grandes, con más tecnología, con mayor productividad...

RD - ...Con empresarios nuevos.

EC - Eso ahora ¿ayuda o complica?

JB - Ayuda, un punto fundamental de estos años ha sido el enorme nivel de inversión que se ha hecho. Basta salir al interior; si uno tuviera una máquina del tiempo y pudiera ver también 2000, 2002, vería lo que eran los pueblos del interior. Es tremenda la inversión, la gente joven que está trabajando en el interior, la cantidad de capacitación, la inversión en equipamiento, más que eso en tecnología de comunicación, de organización. Ha habido una revolución en el interior de Uruguay. Evidentemente esas inversiones se hicieron para buenos momentos, pero también para ser más competitivos en momentos como estos, en los que, si bien no podemos escapar de la sensación de crisis internacional y local, porque estamos casi todo el día bombardeados por esa palabra, tenemos una enorme oportunidad de seguir siendo competitivos y tener productos que tienen demanda mundial y que se pueden vender. Porque aun en el peor momento de la crisis mundial, hace un mes y pico, uno podía ver commodities con precios –por más que fueran bajos, pero estaban, las referencias se mantienen– y la demanda sigue estando. El sector tiene un baluarte ahí, la demanda va a estar. Se han hecho muchas cosas en estos años, no se dilapidó en los años de bonanza, sino que se invirtió muchísimo.

GV - Además, si bien todos recordamos el último semestre hasta agosto con precios fabulosos, el agro hace prácticamente tres años, quizá cuatro, que revirtió la tendencia de trabajar con muy baja rentabilidad o con pérdidas, y fue ganando. Un tema que no es menor, siempre se invirtió, pero nunca tanto como ahora. Reivindicando el sector, lo primero que hizo fue pagar su endeudamiento; siempre se lo criticó, pero el agro cuando tuvo rentabilidad lo primero que hizo fue pagar. Y después otra cosa muy impactante fue que se invirtió muchísimo con capital propio; digo, porque la gente dice: "El agro ganó mucha plata, ¿qué hizo con esa plata?"...

EC - ...Es una pregunta que se reitera todo el tiempo.

GV - Gran parte de esa plata se reinvirtió y es lo que permite hoy que las empresas agropecuarias estén con el problema de los precios y la falta de demanda, pero en una situación absolutamente distinta. Hoy, lo que tiene el campo en la mayoría de los casos es propio y no lo debe. En mi actividad en la cooperativa durante varios años cada vez que teníamos una crisis de precios venían los productores y decían: "Qué problema tengo yo, no: qué problema tiene la cooperativa y qué problema tiene el Banco de la República, porque nos tiene que cobrar". Hoy, el sector lo tomó con responsabilidad y el problema lo tiene el sector y lo va a afrontar el sector. Hoy, el sector no les está trasladando su problemática ni a los bancos, porque el endeudamiento es mínimo, ni a las empresas proveedoras. Es una gran diferencia.

JB - Y quiero recordar el cambio en la concepción de riesgo, el gran cambio que han tenido en asumir riesgo los empresarios agropecuarios. Anteriormente se valoraban mucho las estrategias tipo ciclo completo, que priorizaban el seguir viviendo antes que correr rápido...

EC - ...Aclaremos el término "ciclo completo".

JB - Desde el punto de vista ganadero, ciclo completo es una producción en que se produce tanto el ternero como el novillo gordo. Es una estrategia muy lógica en su momento, que era muy estable...

RD - ...Desde la cría hasta la invernada.

JB - Lo hacía muy estable y aseguraba que las empresas permanecieran. En estos años, frente a esa estabilidad, hemos visto una especialización, sobre todo porque hubo nuevos precios, nuevas relaciones de precios frente a insumos, mayor uso de insumos, y la llegada de nuevos actores al sector. La inversión extranjera y la presencia de extranjeros con una visión distinta nos hicieron cambiar a nosotros los locales. No quiere decir que hayan cambiado todos los productores agropecuarios; algunos sí, pero todos se lo plantearon y todos estaban en camino de hacerlo. Entonces, más allá de los números y de las cifras, quería realzar el cambio de mentalidad del productor uruguayo, que es el capital que tenemos para enfrentar esta crisis y mirar para adelante.

PR - Comparto en general la valoración positiva de un proceso de transformaciones que hubo en el sector agropecuario, que es muy importante, que deberíamos celebrar y que tiene que ver con el aumento de la inversión, con la llegada de nuevos actores que han traído nuevas formas de gestionar los negocios, formas que en general los uruguayos aprendemos, con lo cual hay ahí una serie de cambios positivos que dejan mejor al sector. Desde el punto de vista de si esto es una crisis o no, que era la pregunta disparadora, la respuesta o el ajuste de costos que debemos esperar para el sector agropecuario en el próximo año debería ser muchísimo menos traumático que el ajuste de costos de la otra crisis.

