(Emitido a las 7.42 hs.)


JOSÉ IRAZÁBAL:
La falta de lluvias es un fenómeno que preocupa y mucho. Es una sequía que se está extendiendo desde hace varios meses en el sur del país básicamente, pero afecta a todo el territorio.

El presidente Tabaré Vázquez convocó a las 11:00 de esta mañana, en la residencia de Suárez, a varios de sus ministros y a los jerarcas que integran el Sistema Nacional de Emergencia para analizar la situación de sequía y también los incendios forestales que castigan varios puntos del país.

Paralelamente, se está esperando para hoy la reunión de un par de comisiones de emergencia sobre el tema de la falta de agua. La comisión de Emergencia creada por la Rendición de Cuentas en el 2007 y que analizará los efectos de la sequía y seguramente va a declarar la emergencia agropecuaria. ¿De qué sirve que se declare la emergencia agropecuaria? Va a ser el disparador que necesita el Estado para liberar algunos fondos especiales que puedan convertirse luego en medidas concretas para ayudar a los productores.

También se va a reunir una comisión similar esta tarde pero que entiende en situaciones de catástrofes climáticas en el sector de la granja.

Vamos a meternos un poco más en el sur del país y conocer qué es lo que está pasando en el terreno, en los campos, con los productores del sur del país justamente con esta sequía, con esta falta de lluvias en el último año.


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JI – Le estamos dando los buenos días a Andrés Camy, presidente de la Asociación Rural del departamento de San José. ¿Dónde está usted concretamente a esta hora?

ANDRÉS CAMY:
En este momento estoy en la ruta 23 en el kilómetro 120, estamos al norte de la capital de San José donde tenemos el establecimiento rural.

JI – ¿A qué actividad se dedica usted concretamente?

AC – Nosotros, en una empresa familiar, tenemos un establecimiento lechero, también hacemos ganadería de carne y también incurrimos en la actividad agrícola en una sociedad que tuvimos con productores del departamento de Colonia y que por motivos de la situación climática se ha dejado un poco de lado.

JI – Concretamente, si usted tuviese que contarnos al día de hoy cuál es la situación en los campos de San José, ¿qué nos diría?

AC – Yo creo que es muy difícil hacer una apreciación con palabras de una situación tan difícil y tan angustiante para todos los productores agropecuarios, para quienes estamos metidos día a día en la producción agropecuaria. Ver cómo están los campos, el estado de los animales en una época en la que habitualmente la oferta de forraje y todo lo que era la parte productiva a nivel de los establecimientos eran de las mejores épocas, que era la salida de la primavera y la entrada del verano. Lamentablemente la falta de lluvias de este último año, año y medio, ha llegado a una situación límite, luego de tener creo que la sequía más importante a nivel de una primavera. En nuestro país, la producción de forraje en un campo tiene su máximo punto de producción en la primavera y es ahí donde todos aprovechamos para hacer las reservas de forraje, principalmente para el invierno que es el momento más duro que se vive a nivel de la producción agropecuaria.

JI – Ese es un dato interesante también. Mucha gente dirá que hay que buscar una solución puntual para superar en verano la falta de lluvias, que después va a venir el otoño, el invierno y allí comenzará a llover y se va a recuperar la cosa. El tema es justamente que el forraje que usted decía que no se pudo generar por la falta de agua en la primavera pasada puede terminar sintiéndose justamente en esa estación que se viene, porque no va a haber alimentos para los animales.

AC – Sí, sin lugar a dudas. Uno tiene que ser bastante consciente o inteligente a la hora de utilizar términos, pero nosotros hemos tomado esto como una guerra. Esto hay que vivirlo día a día, porque lamentablemente la situación se ha ido un poco de las manos; la escasez ya no sólo de alimentos sino la escasez de agua, que es la que más preocupa; se han secado pozos semi surgentes de más de 30 metros de profundidad y todo lo que es el agua natural que hay sobre el suelo, llámese arroyos o cañadas, ha desaparecido en este último tiempo y creo que eso es lo que más agrava la situación.

