La ganadería del siglo XXI
Con una tradición tan antigua como el propio país y 10 millones de hectáreas destinadas a tal actividad, la ganadería es el motor del agro uruguayo. En los últimos años, el avance de la tecnología y la dinámica de otras actividades en crecimiento proponen nuevos desafíos. Para discutir sobre cuál es la ganadería del siglo XXI, la Tertulia Agropecuaria reunió a los tertulianos habituales Rodolfo Irigoyen y Guillermo Villa junto al ingeniero agrónomo Pablo Caputti y al Dr. Mauricio Rodríguez. La mesa fue coordinada por Rosanna Dellazoppa y conducida por Emiliano Cotelo.
Emitido a las 9.42 hs.
EMILIANO COTELO:
En varias tertulias agropecuarias nos hemos ocupado ya del sector ganadero. Es más, este ciclo se inauguró hace cuatro años en la Expo Prado con una discusión justamente sobre la producción de carne. Y cada vez que hemos agendado este tema los debates han resultado exitosos, con mucha participación de los oyentes, tanto en las fonoplateas como por medio de los mensajes de texto y los correos electrónicos.
Semejante inquietud por este tema no parece casual. La ganadería ha sido desde siempre la locomotora del agro uruguayo. Uruguay es un país ganadero, hay 10 millones de hectáreas destinadas a esta actividad. Y a ese motivo de interés ya tradicional se han sumado últimamente los desafíos que le han planteado, por un lado las nuevas tecnologías, y por otro la dinámica que muestran otros rubros como la agricultura, la forestación y la lechería con su nueva versión.
Por eso, justamente, es que hoy volvemos sobre la ganadería. ¿Qué es lo que está pasando en el sector? ¿Qué riesgos enfrenta y qué nuevas posibilidades se le abren? ¿Qué estructuras son las que están crujiendo? ¿Cuál es la ganadería del siglo XXI?
Vamos a conversar sobre estos temas.
***
EC - Por un lado están con nosotros dos de nuestros tertulianos fijos: Guillermo Villa y Rodolfo Irigoyen, y dos invitados.
ROSANNA DELLAZOPPA:
Mauricio Rodríguez, médico veterinario, presidente de la Federación Uruguaya de Grupos Crea (FUCREA), que acaba de inaugurar el viernes una concurrida jornada económica de ganadería, y además es productor ganadero CREA en el departamento de Maldonado.
Y Pablo Caputti, ingeniero agrónomo, asesor en temas ganaderos, que ya ha estado en varias oportunidades en estas tertulias.
Hemos tenido oportunidad de participar en una jornada multitudinaria, en las II Jornadas de Porteras Abiertas de El Tejar, y tal cual se planteó allí, nos parecía interesante poner sobre la mesa de discusión cuáles son los cambios que está viviendo la ganadería. El representante de El Tejar en Uruguay, el ingeniero Ismael Turbán planteó el contraste entre la ganadería tradicional y la ganadería del siglo XXI. A modo de resumen podemos decir que la ganadería de este siglo implica la adopción de un paquete tecnológico nuevo, joven, moderno, más intensivo, con una combinación de campo y granos que aparentemente avalaría la sana convivencia entre los dos rubros, que en muchas situaciones se plantean en puja. Nos interesaba consultarlos a ustedes cómo lo ven.
EC - ¿Va por ahí la ganadería del siglo XXI?
GUILLERMO VILLA:
En teoría el planteo es muy lindo, parece racional, pero los cambios en la ganadería van a suceder en la medida en que mejore la rentabilidad del sector. Si el sector tiene rentabilidad el productor va a adoptar tecnología, va a cambiar su mentalidad. El planteo que hizo El Tejar con los números de hoy no es viable, al menos en forma general para todos los productores.
EC - Aclaremos qué es lo que plantea El Tejar y por qué dices tú que con los números de hoy no es viable.
GV - Ya lo hablamos varias veces, en Uruguay está avanzando mucho la forestación, está avanzando mucho la agricultura, la agricultura está avanzando sobre los campos en los que tradicionalmente los productores hacían los mejoramientos de praderas, que eran la clave de un sistema ganadero.
EC - No funcionar sólo a campo natural, sino tener praderas plantadas especialmente.
GV - Exacto. La etapa final de la producción ganadera, la más difícil, la más exigente, que es el engorde, se hacía básicamente sobre pasturas y se usaba muy poco la suplementación. Indudablemente esos campos en los que se hacían las praderas hoy están mutando a agricultura.
EC - Están en competencia.
GV - Están cambiando directamente, porque la rentabilidad que les está pagando la agricultura no la puede pagar la ganadería. Están cambiando en un proceso lento pero progresivo, e indudablemente la alternativa de producción con granos parecería ser la sustitución de esa producción a pastura.
EC - Producción con granos quiere decir alimentar al ganado con granos.
GV - Exacto, el animal sigue comiendo pasturas y al final del proceso, se complementa con granos, o directamente se lo encierra y se lo alimenta básicamente a granos. Cualquiera de las dos opciones, son los famosos corrales. Pero hoy la ecuación económica con los valores de los granos no cierra. El productor que encierra o suplementa un ganado lo está haciendo para seguir con la parte productiva, pero si lo analiza desde el punto de vista económico tendría que dejar de hacerlo.
