El director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Recaredo Ugarte, explicó en primer término los pasos que ha desarrollado nuestro país, para alcanzar este status. "LA OIE para declarar a un país como libre (de esa enfermedad) requiere que ese estado tenga prohibida la alimentación de los rumiantes con harinas de carne y hueso de los propios rumiantes. En ese sentido, nosotros hemos ampliado la reglamentación para darle mayor seguridad y Uruguay impide que se le de alimentos integrados de harinas de carne y hueso de mamíferos. Esto es una exigencia extra e importante para dar tranquilidad". Asimismo, los países deben demostrar que han buscado la enfermedad clínicamente a nivel de campo y a nivel de plantas de faena durante un período de al menos ocho años, explicó Ugarte. Y agregó "en tercer lugar, durante ocho años también, los países tienen que haber prohibido la administración de esas harinas y por esa causa es que los cinco países tenemos la condición de ‘provisoriamente libre’ porque nos falta un año para cumplir los ocho de vigilancia en los cuales no ha aparecido la enfermedad clínica. Ocho años se considera el período máximo para que esta enfermedad se manifieste. Además, Uruguay está obligado a hacer 400 pruebas anuales de cerebro de distintos orígenes, ya sea de campo o de frigorífico, de animales caídos en los que se haya descartado la enfermedad. Uruguay tiene documentado eso. También tiene que estar clasificado de acuerdo a su población. Uruguay por los 11.000.000 de animales que tiene, debe hacer un mínimo de 370 por año e hizo más de 400 en 2003. Tenemos propuesto realizar en el año que estamos transitando más de 1.000 pruebas. No es para convencer sino para demostrarnos nosotros mismos que no tenemos riesgo de la enfermedad". Ugarte aseguró que esta decisión potencia las ventajas comerciales del sector cárnico, lo cual permitirá agilizar la reapertura de nuevos mercados, así como también elevar las cotizaciones de los productos uruguayos en el exterior. "Los países que compran van a tener la certificación internacional de que Uruguay tiene esa condición. Esto va a ayudar a que el país tenga un tratamiento diferencial al resto de los proveedores que no lo tienen. Creemos que la no presencia de la enfermedad, permitirá a Uruguay recuperar algún mercado pendiente con mayor rapidez y que los mercados en el futuro paguen diferencialmente la carne uruguaya". Ugarte consideró este hecho como "muy trascendente". Para él, el día en que el país fue declarado como libre de aftosa y este, son los "dos acontecimientos sanitario-político más importantes que se han obtenido en estos últimos tiempos". El jueves 18, además, culminó la misión de un mes y cinco día cargo de inspectores estadounidenses. Los mismos visitaron plantas de faena y procesamiento de productos cárnicos, además del laboratorio de residuos biológicos, metales pesados y otros productos. Ugarte adelantó que la opinión de los técnicos será positivo. En cuanto a la misión mexicana que está en nuestro país desde el lunes, Ugarte aseguró que hasta el momento no han habido observaciones por lo que la reapertura del mercado azteca está cada vez más cerca.