Y si bien decías que en primavera es el momento del año en donde hacemos las reservas, se pudieron hacer muy pocas reservas y las que se hicieron es lo que se está dando ahora. La eventualidad está llevando a vivir el día a día y a tratar de guardar un poco la parte productiva en esta etapa del año y todavía no nos hemos ni puesto a pensar lo que va a ser el invierno que viene.

Ya hemos tenido que tomar medidas drásticas, como enviar animales a faena en estado reproductivo de preñez, que son animales que iban a ser productivos para este otoño, porque sinceramente es imposible aguantarlos arriba del establecimiento. Con motivo de la bonanza del sector productivo, donde los precios llegaron a los puntos más altos de su historia, todos los productores apostamos a producir más, a aumentar el aparato productivo agrandando nuestros establecimientos principalmente en base al aumento en cantidad de animales, y hoy la realidad hace que lamentablemente tengamos que desprendernos de toda esa producción y toda esa inversión que hicimos, porque la situación está en el límite de lo tolerable y han sido decisiones que uno lamentablemente tiene que tomar.

JI – Allí usted toca un punto clave y se pone sobre la mesa cuando se analiza esta situación que es si realmente los productores tuvieron las previsiones suficientes. Usted hablaba de épocas de bonanza que se acaban de atravesar, muy importantes para el sector productivo, ¿se tomó en cuenta? Lo decíamos también, la sequía no es de ahora, es un fenómeno que se viene dando, o sea, no se cubrieron los porcentajes normales de lluvia durante prácticamente un año, un año y medio. ¿Qué hicieron los productores en ese tiempo? ¿Tomaron las precauciones necesarias?

AC – Sin lugar a dudas. Sinceramente, los que vivimos pura y exclusivamente de la producción agropecuaria estamos permanentemente apostando al país productivo, país productivo del del que se habló mucho en estos últimos años y creo que en eso fuimos abanderados, más cuando las señales eran buenas, con precios que llegaron a valores históricos y no sólo por los precios sino también por todo lo que fue la apertura a nivel de inversiones extranjeras que obligaban al productor nacional, al productor que está radicado en la producción nacional, a competir también con inversiones de capitales importantes; para poder mantenerte en una competencia tan fuerte no te queda otra que ser eficiente a la hora de producir y toda esa eficiencia te llevaba a tomar recaudos de todo tipo.

JI – ¿Pero hubo perforaciones, se intentó de alguna forma enfrentar el problema que se veía venir, de la falta de lluvia, la falta de agua?

AC – Sí, no te puedo dar números para no incurrir en algo que me podría equivocar, pero en estos dos últimos años creo que se hicieron perforaciones como nunca en la historia. Porque a veces un poco se malinterpreta, principalmente a nivel de la sociedad urbana; en los momentos de bonanza que se pueden generar a lo largo de la historia –que no han sido muchos- la capacidad de reinversión que tenemos siempre la volcamos rápidamente hacia la empresa. O sea, si hacemos algún peso de más no lo vamos a invertir ni en bienes inmuebles ni nada, simplemente en mejorar nuestras empresas para ser más eficientes, y todo eso que se generó se volcó nuevamente en la tierra en hacer más praderas, en hacer pozos semi surgentes, invertir en genética, en mejorar los establecimientos. Para los que son conocedores del tema, simplemente con una recorrida visual por el interior del país uno se daba cuenta lo que cambió el campo uruguayo en estos últimos dos o tres años debido a esta bonanza.

A veces, cuando pasan situaciones como esta, que escapan a cualquier prevención, me gusta decir que la información que utilizamos para poder estar en este mundo globalizado fue también la que tal vez nos llevó a estar pasando este momento difícil, un poco apretado. Los economistas y los grandes estudiosos de los temas decían que esta bonanza internacional iba a ser por tres o cuatro años y eso nos llevaba a todos con alegría y con confianza a reinvertir y capaz que a no haber guardado algún pesito debajo de la almohada como tendríamos que haber hecho. Simplemente lo hicimos pensando en que en base a la producción podríamos crecer, no sólo nosotros sino crecer el país que era lo fundamental, y era un poco de lo que se jactó el gobierno durante todo este tiempo, desde que se hizo responsable de la bonanza. Por eso también los que estamos trabajando a nivel gremial le pedimos responsabilidad también a la hora de dar una mano en esta situación tan difícil.