PABLO CAPUTTI:
Yo voy a concentrarme en otro ángulo. Dejo dicho que el tema de los granos es polémico, porque Dios pensó que fueran rumiantes y no monogástricos; los pollos y los cerdos son monogástricos y les van bien los granos, a los rumiantes les van mejor los pastos, están pensados para esto desde hace un tiempo.
EC - ¿Tú dices que la alimentación con granos es antinatural?
PC - No lo digo yo, en Estados Unidos se han hecho estudios hace ya más de 50 años sobre ese problema. Estados Unidos llevó sus animales vacunos a granos porque en la Segunda Guerra Mundial tenía un excedente de maíz muy grande y fue una forma de valorizarlo. Pero esa es otra discusión bien interesante.
Me parece que lo que caracteriza a la ganadería del siglo XXI es la palabra integración, integración en el sentido profundo. En este país durante 100 años no pasó nada, entre que llegó Solís y llegó Hernandarias no había nada para hacer, era sin provecho, hasta que Hernandarias en 1611 trajo las vacas, ahí empezó la vida. Este país tiene 400 años que celebramos dentro de dos, comenzó cuando llegaron las vacas. A partir de ahí empezó a haber materia económica, primero el cuero y después el resto. Pero esos 400 años de historia económica vital fueron desintegrados, la ganadería estuvo desintegrada de la sociedad. Y si uno escucha la tanda de esta radio, verá convocatorias a que el ciudadano común que tiene unos pocos pesos invierta en actividades ganaderas; si mira los diarios económicos especializados va a ver obligaciones negociables ya en volúmenes mucho más grandes. La ganadería está integrada o va a estar integrada a la sociedad, y eso es muy bueno, y va a estar integrada con el resto, con la agricultura, con la forestación. Pero siempre que uno se integra se acerca, y cuando se acerca esa aproximación puede producir roces.
RODOLFO IRIGOYEN:
Como se han abierto dos temas muy chicos, yo voy a abrir un tercero.
EC - Sigamos abriendo temas; tenemos toda la mañana.
RI - Uno de contexto general. Según los expertos, hay 4.000 millones de personas en el mundo que están incrementando su nivel de ingresos de niveles muy bajos a niveles por encima de la línea de pobreza. Eso es más del 50% de la población mundial. Cuando pasa eso, cuando una persona de un nivel de ingresos muy bajo sube a uno superior, dedica todo ese incremento al consumo de alimentos. Y si después accede a un segundo escalón de ingresos, después que tiene satisfechas las necesidades básicas, cambia el perfil de la alimentación y lo orienta hacia alimentos de mejor calidad, básicamente a proteínas animales. Eso en economía se define como la elasticidad de ingresos del consumo.
Eso nos da un contexto extraordinariamente favorable, un contexto muy macro; hay que ver después cuando uno lo baja a tierra a nivel de Uruguay qué connotaciones tiene. Como planteaba Guillermo, están cerrando los engordes a corral, no en Uruguay, en todo el mundo, porque la ecuación actual no permite esa intensificación que se venía dando como un proceso muy fuerte. Pero son cuestiones que considero coyunturales, tenemos que enmarcar toda nuestra discusión en un nuevo contexto: durante por lo menos un par de décadas la situación va a ser muy diferente de la que vivimos durante 40 años, porque nacimos y nos criamos en el estancamiento. Estamos en medio de una revolución productiva y en esos términos tenemos que analizar la cosa.
RD - La mesa está equilibrada: dos miradas macro, Catalán y Caputti, y dos micro. Mauricio, escuchamos la mirada micro de otro productor.
MAURICIO RODRÍGUEZ:
Lamento decepcionarte, pero quisiera agregar un cuarto punto que es más reciente y que revoluciona toda la estructura de los agroalimentos, de los agronegocios en general. Es el uso de los granos para producir combustibles. Es otra cosa que también está pautando la evolución de los precios y de la demanda en el mundo. Y en la misma línea de lo que planteaba el Catalán, quería señalar, para que la audiencia empiece a entender estas cosas, que en China se genera el equivalente a una ciudad de San Pablo por año. Y esa gente que migra del campo a la ciudad cambia su hábito alimenticio, pasa a consumir proteínas de origen animal. O pasa a consumir aceite que sale del grano de soja. Entonces, si bien entiendo la visión de Pablo, que han estado desencontradas la ganadería y la producción de granos en Uruguay, a nivel internacional las grandes fuerzas motrices que mueven a los agroalimentos tienen que ver con esa gran demanda de proteínas de origen animal.
EC - Me queda una pregunta sobre un punto en particular. Ustedes dicen que en la ganadería del siglo XXI hay integración entre la producción de carne y la producción de granos.
RI - Integración o muerte.
EC - ¿Qué quiere decir integración en este caso? ¿Quiere decir que en un mismo establecimiento se crían vacas, novillos, y por otro lado se plantan granos? ¿Eso es la integración, nada más? ¿O la integración incluye que los granos que se plantan en ese establecimiento se utilizan para la alimentación de los animales?
