El encuentro fue organizado por OPIC-IMS, donde participaron 45 técnicos de 20 países, Pablo Caputi, integrante del Instituto Nacional de Carnes (INAC) representó a Uruguay. Allí se evaluaron los efectos del cambio climático y las nuevas demandas de los consumidores.

Caputi, director de la Dirección de Informaciones y Análisis Económico del INAC, realizó una presentación sobre las perspectivas de las cadenas vacuna y ovina en nuestro país en el 2009.

En cuanto a los efectos de la crisis, Caputti señaló que serán menores en países como Uruguay exportadores de alimentos: "La crisis pega en forma simétrica a los países y a los sectores, porque América Latina ya tuvo en los 90 su década perdida, no estamos en condiciones de perder más. El sistema de crédito del uruguayo se ha acostumbrado a financiar de mil formas distintas, pero no en el sistema financiero. Eso pasa en muchos países de América Latina, por lo cual, naturalmente la crisis le pega menos que lo que le pega a los países desarrollados. Después hay asimetría en los sectores, si uno está en el sector de finanzas o seguro, sufre la crisis duramente, pero es menos en el sector industrial y menos en el sector de alimentos. Dentro del rubro alimentos las carnes sufren bastante menos, las más caras que son las ovinas van a sufrir un poquito más. La vacuna también sufrirá un poco y la de pollo y cerdo sufrirán menos hasta el surgimiento de la gripe porcina, porque esto lamentablemente cambia semana a semana".

Por último, Caputti agregó que los precios continúan siendo buenos y señaló que la disminución de la demanda se compensará con la caída de producción de algunos países productores de carne: "Va a haber demanda de carne y no hay posibilidades infinitas de expansión de la oferta. Porque si uno mira los grandes productores de carne del mundo, no están exuberantemente expandiendo su stock y producciones. Me refiero a Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay y Nueva Zelanda. Porque entre los grande exportadores, cuando llegamos al número cinco aparece Uruguay, donde más que la crisis internacional tenemos un problema de sequías no totalmente solucionado ni mucho menos. No estamos con facilidad de aumentar la oferta y las exportaciones, es decir, lo que vamos a volcar al mercado mundial es más o menos lo mismo. Si uno suma todo eso, vemos que la demanda cede pero la oferta también cede. Como la oferta también se retrae, los precios difícilmente sean más bajos que lo que estamos observando ahora", concluyó Caputi.