En el marco del Proyecto Corriedale Fino se viene trabajando con las cabañas La Esperanza de Gambetta y San Gerardo de sucesores de Gerardo García Pintos, las cuales junto con el apoyo del Central Lanera Uruguaya y con la evaluación genética poblacional del SUL, se ha desarrollado un plan de mejoramiento genético a través de la cual es posible producir carneros que disminuyan el diámetro, manteniendo el peso de vellón y aumentando el peso corporal de las majadas.

Eduardo Pietra, presidente de Central Lanera, destacó los resultados alcanzados, lográndose afinar las lanas de forma significativa. También repasó los beneficios económicos que brinda la cooperativa por cada micra de afinamiento que logran los productores.

"Como veníamos diciendo, hace seis años que veníamos trabajando con la cabaña La Esperanza de Gambetta, la cabaña San Gerardo, de sucesores de Gerardo García Pintos, en un trabajo que viene dando sus frutos y lo acaban de demostrar las cabañas. En el transcurso de estos seis años no solamente se ha producido un afinamiento significativo de la lana, sino que al mismo tiempo se ha ganado peso del vellón, peso corporal, todo suma, todo son ganancias y están logrando destaques de 10% por arriba de la raza, y eso es más rentabilidad".

En cuanto a la carne ovina, Pietra aseguró que la oferta no logra satisfacer la demanda por la caída en los stocks mundiales, lo que hace que hoy el rubro sea mas rentable que la ganadería vacuna.

Foto: Cabaña La Esperanza