PC - Es bien interesante. Primero una acotación, en proteínas animales no es lo mismo todo, hay proteínas baratas, medias y caras, en su producción y en su consumo. Las baratas son las de cerdo y pollo, las intermedias son las vacunas y la cara es la ovina. Si usted va al mundo y pide un corte ovino, sale muy caro. Carne de pollo y de cerdo salen barato. Por eso el consumo en el mundo es primero cerdo, enseguida pollo, muy lejos la carne vacuna, y absolutamente como una rareza la carne ovina. Miremos así el espectro, si no, no vamos a entender. Lo que pasa es que nosotros somos raros y producimos mucho de una proteína, que es la carne vacuna, que no es tan común. Lo más común son pollo y cerdo.
Sobre el tema integración, hoy las empresas están integradas, al estar integrado con otros no tengo que hacer todo. Esa es la gracia, ha habido un cambio empresarial muy grande en los últimos 10 años en el agro, que es: dejo de hacer todo, me concentro en algunas dos o tres cosas y el resto lo compro en el mercado. Uno no tiene que hacer todo en el mismo establecimiento, sino que a través del mercado puede obtener un abanico de opciones alimenticias. Porque nosotros simplificamos y decimos granos, pero hay fardos, hay silos, ensilaje de distinta calidad y distinta composición de la planta, hasta raciones puramente con granos. El abanico de alimentación que se abre es muy grande.
EC - Yo pensaba que también puede ocurrir que para un determinado productor propietario de un campo el conjunto del negocio se le vuelve más rentable si además de hacer ganadería arrienda una parte de la tierra para una plantación de soja, por ejemplo. ¿Eso también es integración? ¿O no estamos hablando de esa forma de integración?
MR - Tanto es así que el viernes con la moderación de Rosanna tuvimos la primera jornada de FUCREA que integraba la información económica de todos los sectores en conjunto. Esto pasa porque ese camino que tú planteas es el que están recorriendo los empresarios. Es claro que una empresa aprovecha una oportunidad de negocios cuando tiene la posibilidad de arrendar un pedazo de su tierra para agricultura. Esa es una visión absolutamente micro. Surgió del análisis de los datos que las empresas que lograron integrar la agricultura, tanto sea porque la hacen ellos mismos o porque arriendan una parte de su campo para agricultura, han tenido mejores resultados económicos en materia de ingresos que las empresas que siguen haciendo su negocio de la misma manera.
Si me permitís ir un paso atrás, creo que en la real integración vuelve a ser protagonista la agricultura. En el caso de Uruguay los sistemas agrícolas necesitan incluir cultivos de verano que no sean soja para su sustentabilidad. En ese sentido no siempre en verano hay que plantar soja, hay que rotar, y ahí es que se incluye el sorgo, que es uno de los granos de preferencia para el consumo animal. Existe esa oportunidad, en la medida que aumenta la agricultura aumenta la producción de ese grano y los precios lo reflejan.
RI - Se da todo tipo de integración, no necesariamente hay que producir los granos en el predio. También hay programas que brindan el servicio, que colocan en el predio ganadero una comida basada en granos, un silo de grano húmedo, que es lo más común, de sorgo. Es decir que no necesariamente el productor tiene que ser a su vez agricultor; puede asociarse de distintas formas con procesos agrícolas, también con procesos forestales. Eso es cada vez más imprescindible para el proceso de intensificación que es necesario si se quiere seguir siendo competitivo, porque si no se intensifica y no se produce más se queda fuera del mercado. Eso hace que cada vez más la producción ganadera en general, o agropecuaria en general no sólo ganadera, también la agrícola y demás, sea una producción intensiva en capital, en conocimiento. Tenemos que alejarnos de aquella visión bucólica del campo como el lugar donde no pasaba nada y el secreto era no gastar un peso. Ahora hay que gastar mucha plata, es fundamental gastarla bien, porque hay respuesta económica, pero hay que tener la tecnología y la disponibilidad de capital para acceder a ella.
EC - El planteo que se hacía en la jornada de El Tejar incluía otros contrastes entre la ganadería tradicional y la ganadería del siglo XXI, algunos de ellos muy provocativos. Dice el cuadro: "En la ganadería tradicional, las personas dedicadas a ese rubro tienen un alto promedio de edad; en la ganadería del siglo XXI son jóvenes emprendedores, hay profesionalización, hay mano de obra calificada. En cuanto a la estructura del negocio, en la ganadería tradicional era algo no profesionalizado; en cambio en la ganadería del siglo XXI es lo contrario, es un negocio profesionalizado en materia de gestión, en materia de estrategia".
¿Cómo incorporan estos detalles?
RD - Antes de entrar a la Terutulia ustedes me decían: "Si miro ese cuadro quedo afuera como productor". Así que me gustaría que hicieran sus aportes en ese sentido.
GV - Yo quiero insistir en lo mismo porque todo tiene explicación en la misma cosa.
RD - Económica.
