Miguel Bidegain, integrante de la asamblea de los 29, señaló que el margen de maniobra para el productor es muy pequeño, ya que este no deja de invertir en los volúmenes de remisión de leche: "Cuando no hay margen, el poder de maniobra dentro de la estructura de costos es muy pequeña. Todo se puede hacer, pero de los niveles de remisión se desprende que el tambero no baja su esfuerzo de trabajo, su presión ni el nivel de inversión. Llegamos a un marzo con niveles de remisión superiores al 2008 cuando teníamos un precio de alrededor de 40 centavos de dólar y hoy estamos hablando de 19, por lo tanto, creo que el productor debe demostrar su inteligencia. Así como también creo que en alguna medida, trata de presionar sobre las industrias para que esto sea lo mismo, que las industrias extremen la baja de costos y las mayores productividades con el fin de que reflejen un mejor precio de leche. El negocio no está cerrando y el tiempo para adelante es impredecible".

Bidegain aseguró que en caso de continuar esta realidad, tanto los pequeños como los grandes establecimientos lecheros continuarán desapareciendo: "El tambo más grande es el que tiene opciones de corrimiento hacia la agricultura cerealera o hacia la propia ganadería, buscando más rentabilidad. Y el tambo pequeño todos pensamos que va a ser otro colador, este tipo de circunstancias siempre lo fueron. Las ayudas del estados siempre han sido insuficientes para mantener esto. Hay un esfuerzo muy grande de la cooperativa de pagarle la luz a los tambos, a las sociedades médicas, entramos en un círculo en una espiral descendente en la que tuvimos situaciones difíciles. Allá por el 2003 tuvimos precios de leche hasta de siete centavos, pero fueron circunstancias de muy corto plazo y que permitieron rápidamente una recuperación del sector. La de este año se está extendiendo demasiado".