La Tertulia Agropecuaria

La agropecuaria del nuevo siglo

La agropecuaria del nuevo siglo

La revolución experimentada por el campo uruguayo en el último lustro abre interrogantes sobre los posibles desafíos que deberá enfrentar el sector agropecuario en los próximos años. Para reflexionar sobre este tema, la Tertulia Agropecuaria se instaló con fonoplatea en la ciudad de Trinidad, en el marco de la celebración por los 50 años de la Unión Rural de Flores. La mesa estuvo integrada por los contertulios habituales Rodolfo Irigoyen y Guillermo Villa junto a Fabio Montossi, director del Programa de Carne y Lana del INIA, y Álvaro Simeone, asesor de empresas ganaderas. Como es habitual, el encuentro fue coordinado por Rosanna Dellazoppa y conducido por Emiliano Cotelo.

EMILIANO COTELO:
Comenzamos esta Tertulia Agropecuaria en la ciudad de Trinidad, capital del departamento de Flores, donde tenemos instalada nuestra fonoplatea en el Microcine Plaza.
 
***
 
EC - ¿Con qué rumbo debe modernizarse la agropecuaria uruguaya?
 
En los últimos cinco años el campo uruguayo ha vivido una verdadera revolución. Los aumentos en los precios del agronegocio han venido de la mano de avances tecnológicos muy importantes y, al mismo tiempo, un desarrollo vertiginoso en la mayoría de los rubros. Una nueva realidad que exige a todos los actores del sector la máxima atención para enfrentar adecuadamente los nuevos desafíos que van apareciendo.
 
En La Tertulia Agropecuaria del mes pasado empezamos a analizar cómo debe aggiornarse la ganadería, quizás el rubro más tradicional de nuestro país. Pero, como quedó claro con los mensajes de nuestros oyentes, aquella discusión fue demasiado breve. Entre otras cosas porque esta "nueva era" también compromete a los otros rubros, por ejemplo la lechería, la agricultura y la forestación.
 
Por eso, esta mañana les proponemos un título más amplio que el de la vez pasada: ¿Qué queremos decir cuando hablamos de la actividad agropecuaria del nuevo siglo? ¿Qué impactos sociales, económicos y ambientales tienen los cambios que se están procesando? ¿Qué papel les corresponde a la educación y a la investigación?
 
Es una pregunta bien compleja, pero es un tema que desvela hoy a todo el sector.
 
ROSANNA DELLAZOPPA:
La situación es compleja porque los cambios son demasiado rápidos, lo que hace que se remuevan un montón de estructuras, de paradigmas, de situaciones. Esto nos obliga a continuar aportando a la reflexión, variando los integrantes de las mesas para tratar de abordar los temas desde distintos ángulos.
 
***
 
EC - Integran la mesa de esta Tertulia Agropecuaria: dos contertulios habituales, de la casa: Guillermo Villa –hoy doblemente de la casa porque además es locatario; ha sido uno de nuestros anfitriones aquí en Trinidad– y Rodolfo "Catalán" Irigoyen; ¿de donde venías?
 
RODOLFO IRIGOYEN:
Vine de Montevideo.
 
EC - Y nuestros invitados, aunque ya han participado en estas mesas.
 
RD - Fabio Montossi, director del Programa de Carne y Lana del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria). Venís de Tacuarembó, ¿no?
 
FABIO MONTOSSI:
Sí, y aprovecho para desearle feliz cumpleaños a la radio.
 
EC - Estamos cumpliendo 86 años hoy (lunes 14/12), la primera radio uruguaya tiene unas cuantas velitas para apagar.
 
RD - Y Álvaro Simeone, profesor de la Cátedra de Bovinos de Carne de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República en Paysandú, y asesor de empresas ganaderas. Venís de Paysandú, ¿no?
 
ÁLVARO SIMEONE:
Sí.
 
EC - Estimado Catalán, ¿por qué estamos hablando de una agropecuaria del nuevo siglo?
 
RI - Si observamos los precios internacionales de los productos agrícolas durante los 50 años previos a 2003, hubo una clara tendencia decreciente. Con altibajos de corto plazo a la suba o a la baja, pero con una tendencia claramente decreciente. En 2003 se produjo un efecto rebote y en los últimos cinco o seis años hubo un cambio de tendencia significativo con un aumento permanente de esos precios, incluida la burbuja especulativa de 2008, cuando también los commodities fueron motivo de especulación en el medio de la crisis. Pero reventada esa burbuja se bajó un escalón y se retomó la tendencia creciente.
 
Ante esta realidad se abren dos bibliotecas: una que dice "esta película ya la vimos, son los altibajos de siempre, esto va a retornar", y una segunda que plantea que hay un cambio de tendencia. Yo adhiero con fervor a esta biblioteca. Los motivos de cambio de tendencia son básicamente, y en grandes pinceladas, tres: la salida del nivel de pobreza de centenares de millones de habitantes del mundo, básicamente en Asia, que pasan a comprar alimentos en cantidades crecientes porque aumentan significativamente sus ingresos. Y en esos niveles de muy bajos de ingresos, cuando se sale de la línea de pobreza, lo que se destina al consumo de alimentos es un porcentaje altísimo del total de los ingresos; no es el caso de la gente que ya tiene niveles altos de ingresos que destina un bajo porcentaje a la alimentación. Entonces, hay un aumento de demanda muy importante, simultáneamente con una caída de la oferta porque esas personas que salen de la línea de pobreza van a incursionar en una vida urbana, con empleos industriales, y dejan de ser productores de alimentos –porque eran básicamente campesinos–. Ese es un primer elemento.
 