GV - Claro, es una realidad económica, ése es el gran cambio que ha tenido Uruguay. Durante 40 años no se invirtió en agricultura, no se invirtió en ganadería, no se invirtió en forestación, no se invirtió en nada, porque no había rentabilidad. Lo primero que pasó en Uruguay hace pocos años fue que empezó a haber rentabilidad, la rentabilidad trajo inversión, con los mecanismos que dice Pablo, porque si no hay rentabilidad no hay opciones de inversión, cuando hay rentabilidad aparecen las obligaciones negociables, todo lo que se te ocurra es viable. Y atrás de la inversión aparecieron todos los cambios tecnológicos, todo lo que se está haciendo. El problema que tenemos en la parte de ganadería es que está teniendo relativamente menor rentabilidad. No digo que sea pésima o mala o que no la haya, sino que relativamente es la que tiene menos.
Quiero aclarar un tema, porque hablamos de integración y enseguida derivamos a la integración entre sectores. Uno de los graves problemas que tiene la ganadería es la integración dentro del mismo rubro. El primer deber que tiene que solucionar el rubro ganadero para empezar a caminar es la integración de la propia cadena. La cadena ganadera incluye un productor que produce un ternero, otro que lo recría, otro que lo engorda, alguien que lo faena, alguien que lo exporta. Hoy no hay integración ni entre los productores que participan en esa cadena, yo como invernador estoy esperando que pase algo para comprar baratos los terneros, el frigorífico está esperando que pase algo para comprarme baratos los novillos, y estoy convencido de que de 2010 en adelante, si no hay una conjunción de intereses entre todos los actores estamos fritos.
***
RD - Me gustaría retomar con la pregunta de los jóvenes, el cuadro donde se presenta la ganadería tradicional y la ganadería del siglo XXI.
EC - Es un cuadro muy interesante. Hace un contraste entre la ganadería tradicional y la ganadería del siglo XXI en distintos ítems. "En la ganadería tradicional, las personas dedicadas a ese rubro tienen un alto promedio de edad; en la ganadería del siglo XXI son jóvenes emprendedores, hay profesionalización, hay mano de obra calificada. En cuanto a la estructura del negocio, en la ganadería tradicional era algo no profesionalizado; en cambio en la ganadería del siglo XXI es lo contrario, es un negocio profesionalizado en materia de gestión, en materia de estrategia".
MR - Retomo lo que planteaba Guillermo. Yo estoy de acuerdo con lo que él plantea, el gran motor de los cambios es la rentabilidad de las empresas, si hay resultado va a haber inversión, tecnificación y una cantidad de cosas. Lo que planteó Ismael en su charla me parece una gran caricaturización de sistemas, que incluye las personas. Uno ha podido ver sistemas muy dinámicos en la medida que había rentabilidad. Vamos a poner el ejemplo del feedlot.
RD Llamémosle el engorde a corral.
MR - El engorde a corral, pero no este del que estamos hablando ahora, que es un encierre más puntual, más estratégico, el negocio del engorde a corral, del feedlot uruguayo. Mientras hubo negocio para eso, mientras hubo una diferenciación, el negocio creció; hoy la situación es mala, muy mala, y solamente el que sea dueño de un frigorífico puede pensar en tener un engorde a corral. Eso responde a los números que arroja el negocio.
Pero para no escaparme del número que Rosanna me pidió que tirara, en definitiva los resultados ganaderos de FUCREA de este año, de este ejercicio 08-09, cayeron de 65 dólares por hectárea de ingreso de capital a 47. Y el 47 se conforma de un coeficiente de variación que va desde 11 a +121.
EC - Es decir, hay establecimientos que directamente pierden, y otros que ganan mucho.
MR - Exactamente.
GV - Un comentario sobre eso: esos números son sin pago de renta.
MR - Totalmente.
GV - Si ponemos que las rentas ganaderas hoy están en 60, 70, 50 dólares, nadie ganó.
MR - Eso es verdad, en rigor es la forma de presentar la información. Si estamos hablando de 46 dólares y a eso le restamos la renta y el servicio de deuda, en caso de que haya gente que tenga que pagar la deuda, con lo que sobre, si es que sobra algo, el ganadero tiene que vivir. De cualquier manera, en términos históricos no son datos malos.
PC - Yo quería hacer una intervención, porque muchas cosas que decimos son para iniciados, nos estamos contestando cosas de muchos años y puede ser que la audiencia se pierda. Landriscina hacía un chiste de un niño que vivía en Cosquín, hacía un frío bárbaro y él andaba en camiseta chiflando, y una señora muerta de frío le dice: "Pero chiquilín, ¿no tenés frío?", y él le dice: "¿Para qué, si no tengo qué ponerme?". Eso explica buena parte de por qué durante décadas en la agropecuaria no se adoptó tecnología, por lo que decía Guillermo, no había rentabilidad, si hay rentabilidad se adopta tecnología. ¿Para qué voy a aprender la tecnología si no puedo aplicarla, si no me es rentable aplicarla?
