La Tertulia Agropecuaria

¿Es posible la relación ganar-ganar en la cadena de la carne?

¿Es posible la relación ganar-ganar en la cadena de la carne?

Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en Uruguay cada persona consume 58,2 kilos de carne bovina por año, lo que convierte al país en el mayor consumidor de ese alimento en el mundo. Sin embargo, la mayor parte de la carne que se produce en nuestro campo se exporta. Por eso, es difícil llegar a un acuerdo sobre cuál debe ser su valor de mercado. Los productores buscan los altos precios del exterior, mientras que los consumidores locales reclaman que éstos bajen. La Tertulia Agropecuaria se propuso seguir discutiendo un tema tan importante para los uruguayos. Para ello, reunió a Pablo Carrasco, productor, director de la empresa Conexión Ganadera; Carlos Paolino, director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria del MGAP; Martín Secco, director ejecutivo de Tacuarembó/Marfrig Group, y Pablo Rosselli, director del Departamento de Consultoría de Deloitte. Como es habitual, la mesa fue coordinada por Rosanna Dellazoppa y conducida por Emiliano Cotelo.


(emitido a las  9.39 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Si había alguna duda respecto de las preferencias gastronómicas de los uruguayos, la noticia que se conoció en los últimos días terminó de despejar todas las incógnitas: Uruguay es el mayor consumidor de carne del mundo.

Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en nuestro país cada persona consume 58,2 kilos de carne bovina por año, por arriba de Argentina, que está en 56,7, y de Estados Unidos, que figura tercero con 43 kilos de carne bovina por persona por año.

Pero la carne que se produce en nuestro campo no se consume sólo en el mercado local; de hecho, la mayor parte se exporta. Por eso, en la discusión sobre el precio de la carne es difícil llegar a un acuerdo. Mientras los productores buscan precios altos, que se obtienen básicamente en el exterior, dentro del país los consumidores de cultura carnicera reclaman que los precios bajen para poder acceder a un alimento tan pero tan preciado.

El mes pasado, cuando la suba de los precios era el tema de todos los días en la prensa, acá en la Tertulia Agropecuaria hicimos un primer aterrizaje en este debate, y, como era de esperar, nos quedamos cortos de tiempo y de puntos de vista. Hoy les proponemos avanzar en el análisis con la incorporación de otras visiones, pero además metiéndonos más a fondo en las características particulares de esta cadena.

***

EC - Vamos a presentar a los tertulianos de hoy.

Carlos Paolino, director de OPYPA (Oficina de Programación y Política Agropecuaria), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Es el invitado número 100 en estos cuatro años de Tertulia Agropecuaria.

ROSANNA DELLAZOPPA:
Martín Secco, director ejecutivo de Tacuarembó-Marfrig; Pablo Rosselli, director del Departamento de Consultoría de Deloitte, y Pablo Carrasco, productor y director de la empresa Conexión Ganadera.

EC - Hace un mes, en la Tertulia Agropecuaria anterior, pusimos el tema de la carne arriba de la mesa a raíz de la polémica que se da casi todos los años en esta época en torno al aumento de precio en carnicerías y supermercados. En esa ocasión participaron un productor, un rematador y un carnicero, junto con uno de los tertulianos permanentes, Guillermo Villa. Cuando ya se terminaba el tiempo, en la ronda final se mencionaron algunas puntas que quedaron abiertas: ¿la comercialización de la carne debe ser libre o se justifican ciertas intervenciones del Estado?; ¿la industria frigorífica en Uruguay constituye un oligopolio? Además uno de los productores sostenía que, a diferencia de lo que ocurría en los años 2007 y 2008, en los últimos tiempos la relación entre el ganadero y la industria está equilibrada y se están obteniendo precios razonables. En cambio, el otro productor aseguraba que el sector está decidido a invertir, pero advertía que la única forma de pensar en inversiones en el largo plazo es que los productores y la industria se sienten a analizar pautas de negociación que vayan más allá de los próximos 15 días; decía: "Es imprescindible pensar pautas a uno, dos o tres años para adelante", y agregaba: "Sólo de esa manera se podrán atenuar los picos de precios coyunturales, todas las partes se verán beneficiadas y el país crecerá en su conjunto".

¿Qué les dice este punto de partida?

RD - Empezamos por el último.

EC - Puede ser, nos mete de lleno en la cadena de la carne.

RD - A mí me parece interesante comenzar con el punto de vista de quienes no estuvieron en la Tertulia anterior. Por ejemplo, Paolino, en representación del Poder Ejecutivo.

