Terrible por ese jingle insoportable, larailalalalailalaila... es la cosa más abominable que mis oidos hayan escuchado jamás. ¿No es hora de aggionarlo? Yo lo suelo usar cuando los profesionales de volante -algunos tacheros - intentan pasearme por esta ciudad. Bueno, ahora no porque sólo viajo con los 1771 - Punta Gorda Capital. Entonces, comenzaba con mi lalairalalalailalailalaila... de la vuelta ciclista, y luego decía, esteeeeeeee...perdón, mirá que yo conozco la ciudad, y no necesito un tour. Lo cantaba cuando iba acompañada, si viajaba sola, peleaba de una sin el cántico pre-aviso de mujer al borde de un ataque de nervios. Ese jingle era un mensaje sutil, y muchas veces reordenaban la ruta sin necesidad de hablar ni discutir. Pero una vez, fue tal la pelotera que si no hubiera sido por la mampara... terminábamos en golpizas mutuas. El taximetrista me hizo bajar, bajate, dale, andá, bajate, pero nos seguimos gritando a través de la ventanilla delantera. Pero eso es otra historia... Larailalailalailalaila... P.D: Si, sí, ya se que me preguntarían -como lo hizo todo el mundo- ¿y le pagaste el viaje? Mirá si le iba a pagar! Ni un mango. Me bajó a sólo 3 cuadras de mi destino. Mónica