Todos coincidimos en que esa es una historia más bien del pasado, a la gente que innovó en las primeras etapas no le fue tan bien como a aquel que especuló un poquito más y fue más conservador. Todos sentimos que ese mundo se murió, ya estaba bastante golpeado. Hoy hay que moverse mucho más rápido. Pero no solo en tecnología, pensando "yo compro toda la tecnología para mi establecimiento", sino en organización empresarial y en contratación, que es lo que está acá. No tengo por qué hacer todas las cosas, las puedo comprar hechas; pero saber comprar, qué tengo que comprar, a quién, a qué precio y con qué calidad es el arte del empresario. Y ahí viene el tema de lo viejo y lo joven.
EC - Si vamos al cuadro, se plantea que en la ganadería tradicional la mentalidad en la administración de la operación es la de productor, mientras que en la ganadería del siglo XXI es la mentalidad empresario, con planificación, seguimiento.
PC - No me gusta perderme en las palabras, porque en el agro eso ha dado discusión "tú qué sos, ¿productor o empresario?". No importa lo que hace la gente. Uno ve que el hecho de no innovar tecnológicamente, de no contratar, simplemente quedarse con el set de decisiones, lo que yo tengo que decidir es poquito: ¿cuándo compro mis terneros?, ¿cuándo los vendo?, ¿cómo manejo los potreros, que son grandes en general? Son pocas las decisiones. Claro, 10, 20, 30 años de esa mentalidad generan un cierto tipo de empresa o establecimiento. Pero si yo tengo otro establecimiento en el que constantemente tomo decisiones sobre qué rotación hago, qué cultivo entra, si saco, si pongo, si hago un silo, si cambio las categorías, estoy armando un equipo humano mucho más diverso y más complejo, es posible que esté armando una organización más parecida a una empresa que se pueda adaptar a los cambios.
RD - ¿Más trabajo que antes?
PC - Seguramente, pero el mundo es aprendizaje, no puede ser que disociemos, que constantemente repitamos el eslogan "el mundo es conocimiento, el conocimiento es poder, las empresas son conocimiento" y cuando vamos a la práctica vemos que las empresas más lentas no adquieren, no adoptan, no ejercitan, no desarrollan conocimiento, por lo tanto cuando lo precisen no lo van a tener. Es una estrategia de baja rentabilidad más segura, pero cuando precises conocimiento y tenés 65, 70 años, ya estás afuera.
EC - En el cuadro de El Tejar en la administración de la operación de la ganadería tradicional la estrategia es rígida y estable, mientras que en la ganadería del siglo XXI es flexible y dinámica. En eso parece que coincide Pablo.
RI - Esa clasificación es extremadamente esquemática.
EC - Pero sirve para la discusión.
RI - No puede ser de otra forma dadas las circunstancias, pero la realidad es enormemente más compleja, hay toda una gama de situaciones entre esas dos posiciones. Para esa publicación había que hacerlo así, pero es un poco riesgoso porque puede trasmitir la idea de que hay de dos cosas, o sos blanco o sos negro, cuando hay toda la gama de los grises.
Yo quería redondear el tema de la edad, que quedó flotando.
EC - ¿Por una alusión?
RI - Bueno, voy pasar por alto esto.
EC - El Catalán estaba un poco preocupado por estas consideraciones sobre la edad.
RI - El jueves participé en una jornada sobre producción agropecuaria limpia, verde y ética, en Tacuarembó, organizada por el INIA con las facultades de Agronomía y Veterinaria, y la primera cosa que me llamó la atención fue que la edad promedio debía de ser 20 años más baja que la edad promedio de cualquier actividad que se organiza en el ámbito agropecuario. Son temas nuevos, el bienestar animal, que tiene enorme importancia, que nos cuesta internalizar pero que cada vez va a ser más una condición de sí o no para entrar a los mercados, es un tema nuevo y preocupa a la gente joven, entonces la gente que participa es más joven. Mientras que si hablamos de época de encarnerada estamos todos los sesentones. Entonces, hay algo de eso, sin duda, pero no son dos piezas separadas, un grupo en una y otro grupo en otra. Hay toda una gama de situaciones, como es lógico.
EC - La preservación del medioambiente, la responsabilidad social en la producción ¿no se han incorporado ya como requisitos ineludibles de la ganadería, llamémosle del siglo XXI o no, de la ganadería que se practica hoy en Uruguay?
RI - Por supuesto, pero la velocidad con que eso es aceptado e incorporado a las decisiones es diferente según la edad del empresario.
MR - Coincido con esa visión. Cuando uno piensa grandes imágenes tiende a acordar con lo que planteaba Ismael. La ganadería del siglo XXI va a ser probablemente mucho más moderna que la que históricamente conocemos, va a ser más ágil, se tratará de identificar las oportunidades de negocio y ejecutarlas, tomar acciones y adelantarse a la jugada. Eso pasa mucho por una modernización conceptual de la cabeza de la gente, no hacer las cosas como siempre las hice sino ver cuáles son las nuevas oportunidades para mejorar mi negocio. Aunque sea para mantenerme dentro del negocio, porque esto muchas veces tiene que ver hasta con la exclusión.