CARLOS PAOLINO:
Sin duda, el sector cárnico es muy importante en Uruguay, y los cambios de los últimos años han sido de una naturaleza básicamente estructural. Cuando estudiábamos agronomía y después economía, si uno compara, tienen poco que ver con la historia, hay un quiebre. Por tanto la pregunta que hacía Emiliano da cuenta de eso: estos quiebres son estructurales desde el punto de vista del aumento de la producción, de la productividad, ha habido una casi duplicación de las exportaciones, estamos con menor área dedicada a la ganadería pero el aumento de la productividad compensa, hay un conjunto de indicadores significativos que hacen pensar en un cambio estructural. En ese cambio estructural la configuración institucional de la cadena es un aspecto clave desde el punto de vista de su visión para mediano y largo plazo. De manera que la pregunta es totalmente pertinente y desde el punto de vista del ministro y quienes lo asesoramos es un tema absolutamente clave.

RD - ¿A qué te referís cuando decís que es un tema clave?

CP - A la integración institucional de la cadena en términos de desarrollo de contratos, desarrollo de acuerdos en el sector privado, y todo lo que tiene que ver con las políticas públicas de no interferencia pero de apostar a una plataforma que permita un cálculo privado mucho más estable, sin sobresaltos y con bienes públicos mucho más desarrollados que lo que tuvimos. En la agenda de temas hay una parte que es propiamente privada, que va por el lado de los acuerdos privados, pero también una responsabilidad del sector público en términos de generar una plataforma que brinde aquellos bienes públicos que son insustituibles y que el Estado tiene que proporcionar, de forma tal que esos acuerdos y ese horizonte de cálculos privados sean lo más despejados posible. En ese sentido estamos trabajando en el ministerio. De manera que la pregunta es muy pertinente y está en la agenda estructural de desarrollo del sector cárnico y de las cadenas agroindustriales en general.

EC - Pablo, tú has hecho más de una vez análisis a propósito de la cadena de la carne en ámbitos especializados, en seminarios, en conferencias en Montevideo y también en el interior. ¿Cómo te plantas frente a preguntas como las que quedaron formuladas en la Tertulia anterior?

PABLO ROSSELLI:
El primer paso de la respuesta tiene que ser en línea con lo que decía Carlos, tiene que partir de reconocer que la cadena cárnica ha tenido un desempeño formidable en Uruguay. A veces se hacen comparaciones entre distintas cadenas sobre el grado de integración de unas y otras, pero me parece importante que cualquier intervención de política pública parta de ese reconocimiento. Hoy tenemos una ganadería que tiene ciclos ganaderos extremadamente pequeños con relación a lo que fue la historia de Uruguay hasta principios de los noventa.

EC - ¿Qué quiere decir eso en términos concretos?

PR - Las fluctuaciones de precios, las fluctuaciones de los stocks, las fluctuaciones de la faena son mucho más reducidas que en el pasado. Pero además tenemos niveles de producción sustancialmente más altos; si pensamos en el stock total de vacunos en el país, es notoriamente mayor que hace 10 años, la composición del stock es mucho mejor porque hay una faena más joven, por lo tanto hay más espacio para el rodeo de cría, que es lo que permite tener un mayor número de terneros consistentemente, sin perjuicio del impacto que tuvimos por la sequía.

RD - ¿No creés que hay consenso en eso y que todos los segmentos ven los cambios como sumamente positivos, o creés que aún falta reconocerlo?

PR - El punto es en qué medida vemos que hay fallas en el funcionamiento de la cadena. En particular, yo tiendo a pensar que de los años noventa para acá el funcionamiento de la cadena ha sido razonablemente bueno. Sin perjuicio de que probablemente haya otras oportunidades de mejora, el país ha mejorado mucho en los temas sanitarios y de trazabilidad; la generación de información es una buena estrategia, la información es un bien público, pero hoy la cadena funciona con mercados que tienen un alto nivel de competencia. Hay una frecuente discusión acerca de si el poder de compra de la industria es demasiado alto o no, si los precios se forman en forma justa; cuando analizamos la formación de los precios del ganado en Uruguay nuestros estudios muestran que los precios del ganado en Uruguay siguen muy pero muy de cerca la evolución de los precios internacionales de la carne, la evolución de los precios domésticos de la carne –porque no todo el animal faenado se exporta, algunos componentes o algunos cortes tienen notoriamente un mejor mercado doméstico–, la formación de precios muestra que hay una muy buena relación entre los precios internacionales y los precios domésticos. Creo que ahí no hay necesidad de intervención o de pensar en soluciones a problemas que no existen.