EC - Aclaremos también ese término. ¿De qué estás hablando?

PR - Lo que ocurrió en el último año fue que los precios de exportación de Uruguay venían subiendo muy fuerte, y al principio los costos no subían, pero finalmente en el transcurso de 2008 se dispararon y, mientras que en el auge los precios de venta subían más rápido que los costos y la rentabilidad mejoraba mucho, en estos momentos nuestros precios de venta han caído muy rápido, pero no han caído igualmente rápido los costos.

EC - Voy a dar algunos números para que los oyentes se ubiquen. La soja llegó a un máximo de 609 dólares por tonelada el 3 de julio y ayer estaba a 325, prácticamente la mitad. El trigo tocó su máximo el 27 de febrero con 470 dólares y ayer estaba a 199, bastante por debajo de la mitad. El maíz estaba a 296 dólares por tonelada el 26 de junio y ayer estaba a 163. Ahí empieza el problema de los márgenes.

PR - Empieza el problema de los márgenes, porque en este año algunos rubros, como el trigo o la soja, arrancaron con costos muy altos y están con precios de venta muy bajos. Pero en un horizonte de un año más, seguramente los costos internacionales de los agroquímicos y de los demás insumos para la producción van a ajustarse al nuevo contexto, y desde el punto de vista de los costos domésticos el tipo de cambio en Uruguay está subiendo a un ritmo relativamente importante, cosa que no ocurrió en la crisis de 2002.

EC - ¿Qué implica eso? ¿Cómo juega el factor tipo de cambio?

PR - Implica que en los costos de producción están los costos de los agroquímicos, que son importados, que se determinan en los mercados internacionales, y están los costos domésticos. Todos querríamos que los costos domésticos bajaran más rápido, pero están bajando a un ritmo significativo, porque actualmente Uruguay tiene un marco de flexibilidad cambiaria que no tenía durante la crisis anterior, durante varios años tuvimos un tipo de cambio muy bajo con relación a las paridades que había en el mundo.

RD - Para completar el análisis de Pablo me gustaría que comentaran de los dos lados, de la visión de Pablo como externo y desde la visión de los que están dentro del sector, qué es mejor frente a esta situación de crisis: si el precio moderado con dólar fuerte o la situación de precios altos con dólar bajo.

GV - Yo quiero precios altos y dólar alto.

RD - Estamos de acuerdo, pero partimos de la base de que no es posible.

PR - La teoría económica es muy contundente en señalar que cuando mejoran los precios de exportación de un país, su moneda tiende a apreciarse. Eso es lo que dice la teoría y es lo que muestra de forma muy clara la evidencia. Estamos convencidos de que no era posible, pero si hubiera sido posible que el mundo se quedara con los precios de julio de 2008, que habría significado un tipo de cambio más bajo que el que teníamos en julio de 2008, no tenemos dudas de que la rentabilidad agropecuaria habría sido mucho mejor que la que vamos a tener ahora. Los precios de julio eran insostenibles y la rentabilidad agropecuaria del último año, hasta julio, era insosteniblemente alta. Ahora vamos a un escenario en el que las rentabilidades van a ser más normales, a pesar de que vamos a tener un tipo de cambio notoriamente más alto que el que teníamos en julio.

GV - Hay una cosa que se contradice: en la crisis de 2002 tuvimos precios bajos y dólar bajo.

PR - Eso hizo que el ajuste fuera muy traumático, lento y que terminara tan mal como terminó.

GV - Pero hay cosas que suceden.

MG - En los 20 años que tengo de productor, todos los años alguna sorpresa hay. Lo distinto sería estar en un país de los desarrollados, que tienen subsidios, precios seguros, seguros climáticos y los productores hacen un negocio muy tranquilo. En esta zona jamás ha pasado eso y el que quiera un negocio tranquilo no puede estar en el agronegocio en Uruguay...

RD - ...A cielo abierto...

MG - ...En Uruguay, en Argentina; cielo abierto, clima, precio... El año pasado asistimos a una suba de precios muy grande, pero tuvimos un clima bastante duro en el verano; todos los años, por algún lado, aparece el problema. Por eso es muy difícil analizar este negocio con el criterio de alguien que está en una oficina o que maneja otro tipo de negocios. Manejar, entender lo que está pasando en el agronegocio es algo que tiene que hacer gente que esté preparada en eso y que conozca, porque las variaciones son inesperadas y los que pueden llevar adelante bien este negocio sin protecciones del Estado es porque manejan muy bien el riesgo, aprovechan la tecnología y son conscientes de que los precios de los commodities fluctúan mucho y tienden a los costos. Y para ser productores de las cosas que somos tenemos que ser campeones de costos bajos; si no tenemos empresas que apunten siempre a mejorar la competitividad, a invertir tecnología, en cosas que nos hagan cada día más competitivos, en mirar los competidores de la región y extrarregión, estamos en un negocio para muy corto plazo y probablemente vamos a salir en el primer sacudón.