El segundo elemento es la caída de los sistemas de protección de los países desarrollados, que se volvían cada vez más insostenibles y que paulatinamente han descendido su importancia, haciendo que todo el comercio internacional sea más transparente y los precios se puedan expresar en forma más genuina.
 
Un tercer elemento es la anunciada crisis del petróleo o de los combustibles fósiles, que ha impulsado en algunos países sobre todo la producción de biodiesel y etanol para combustible.
 
Estos tres elementos –hay otros pero estos son los más importantes– han pasado puntos de no retorno, como tendencia. Si bien al principio, en 2003-2004, eran muchos más los que decían "esto es lo conocido", cada vez se consolida más la idea de que es un cambio de tendencia y de que este escenario llegó para quedarse. Entonces el contexto externo por primera vez en muchísimo tiempo, en más de medio siglo, va a ser consistentemente favorable. Estamos hablando en términos generales, hay excepciones, hay períodos más críticos, pero la pelota está en nuestra cancha, con más intensidad que antes todo depende de nosotros, de lo que hagamos en el sector primario, en el sector industrial, en las cadenas, en nuestra institucionalidad, en nuestras políticas. Creo que amerita decir que la agropecuaria del nuevo siglo es –y creo que va a seguir siendo– claramente diferente de lo que fue en el siglo pasado.
 
EC - Yo agregaría, de atrevido, que a esos factores de mercado se les podría añadir un componente por el lado del desarrollo tecnológico. Hoy, la agropecuaria dispone de herramientas que hace muy poco tiempo no existían y que cambian por completo las formas de producir.
 
RI - Por supuesto, y en nuestro caso particular el hecho de que nuestra región, el Mercosur y demás, es el último gran reservorio de potencial agrícola a explorar en el mundo. Hay otros factores, pero me remití a los más importantes.
 
EC - ¿Qué dicen los demás?
 
FM - Quisiera hacer un comentario que está enganchado con los comentarios que han hecho ustedes, sobre los cambios de paradigma que están ocurriendo a nivel mundial y lo relacionado con el proceso de globalización. Cuando uno piensa el lugar que está ocupando el cono sur, que va a ser el gran proveedor de alimentos, y aterrizando en Uruguay, que esencialmente, busquemos en el rubro que busquemos, está exportando el 80-90% de lo que produce, estamos directamente en una vidriera.

Pero todavía no entendimos que dejamos de vender novillos, dejamos de vender trigo, dejamos de vender maíz, para ser realmente vendedores de alimentos. Ahora estamos siendo mirados con una lupa por el consumidor que recibe los productos que Uruguay vende al exterior.
 
AS - Es bueno el orden que estamos siguiendo, fuimos de lo más general a lo más particular. El Catalán hizo un abordaje macro, Fabio intervino con el tema calidad de productos y globalización, y a mí me gustaría hacer una referencia a nivel bien micro de la empresa ganadera uruguaya. Porque esa generación de conocimientos a la cual hacía referencia Emiliano, esa tecnología que es el conjunto de conocimientos socialmente disponibles para el productor, implica que su aplicación incrementa la productividad, y ese incremento genera mejor resultado económico.
 
Yo soy un fan de las tertulias agropecuarias y siempre las leo todas, las bajo, porque en Paysandú no podemos escucharlas en vivo. Y en la última tertulia se hizo una referencia a la cual yo quisiera poner un matiz. Guillermo decía que si hay rentabilidad, el productor aplica tecnología. Yo ahí tengo un matiz: para que haya rentabilidad el productor aplica tecnología. La aplicación de la tecnología es lo que le permite aumentar la rentabilidad, lo hemos demostrado con los datos de las empresas ganaderas en general. Hay una secuencia lógica que es: mayor productividad se traduce en mayor rentabilidad. Hay un pull de alternativas tecnológicas, y el gran desarrollo del productor es ver cuál de esas tecnologías le permite incrementar la productividad de una manera más rentable. Pero no es "ya que tengo rentabilidad gasto en tecnología", sino "gasto en tecnología para generar rentabilidad".
 
GV - El problema es que si no tenés rentabilidad, posiblemente te estés preocupando de cómo financiar las pérdidas, no tenés capacidad de inversión, no hay banco que te preste.

Estoy de acuerdo contigo, es un círculo que se retroalimenta, pero todo empieza cuando el rubro empieza a tener rentabilidad. Ahí viene la inversión, que, por supuesto, está en tecnología, y eso es exponencial. Pero mientras no hubo rentabilidad no había inversión, y si no hay inversión, no hay tecnología.
 
AS - Sí, sin embargo, los datos, por ejemplo, del Grupo InterCREA de Producción de Carne, que datan del 98, demuestran que si ponés en una gráfica productividad y en otra resultado económico, la correlación es alta y positiva, aun en 2001-2002, aun en 1999-2000, en la seca o en el escenario de la aftosa. La pendiente puede tender a caer, el impacto de la actividad sobre el resultado económico puede tender a caer, pero nunca es negativo, nunca es el que produjo más ganó menos. Está asociado a un montón de factores, no solamente a la productividad en sí misma, sino que hay mayor racionalización, son empresas que tienen asistencia técnica, entonces manejan muy bien el flujo de caja, tienen una buena política crediticia. Hay un montón de factores asociados a la productividad que les permiten tener mayor rentabilidad. Por eso ese tema es un eje clave, sobre todo para lo que vinimos a discutir acá.
 