RI - Es muy importante en este punto, es fundamental, determinar la causalidad. No es que porque vino gente nueva se hacen cosas diferentes; es porque existen posibilidades dadas por el contexto económico de hacer cosas diferentes que viene gente nueva a hacerlas. Es muy importante esta diferenciación, porque si no, se piensa "estos locos estuvieron 40 años sin hacer nada, tiene que venir otro".
RD - Exacto. Y cuando pensás en gente nueva, ¿en quién estás pensando?
RI - En la misma gente, pero de la generación siguiente.
RD - ¿No en gente de afuera, no en inversores de afuera?
RI - Por supuesto que también, porque las condiciones económicas generan las posibilidades de que eso ocurra, y no al revés, eso es muy importante.
GV - Pasó además otra cosa, cambiaron las condiciones, pero lo que está cambiando en la ganadería, en la agricultura, en toda la agropecuaria de los próximos años es que aumentó enormemente el nivel de inversión por hectárea, todo. Se está produciendo mucho más, pero el nivel de inversión requerido para producir más es mucho más alto.
RI - Yo puse énfasis en que era una producción cada vez más intensiva en capital.
GV - Por eso, pero el productor uruguayo que venía de un montón de años de crisis no tenía el capital necesario para acompañar esa rentabilidad con inversión. Y ahí fue que tuvo un papel relevante la gente de afuera, que vino con el capital, pero más que eso, que nos enseñó mecanismos financieros que estaban funcionando en otros lados, que para nosotros no existían, como mecanismos para generar capital para aumentar la productividad.
EC - Esta ganadería del siglo XXI ¿es un negocio para grandes, medianos, chicos? ¿Cómo cuenta el tamaño en esta nueva etapa?
GV - Indudablemente, la escala ayuda a bajar costos. En la agricultura es claro que la escala mejora la rentabilidad, porque mejora la dispersión del riesgo climático, mejora todos los aspectos. En la ganadería no es tan claro; como es una atención mucho más personalizada, mucho más puntual en la producción, cuando aumentamos la escala empezamos a perder rentabilidad. Eso es lo que marcan los números hoy. Si a eso le aplicamos el concepto empresarial todo ese esquema que leías es válido, pero es válido para una producción ganadera, agrícola, para una farmacia, para cualquier esquema de producción de los próximos años. Si a esa pérdida de rentabilidad por escala le aplicás un concepto de empresa y te dedicás a gerenciar y formar distintas unidades de producción pequeñas, vas a poder mantener esa rentabilidad.
EC - ¿Qué dicen los demás a propósito de esto del tamaño?
PC - En una frase hace mucho tiempo que lo digo: son tiempos muy inseguros para andar solo por la calle.
EC - ¿Y eso a qué viene?
PC - Porque para las empresas el mundo económico es violento, el mercado es violento, el mercado te deja afuera. Las empresas nacen, crecen, se desarrollan y mueren; hay que decirlo, las empresas mueren también y otro toma la posta. Así como no se puede vender el cuento de la vida eterna en un sentido espiritual sí, pero no en un sentido físico, porque la gente malinterpreta y se desespera porque se va a morir; en las empresas pasa lo mismo, las empresas que no se refundan, que no se renuevan, se mueren, punto y aparte, está más que estudiado.
Entonces el tema de la escala y el tema de las obsolescencias tienen que ver con eso. Son tiempos muy duros en la economía para andar solo, no van a existir pequeñas empresas ganaderas autosuficientes, rentables y sustentables fácilmente, no es tan sencillo. Entonces, ¿cómo logro escala? Buscale la vuelta, si estás solo estás en el horno, si estás afuera del circuito del flujo de información, de los flujos de inversiones, de las posibilidades, si estás aislado, si no estás integrado, estás en el horno y es casi seguro que vas rumbo a la desaparición. En eso hay que ser bastante franco.
RD - Acá hay dos visiones, se percibe un temor de que Uruguay tienda todo a una gran concentración en pocas empresas grandes, y por otro lado una alternativa que pueden ser los grupos de productores ...
PC - En eso no soy fatalista, hace 40 años se escribió un libro que se llamaba "Small is beautiful"; a veces en lo pequeño hay mucha belleza y muchas posibilidades, solo que más sofisticadas, quizás no da para analizar acá en qué espacios uno puede todavía ser pequeño y viable.
EC - Ahora hay un concepto que está de moda, una palabrita ingeniosa que está de moda, que es esa de la "coopetencia", no competencia sino coopetencia, el armado de redes, etcétera. ¿Les gusta eso?
RI - Por supuesto, eso es lo que está pasando. Con el tema de la escala tenemos una visión tradicional, la escala en términos de superficie. Eso era la respuesta al estancamiento, la única posibilidad de mejorar el ingreso en términos absolutos, no de rentabilidad pero sí en términos absolutos, era ir a mayor escala. Ahora la escala vuelvo a lo que he estado repitiendo es mucho más de tipo económico, para cada nivel de superficie hay actividades interesantes para realizar, todas ellas intensivas en capital y en conocimiento. Claro, hay rubros que se adaptan mejor, por ejemplo la agricultura se adapta mejor, por un tema tecnológico de los equipamientos y demás, a las escalas más grandes; la ganadería en general pasado determinado umbral empieza a perder eficiencia, pero el tema básico es que la escala es económica y no necesariamente de superficie.