JB - En la misma línea, y valorando lo que uno puede hacer o lo que debemos hacer, sin duda hay cosas a hacer a nivel de las empresas, pero hay cosas en las que precisamos la ayuda del resto de la sociedad. Es un muy lindo desafío ahora, así como en el invierno pasado cuando los precios de las materias primas eran muy altos y se hicieron esfuerzos para que la inflación se mantuviera baja, en estos momentos todos tenemos que hacer esfuerzos para que la inflación sea baja para no transferir esto al resto de la sociedad, pero que el dólar se deslice, para beneficio de todos...

EC - ...¿A qué estás aludiendo? ¿Qué medidas hay que tomar?

JB - Eso no es lo que yo sé hacer, se lo dejamos a los ministros de Economía y a los presidentes de los bancos centrales, pero es el desafío que tenemos que trasmitir, a ver si se puede hacer. Nunca ocurrió hasta ahora, por eso el desafío es que se pueda ahora, y en momentos muy especiales porque se nos viene la carrera electoral, que sin duda juega también su papel en esto. Pero el desafío está, lo planteamos.

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EC - Llegan varios mensajes desde la audiencia.

Gonzalo (de Pocitos): "Para la ganadería es más grave la sequía que las dificultades del mercado".

Es cierto, ustedes casi no han hablado de la sequía.

RD - La mencionamos en la introducción, hablamos de sequía de otoño y de primavera.

MG - Estoy de acuerdo, para la agricultura también, por eso decía que uno nunca sabe por dónde viene el sacudón, por eso hay que estar preparado, hay que mirar con luz larga, hay que pensar en el mediano plazo. Esto es lo que siempre nos ocurre en el sector. Y es lo que tiene de distinto.

La sequía ha sido un problema importante. Para algunas cosas hay soluciones, pero para otras, para precios no tan altos o situaciones internacionales no tan promisorias, una buena situación hídrica ayudaría mucho. Y a la ganadería ni hablar, porque el cambio que ha pasado en estos años ha sido más agricultura, también en campos mejores, y la ganadería se está haciendo en campos de menos potencial, por lo tanto tienen un riesgo climático mayor. Son cosas que van pasando con mucho dinamismo y a veces no están medidas en toda su dimensión.

RD - Es importante aclarar qué implica una seca de otoño y primavera en términos casi de fisiología de los cultivos, sobre todo pensando en la ganadería.

GV - Son los dos períodos del año en los cuales se produce la pastura, el mayor crecimiento...

RD - ...Que son irreversibles.

GV - Exacto; comparto plenamente lo que dice el oyente. En este momento es muy importante el problema de la sequía. La sequía tiene efectos reversibles y efectos irreversibles que nunca cuantificamos en el momento. Por ejemplo, en la parte de ganadería estamos en pleno momento del entore, servimos los vientres de los que van a nacer los terneros del futuro, y si bien en una parte del país ha llovido bien, en una parte muy importante no ha llovido y eso está hipotecando la producción de terneros del año que viene. Toda la inversión en pasturas se perdió y eso es irreversible. La producción de semilla para pasturas, que tampoco se hizo, y no va a haber semillas el año que viene.

Pero analizando desde el punto de vista de un productor primario, en todo el proceso de venta de carne participan varios actores, básicamente los dos más importantes son la industria, es decir los frigoríficos, y nosotros los productores. ¿Qué nos está pasando con la seca? Leemos en los diarios todos los días que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) dice que los frigoríficos bajaron más la hacienda que lo que bajaron sus precios de exportación; es una discusión que viene persistiendo desde hace un mes. En este momento, si me dan a elegir, le creo más al INAC que a la industria. ¿Y qué nos está pasando como productores? La situación de déficit hídrico nos está quitando una de las pocas armas que tenemos para defendernos, que es retener los ganados en el campo, negociar con la industria. Hoy, la gente está mandando los ganados a faena a voluntad, porque no tiene posibilidades de retenerlos...

EC - ...Al precio que haya.

MG - A voluntad, dame lo que hay, el primer día digo que no, pero el segundo día tengo que decir que sí porque se me mueren. Desde ese punto de vista la seca está jugando un papel desastroso para el productor.

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EC - Un dato que llega desde la audiencia para complementar lo que veníamos conversando a propósito de la sequía: dice Alberto, de Rocha, que en ese departamento tienen un déficit hídrico pluvial de 750 milímetros en este año 2008.

RD - El promedio anual es de 1.200 o 1.300, y en la mayoría de los lugares donde hay problemas llovió la mitad...

GV - ...Está cerrando el año con un 30 o 40% del agua.