JI – Ya que hablamos del gobierno y que hablamos de esta situación que están atravesando los campos de San José, una realidad que también abarca a otros departamentos por supuesto, sobre todo de la zona sur: ¿qué se le puede pedir al gobierno en esta circunstancia puntual, ante estos problemas que usted está nombrando?

AC – Lo primero fue realmente que el gobierno estuviera convencido de la situación que estábamos viviendo. Lamentablemente estos últimos tiempos -hasta hace menos de una semana- escuchamos hasta al ministro de Ganadería -que es nuestro ministro- decir que la situación no era tan catastrófica y que solamente había un porcentaje pequeño del área nacional afectado por la sequía, y a nosotros los productores de todo el país –con los que estamos en permanente contacto- nos decían que estaban angustiados y viviendo una situación extremadamente difícil. También escuchamos a algunos otros políticos que tienen responsabilidad a nivel del Ejecutivo tratando de minimizar la situación; para uno eso sinceramente es lamentable y a veces palabras fuera de lugar causan rispidez. Eso era lo primero que pedíamos que se conociera: la situación que estábamos viviendo, donde hay productores de una escala pequeña que lamentablemente no van a poder superar esta difícil situación. A su vez también veíamos la posibilidad de tomar algunas medidas rápidas y drásticas que pudieran palear...

JI – ...¿cuáles son esas medidas rápidas y drásticas que se pueden tomar en este momento según ustedes?

AC – En realidad nunca lo pedimos pero creo que a veces situaciones que son realmente extraordinarias necesitan soluciones extraordinarias. Hay un sector de la producción, principalmente pequeños productores, productores granjeros, productores lecheros, que si no se les da una asistencia directa -estamos hablando de un subsidio- probablemente no puedan salir de esta situación difícil como te decía.

Y después las empresas de cierta escala deben tener la posibilidad, ahora, en el corto plazo, de las obligaciones tributarias... Sé que suena muy feo eso, siempre se dice que no queremos pagar pero no es real; la realidad es que hoy no hay liquidez ninguna, los números están a la vista, los puede pedir cualquier persona que por ejemplo hable con Conaprole, donde hay productores remitentes que no están cobrando un peso hoy porque tienen los números en rojo; no se está pudiendo vender ganado y el poco ganado que se vende se vende a precios de ruina.

Y bueno, hemos pedido prórrogas de vencimientos como los del Banco de Previsión Social, de las contribuciones rurales, pateando un poco para adelante para poder pagar nuestras obligaciones -si Dios quiere- cuando se acomode un poco la situación, pensamos que para la primavera del año que viene.

Después hay medidas que ya las hemos dicho pero se vé que no se pueden ni tocar, como por ejemplo el IVA a la luz eléctrica; acá el sector lechero consume mucha energía eléctrica y un 22% realmente es mucha plata para un productor mediano. También hemos hablado del gasoil; es importante que la prensa venga a ver lo que es la dinámica del departamento. Hoy no son los tractores que están andando arriba de la tierra porque la seca no deja absolutamente nada, sino camionetas, camiones, tractores con zorra llevando agua de lado a lado por lo que el gasoil también es un insumo imprescindible para poder sortear esta situación, y por más que sabemos que ha bajado ojalá Ancap hubiera tenido el mismo golpe que hemos tenido los productores, que pasamos de ganar 1 peso a estar ganando 40 centavos -estamos hablando de más de un 60% de baja-, y uno a veces ve que en Ancap no pasan esas cosas por más que se derrumben los precios de los insumos. Pero bueno, son comentarios que uno hace también porque trabaja un poco en el ámbito gremial.

Y eso es un poco lo que pedimos en el corto plazo, la asistencia a un sector de la producción que realmente está pasando una situación histórica. Los que estamos día a día viviendo con ellos, con la angustia que están pasando, hasta hemos llegado a hablar con el obispo de San José para también tener una ayuda de manos de la fe y acompañar a muchas familias que están realmente pasando muy mal.