De acuerdo al ingeniero agrónomo Capurro, los productores laneros abandonan la producción "por imposibilidad o han retirado de los campos donde tienen problema que generalmente son los potreros de costa, han retirado los lanares", afirmó en el programa En Perspectiva. "Los jabalíes en la noche se mueven mucho y lejos de la costa hacen daño también. Se mueven cuatro o cinco kilómetros sin problema en el correr de la noche", explicó.

Según un relevamiento del SUL, las principales zonas afectadas estarían en Lavalleja, Durazno, Florida, Treinta y Tres, Cerro Largo, Rocha, Maldonado, Flores, Tacuarembó y Paysandú.  "Se ha desparramado por todo el país y hay algunos lugares muy problemáticos".

Un estudio elaborado por los ingenieros Alberto Folle y José Aguerre concluyó que las relativamente nuevas plantaciones forestales significan una especie de "nicho ecológico" muy favorable para su proliferación. "Donde hay forestación el jabalí encuentra un hábitat ideal y se expande en esas zonas. El jabalí encuentra allí posibilidades de reproducción y de alimentación y de tranquilidad y eso hace que crezca en forma importante", afirmó Capurro.