La pasada cosecha de trigo alcanzó un nivel récord, duplicando la previa y generando un importante volumen adicional del cereal que se acrecentó notablemente al excedente exportable consolidando al perfil exportador adquirido por la cadena triguera.

El volumen cosechado fue estimado en un 1.400.000 toneladas, unas 650.000 toneladas más que la cosecha previa y largamente por encima de las necesidades del consumo doméstico estimados entre 440.000 y 480.000 toneladas anuales, según el último informe de la Dirección de Investigación y Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería.

Las exportaciones de trigo de la zafra alcanzaron en el período 2008 y octubre de 2009 las 970.000 toneladas, es decir, un 135% por encima del volumen exportado a igual período del año previo.

En conjunto, el ingreso total de las exportaciones de la cadena triguera en el período, ascienden a 255 millones de dólares, un aumento relativo de 76%, respecto de los 145 millones exportados en los 12 meses previos.

Por otra parte, en cuanto a la campaña 2009-2010, se destaca la fuerte expansión de la superficie de cultivo que habría alcanzado aproximadamente las 550.000 hectáreas, un aumento de 14% respecto al ciclo previo.

Las favorables condiciones climáticas durante la instalación y el desarrollo del cultivo se reflejaron en muy altos potenciales de rendimiento, que llevaron a proyectar el rendimiento medio nacional a niveles récord y, de ese modo, situaron las previsiones nacionales de cosecha en el orden de 1.700.000 toneladas.

No obstante, el drástico cambio en las condiciones del clima al comenzar la etapa de la recolección de los cultivos, afectó negativamente la producción y obligó a ajustar a la baja las proyecciones iniciales. Con estas condiciones, las proyecciones para la cosecha nacional se estima tengan una productividad media de 3.000 kilos por hectárea. Podría ubicarse cerca de 1.650.000 toneladas, alcanzando un nuevo máximo histórico y confirmando un fuerte excedente exportable.

De todas formas, teniendo en cuenta los problemas que ocasionaron las lluvias, se estima que una porción de la cosecha no alcance los niveles mínimos requeridos para la exportación o la industria molinera y deberá ser canalizado hacia la alimentación animal, aunque no se conoce aún cuál será ese porcentaje.