Es fundamental ver cómo evoluciona el clima a fines del verano, ya que los cultivos sembrados de forma temprana comienzan la etapa de cosecha, mientras que los tardíos entran en momentos más críticos del cultivo. Así lo explicó Gonzalo Souto, técnico de Opypa.

"En esta época del año, donde casi nunca es rechazada por los agricultores el agua, y en este caso, este clima está siendo atado después de generar una cantidad de problemas, como generó al finalizar la primavera y al arrancar el verano con tantas lluvias y atrasos en las labores de cosechas y los cultivos de verano, ahora la abundancia de lluvias hace que sea un verano con bastante agua y a su vez con muchos días soleados. Ha permitido un buen desarrollo de los cultivos, o sea que hasta ahora todas han sido buenas noticias, salvo situaciones puntuales, donde las lluvias hayan creado algunos problemas por la intensidad. En general, la disponibilidad de agua ha sido suficiente y ha permitido un buen desarrollo de los cultivos".

En cuanto a si se sembró todo lo previsto a comienzos de la zafra, Souto estimó que algún porcentaje quedó sin sembrar e incluso puede haber habido cambios de cultivos.

"Hay grandes dudas, la impresión es que los agricultores siguieron sembrando hasta muy avanzado el mes de enero, con seguridad alguna parte del área se dejó, pero todavía es imposible saber a ciencia cierta cuánto es la cantidad de superficie que se haya sembrado. Posiblemente haya habido un cambio de un cultivo a otro. El gran signo de interrogación será confirmar cuál fue el área de cada cultivo. La impresión es que el total de superficie fue muy parecido al que se esperaba".