Einstein creía que la ciencia era una manera de revelar la belleza del universo. La inteligencia de este hombre no tuvo límites. Pero, según Eduardo Galeano el sabio más célebre tenía los ojos más tristes de la historia humana. El 7 de abril se inauguró, en Montevideo, un monumento a la memoria de Einstein para recordar al autor de las teorías más descabelladas.

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