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EC - Empezamos a mirar el futuro, o el escenario que tenemos y lo que se viene, después del diagnóstico que trazaron ustedes en la primera parte.

¿Tú tienes algún punto, Rosanna?

RD - Sí, yo hago una suerte de entrevistas por mail con informantes calificados, que trato de que sean de todos los departamentos, y había uno que decía: "El aterrizaje que se viene es bueno desde el punto de vista ecológico. Se tranquilizan las agriculturas al mango, cultivo tras cultivo, se moderan los precios de la tierra y las rentas, que andaban por el cielo, y eso hace que vuelva a encontrar un lugar el productor medio". ¿Cómo ven esto?

EC - Hay mucho concentrado en esas dos o tres frases. Sería bueno desgranarlo.

JB - Yo empezaría por cómo veo el futuro. Veo dos etapas que no tengo claro cuánto van a durar en el tiempo: una es precios bajos con insumos todavía altos, y después precios bajos con insumos también bajos. Entonces, la primera etapa es la que más dudas me ocasiona...

EC - ...Es el cuello de botella.

RD - ¿Todos los insumos altos aún?

JB - Bajando, pero con un desfasaje. Entonces ¿cuál es la estrategia?: ¿esperar, no hacer nada, quedarse quieto?, ¿seguir actuando? ¿Hasta dónde bajar la actividad? Lo tenemos que ir viendo. Espero que este período sea corto, pero esto no es voluntarismo, hay que saber cuándo vamos a tener una nueva relación de precios, más que de valores de precios. Y ahí volver a actuar nuevamente.

Me preocupa lo primero, lo inmediato, el corto plazo. He visto respuestas muy distintas y las quiero compartir. Se está vendiendo más ración para destete precoz que en diciembre del año pasado; es una buena señal...

GV - ...Puede ser un productor a seca también.

RD - En Flores me decían que se está haciendo destete precoz para salvar las madres.

JB - Sin duda...

EC - ...¿Qué es esto del destete precoz?

JB - Es un insumo para sacarle el ternero a la madre rápidamente. Es costoso, pero permite que la madre recupere rápidamente su estado, vuelva a quedar preñada y asegure, en un momento de baja disponibilidad forrajera, que sigamos produciendo terneros.

EC - El ternero, en vez de seguir alimentándose con la leche de la madre, se alimenta con...

JB - ...un sustituto, un suplemento, una ración, que es relativamente cara porque tiene que ser muy específica para un animal muy nuevito...

EC - ...Y eso permite que la vaca...

JB - ...con buenos requerimientos, al no tener que lactar, pueda rápidamente volver a preñarse.

GV - Siempre y cuando la vaca tenga algo para comer y algo verde, porque por más que le saquemos la lactancia, si no tiene nada para comer, se va a salvar pero no se va a preñar.

EC – "Pepe" Bonica citaba este caso como una noticia positiva; ¿por qué?

JB - Yo veo que sigue habiendo una actitud proactiva para intentar mantener. Si bien es cierto que está condicionado, no solo por la crisis, sino también por la sequía, demuestra actitudes empresariales para mantener el nivel de actividad. Eso es rescatable por un lado.

También sé de otros que tienen estrategias distintas, de bajar el costo y volver a lo que se hacía antes, que era correr un agujero en el cinturón. Bajamos la actividad, bajamos los niveles y nos quedamos quietitos esperando.

RD - Como dijo otro de los informantes: "Me voy quietito al galpón y espero que pase".

EC - Tengo la frase, está fantástica; parece que es un invernador de Cerro Largo, veterano. Dijo: "El que no tenga deuda, que se vaya para el galpón a esperar quietito".

JB - Sí, hay momentos en que bajar el metabolismo es una buena estrategia, muchos lo han valorado así.

GV - Sí, pero si bien es lógico y sensato, a nivel de país es preocupante. En las otras crisis no lo podíamos hacer porque todos los productores tenían endeudamiento y, como dice el dicho, "el pelado lo que quiere es movimiento", teníamos que seguir facturando, porque si no, no cumplíamos con el banco y nos ejecutaban. Hoy las decisiones pasan por un tema empresarial, si no hay rentabilidad, tengo la posibilidad de quedarme quieto porque no debo. Pero eso sería fatal a nivel de producción.

MG - Particularmente creo que aquí la visión global de las cosas pesa mucho. Uno se puede quedar quietito, en lo particular probablemente sea la mejor solución, hoy hay un número muy importante de empresas que están enfocando el mediano plazo, tienen una serie de compromisos muy fuertes con sus comunidades, con sus empleados, entonces bajar la actividad es una solución que particularmente puede ser muy exitosa, pero en el conjunto es bastante complicada. Hay que buscar soluciones que no tiendan a bajar la actividad, sino de repente a ser todavía más productivos. Hoy se señalaba que íbamos a ser más ecológicos porque bajábamos la intensidad de los cultivos; ahí hay una falsa oposición, hacer más agricultura o más productividad genera menos efecto invernadero, porque colaboramos con el resto del planeta a bajar el nivel de anhídrido carbónico en la atmósfera. Hay que pensar bien en eso, hay que pensar mucho entre empresas y Estado, pero no por el lado de buscar subsidios o pedir soluciones porque nos está yendo mal, sino para tratar de ser ágiles, compatibles y armónicas las cosas que se puedan hacer.