RD - Tú decís que hay que mirar el funcionamiento de la cadena, partís de la base de que existe una cadena –lo aclaro porque hay ámbitos en los que aún no se ha llegado a consenso en eso–, y además decís que es diferente del resto de las cadenas. ¿Por qué hay que mirarla con una lupa diferente? Porque normalmente siempre dicen "¿por qué en la industria de la carne los productores y la industria cárnica no se ponen de acuerdo y el arroz funciona espectacular?". Yo te he oído varias veces diferenciar una cadena de otra.

PR - No hay duda de que existe una cadena. Las diferencias entre la cadena cárnica y la cadena arrocera o la cadena lechera tienen que ver con los mecanismos institucionales de formación de precios. El precio del ganado se determina en un mercado libre, donde hay libertad de exportación de ganado en pie, donde además los productores tienen otras alternativas distintas de la ganadería vacuna si no encuentran rentabilidades razonables, y el desarrollo de la agricultura juega un papel clave en limitar el poder de compra de la industria frigorífica. Si la industria frigorífica no paga un precio razonable por el ganado, seguirá creciendo más rápido la agricultura o habrá exportación en pie. Lo distinto en la ganadería es que la relación entre la industria y los productores opera a través de un mercado de haciendas spot en el que hay una multiplicidad de vendedores y una multiplicidad de compradores que realizan las transacciones a un nivel mucho más transaccional: hoy le vendo a uno, mañana le vendo a otro.

En la industria láctea el relacionamiento es de mucho mayor integración vertical, el productor siempre le vende al mismo, puede cambiar de planta pero siempre le vende al mismo, y en el sector arrocero hay acuerdos para la fijación de los precios, las diferencias tienen que ver con qué es eficiente en cada uno de los casos. Cuando tenemos mercados que funcionan sin mayores restricciones, sin lo que se llama los costos de transacción, la solución que tiene la cadena cárnica es una solución muy pero muy eficiente. Creo que no hay muchos incentivos –acá tenemos a productores e industriales– para desarrollar contratos de largo plazo entre productores e industria por montos significativos. Creo que en general las partes se sienten cómodas trabajando como están trabajando.

EC - Completamos la ronda de quienes no estaban en la Tertulia anterior. Vamos con Martín Secco y la visión de la industria.

MARTÍN SECCO:
A todas luces estamos en una posición de muy buenas noticias. Muchas veces cambia el sentido según cómo se lo presenta. Tú arrancabas la tertulia diciendo que tenemos el récord mundial, y los precios en el mercado interno han sido menores que el índice promedio de salarios, tenemos empresas que sólo se dedican al mercado interno, por tanto no tienen otra alternativa que acompañar los precios de ganado. A todas luces eso es una muy buena noticia y no significa una preocupación en absoluto. Lo lógico sería pensar que en los próximos años en Uruguay decreciera el consumo de carne por un tema de salud, de costumbres, pero no por un tema de poder adquisitivo o de precios.

Y con respecto al tema de la relación de la cadena cárnica u otras cadenas, yo soy un fanático y un enamorado de esta cadena, así que poco puedo evaluar las otras, pero sería muy difícil para otra cadena implantar un modelo como el de la cadena cárnica, por lo tanto para la cadena cárnica es muy difícil copiar otros modelos. Además quisiera saber qué otra cadena agropecuaria tiene los valores de crecimiento y transferencia que tiene la cadena cárnica, y en ese sentido creo que se hace muy difícil plantearse acuerdos por dos o tres años, porque en ese caso la industria se tendría que dar vuelta y mirar al mundo y saber con quién en el mundo podemos plantear un escenario de dos o tres años en adelante. Basta pensar que en el año 2006 Uruguay exportaba a Estados Unidos 10 veces más el cupo de exportación que tenía libre de impuestos, y hoy no estamos llegando al cupo. Por lo tanto el mundo cambia a una velocidad muy importante, Uruguay tiene un marco sanitario muy amplio, eso nos permite jugar en el mejor escenario en cada momento, y si Uruguay sigue invirtiendo a nivel de la gestión gubernamental en lo que hace a las negociaciones y trabaja sobre los temas arancelarios y ya no los sanitarios, como sé que está en cartera del Poder Ejecutivo, sólo con los mercados que tenemos vamos a seguir teniendo mucho para ganar.

EC - A propósito de una de tus afirmaciones, ¿tú entiendes que la cadena cárnica en Uruguay funciona bien? ¿Tu balance es satisfactorio?

MS - Por supuesto.

EC - Lo pregunto porque incluso en el propio gobierno se ha manejado como ejemplo la cadena arrocera y la intención de trabajar en los otros sectores hacia un modelo tan eficiente como ese. Y por otro lado, dentro del sector de la producción cárnica permanentemente aparecen flashes de desconfianza entre una y otra parte, quizás más de los productores hacia la industria frigorífica, eso está latente.

