Según datos del último informe de coyuntura de Opypa sobre oleaginosos y sus derivados, la evolución alcista parece sostenerse en fundamentos propios del mercado oleaginoso, caracterizado por una ajustada situación de las disponibilidades globales, previéndose caídas significativas en las existencias y en el indicador existencias/consumo para todos los productos del complejo (granos, aceites y harinas) al cabo del ciclo 2008-2009.

Gonzalo Souto, técnico de Opypa, explicó que en particular, para la soja y sus derivados se proyectan reducciones de existencias de 19% para el grano, 5% para el aceite y 18% para la harina.

"Algunos aspectos de esta evolución tienen que ver con la evolución general de los commodities, en cierta forma están relacionadas, pero también con aspectos de fundamento, uno de ellos que ha sido muy significativo para dar precios a la soja ha sido la evolución de la oferta del cono sur americano, que ha sido bastante disminuida respecto del año 2008. La cosecha 2008-2009 para los países del cono sur tuvo un tono negativo, salvo Uruguay que fue el único país que la cosecha creció en el último año, todos los otros países muestran descensos en su producción. En algunos casos es más significativo, como es el caso de Paraguay, en otros casos menos significativos, pero muy importantes en términos absolutos como es el caso de Argentina y Brasil".

El precio de exportación del girasol en los puertos argentinos promedió 340 dólares por tonelada en el mes de junio, mostrando similar dinámica a la de la soja, aunque la caída resultó más pronunciada y la recuperación menor.

"En el girasol pasó lo contrario. Se deprimió bastante más el mercado de aceites y, por lo tanto, eso arrastró bastante más a la baja el precio de girasol y de hecho se ha mantenido en niveles de precio inferiores incluso al de la soja durante todo el año 2009, lo cual es bastante atípico. Normalmente, el girasol vale más que la soja, en estos últimos meses ha estado por debajo y además en el caso del girasol ha encontrado una situación productiva a nivel local muy castigada por la sequía, los cultivos se portaron bastante peor que otros a las condiciones de la falta de agua y la productividad media de esta última cosecha fue de 900 kilos por hectárea, lo cual combinando obra rendimiento con precio inferior al que se esperaba, da ingresos muy disminuidos".