RI - Si seguimos, terminamos en la discusión de la gallina y el huevo. Lo importante es que hay gallinas y hay huevos, las dos cosas existen, los dos enfoques son válidos, lo que uno prioriza depende de qué se tome como punto de arranque. Yo estoy de acuerdo con los dos, según cómo se mire. Lo importante es que existe este escenario en que hay tecnologías para aumentar la rentabilidad, en que hay rentabilidad que atrae las tecnologías, para que nos desarrollemos productivamente.
 
FM - Comparto eso, pero ese enfoque no nos permite mirar hacia adelante en algunas cosas que hoy no tienen rentabilidad. Sin embargo, el mercado se puede llegar a desarrollar en la lógica de que ese producto va a ser demandado en el futuro.
 
RD - ¿Por ejemplo?
 
FM - Por ejemplo, hace 10 años nadie pensaba que iban a estar desarrolladas las lanas finas o superfinas en Uruguay, en ese momento no se pagaban, pero sabíamos que en el mercado exterior existía la posibilidad de hacerlo. Lo mismo con el cordero pesado, y se empezó con un proyecto de innovación, por supuesto enganchado en la lógica de que había mercado para eso y que si uno tenía una lógica de comprobar, a través de la investigación y de la innovación, que servía, uno podía desarrollar el producto en el país. Por eso no hay que limitarse al hoy, sino mirar un poquito para adelante.
 
GV - Todo lo que se dijo es correcto, lo que contaba el Catalán, son detonantes; pero yo defino la agropecuaria del nuevo siglo como una agropecuaria con una nueva cabeza, una cabeza abierta. La defino como una agropecuaria absolutamente empresarial. Durante muchos años la agropecuaria funcionó por inercia, porque éramos productores que veníamos del sector, que no teníamos rentabilidad, que gerenciábamos las pérdidas. El único tema era un monotema: cómo refinanciábamos las deudas y los problemas, fue lo único de lo que hablamos durante años.
 
EC - Es impresionante cómo el endeudamiento del agro desapareció de la agenda pública uruguaya.
 
GV - Absolutamente.
 
EC - ¿Cuántos años hace que no existe, que no van las movilizaciones al Parlamento, que los diputados y senadores no hablan de una nueva ley?
 
GV - Siempre queda algo, pero hace por lo menos cuatro o cinco años que pasó a un segundo plano. Y los empresarios de fuera del sector que invertían en él no lo hacían esperando una rentabilidad, sino esperando recibir el beneficio de pasar algún fin de semana y demás. Hoy cambió, hoy es absolutamente empresario, la gente que invierte lo hace con mucho más profesionalismo; los técnicos que había no trabajaban; hoy los técnicos no dan abasto.
 
RI - No hay desocupación.
 
GV - Exacto, cero desocupación, y se está llegando a un nivel de productividad que no tiene nada que envidiarles a otras empresas. Los empleados en el campo están ganando por productividad, cosas que hablamos para adelante en otras empresas. Se está invirtiendo en tecnología, el recurso capital de todas estas empresas que están invirtiendo dejó de ser limitante, porque o hay capital para aportar o hay quien quiera financiar esos capitales. Y eso, independientemente de que los precios sigan la tendencia del Catalán o cambien, es algo que vino para quedarse, por una razón lógica: yo antes vendía un novillo que costaba 400-500 dólares, por poner un ejemplo, y compraba una hectárea de campo que costaba los mismos 400-500-600 dólares. Hoy, si quiero invertir en el campo, tengo que hablar de 4.000-5.000 dólares por hectárea, entonces se terminó aquel productor que con unos pequeños ahorros invertía en campo. Hoy los que invierten en campo son empresarios con capacidad de inversión y que tienen que sacarle el máximo jugo a esa inversión, si no, no les sirve.
 
EC - Dice César: "Hace 10 años era mejor comprar una hectárea de tierra que invertir. Ahora, quien no invierte se queda afuera del negocio. Falta seguir cambiando la cabeza de muchos productores que aún no invierten".
 
GV - Tal cual.
 
EC - Rosanna, tú tenías alguna preocupación a propósito de los enfoques productivistas.
 
RD - Sí, ahora que está caracterizado el marco de la agropecuaria nueva, tengo la sensación de que se están polarizando los enfoques a nivel micro de producción. Tengo la sensación de que los caminos no están claros. Lo digo por los mensajes que me llegan, por la gente con la que hablo. Y cuando hablamos de enfoque productivista nos referimos a los que se preocupan o se concentran en el aumento permanente de la productividad.

Mi preocupación pasa por dos lados: si en este punto están todos de acuerdo en que el camino es por ahí, y en ese caso si están contempladas las dimensiones ambientales, sociales y económicas de esto. Y el otro aspecto, que va de la mano con el tema de la tertulia anterior, es el Uruguay ganadero, el Uruguay y su campo natural y el uso estratégico de la agricultura.
 
AS - Con relación al tema de la productividad quiero hacer una referencia. La secuencia lógica de razonamiento no es un enfoque productivista per se: produzco más y después veo qué hago, si me da plata o no me da plata. Y no es un palpite –como se dice en campaña–, no es un feeling que la productividad es una cosa buena: fue demostrado por datos estadísticos del Grupo InterCREA de Producción de Carne del litoral, de los invernadores del este asociados a los sistemas arroz-pasturas, de cristalinos asociados al sistema de ciclo completo: a mayor productividad, mayor resultado económico en determinada función de producción. Ese aspecto está demostrado estadísticamente con números.
 
