El mercado de haciendas cierra el 2009 con precios al alza en todas las categorías, y con una demanda que pretende sortear la escasa oferta, en un excepcional momento forrajero.

El productor hoy en día tiene una capacidad de negociación como hace mucho tiempo no tenía, ya que puede retener sus ganados para que sigan ganando kilos.

Gustavo Basso, operador de mercados, repasó los valores que se manejan, asegurando que hay mucha volatilidad.

"Sorprende a lo que es la historia de los diciembres, donde siempre tenía unas características de ajuste a la baja. En un año totalmente atípico, estamos terminando el año con un ajuste al alza en todas las categorías, con una demanda que pretende tratar de sortear esta difícil situación en la cual la oferta está bastante restringida. Todo esto originado en un excepcional momento forrajero que le da una capacidad negociadora al productor, la cual no estaba acostumbrado desde hace mucho tiempo".

Basso agregó que el productor se encuentra desorientado, con precios en suba, por lo que habitualmente no vende en estos momentos.

"Nadie tiene una certeza absoluta de lo que valen los ganados porque depende del lote, de las condiciones y del ánimo con que se encuentre el productor. Por lo tanto, un novillo no sorprende cuando supera los 2.30 dólares. Quien tiene un novillo hoy, la industria ha determinado no pasar precios, sino que directamente escucha el precio que se le pasa y en función de ese precio decide si compra o no compra, porque indudablemente el momento que se está viviendo es de tal volatilidad en el mercado, en el cual nadie sabe con certeza los valores, hecho que determina que el comportamiento sea absolutamente irregular".