El ingeniero Enrique Malcuori se refirió a la repercusión de las altas temperaturas en la producción y el precio del ganado lechero en esta época del año. Si bien diciembre tuvo temperaturas agradables para el sector, enero está afectando a la producción.

"Tuvimos un noviembre y un diciembre excepcionales, con temperaturas bastante bajas y eso repercutió en la productividad de la vaca lechera. Porque la vaca lechera es un animal que tiene su área de confort en el entorno de los 20 grados. Si subimos de los 20 grados estamos perdiendo casi el 1,5% por grado que sube la temperatura. Eso ligado a temas de humedad, Uruguay tiene humedades muy altas, genera un entorno donde el animal reduce su consumo rápidamente, reduce su producción e impacta negativamente en la productividad del establecimiento. En ese sentido, nosotros tenemos que tratar que la vaca se maneje en ese rango de confort, en lo posible, a través de algunos mecanismos de manejo".

Malcuori detalló por dónde pasan estos manejos, con el fin de no perder productividad.

"Un (mecanismo) puede ser que los pastoreos sean en horas de la tarde y en la madrugada, a veces es preferible que el ganado en las horas del mediodía ni salga a pastorear. O sea, si se ordeña en la mañana y luego de tarde, el ganado no va a comer prácticamente, va a buscar la sombra debajo de un árbol. Si lo echo a una pradera o a un sorgo, ese animal probablemente pase muy mal. Entonces, es preferible ponerlo a la sombra con algún tipo de concentrado. Cosa que el productor ya conoce, porque lo hizo el año pasado cuando no había forraje".

El ingeniero sostuvo que la situación de este verano cambió drásticamente con relación al verano 2009. La abundancia de pasto, según Malcuori, tienta al productor para echar el ganado a las praderas a cualquier hora.

"Hoy hay mucho pasto y la gente se siente tentada, pero en realidad lo que hace es que el ganado pase mal, porque si no tiene agua y no tiene sombra, el animal va a sufrir el stress calórico y no va a consumir lo que necesita. El otro agravante adicional es que el exceso de temperatura lleva que el animal entre a rumear menos y esa falta de rumeación provoca una reacción en el animal que afecta la composición de la leche".

Para Malcuori, la mejor forma que tienen los productores para monitorear el ganado es a partir de que los productores reciban periódicamente los análisis correspondientes de sus remisiones de leche a planta.

Por otro lado, los productores de Fray Marcos están recibiendo ayuda por parte de los ocho litros de remisión de Conaprole, a raíz del temporal que atacó la zona.