Y después, llevado al análisis de una empresa ganadera, las tecnologías hoy, o al menos el abordaje que intentamos hacer para formar los nuevos técnicos en la facultad y en las diferentes charlas y cursos que damos, están no para producir más, sino para dar satisfacción a un negocio ganadero, considerar las variaciones de precios o de clima, que constituyen elementos claves que tenemos que tener en cuenta. Entonces, a la hora de insertar una alternativa tecnológica en una empresa ganadera existen planes de contingencia: este es el plan de producción, ¿qué es lo peor que me puede pasar? ¿Que el novillo valga 70 centavos otra vez o que tenga una seca? Cómo organizo la empresa y qué alternativas tecnológicas elijo si como empresario tengo la percepción de que puede pasar eso.

Entonces, las tecnologías van a ser ésta, ésta y ésta, y existe, por suerte, un pull de alternativas entre las cuales elegir. Yo preveo un escenario, estoy muy informado como productor.

El cambio climático es una herramienta importante, va a haber eventos climáticos cada vez más violentos y las secas van a ser cada vez más abruptas. En el paquete tecnológico de mis vacas voy a aplicar destete precoz porque sé que con eso no le erro; tiene un costo que insertaré en el flujo de caja, en mi proyección como empresa. Existen esas alternativas y eso implica mayor productividad y mayor plata.
 
RI - Esa dicotomía productividad sí o no creo que está superada, fue una discusión que tuvimos muchísimos años. El agrónomo quería producir más como fuera y en las condiciones que fuera; eso era un enfoque bastante voluntarista, porque muchas veces las condiciones de contexto no eran favorables, como explicaba hoy Guillermo. En el nuevo siglo pasa lo que decía Álvaro, ahora las condiciones son buenas y por lo tanto, la apuesta tecnológica, y para aumentar la productividad, también genera un mayor retorno económico. Eso es lo que ha cambiado, y ahora la productividad no es una cosa de dudoso resultado, sino una cosa de resultado cierto.
 
Ese cambio también tiene que ver con lo que se mencionaba antes sobre el tema del endeudamiento, durante medio siglo se caracterizaba a todo el sector agropecuario como los llorones que siempre estaban pidiendo refinanciaciones y cosas extraordinarias; no era tan cierto, pero había esa visión. Ahora –lo acaba de decir Guillermo ante una pregunta de Emiliano– el tema del endeudamiento desapareció, se pagaron todas las deudas porque hubo condiciones económicas que permitieron hacer inversiones, aumentar la productividad, valorizar la tierra, y, a veces vendiendo la tierra, pagar todas las deudas.
 
EC - Mirá qué gráfico y cortito el mensaje de este oyente, Gabriel, de Minas: "Antes se gerenciaba el déficit; hoy se gerencian oportunidades".
 
RI - Muy buen resumen.
 
AS - Esa lógica era tan perversa, "vamos a tratar de no producir más por el tema de la rentabilidad", que muchas veces, incluso los asesores técnicos, adquiríamos una actitud conservadora y éramos más conservadores que el propio productor; era una retroalimentación negativa que llevaba a una situación difícil. Por eso quebrar este círculo hoy nos parece una cosa muy positiva.
 
RD - Ninguno tocó los aspectos sociales y ambientales.
 
GV - La pregunta fue mayor productividad, por ahí viene lo otro. No tenemos que olvidar la visión macro, yo estoy haciendo un análisis más macro.

Hay una realidad: estamos trabajando sobre un recurso finito que es la tierra; en el mundo, salvo que decidamos deforestar toda la Amazonia o que hagamos producir los desiertos, el área productiva está prácticamente al mango, está a full, y todas las proyecciones, por más control de natalidad que hagamos, dan que la población mundial va a seguir creciendo. Entonces, si queremos seguirle dando de comer a toda la población, tiene que haber más alimentos. Y los alimentos no son derivados del petróleo, salen de la tierra; todos los alimentos tienen origen en la tierra.

Indudablemente estamos en un área limitada de tierra de producción y ante una demanda creciente a lo largo de los años. Entonces sí o sí el mercado va a decir que tenemos que tener mayor productividad.
 
La segunda discusión es: los que estamos gerenciando empresas agropecuarias y los que estamos gerenciando países tenemos que aceptar ese desafío de aumentar la productividad en un equilibrio social medioambiental y todo lo demás que queramos agregarle, pero la realidad es que el mercado va a pedir más alimento, y más alimento va a pasar por más productividad. Tenemos un menudo problema que es cómo producir más sin que se caiga todo el sistema.
 
EC - Un oyente lo plantea en estos términos: "Hay que armonizar el paradigma productivista con lo sustentable".
 