Tenemos que trabajar para que la gente de la ciudad y la gente del campo no sean compartimentos estancos que no nos conocemos, sino que nos conozcamos bien y nos podamos ayudar. De nuevo, la responsabilidad de no bajar la actividad la tenemos todos, y el país necesita que no bajemos la actividad. Es un país muy pequeño, con poca gente, si somos hábiles para competir internacionalmente con productos con los que podemos competir, no deberíamos bajar la actividad. Tenemos que agregarles valor a los productos; todavía no han subido las barreras, porque al producir commodities tenemos menos barreras al mundo para entrar. Hacerlo de manera innovadora, descentralizadamente, como está pasando en las ciudades del interior, y hacer un esfuerzo grande por mirar la solución sin bajar la actividad.

EC - Vamos a darle algo de tiempo al economista, al que observa todo esto desde su laboratorio, desde el escritorio, desde la Ciudad Vieja. (Risas)

RD - No es el caso de Pablo, quiebro una lanza.

PR - Iba a protestar porque Rosanna decía que yo era de la ciudad. Nosotros tenemos un equipo de analistas que trata de poner su mejor esfuerzo para entender la economía nacional...

RD - ...Yo quiebro una lanza y por eso te invité. Es de los pocos economistas que han estado presentes en jornadas de FUCREA, donde se mete en el sector para dar las charlas.

EC - Ha ido bastante al interior, por trabajos relacionados con clientes de la Consultora y por invitaciones a una serie de eventos. Este año nos cruzamos en la Expoactiva, en Soriano.

PR - Es verdad, he tenido la suerte de ir a muchas instancias de trabajo en el interior...

RD - ...Ya casi te preguntan si sos agrónomo. (Risas)

PR - No lo soy. Tenemos que distinguir, va a haber un freno este año en el sector agropecuario, porque hay mucha incertidumbre, y la seca va a afectar la producción de algunos rubros. Es probable que haya algún descenso en algunas áreas agrícolas, porque estaban expandiéndose muy rápido, hasta tierras que quizás no eran las más competitivas, a precios más bajos, con lo cual inevitablemente va a haber un freno por un año. Pero hay una serie de cosas que han cambiado en el sector agropecuario de manera más o menos permanente. No estamos imaginándonos una vuelta a producciones mucho menos intensivas, a ciclos completos, como podía deducirse de algunos mensajes: o me quedo quietito y arriesgo poco o invierto poco.

RD - Vos dirías que eso es lo menos probable en actitudes empresariales.

PR - Después de un año en que en general las empresas de todos los rubros van a estar muy cautelosas en las decisiones que tomen, hay algunos cambios en el sector agropecuario que no deberían revertirse. El valor de la tierra, que va a caer con relación a los máximos que tuvimos hace unos meses, seguramente igual va a ser más alto que el de años atrás, porque en Uruguay hubo una expansión de la actividad agrícola, hay más competencia por la tierra, y ese mayor valor de la tierra que se deriva de esa mayor competencia obliga a invertir más por hectárea. Es la única forma de mantener una producción en la que un insumo clave –la tierra– se encareció, hay que sacarle más producto. Por lo cual, en un sector agropecuario que invierte mucho más por hectárea, que por lo tanto asume más riesgos, las estrategias empresariales que antes apuntaban a invertir menos y a correr menos riesgos están siendo desplazadas por la competencia de la tierra. Eso es bueno para el país, porque genera más inversión por hectárea, más productividad, más crecimiento, obliga a las empresas a especializarse más en la gestión de riesgo. Esas cosas no van a cambiar sustancialmente, deberíamos cuidar que no se reviertan a instancias de políticas públicas que eventualmente ataquen equivocadamente algunos cambios que están ocurriendo en el sector agropecuario.

EC - ¿Qué problema podría haber de políticas públicas?

PR - Por ejemplo, el hecho de que la tierra haya aumentado de valor, más allá del ajuste que esté por procesarse en estos meses, inevitablemente hace que las empresas tiendan a ser más grandes. Típicamente el productor pequeño tiene menos incentivos para comprar más tierra, que es más cara, que lo obliga a tomar muchos más riesgos para seguir en el negocio, que las grandes empresas, que tienen más capacidad financiera para tomar esos riesgos. Con lo cual, entre los cambios que nos imaginamos, un sector agropecuario que tiene mucha más inversión por hectárea y una tierra más cara viene de la mano de emprendimientos de mayor tamaño. Y viene de la mano también de mayores capitales extranjeros. Uruguay precisa la inversión extranjera para crecer y el sector agropecuario es una formidable atracción para esa inversión extranjera.

