Más allá de estos números negativos se vislumbran signos de recuperación con una buena demanda por fibras naturales y la lana razonablemente competitiva con respecto otras fibras.

Se observa, además, una recuperación en el mercado de vestimentas, un enlentecimiento de la caída económica y un incremento en la confianza del consumidor.

De todas formas, se observa que la lana perdió visibilidad en las tiendas, que las principales características y beneficios son ignorados por los consumidores, que existe falta de comunicación con el mercado y, por ende, es necesario una mayor promoción y motivación a nivel de minoristas y consumidores.

Pedro Otegui, vicepresidente de la Cámara Mercantil, explicó que de la mano de Australia se están comenzando a promocionar nuevamente las lanas para recuperar el consumo.

"En ese sentido, yo creo que es bueno lo que estamos viendo en los últimos meses para acá de Australia, que es el principal productor exportador de lanas. Que los australianos vuelven a destinar una parte importante de su presupuesto del año a temas de marketing. Con lo cual, era algo que estábamos extrañando en el mundo, la ausencia de Australia de abandonar el logo de la Woolmark y todo el marketing que había detrás de ello. En la medida de las posibilidades la propia Federación Lanera también empieza a hacer lo suyo con lo cual la complementación de unos con otros, ciertamente debiera redundar en una mejor llegada al consumidor y que el consumidor tenga mayor preferencia por productos que contengan lana", indicó.

Otegui se refirió también al posicionamiento de Uruguay en este contexto mundial, asegurando que nuestro país es reconocido por todos los mercados como exportador de materia prima con cierto grado de procesamiento.