FM - Yo quisiera hacerlo más macro todavía: en ese mercado que cada vez nos va a pedir más empiezan a considerarse otros elementos que hacen al origen del producto, dónde y cómo se genera. Eso es muy importante a tener en cuenta, la inocuidad del producto, el tema del bienestar animal, la sostenibilidad ambiental y lo relacionado con la responsabilidad social que tienen un país, una empresa. Esto dejó de ser filosófico, se transformó en un elemento para diferenciarse en el mercado. Pero hay que volver y aterrizo en Uruguay: no pongamos a Uruguay en una situación de que exploramos todo el potencial, porque acá hay algo que utilizamos todos nosotros, que es un camino tecnológico. Pongámoslo en términos de productividad, potencialmente nuestros suelos empiezan hoy con 70 kilos de carne por hectárea, pero sabemos que hay un camino tecnológico para llegar rápidamente a los 400 kilos.
 
Después de pasar esa barrera hay cierto número de tecnologías que nos permiten entrar en ese nuevo horizonte, pero eso también tiene implicancias desde el punto de vista productivo y ambiental, algunas medidas y otras no medidas en Uruguay, que nos llevan siempre a la reflexión. Y cuando tú pusiste el componente de investigación, ahí está la responsabilidad en el instituto de investigación: acompasando la productividad, ¿qué impacto estoy teniendo en el ambiente?, porque eso va a tener y está teniendo un valor económico hoy y en el futuro.
 
***
 
RD - Retomamos lo que nos quedó pendiente: los impactos sociales y ambientales.
 
RI - Son grandes temas, merecerían un tratamiento específico cada uno. En lo ambiental, cuando hay oportunidades, hay riesgos, cuando se hacen cosas se aumentan los riesgos, pero hay bastante coincidencia en que existen soluciones tecnológicas y se están aplicando –porque son rentables– para que esos riesgos no bloqueen el proceso.
 
RD - ¿Por ejemplo?
 
RI - Se habla mucho del monocultivo de soja, que en Uruguay no existe. El trigo, que acompaña como cultivo de invierno a la soja que es de verano, aumentó en los últimos tres años de 250 a más de 700.000 hectáreas.
 
EC - Se rota el uso de la tierra entre soja y trigo.
 
RI - Exactamente, se hace en verano soja y a continuación se planta trigo, y cuando se cosecha el trigo se vuelve a plantar soja. Se hacen dos cultivos por año.
 
EC - ¿Eso en todos los predios donde se planta soja?
 
RI - No, es una generalización, por supuesto que no en todos los predios. Lo importante es que no hubo una sustitución del trigo por la soja, sino que crecieron simultáneamente y el trigo hace aportes de residuos orgánicos al suelo que son fundamentales para que el conjunto del proceso sea sustentable.
 
EC - Rosanna me censura, me mira y me hace con el dedo "no".
 
RD - Hay discrepancias notorias con el tema de que Uruguay se está polarizando también en un soja-trigo, y que no son suficientes los aportes y las devoluciones de esos cultivos al suelo. Hay un conjunto de investigadores, específicamente de la Facultad de Agronomía, en Paysandú, que han hecho trabajos de mucho tiempo y profundos en ese tema que hacen pensar.
 
RI - Tú me presentás tu lista y yo te presento la mía.
 
EC - Ellos sostienen que la rotación tendría que hacerse con soja y pasturas.
 
RD - Que debería haber más incorporaciones de otros cultivos, entre otras cosas.
 
RI - Son temas muy grandes y muy complejos. Hay toda una gama de posibilidades desde la más extensiva a la más intensiva. Pastura-soja es más extensiva que trigo-soja, es más sustentable, pero genera también menos ingresos. Entonces el asunto es, cuando vamos a opciones de mayor intensividad en el uso del recurso suelo, si el incremento del riesgo es muy alto o no. Hay tecnologías desarrolladas que hacen que ese incremento del riesgo sea perfectamente manejable. Claro, hay gente que dice que no, que está contra los transgénicos –que le están dando de comer al mundo–, hay gente para todo, pero en 30 segundos no se pueden rebatir todas las cosas.
 
GV - Hay un problema de fondo. Lo ideal –creo que ahí no hay discusión– sería hacer una alternancia de cultivos con pasturas. Toda la bibliografía y los estudios indican que sería la mejor opción para lograr un equilibrio a largo plazo.
 
RI - Siempre va a aparecer uno que te va a proponer una más extensiva, que es no tocarlo.
 
GV - Estupendo, pero también hay una realidad que son los mercados. El problema más grave es que hay un desequilibrio en la rentabilidad de los rubros, hoy nos encontramos con que la agricultura está siendo mucho más rentable que la ganadería, por ende el cambio de la agropecuaria que se convirtió en empresaria. Vos, como toda empresa, buscás maximizar tu rentabilidad, entonces, hoy se está dando una polarización hacia la agricultura que considero peligrosa desde el punto de vista medioambiental.
 
EC - Montossi asiente, como que está de acuerdo.
 
FM - Voy a dar ejemplos.
 
GV - Y dentro de la agricultura hay dos sistemas. Esa rotación que tú mencionás es maravillosa mientras los números den, la panacea es rotar soja con sorgo, pero si tenemos que vender el sorgo a 60 dólares, olvidate, va a ser soja con soja, y si tenemos sorgo a 120 dólares, va a ser soja con sorgo. Hay una realidad económica. El miedo que tengo es que el crecimiento de la agricultura se está dando por dos tipos de empresas, básicamente por una y un poco por la otra. Una son las empresas que son propietarias del bien, y otras son empresas que son usufructuarias del bien.
 
EC - El bien es la tierra.
 
