Los cambios incluyeron la incorporación de las aseguradoras privadas, proyectos de capacitación y fortalecimiento institucional, subsidios a las primas de seguros, se crearon fondos de emergencia y se promovieron nuevas acciones en la reducción del riesgo a nivel de los predios de productores familiares.

En el marco del último informe de políticas de gestión de riesgo agroclimático incluido en el anuario de Opypa 2009, se señala que la expansión del seguro agrícola ha sido impulsada por la apertura de la actividad en 1996, aunque de hecho, en el tramo rural opera con competencia desde el año 2002, con el ingreso al mercado de Mapfre y Surco.

Otro factor relevante que contribuye a ese impulso ha sido la expansión del área agrícola de cultivos extensivos, es decir, cereales y oleaginosas, a partir del año 2001.

Esta expansión se manifiesta por la evolución del volumen de primas de seguros agrícolas que consolidaron su crecimiento en el año 2008, con un incremento de 117% con respecto al año anterior.

Este aumento está basado en un crecimiento del área sembrada en 2008, al que se agrega los costos de producción que son la base para establecer las sumas aseguradas.

La participación de la rama rural en el total del mercado de seguros incluye al resto de las ramas, salvo la de accidentes de trabajo que continúa en condiciones de monopolio, alcanzando un récord de 4,6%, según señala el informe.

La cuota de mercado en el ramo rural muestra una participación creciente de las empresas aseguradoras del sector privado, respondiendo al marco de competencia establecido.

La mayor expansión del seguro se produjo en la agricultura empresarial de cereales y oleaginosos, especialmente en los cultivos cuyo principal destino es la exportación.

El porcentaje de penetración en la zafra 2007-2008 fue en promedio, para cultivos de invierno y de verano, de 66%; siendo mayor a 80% en trigo y soja, cultivos netamente de expansión.

Aunque no existe una política de promoción del seguro en estos cultivos, la cobertura está impulsada por la exigencia de las empresas exportadoras de que los productores tengan seguro y además por la mejora de la oferta de coberturas, en cuanto al número de riesgo cubiertos y flexibilidades en condiciones de los contratos, dada la creciente competencia, tal como señala el informe.

Si bien ha mejorado, la cobertura de riesgo es limitada, dado que la mayoría de los seguros son de riesgos nominados que cubren unos pocos riesgos, tales como granizo, viento, incendio, falta de piso para cosecha y resiembra. Estos últimos se están desarrollando últimamente.

No existen coberturas para el riesgo de sequía o inundaciones para las pasturas, por tanto, el sector ganadero prácticamente carece de oferta de seguros relevantes, según el informe de Opypa.