EC - De la audiencia, dice Gabriel a propósito de la escala: "Creo que deberíamos enfocar en especialización y alianzas estratégicas".
GV - Un comentario. Por supuesto que estoy de acuerdo con la coopetencia, me formé en un sistema cooperativo y funcioné toda mi vida en un sistema cooperativo. Cuando la gente escucha lo de las grandes empresas se asusta y dice "yo como productor tengo que competir con El Tejar, u otros pooles de siembra". Creo que no, yo tengo que prosperar en mi negocio y lo que tengo que lograr no es competir, no me voy a pelear con ellos, si me peleo con ellos voy a perder. Lo que tengo que lograr es con ingenio y procesos asociativos acceder a las economías de escala que nos permitan ser rentables en ese rubro. Como decía Pablo, solo tengo que tener un capital que me permita crecer y llegar a la economía de escala, y si no lo tengo, que es lo que pasa con la mayoría de los pequeños productores, generar procesos asociativos, ya sea desde el punto de vista productivo, financiero, lo que sea, para comprar.
RD - Puede ser hasta con esos grandes grupos, ¿no?
GV - Puede ser junto con esos grandes grupos, pero lo primero que tengo que lograr para que esos grandes grupos me miren es tener cierta escala o cierto esquema productivo que les interese. Pero hay una etapa que es muy sencilla, que es la cooperación entre productores en sistemas cooperativos o de grupos asociativos, lo que nos va a permitir tener la escala que nos dé rentabilidad.
MR - Los CREA somos básicamente eso, grupos de productores que intercambian información. Ahí hay un tema bien importante: cada vez más el tema se juega en la cancha de la portera para afuera, la posibilidad de captar inteligencia, de darse cuenta de los negocios y todo lo demás tiene que ver con esa interacción de las porteras para afuera. Pero hay una diferencia bien importante entre la ganadería y la agricultura en materia de las escalas, que es lo que estábamos hablando. En agricultura es posible que las escalas funcionen, en ganadería y eso está medido, los modelos de GIPROCAR lo plantean así, estudios que hicimos junto con el INIA y FUCREA durante mucho tiempo hay deseconomías de escala, cuando uno administra un predio chico es mucho más eficiente que cuando administra un predio grande. Eso está medido y sabemos que es así.
Está el famoso cuento del consultor neocelandés que trajeron para ver cómo se hacía para producir más leche. El tipo le dice al tambero: "Mirá, vos lo que tenés que hacer es todos los días correr esta cajita hacia donde van a comer las vacas". Maravillosamente, con el correr de los días el tambero se dio cuenta de que realmente estaba produciendo más leche. Es una hipercaricatura, lo que pasaba era que el tipo estaba arriba de las vacas y sabía cuándo tenía que cambiar el eléctrico. Con la ganadería en pequeña escala para ser eficiente hay que tener eso. Por supuesto que eso tiene que ir de la mano de la coopetencia e incluso de la complementariedad de rubros, porque hay necesidades de los dos lados.
EC - Un oyente hablaba de especializarse, y otro dice: "No, exactamente lo contrario, hay que diversificar".
PC - Es complejo. ¿Cuál es la ventaja de especializarse? Cuando uno hace una cosa o menos cosas tiende a aprender, acumula, las va haciendo mejor, es más eficiente y con menos saca más. Eso es lo que dice Mauricio: si yo estoy más arriba de mis cosas... La especialización aumenta la rentabilidad pero muchas veces aumenta el riesgo, porque tengo todos los huevos en una sola canasta. Entonces, ¿cómo disfruto las ventajas de las dos cosas, de hacer muy bien, de estar muy especializado, pero diversificando mis riesgos? Justamente, es como un sistema de contrapesos: si me especialicé tengo que ser consciente de ese riesgo y parte del planteo empresarial es cómo contrabalanceo. Una de las formas de contrabalancear es pensar escalas mayores de las empresas: yo soy parte de esto, pero formo parte de algo más amplio que está especializado en otras cosas, y para eso no estamos ni medianamente preparados, pero no ya los productores agropecuarios, no está preparada la sociedad uruguaya para pensar el mundo de las empresas y todas las posibilidades de asociaciones y nuevos negocios.
RI - Parece que estamos dejando fuera a las grandes empresas, como que están libres de riesgos y problemas. Esto es válido para todas, las grandes empresas tienen estos mismos dilemas y también algunas prosperan y otras se funden. Y por suerte pasa así, de forma tal que ese dinamismo permea todos los procesos productivos.
***
RD - A manera de cierre y como expresión de esa sensación que permanentemente tengo, porque veo un sector ganadero preocupado por la búsqueda y no me queda claro cómo aportar una respuesta más cercana a lo concreto, me gustaría aprovechar estas cuatro mentes para que digan algo, teniendo en cuenta el año electoral y las elecciones cercanas, sobre la ganadería: ¿qué esperaríamos del próximo ministro de Ganadería con respecto a este tema específico?