GV - Exacto; cuando yo soy usufructuario de la tierra busco mi rentabilidad en el mediano plazo y muchas veces me olvido del equilibrio de ese rubro. Cuando yo soy propietario del bien empiezo a hacer un montón de consideraciones: que ese bien me cuesta mucha plata, que tengo que lograr un equilibrio, y ahí en mi ecuación económica empiezo a poner cosas como la pérdida de materia orgánica del suelo, la estructura del suelo, que me llevan a tener que hacer rotaciones que quizá no sean las más rentables momentáneamente y económicamente.
 
RD - Aspectos que deberían ser contemplados por un arrendatario también.
 
GV - Pero eso no está legislado y es de las cosas que tenemos que madurar.
 
RI - Cuando un factor de producción es muy escaso, todos están interesados en preservarlo y cuidarlo lo más posible, tanto el propietario, porque obviamente es el dueño, como el que lo está usufructuando por el costo de oportunidad que tendría que salir a conseguirlo en otro lado. Entonces, en todas las etapas de desarrollo hay explicaciones que apuntan a que hay gente que es racional y gente que es irracional. Ya vimos que aquella supuesta irracionalidad del productivismo se superó y ahora todo el mundo sabe que hay que producir más. En la preservación de la tierra es lo mismo. Por supuesto que en todos los cuadros hay jugadores buenos y malos, también en el esquema anterior había jugadores buenos y malos, con la siembra directa se pueden hacer desastres, es cierto, pero muchos más grandes eran los desastres que se hacían dando vuelta el suelo. Entonces, es una explicación. Por supuesto, siempre hay opciones más conservacionistas, pero el asunto es lograr un equilibrio entre el conservacionismo y la rentabilidad. Y yo creo que hay soluciones técnicas que hacen ambas cosas bastante compatibles.
 
FM - Es bueno compartimentar el país. Como agrónomos es importante decir que Uruguay desde el punto de sus suelos no es todo igual. Entonces esta discusión puede ser una en el litoral oeste en suelos de formación libertad y otra cuando nos trasladamos a zonas que históricamente han sido ganaderas donde las características de esos suelos no hacen que el modelo de la rotación cultivo tras cultivo sea el más sustentable en el largo plazo, y ahí viene la dicotomía de la maximización del ingreso en el corto, en el mediano y largo plazo. Un modelo único que no contemple eso es bastante complicado.
 
Y paso a decir por qué, porque dijeron materia orgánica; materia orgánica es prácticamente la vida en el suelo, la capacidad de ese suelo de producirse, es un indicador para nosotros. Distintos modelos que han desarrollado la Facultad de Agronomía y el INIA muestran que si aplicáramos este paquete tecnológico por un período de 30 o 40 años en algunos tipos de suelos en Uruguay, incluso con las recomendaciones que hay de manejo de rastrojo, etcétera, incorporación de la materia orgánica al suelo, estaríamos perdiendo materia orgánica en el largo plazo. Por lo tanto, estoy de acuerdo con Rodolfo en que en ciertos lugares del país es así, pero en otros lugares no corre porque estamos frente a la fragilidad del suelo.
 
AS - En una secuencia lógica de razonamientos para ese proceso de intensificación en el uso del suelo hay dos o tres cosas que son de principio. La preservación del recurso suelo es sagrado, eso es una cosa prioritaria. Existe necesidad de mejorar el ingreso de las empresas, una empresa de 200 hectáreas que hace un campañón y gana 100 dólares por hectárea tiene 20.000 dólares por año, que dividido 12 da un ingreso muy bajo como para que una familia pueda vivir normalmente. Entonces, si en lugar de tener 100 tiene 300 porque puede hacer agricultura, son buenas noticias, es un elemento positivo.
 
Esa decisión implica una complicidad en el gerenciamiento del sistema. Existen herramientas tecnológicas para asesorar a ese productor, hay ecuaciones que permiten predecir la erosión si se hacen diferentes rotaciones. Si no se puede hacer agricultura, no se hace. Tiene que ser categórico.
 
EC - ¿Quién resuelve que no se hace?
 
AS - Esa decisión tiene que tomarse desde el punto de vista técnico.
 
EC - Otra posibilidad es que haya una regulación del Estado, del gobierno.
 
AS - Si es una regulación desde el punto de vista técnico, como por ejemplo otro grado de complejidad que puede afectar el sistema, los engordes a corral. En una concentración muy grande de animales donde hay mucho estiércol puede haber problemas recontaminación.

El miércoles 2 de diciembre participé en un seminario organizado por la Dinama, el Ministerio de Agricultura, la Corporación para el Desarrollo, donde fui a dar una charla, para discutir el tema de la contaminación por el tema de los engordes a corral, y de tarde fuimos a un engorde a corral donde se hizo una visión crítica, se les marcaron las cosas que tenían que hacer y se los penalizó con una multa porque no estaban haciendo las cosas como deberían. Se está avanzando en el tema regulación como un elemento positivo.
 
EC - ¿Se podría llegar a regular el uso de la tierra en cuanto a qué tipo de rotación se puede realizar en determinado lugar?
 
AS - Se tiene que tender a eso con penalizaciones serias para el que no cumpla.
 
EC - Fabio dice que sí.
 
AS - En el debate agricultura versus rotación con cultivos pasturas, el primer nivel del debate es agricultura versus rotación cultivos pasturas con una agricultura que se hace bien; después hay un segundo nivel que es la violación de esa agricultura que se hace bien. Yo soy especialista en ganadería, no tengo formación agrícola, pero existen trabajos, en el último seminario que se realizó en Paysandú que se demostró que existen formas de hacer agricultura que no atentan contra la relación carbono-nitrógeno, contra la pérdida de materia orgánica del suelo.

