La muestra alcanzó a 206.700 vientres de distintos puntos del país con resultados de preñez que presentan grandes variaciones, no sólo dependiendo de las zonas afectadas, sino de las distintas medidas de manejo realizadas por los productores.

Graciela Quintans, del Área de Producción de Carne del INIA, señaló que el promedio alcanzado   estaba dentro de los parámetros alcanzados, pero destacó la variabilidad en una misma región: "El promedio era más o menos lo que esperábamos, cerca del 60% de preñez. De todas formas, es un número primario  porque nosotros tenemos un convenio, el cual nos permite alcanzar 600.000 o 700.000 vientres y vamos a estar esperando y aguardando esa muestra que es un poco más grande, que en general coincide mucho con los resultados del taller. Y lo que sorprende, como siempre, es dentro de una misma región los mínimos y los máximos, la variabilidad que hay dentro de una misma región afectada climáticamente de la misma forma".

En cuanto a qué debe hacer ahora el productor, señaló que: "Tratar de recomponer el stock, que no va a ser fácil Todos sabemos que es un gran desafío que tiene el criador en estos momentos que, además, se destaca con un desánimo en general. Cuidar las parisiones. Aquellos productores que tengan vacas preñadas tratar de cuidar como sea la parisión en la primavera. Tratar de mejorar el estado de los vientres para el próximo servicio. Utilizar la suplementación de forma estratégica en las categorías de máxima respuesta".