EC - Yo te preguntaba qué errores podrían cometerse desde las políticas públicas.

PR - Tratar de evitar el aumento de la inversión por hectárea, que viene de la mano de los cambios de la propiedad de la tierra.

***

EC - Reiteradamente llega una pregunta de la audiencia que tiene que ver con la sequía: "¿Por qué, entre las decisiones a tomar, no se invierte y se instalan sistemas de riego en vez de esperar asistencia del Estado? La asistencia debe ser solo para sectores vulnerables".

¿Cómo ven este tema del riego, que vuelve a aparecer en una crisis como esta?

MG - Yo no he escuchado acá que se pida asistencia del Estado, la conversación ha sido sobre integrarnos y hablar cada vez más público y privados. En cuanto al riego, a Uruguay le cabe todavía una porción grande. La semana pasada tuve la oportunidad de conocer el Estado de Goiás, en Brasil, y quedé impresionado con la cantidad de riego, todo era represas y riego por pivote central, en una zona donde llueve 1.600 milímetros. Acá la restricción es que lloviendo 1.200 no necesitaríamos y teóricamente con un consumo de 500 milímetros por cultivo nos da para hacer dos cultivos por año y funciona bien. Pero después el agua ni viene toda en el momento en que la necesitamos ni en la cantidad que podemos aprovechar. Hay un camino ahí para desarrollar, algo se está haciendo, y tenemos sectores como el arrocero que hacen un uso espectacular del agua. Lo cultural frena muchas veces los cambios.

EC - ¿Es lo cultural o son los costos? Se insiste mucho en lo que implica una inversión de ese estilo. ¿Qué dicen ustedes?

JB - Tú nombraste al sector arrocero y el sector arrocero también sufre la crisis; te voy a hablar a partir de la experiencia de un establecimiento que yo administro. Normalmente el 15 de enero tendrían que estar pasando por el Río Cebollatí 4.800 litros por segundo y están pasando menos de 2.200. Hay soluciones para eso, pero van más allá de los esfuerzos que pueda hacer un establecimiento aislado. La solución es una represa reguladora aguas arriba en el Cebollatí, que cuando el río está pobre en un año malo como éste, regule y tenga agua para mantener un caudal constante.

Pero aquí vamos no a sentir lástima cuando uno pide o lleva ideas al resto de la sociedad a través del gobierno, pero hay esfuerzos que hay que hacer con fuerzas mayores que las de cada establecimiento. En este caso, para hacer una represa reguladora, ya sea en el Cebollatí, en el Olimar o en el Tacuarí, se afectan intereses de ganaderos, se afectan intereses del Estado, porque hay que correr el diseño de la Ruta 8 y líneas de alta tensión de UTE. Son cosas grandes, para tomar esas decisiones tienen que participar varios, además de quien hace la inversión, que es muy importante.

Yo quiero trasmitir este mensaje: cuando uno plantea esfuerzos que vengan de afuera, que no alcance uno a estar solo, lejos de pedir lástima y de llorar, es compartir cosas. En este momento estamos recibiendo muchos mensajes y es bueno que se sepa que no todos son a favor de lo que estamos diciendo...

EC - ...Hemos ido dando cuenta de algunos de ellos.

RD - La mayoría es en contra.

JB - Pero yo quiero resaltar lo bueno de esto, que es que todos somos uruguayos, el campo y la ciudad, más allá de que "te veo mañana temprano" quiere decir cosas muy distintas en la 7.ª de Treinta y Tres y en Rincón y Misiones; la hora en sí, objetivamente, es muy distinta, pero somos todos uruguayos y cuando Forlán hace un gol lo gritamos todos. Entonces, lejos de estas diferencias, nos necesitamos todos.

EC - En la línea de la protesta viene este mensaje.

Víctor: "Una de las cosas que deberían haber pasado para mantener la inflación baja y por ende los costos bajos, es que la baja de precios de las materias primas se trasladara a los precios internos de los productos que se consumen en el país, principalmente alimentos, que ocupan un espacio muy importante en la canasta básica, y esto no pasó".

JB - Frente a una crisis internacional hay cosas que podemos o no hacer nosotros. Esto depende de nosotros, de los uruguayos. Sin duda hay distintas maneras de organizarse en la comercialización que pueden afectar esto. Yo estoy en los dos bandos, soy arrocero y ganadero, comercializo productos que se generan de distintas maneras. En el caso del arroz con un precio de convenio, una estabilidad, una experiencia que ha sido exitosa, pero que desde otros sectores no se comparte, en particular del ganadero. El ganadero quiere tener un poder negociador grande, el frigorífico también quiere tener un poder negociador grande y se cascan todos los días del año comprando y vendiendo ganado.