RD - Que no son precisamente la polarización trigo-soja.
 
AS - Por supuesto, hay que incluir sorgo, como decía Guillermo. Y quiero decir una cosa interesantísima que estuve revisando para la jornada de la Unidad de Producción Intensiva de Carne pasada: antiguamente en los esquemas agrícolas cuando uno sacaba más rendimiento era más extractivo del suelo; hoy, cuando se saca más rendimiento es más positivo para el suelo porque se cosecha solamente el grano y se incorpora todo el resto, esa paja que ustedes vieron.
 
EC - La paja que queda después de la cosecha.
 
AS - Se le devuelve al suelo. Antiguamente era una costumbre muy usada enfardar esa paja, porque los rumiantes pueden digerirla. Leí un artículo de un colega de facultad que se llama Massili, que hablaba del costo oculto de enfardar los rastrojos. No hay que hacerlo en un sistema de agricultura continua porque hay que devolverle al suelo. Entonces existe una agricultura bien hecha que se puede hacer, pero acá hay que ser duro, cuando no se puede hacer agricultura no se puede hacer, y hay que buscar alternativas.
 
Esto es extremadamente complejo, porque si no se puede hacer agricultura y se sigue en un establecimiento de 200 hectáreas con esos 20.000 dólares por año, con los que no se puede vivir, capaz que ahí vuelvo al micro: ese productor que tenía sus vacas, salía a recorrer, curaba bichados, trabajaba intensamente, vacunaba; capaz que no puede seguir haciéndolo, pero puede ser el mejor productor de tomate primor o el mejor floricultor de Uruguay, con esas 200 hectáreas pasa a ser un excelente productor. Lo que no puede hacer es mantener el gusto por algo que no deja rentabilidad.
 
GV - Quiero hacer un comentario sobre eso. Es una alternativa que olvidás. Ese productor de 200 hectáreas con 100 dólares ¿qué está pasando en la realidad?
 
EC - Con 100 dólares de ganancia por hectárea por año.
 
GV - Exacto; hoy si es agrícola, tiene la alternativa de arrendarlo a 300-350 dólares, y yo que he visto más de un contrato entre productores y agricultores, nunca vi un contrato que hable de lo que hay que hacer, hablan de plazo y plata.
 
EC - Nosotros hemos visto contratos en los que se establecen condiciones del manejo responsable del suelo.
 
RD - Dueños de campo que lo piden.
 
GV - Es una excepción, no una generalidad. Ese culto se tendría que generar y tendría que ser tan importante como la plata y el plazo, qué se va a hacer y cómo.
 
FM - En la línea de pensamiento y tratando de aportar ideas, hay heterogeneidad en el suelo, hay heterogeneidad en los sistemas de producción; incluso en ese predio que imaginaba Álvaro capaz que en un 10-20% de área se puede hacer agricultura forrajera... bienvenida sea.
 
EC - Es decir, agricultura para producir alimento para el ganado.
 
FM - Que en el resto del área no se puede hacer porque el suelo no lo permite o porque uno lo puede hacer por uno o dos años, pero se queda sin el recurso suelo. Y por el otro lado, el control, como en todas las cosas; por la responsabilidad que tenemos con respecto a la sociedad, si no hacemos bien los deberes, alguien nos tiene que tirar la oreja. Eso se llama ordenamiento territorial en algunos casos y el cuidado del recurso suelo. Pero no creo en el control como el único mecanismo, porque tendríamos que tener un agrónomo en cada predio de Uruguay. Para mí es el premio por hacer las cosas bien. Y ahí entramos en otro plano. Pero también hago un comentario: por ejemplo, aquellos que están sobre campo natural tampoco son necesariamente la panacea del manejo del recurso suelo. De hecho, han estado manejando el doble de carga del recomendado.
 
EC - Aclaremos el término.
 
FM - Cuando recomendamos que no se manejen sobre un campo que produce más de 3.500 kilos de forraje, que se puede cosechar solo el 50% de eso y no se deberían manejar más de 0,65 unidades ganaderas, nos encontramos con realidades que andan en 0,9 unidades ganaderas.
 
EC - Eso equivale a casi un vacuno por hectárea.
 
FM - Es el equivalente a casi un vacuno de 380 kilos. Hoy se estima que hay 600-700.000 hectáreas de campo natural degradado. Entonces, ojo cuando empezamos con sectorizar y buscar los culpables en un solo lugar porque todos tenemos que hacer las cosas bien. Cuando uno trata de reproducir la ganadería para el futuro, necesariamente, como vienen las condiciones, como viene el valor de la renta de la tierra, Uruguay vuelve a ser distinto y hay que comprar eso. Hay lugares donde solo se puede hacer ganadería, a no ser que mediante la transgénesis inventemos forrajeras que produzcan en cinco centímetros de suelo. Ahí puede cambiar el paradigma, pero mientras eso no ocurra necesariamente tenemos que aumentar la productividad con recursos extra del sistema de producción y agregándole valor al producto. Nos queda un desafío por ese lado.
 