MS - Imaginate lo que sería en un mundo perfecto el crecimiento de esto si esos elementos no aparecieran. Yo quisiera saber cuánto ha crecido la cadena del arroz en los últimos 10 años, cuánto ha transferido a los productores, cuánto ha transferido a los empleados que trabajan en ella, y compararlo con la cadena cárnica. En ese sentido el modelo del arroz u otro han sido muy buenos para esas cadenas, pero es absolutamente impensable compararlos con la cadena cárnica. Yo trabajo todos los días para que sea mejor, y por supuesto que debe poder ser así, pero desde el punto de vista de la satisfacción estoy muy satisfecho.

EC - Vamos a escuchar a Pablo Carrasco, que viene de la mesa anterior y ha escuchado las nuevas consideraciones que se agregan al debate.

PABLO CARRASCO:
Este punto me parece muy interesante, y la mesa está bien representada para que queden claras esas cosas. Porque eso que tú dijiste, Emiliano, "¿entonces hay cadena en la carne?", lo hemos escuchado, creo que el fundador de esa duda fue el propio presidente de Instituto Nacional de Carnes (INAC), que no había una cadena. Desde que hay alguien que produce un ternero y alguien que al final come la carne, hay una cadena; después podrás discutir si los eslabones se comunican entre sí de la forma más eficiente, que es lo que deberíamos perseguir, o de la que más te gusta, que es la que estamos peligrosamente mirando. Porque junto tras la afirmación de que en la carne no hay cadena, la frase sigue con "al contrario del arroz, donde funciona notable". Esa es la afirmación. Y funcionar notable parecería ser la existencia de contratos entre las personas, cuando la cadena de la carne, por historia, por número de participantes y por tradición, se ha comunicado por las reglas de mercado, no se ha comunicado por contratos. Si querés irte al extremo nos vamos a los pollos, ahí prácticamente ya no sos un empresario sino un empleado, te dan la ración, los pollitos y la tecnología, vos les entregás los pollos y ellos te entregan el sueldo. Ese sería el contrato más vinculante, el cliente más esclavo de la industria. En el otro extremo está la cadena de la carne, a la cual critico porque creo que tiene que seguir mejorando en su esencia, que es la competencia entre los eslabones y la asistencia del mercado en forma perfecta, que es lo que les queda por hacer.

Y así como Pablo Rosselli dijo "creo que están cómodos productores e industriales", así como Martín dijo que estaba cómodo, creo que no hay un productor ganadero al que le propongas una vinculación diferente y acepte. Hay sólo dos formas de que puedan aparecer relaciones diferentes entre productores e industria: que aparezca dinero, que la industria ayude a alguien y eso genere un vínculo, una correspondencia para que te mande los animales por la ayuda que ha recibido, o que alguna cosa del valor de la carne por la cual se vende en el punto final vincule los procesos de producción primaria. Por ejemplo, si se va a vender carne Angus, porque la carne Angus es muy valiosa, quien produce Angus está metido en la negociación final; si vas a vender colita de cuadril, quien está produciendo colita de cuadril no está metido en la producción final, porque nadie le preguntó de dónde era ni quién la hizo ni cómo la hizo, pero cuando los procesos de producción primaria llegan a la etiqueta y al envase final del producto empieza a haber relaciones de dependencia, de ganar-ganar como se llama. El ejemplo de Martín es clarísimo, en el 2006 le vendíamos una barbaridad a Estados Unidos y hoy no le vendemos, eso quiere decir que estamos vendiendo colitas, no nos extrañan, no se acordaron cuando nos fuimos ni cuando vinimos.

EC - ¿Qué quiere decir que estamos "vendiendo colitas"?

PC – Que vendo un commoditie. En la lógica de vender commodities en la carne sin otra referencia es bastante típico que yo entre y salga de los mercados según me convenga, eso le da a la cadena una enorme estabilidad, porque si no le vendés al primero porque bajó, le vendiste al segundo, y si no, al tercero. Pero eso te genera problemas de fidelización del cliente, cuando tú te vas no te extraña, porque no había nada de vinculación entre el vendedor y ese comprador como para que vos sigas en un mercado a pesar de que ese mercado se haya complicado.

EC - Concretamente, no había nada que vinculara de manera definitiva a quien exportaba en Uruguay y a los compradores en Estados Unidos.

PC - Al consumidor final en Estados Unidos.

RD - Nada diferente como producto.