EC - "Se cascan todos los días del año..."

RD - Lo hemos vivido en varias tertulias, recuerdo cuando Secco dijo "acá no somos todos amigos".

EC - Me causó gracia el término.

JB - Lo mismo hace doña María cuando va a la feria, si puede comprar más barato lo hace, o ahora que se viene Navidad y es normal que compremos regalos, nos fijamos un poco en los precios, y si podemos comprar lo que queremos más barato lo vamos a comprar. Es lógico.

GV - Un comentario sobre que no se trasladó la baja de precios a productos en el consumo. Ese oyente tiene que tener claro que al productor sí se le trasladó la baja de costos, el productor sí está vendiendo su ganado, su trigo muy barato. Lo que está pasando en el medio no responde al productor.

JB - Sería bueno que el consumidor final supiera cuánto bajó el precio –hablando de carne–, cuánto bajó la exportación, cuánto bajó al productor y cuánto bajó al consumidor local. No ha sido igual esa experiencia. Es bueno que se averigüe y se comente ese tema.

PR - Dos o tres cosas. Este es un tema crítico en el estado de la opinión pública, que tiene que ver con cómo funcionan los mercados y los precios. Determinar cuán bien funciona un mercado, cuánto de la baja de precios pasó o no pasó, no es un tema tan sencillo de realizar, y en particular es muy poco útil tomar comparaciones arbitrarias, en tal período el precio bajó tanto o cuanto, porque no sabemos si el momento que tomamos como inicio de la comparación había una situación razonable, o si ya en ese momento había algún grado de desajuste. Nosotros tenemos varios análisis hechos que muestran que en general los precios de exportación de la carne repercuten muy directamente en los precios del ganado, y que los precios de exportación de la carne y del ganado repercuten muy directamente en los precios de la carne al consumidor. Los precios de la carne al consumidor están bajando, a nuestro juicio deberían bajar más en los próximos meses si no se revierten los precios internacionales, pero también hay un tema de la velocidad de los ajustes, hay muchos participantes en las cadenas. Es importante que esos análisis parciales de cuánto bajó o subió tal o cual precio no nos lleven a perder de vista que Uruguay en los años noventa hizo una transformación fundamental para el sector agropecuario, que fue que liberalizó una gran cantidad de mercados, que eliminó una gran cantidad de distorsiones que desalentaban la inversión. Esa mayor libertad que tenemos hoy para la formación de todos los precios es una de las cosas que no deberíamos perder, porque está en la base del desarrollo agropecuario de los últimos 10 años.

EC - ¿Por qué lo dices? ¿Percibes tentaciones de tocar esas libertades?

PR - En momentos de crisis siempre está la tentación de tratar de solucionar lo que anduvo mal, y a veces se soluciona lo que no anduvo mal. Hay un viejo dicho inglés que dice "si funciona, no lo toques". Entonces identificar con cuidado y con mucho rigor técnico qué está andando bien y qué está andando mal es clave para actuar con un buen discernimiento. Hoy no tenemos elementos para concluir que tenemos que cambiar la forma en que están funcionando los mercados agropecuarios en Uruguay.

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EC - Sobre el final, vamos a hacer una nueva ronda sobre cómo plantarse frente al nuevo escenario, tanto a nivel individual, del productor o del industrial vinculado al agro, como del país y eventualmente del gobierno.

GV - Primer comentario, es todo relativo. Desde el punto de vista de la crisis, estando en la parte de producción de alimentos, como estamos en el sector agropecuario, posiblemente seamos los que veamos los cambios positivos primero. No sé si van a volver los precios altos o no, creo que tiene que volver la rentabilidad.

EC - ¿Hay alguna previsión con respecto a los precios? Más temprano mencionamos algunos ejemplos; puedo agregar la leche en polvo, que en febrero llegó al máximo de 4.750 dólares por tonelada y hoy está en 2.700 dólares. ¿Qué se puede pensar del futuro, en esta materia o en las otras que hemos manejado? ¿Hay alguna idea?

MG - El mundo no lograba producir grandes excedentes de alimentos con los precios récords que tenía; y con estos precios va a bajar la producción, y la demanda, que es lo que viene determinando los precios en el último período, va a volver a cinchar. Eso no quiere decir que volvamos a tener precios tan altos como los que tuvimos, pero sí mercados que van a estar marchando y una demanda importante de lo que producimos. Eso en cualquier negocio es importante. También es fundamental ganar dinero, que haya rentabilidad, pero primero hay que tener una demanda fuerte. La demanda fuerte va a estar, porque en todo lo que hemos visto de crisis nadie ha visto que alguien deje de comer, ni en los planes que hemos hecho en las empresas hemos planteado ese tipo de cosas, y no he visto ninguna estadística que diga que la población dejará de crecer al ritmo al que lo venía haciendo.