PC - Guillermo hacía referencia a una preocupación. A mí no me gusta perderme en las palabras, no me gusta productor versus empresario, chico versus grande, cadena versus no cadena, pero hay una cuestión que es así: el proceso productivo implica hacer un ternero, que crezca unos kilos, lo que se llama la recría, después terminarlo hasta los 440 o más kilos, que es el engorde, después faenarlo, después venderlo. Es largo, y es necesario que fluya la información de una forma muy simétrica, muy transparente, muy abundante para poder tomar decisiones. Todos sentimos que ahí faltan cosas.
Y voy a poner una comparación en relación a qué. Con relación por ejemplo a la soja; la soja le saca una gran ventaja a la producción de carne, para el inversor de la ciudad es muy evidente eso, porque yo tengo más o menos el panorama claro de lo que es la producción de soja. La soja es un producto sencillo, la carne es un producto complejo; hay una referencia de precios internacionales con relación a la soja, para la carne no la hay; hay un mercado a futuro que me permite arbitrar una parte de esos riesgos, aquí no hay; y hay tercerizaciones, el modelo empresarial es más atractivo, eso le da una dinámica que la ganadería, que tiene enormes fortalezas, no tiene. Soy un defensor a muerte, y creo que es lo que justifica todas las inversiones que han venido.
EC - ¿Qué se puede esperar del futuro de ministro para la ganadería tras el cambio de gobierno?
GV - Primero, la ganadería debe solucionar su problema de cadena interna. En cuanto a tu pregunta, creo que los empresarios, tanto ganaderos como cualquiera, saben lo que tienen que hacer, yo quiero que el gobierno que venga, sea quien sea, juegue el papel que tiene que jugar. No tiene que marcar hacia dónde tiene que ir la producción, porque eso lo va a marcar el mercado, hay empresarios sumamente capaces para definirlo, lo que tiene que ser el Estado es un facilitador de las situaciones.
RD - Ejemplos.
GV - No tengo que regular los precios de la carne, no tengo que regular las exportaciones con detracciones o no, tengo que ser un facilitador. Tengo que colaborar en abrir mercados, tengo que colaborar en conseguir los créditos, tengo que colaborar en que se armen mecanismos financieros, tengo que colaborar en lo que el sector precise para desarrollarse. Y no haciendo mucho sería un fenómeno.
MR - Bien concreto: yo pretendo un ministro de Ganadería que lidere un proceso de modernización institucional del Estado acorde con la modernización institucional que estamos planteando y discutiendo en las empresas privadas. No podemos tener un aparato del Estado diseñado hace muchos años sin la agilidad que requiere el negocio de hoy. Eso es lo que yo quiero del ministro de Ganadería.
Estribando en esto voy a poner dos ejemplos. Uruguay hoy compite, la cadena de la carne compite por ejemplo en un mercado en el que hay aranceles, una cantidad de cosas. Ahí hay algo en que trabajar; estamos entrando a Estados Unidos con 26% de aranceles cuando hay gente que está entrando directamente con tratados de libre comercio. Si no avanzamos por la vía de la Ronda Uruguay del GATT, es decir, la Organización Mundial del Comercio (OMC), hagámoslo mediante acuerdos bilaterales. Y ahí el tema de la educación, la promoción del Estado de este tipo de cosas es relevante.
La organización de referencia en salud animal para la OMC es la Organización Internacional de Epizootias (OIE), que hoy se llama Organización Mundial de la Salud Animal; la preside un uruguayo, pero eso es un evento absolutamente casual, no responde a una política pública ni a una política de Estado. Es necesario que diagramemos esas políticas públicas de manera de estar donde debemos estar, en los lugares donde se toman las decisiones.
RI - Las cosas más importantes están dichas. Agregaría la idea de que las cosas están funcionando, eso es lo primero que querría que el próximo ministro tuviera claro. Están funcionando desde hace 10 o 15 años en el sentido de que se levantaron las grandes restricciones que existían. Dejarlas funcionar. Tenemos que tener claro que ese dinamismo económico genera tensiones sociales, ni hablar de que pasa eso, pero lo peor que podemos hacer es querer solucionar los problemas sociales trancando el desarrollo económico. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Para lo social es muy difícil explicarle a alguien "mire, usted se tiene que sacrificar para que la generación que viene tenga muchas más oportunidades", que es lo que está pasando. Esos sacrificios hay que tratar de solucionarlos mediante políticas sociales, entre ellas la educación es la primera y la más importante. Entonces dejar jugar atendiendo el tema sanitario externo, que es absolutamente fundamental para la ganadería, y a los problemas sociales que genera el desarrollo productivo darles una atención social y no obstaculizar el desarrollo.
RD - Hay que crear un MIDES para el agro.
RI - Eso he dicho en otras oportunidades.
***
Transcripción: María Lila Ltaif
La próxima Tertulia Agropecuaria se emitirá desde Flores, en el marco de los festejos de los 50 años de la cooperativa URF.
Lunes 14 diciembre de 9 a 10.30 hs.