PC - Cuando digo que estamos vendiendo colitas digo que estamos vendiendo commodities, lo que tiene su lógica, sobre todo a gran escala, y tiene su ventaja para la cadena en cuanto a estabilidad, pero tiene otra escala. En otro tramo de esta Tertulia tal vez podamos discutir sobre cómo mejorar esto.

CP - En general concuerdo con las aseveraciones. Con un agregado, creo que como Pablo bien decía, el tema de las commodities o el mercado funcionando eficientemente es una señal de los noventa para delante de un fortísimo empuje a todos estos procesos. Sin embargo, entre los privados ellos verán la mejor forma de ordenar sus negocios, y en ese sentido lo que uno ve es que además de las commodities existieron varios intentos, algunos frustrados, otros más o menos, en términos de lo que en economía se llama bienes de club, es decir, la carne Angus, la carne orgánica en su momento, etcétera. Son negocios que implican identificar un espacio de mercado y construir una institucionalidad distinta de la de mercado, implican una relación más permanente entre los distintos eslabones de la cadena.

Eso no está bien ni está mal, es un negocio en el que el sector privado apuesta a un tipo de transacción distinta, ellos sabrán por qué lo hacen. Desde el punto de vista del sector público, hay un montón de deberes que tenemos que hacer y que se vienen haciendo desde hace unos cuantos años, en particular desde la administración anterior. Todos los temas de trazabilidad, de informatización de la cadena, pero hay muchos más temas que tienen que ver con nuevos bienes públicos. No olvidemos que la base forrajera sigue siendo en el tema de cría de campo natural, el campo natural muchas veces, sobre todo en la cría, está con una lógica de stock, en muchos casos con cargas muy altas, y hay un deterioro de un recurso natural. Por lo tanto, si Uruguay quiere preservar y mantener su crecimiento ganadero tiene que apostar muy fuerte a generar bienes públicos que den alternativas para manejar mejor ese campo natural.

RD - Estás pensando en la investigación ahí.

CP - Investigación, transferencia, capacitación, etcétera, los temas de manejo del riesgo. Nosotros evaluamos en OPYPA qué impacto tuvo la sequía, no solamente desde el punto de vista de lo que se perdió en términos de los terneros que no nacieron, las mortandades, etcétera, sino de lo que arrastra en términos de las vinculaciones intersectoriales en la matriz de insumo-producto. Es dramático que un sector estratégico como la ganadería esté sujeto a ese tipo de shock externo y que las políticas públicas no estén trabajando para ver cómo evitar eso y lograr un mejor manejo del riesgo. Son temas que hacen al desarrollo de mediano y largo plazo y a una visión estratégica en la que el sector público tiene que aportar y mucho en esta jugada. Sin intervenir en el sector privado, simplemente apostando a un desarrollo que sabemos que va a ser sostenido y sabemos que tenemos que tener previstos todos los instrumentos posibles para lograr que esos bienes públicos estén a disposición para el sector privado para que logre desarrollar esto.

EC - Brevemente, ¿qué dicen los demás a propósito de una incidencia de este tipo del Estado en el negocio cárnico?

PR - En general las políticas públicas hacen bien toda vez que generan bienes públicos, con lo cual la generación de información, la contribución a la investigación tecnológica para nuevos paquetes son claves y son parte inherente a la tarea del gobierno.

***

EC - Volvemos a la cadena de la carne. ¿Es posible una fórmula ganar-ganar?

PR - Si me permiten incorporar una perspectiva un poquito académica, en la profesión económica se ha estudiado mucho cómo son las formas de interacción de los distintos eslabones de una cadena, cuándo los eslabones de una cadena operan a través de soluciones más o menos integradas, con contratos, y cuándo funcionan a partir de transacciones de mercado. En Uruguay tenemos la lechería y el arroz que funcionan con relaciones de largo plazo más o menos integradas: cooperativas lácteas, industrias lácteas que compran la materia prima siempre al mismo productor, o acuerdos en la formación del precio en el caso del arroz. Eso ocurre cuando hay costos de transacción muy grandes en ir al mercado, el productor de leche no puede preguntarse todos los días a quién le va a mandar la leche, ni las industrias tienen capacidad para recorrer tambos a ver dónde encuentran su propia leche. La infraestructura que se requiere para recibir el arroz también es bastante compleja, requiere actividades de secado prácticamente en toda la producción. Eso de por sí es tan costoso que justifica la presencia de contratos. Cuando no hay costos de transacción importantes, celebrar los contratos es un costo.