EC - Disculpen que interrumpí con el tema de los precios. Sigamos con la vuelta.

GV - Iba en esa misma línea. Toda esta crisis generó conmoción, y la gente está mirando la bolsa, con el famoso que se mandó el negocio de los 50.000 millones, y no ha mirado los números de los stocks sobre los consumos, que siguen siendo alarmantes, porque si se resiente la producción indudablemente esto va a cambiar. Lejos de dejar de producir, los productores tienen que actuar como empresarios, con mucha responsabilidad, ir valorando el riesgo, y dejaría la etapa de dejar de producir si estos precios y la no baja de los insumos persistieran por mucho tiempo.

RD - En la tertulia de Melo se habló de actuar con cautela, fue la palabra que llevó una suerte de consenso cuando el Tejar decía que de todas las inversiones que tenía previstas iba a analizar una por una y ver estrictamente cuáles eran las necesarias. En eso, y retomando parte de la Jornada de Información Económica de FUCREA, creo que hay una suerte de consenso.

GV - Debemos hacer un mea culpa, en el momento de crecimiento de los precios se hicieron muchas locuras. Porque el precio todo lo corregía, íbamos a comprar un insumo y no importaba lo que valía, lo comprábamos; si íbamos a arrendar un campo pagábamos un 50% más y a los dos meses estaba corregido y era bueno. Eso tenemos que capitalizarlo, tenemos que aprenderlo, e indudablemente todas las decisiones que se tomen de aquí en más tienen que ser analizadas con absoluta profesionalidad.

JB - Yo veo una luz fuerte, brillante en el futuro. Veo un río por delante, pero como el mayor de los contertulios, quizá he desarrollado una mayor capacidad de...

EC - El mayor de los contertulios... ¿Qué edad tiene?

JB - 53 años.

RD - Tiene cara de niño.

EC - Guillermo tiene 50, Marcos Guigou...

MG - ...42.

PR - 40.

EC - Que siga hablando el mayor, entonces.

JB - He desarrollado una capacidad de nadar abajo del agua que va a ser necesaria por un cierto período que no tengo muy claro qué largo es. Pero tengo que cruzar este río, y creo que esta luz y este optimismo que quiero trasmitir finalmente son buenos para mi empresa, para mi familia, para mi sector, pero también para toda la sociedad. Y no he comentado el caso de un matrimonio muy joven, de muchachos de Montevideo, que vi trabajando en un tambo en Rocha, muy contentos: ellos por su nueva actividad, y sus empleadores porque encontraban gente sin vicios, que era la mejor mano de obra para el emprendimiento que estaban haciendo. Quiero reafirmar el agro al servicio de nosotros –no quiero mentir, lo que más me interesa es que me vaya bien a mí–, pero con el concepto solidario que tenemos todos los uruguayos y para toda la sociedad. El agro está a la orden.

PR - Dos o tres comentarios. ¿Cómo nos paramos ante esta crisis? Si pensamos en el rol de las políticas públicas, cuidar que los mercados sigan funcionando bien como han funcionado es un elemento clave; la competitividad es otro elemento clave para que el país pueda ajustar sus costos domésticos a un escenario donde es más probable que los precios de los commodities en dos años no mejoren sustancialmente con relación a lo que hemos visto ahora. Tendemos a ver que hubo un aumento muy fuerte de precios, disparado por un recalentamiento de la economía mundial y por un auge muy especulativo; lo único que quiere decir eso es que probablemente no veamos los niveles de rentabilidad tan altos que vimos en el pasado porque los costos también van a bajar, y la producción agropecuaria debería continuar creciendo en los próximos años, con niveles de rentabilidad más razonables.

Y lo último es cómo se para la sociedad. En general todos los actores tienden a poner una falsa oposición entre el campo y la ciudad, pero Uruguay en los últimos años vio crecer fuertemente a su sector agropecuario y vio crecer fuertemente al resto de los sectores de la actividad económica, vio recuperarse el salario, bajar el desempleo hasta niveles mínimos en 20 años, no hay una oposición entre el campo y la ciudad. Lo que precisamos como sociedad es que la economía crezca lo más armónicamente posible, y eso involucra la expansión de todos los sectores a la vez.

MG - Yo creo que Uruguay sigue teniendo una enorme oportunidad, somos pocos, en un país con muy poca gente, con recursos enormes, con capacidades, talentos en su población; tenemos que trabajar en conjunto y ser muy activos porque asustarnos y no tomar decisiones sería lo más complicado. Creo que no existe ningún tipo de choque entre ciudad y campo ni entre la empresa y el resto, no existen empresas exitosas en sociedades que no sean exitosas, y el mundo ha demostrado que tampoco existe lo contrario.

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Transcripción: María Lila Ltaif