RI - El tema es demasiado grande, es imposible tratarlo en intervenciones de medio minuto. En resumen, felizmente hay coincidencia entre tecnologías conservacionistas con buenos resultados económicos. Por supuesto, esto da para 40 relativizaciones en un sentido o en el otro, pero no hay que hacer demasiado alarmismo, se cometen errores, y a veces el control de esos errores, la burocracia que se genera para controlar esos errores y demás son muchísimo más costosos que los errores, y yo confío en que las condiciones económicas orienten las decisiones empresariales hacia la conservación de los recursos, porque a todo el mundo le sirve.
 
Es verdad que cuando yo era joven la agricultura era sinónimo de degradación, de extracción de recursos sin retorno, y ahora la agricultura bien hecha es enriquecedora del suelo. Eso es un cambio tecnológico extraordinario y que nos hace confiar en que existen soluciones para las cosas y no nos encontramos ante una dicotomía de producir destrozando o no producir nada para conservar. Ese es un planteo falso.
 
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EC - Rosanna, ¿alguna pregunta sobre el final?
 
RD - La discusión es interminable, por eso insisto en que va a haber más de una tertulia sobre esta temática.
 
EC - Sí, porque el debate sobre la agricultura y la ganadería, es decir, el debate sobre la agropecuaria del nuevo siglo, tiene distintos capítulos que tenemos que ir recorriendo a fondo en diferentes ocasiones. ¿Cómo liquidamos hoy?
 
RD - Mi pregunta puede sonar medio descolgada, pero trataremos de unirla: ¿cómo ven, en toda esta complejidad y en este conjunto de enfoques que en algunos puntos no son consensuados, al nuevo ministro de Ganadería que se ha designado? Pensando, básicamente, en el perfil bien diferente de lo que estamos acostumbrados.
 
EC - Se ha anunciado que el próximo ministro de Ganadería en el gobierno de Mujica a partir del 1º de marzo será Tabaré Aguerre, ingeniero agrónomo y empresario arrocero-ganadero.
 
FM - No voy a hablar particularmente de él, pero voy a engancharlo con esta discusión. El sector arrocero antes de la creación del INIA ya estaba invirtiendo en innovación, y uno de los temas que los preocupaban era la sustentabilidad del recurso suelo en las rotaciones arroz-pasturas o el uso de distinta intensidad a través del monocultivo del arroz. Finalmente después de mucha inversión, en 10 años, ya sabemos que las rotaciones de dos o cuatro años de pradera con dos cultivos consecutivos de arroz son de alta productividad, de alto ingreso y bajo riesgo, por lo tanto, es un buen ejemplo de un sector que se repiensa continuamente y no necesariamente se deja guiar solamente por el lucro. Buen ejemplo.
 
RI - Voy a ir más a lo concreto. Tabaré Aguerre es un excelente técnico, un muy buen productor, un productor que ha empalmado con las oportunidades que brinda hoy la tecnología las diferentes producciones agrícolo-ganaderas, no solo el arroz. Uruguay tiene la producción promedio récord mundial con ocho toneladas por hectárea. Por lo tanto, le deseo a Tabaré la mejor de las suertes y felicito al presidente electo por la designación. Es una muy buena noticia para el sector.
 
GV - Personalmente no lo conozco, tengo la mejor de las referencias. Creo que es un muy buen comienzo que en el sector pongamos una persona vinculada a la parte técnica y a la parte empresarial. Como comienzo me parece bárbaro, pero la historia indica que cuando nos toca gerenciar estructura del Estado muchas veces chocamos con estructuras burocráticas en las que no necesariamente hay conciencia.

Es un buen comienzo del gobierno poner un ministro vinculado, pero tiene que darle una buena continuidad, lograr que la masa de funcionarios del ministerio que va a estar bajo su gerenciamiento empiece a tomar conciencia de que solo con el ministro no cambiamos el funcionamiento del ministerio.
 
AS - Quería hacer un comentario sobre el bloque anterior. Este cambio que estamos viviendo es tan importante que amerita el procesamiento de un cambio actitudinal, no de aptitud del productor, los productores son aptos en Uruguay.

Ese pequeño ganadero de 200 hectáreas que tenía que negociar con la gran empresa agrícola, cuando va a negociar no va con su mano gruesa luego de haber trabajado 20 años en el campo, no va a negociar con un ingeniero agrónomo recién recibido que está gerenciando 40.000 hectáreas de la empresa agrícola, sino que va con su escribano, con su ingeniero agrónomo, con su abogado, y establece un contrato sofisticado. Y no va a ofrecer sus 200 hectáreas, buscó una forma asociativa con todos sus vecinos y va a negociar por 1.400, que son las 200 de los siete vecinos para tener más elementos de presión. Ese es el Uruguay diferente; posiblemente haya que tener ese cambio de actitud para que se den estos cambios.
 
RD - Nuevas formas de organización.
 
AS - Y el plan de producción no necesariamente tiene que ser regulado por un técnico de un ministerio que se baja de un jeep a decir si está bien o mal, sino que debe llevar la firma de un ingeniero agrónomo privado que cobra, que gana más plata, que está estimulado por esa renta, que va a un porcentaje de la renta quizá, y firma aprobando como un veterinario o como un médico aprueba una receta.
 
GV - A mí me gustaría que se juntaran esos siete productores con las 1.400 hectáreas para trabajarlas juntos y no para arrendarlas.


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Transcripción: María Lila Ltaif


La Tertulia Agropecuaria les desea a todos sus oyentes y referentes técnicos que aportan a la riqueza de la discusión una muy feliz Navidad en familia, y que el 2010 nos mantenga unidos enfrentando estos nuevos desafíos.