Martín Secco decía recién que es muy difícil prever en una relación a tres años todo lo que puede ocurrir en los mercados de venta y todo lo que puede ocurrir con nuestros costos de producción. Cuando no hay costos de utilizar los mercados las empresas prefieren los mercados; lo vemos en la carne, en el trigo, en la soja, la cadena de la soja ha tenido un desarrollo formidable y opera con un alto nivel de fragmentación, hay múltiples jugadores que venden sus productos y servicios.

RD - Tienen los precios a futuro.

PR - Tienen mercados que funcionan bien. En la carne también hay mercados que funcionan bien, sin perjuicio de que no hay mercados futuros, porque en la venta no hay una venta de largo plazo, entonces, como decía Secco recién, si compramos a largo plazo, tendríamos que darnos vuelta.

RD - Me parece importante ese punto, la diferencia entre la cadena cárnica y la cadena arrocera, que siempre es el ejemplo para todos. El punto sobre el que quisiera insistir es: si tratamos a esta cadena de la carne como igual a otras, cuando las características, como acaba de explicar Rosselli, son tan diferentes, evidentemente siempre nos vamos a sentir frustrados, porque los resultados no son los mismos. Al mismo tiempo, tengo la percepción de la disconformidad basada en la desconfianza, basada en jornadas de 1.200 personas que hubo en Facultad de Agronomía, y en general de todos los ámbitos de trabajo en el interior y de reuniones de instituciones, de grupos de productores... En general el tema al interior de la cadena creo que pasa por ese aspecto, por qué siempre los productores y la industria están en esa posición de que el que está enfrente siempre me "quiere arrancar las muelas", los malos y los buenos, siempre en esa actitud. Para mí es sobre lo que hay que trabajar, en la medida en que terminemos de entender en qué estamos no voy a estar pensando siempre que el otro es el malo y me quiere matar en el precio final.

MS - Quizás ese sentimiento que tú marcás no sea la generalidad de los productores. Nosotros hacemos transacciones diariamente en todo el país y quizás haya un grupo de productores que piensen eso, hay otros productores que no se manifiestan y otro montón de productores que manifiestan una situación diferente. Yo no puedo hacer una manifestación sobre algo que otros manifiestan, yo quisiera tener cada día más integración con los productores, porque necesito de ellos como el agua, sin producción primaria la industria frigorífica no tendría ninguna razón de ser. Nuestra intención y nuestro deber es generar una sensación contraria a la que tú decís y generarles a los productores un marco en el que ellos puedan ver que la industria tiene un reflejo de la situación comercial. En algunos casos escapa a nuestro control. En la situación de hoy, cuando la oferta de ganado disponible es quien manda, independientemente de la traslación de los precios internacionales, etcétera, creo que el productor en Uruguay, más allá de nuestras dificultades comerciales, arancelarias, geográficas, etcétera, está recibiendo el mayor precio de la carne del mundo. Entonces en vez de estar en una tertulia analizando el tema de la desconfianza, deberíamos analizar cómo ha llegado esta cadena a uno de los principales jugadores del mundo en la exportación. Uruguay es uno de los países donde más ha crecido la cadena en los últimos años y los productores obtienen un precio internacional que no tiene nada que envidiarles a otras cadenas del mundo.

RD - Ahí me estás provocando, porque hemos hecho siempre al revés, hemos empezado siempre por los aspectos positivos, hemos reconocido todo, pero yo sigo recibiendo esa sensación que tú decís que es de pocos productores pero yo digo que es en general, porque si no, no estaríamos en el año siete de una jornada de Paysandú hablando y haciéndonos la pregunta de si es posible una integración ganar-ganar. Me gustaría ver ejemplos concretos de cómo está trabajando la industria.

MS - Es que la respuesta es posible.

RD - ¿Qué ejemplos concretos tenés, que no sean a más de 15 días?

MS - Lo que ha crecido la cadena cárnica. Para hacer una evaluación positiva no tengo que mostrar contratos de largo plazo con los productores; los productores o esta cadena eligen, como dice Pablo, hacer sus transacciones en el mercado spot, eso es lo que le ha permitido crecer. Quizás en otra tertulia puedan analizar cómo otras cadenas podrían copiarle a esta para que su crecimiento fuera mayor que el que tienen.

EC - Mirá cómo la complica este oyente. Dice: "Yo soy criador, y para mí los malos son los invernadores".

RD - Esa es otra crítica que hay en la cadena.

EC - Pablo, tú que estás dentro del negocio...

PC - Yo separo dos partes. Primero, para mí que todos se quejen es un síntoma de que está más o menos bien. Cuando se generan esos equilibrios de que ambas partes se quejan es que llegaste a un punto bastante bueno. Yo soy un reconocido crítico de esta cadena, la adoro y me parece ejemplar, igual que Martín, creo que habría que imitarla. Pero también tengo sensaciones de que hay cosas que se pueden hacer mejor huyendo hacia delante, huyendo hacia el mercado, huyendo hacia la transparencia, huyendo hacia más mercado. En ese sentido me gustaría hacerle una precisión a Pablo Rosselli, porque la cadena de la carne tiene particularidades que no tienen las demás. La cadena del arroz es así de integrada, pero no hay un tema de costo de transacción, porque el procesamiento del arroz es muy elemental, es sacarle la cáscara, pulirlo y meterlo en una bolsa. Hay cosas mucho más complejas, la leche es un caso claro, clarísimo, perecedero, como tú decís, no vas a andar con el tarro en la ruta 5 a ver quién te lo levanta. Pero el arroz nació distinto que la ganadería, nació de la empresa hacia atrás y no del arroz hacia delante, y eso hace que las relaciones que yo conozco –me puedo equivocar, porque no es mi tema– estén más basadas en el crédito entre los eslabones que en la complejidad o los costos de transacción.

EC - Un oyente dice que el caso de la carne es una cadena y en el del arroz es un complejo.

PC - Puede ser. La particularidad que tiene la cadena de la carne es que tú tenés las facilidades industriales, el lugar donde se faena es el único lugar de donde se puede exportar, es decir que todos los ganados pasan por un lugar que alguien dijo que está habilitado para este mercado o para este otro. Eso genera que en esta cadena los exportadores y los industriales sean los mismos, cuando podrían no serlo –en Argentina muchas veces es así, porque el mercado interno es enorme y eso ayuda–, pero aquí el mismo actor que exporta es dueño de las facilidades para hacer la faena de ese ganado. Entonces esa confusión de estas dos cosas termina haciendo que los compradores de ganado, o los exportadores de carne, que es lo mismo, sean los dueños de las plantas frigoríficas, y eso es poca gente con relación a los 20.000 que vendemos ganado.

Eso se podría corregir, habría que tener más gente comprando ganado. Tendría que complementarse con otro tipo de negociador de carne que comprara ganado y usara las mismas facilidades. A mi modo de ver, en un cierto porcentaje la industria debería compartir sus facilidades y sus habilitaciones con otros operadores para que el número de gente comprando ganado por ahí fuera mayor y este mercado fuera más perfecto. Ese es un ejemplo de cómo pienso yo que se puede huir hacia delante, hacia el mercado.

MS - Yo creo en eso que dice Pablo, voy a contar un ejemplo propio. Cuando la empresa era de la familia, el Frigorífico Tacuarembó, recibimos un proyecto que se llamó Carne Hereford del Uruguay, que tenía una marca no menor en este país –quizás haya otras razas que tengan otras bondades, pero Hereford en Uruguay es una cosa muy importante–, y nosotros, más allá de opinar sobre la viabilidad de su proyecto, les abrimos las puertas de la empresa para que desarrollaran su proyecto. Estuvieron cerca de dos años, un año y medio, y posteriormente se trasladaron a otra empresa donde era razonable pensar que iban a tener una negociación mejor que con nosotros. Posteriormente el proyecto se fue desdibujando, la gente que fue responsable de ese proyecto dirá por qué y las dificultades que tenían; yo recuerdo –personalmente nos asociamos al proyecto para apoyar la idea– que muchas veces por una transacción de uno o dos centavos no confiaban sus ganados a ese proyecto y decidían confiárselos a otra industria frigorífica. Eso muestra que era un proyecto válido, con una marca muy buena, con gente muy capaz, pero la transacción hacia el sector primario demuestra que es muy difícil lograr esa fidelidad, ese acuerdo a dos o tres años que ustedes decían, y el proyecto se desdibujó y terminó vendiéndose a otra industria.

RD - Vos decís que es factible, están dispuestos, pero no lo ves viable, cae después por su propio peso.

MS - Si es viable o no lo tienen que evaluar los que lo realizan. Yo tengo una opinión, una experiencia práctica; hay otras, ha habido otros emprendimientos de productores con frigorífico propio, varios en este país. Hay que pensar que por ejemplo nuestra empresa se fundó hace 50 años con el apoyo de cientos de productores del norte que querían industrializar sus haciendas en su lugar de origen y no mandarlas más a Montevideo. Ese ha sido durante 50 años otro buen ejemplo de integración.

PC - Es así, es muy difícil agotar la totalidad de posibilidades de exportación de carne con otros valores si no ampliás la cantidad de operadores, si no ampliás los networks que cada uno aporta y trae a esa cadena. Pero básicamente estoy de acuerdo con Martín, había un proceso que estaba generado en la producción primaria –porque tiene que ser Hereford, no puede ser otra cosa, por lo tanto con un productor primario– que participa el negocio, pero se desdibujó porque falló en algún otro lado. En general, creo que falla en la comercialización, porque la experiencia de productores, como dice Martín, haciéndose los industriales –no es lo que yo dije– ha sido muy mala en este país. Los industriales son los dueños de la industria, y yo quiero que nos conviden con una parte de su bien administrada planta.

RD - Lo que tú proponés no aplica al ejemplo de Hereford.

PC - Sí, aplica, va a haber muchos que salgan mal y va a haber alguno que salga bien.

CP - Como decía Martín recién, la resultante que hoy estamos viendo es en función de los acuerdos privados y con el mercado spot comandando. Sin embargo en la agroindustria internacional y en la carne en particular empieza a haber factores de competitividad modernos, nuevos, que el sector privado percibe y muchas veces las tecnologías están trabajando en eso, pero todavía a un nivel, no lograron la maduración que requerirían. Ejemplo: todos los desarrollos que Uruguay está haciendo en materia de trazabilidad, los temas de calidad de carne asociados a la baja de la edad de faena de los novillos y a la edad de faena en general, todos los temas de engorde semiestabulado, y sobre todo una base de información que va del campo al plato, toda esa base de información todavía no ha sido capitalizada como activo específico dentro de la ganadería. Un activo específico es algo que es distinto del mercado spot, yo voy a la transacción porque tengo una especificidad en ese activo que tiene una base de información que le llega al consumidor que está dispuesto a pagar como tal.

Eso todavía no empezó en Uruguay, por tanto no es todavía una plataforma visible desde el punto de vista de cómo se acuerdan los negocios privados, por eso tenemos el mercado spot y por eso tenemos la deficiencia que decía Pablo en el sentido de la multiplicidad de agentes trabajando en esto. Yo los invito a pensar en 20 o 30 años para adelante, en el futuro que tenemos que construir y cuál es el papel que tiene la política pública en eso. Estamos trabajando con esa perspectiva estratégica, entonces no es solamente producir más kilos de carne, es lograr una base de información que permita al sector privado estribar mejor en los negocios que quiere proyectar para adelante, implica tener mucho más cuidado en los temas de inocuidad, desarrollar mucho más los temas de sanidad, y desarrollar sobre todo el recurso natural básico, que es el campo natural. Eso es un bien público típico.

EC - A propósito de este último punto llega el mensaje de Ariel, que dice:

"Deseo apoyar la intervención de Paolino á propósito del rol de las pasturas nativas en el soporte de la eficiencia total del sistema. El recurso está en degradación, pero esta degradación es reversible con una inversión muy baja de altísima rentabilidad. En el manejo del riesgo el campo natural es clave porque es un recurso capaz de recuperarse después de un evento catastrófico como la sequía del año 2008. Hay una importante disponibilidad de conocimiento a la espera de ser aplicado, y el Estado está omiso en este aspecto, y también en aspectos de investigación".

CP - Comparto totalmente. Vemos la resiliencia que tuvo después de la sequía, la capacidad de respuesta del campo natural; es un recurso natural absolutamente clave en esta discusión, y creo que el Estado está omiso. Yo fui director de INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) Tacuarembó e hicimos todos los esfuerzos para desarrollar tecnologías para el campo natural en basalto son subóptimos. Necesitamos invertir muchísimo más en esa área, es clave, absolutamente clave. Estamos discutiendo con INIA un plan estratégico que incluye las orientaciones de investigación, y este es un punto absolutamente relevante.

EC - Javier del Buceo pregunta: "¿No se puede aplicar un sistema como el que Sadia tiene en Brasil? Sadia asesora a cada productor y se reducen riesgos y costos de aprendizaje".

MS - Sí, es como un internado, te internan y te dicen todo lo que tenés que hacer y te pagan por eso. Ese modelo en Uruguay en ganadería es impensable.

PC - Eso que decía Paolino no solo es un bien nacional, además no se contrapone con que Uruguay continúe aumentando su productividad. Producir a campo natural no quiere decir que no haya espacio para seguir creciendo. Es muy pertinente que el Poder Ejecutivo esté con una mirada sobre eso, no solo en la cadena cárnica, sino en otras cadenas también, porque eso, como la trazabilidad, como el aspecto sanitario, son políticas de Estado de largo plazo que ya hemos transitado con varios gobiernos, con varias administraciones diferentes, por tanto van afirmando cada día más su rol.

Por supuesto, el Estado tiene otras interrogantes para el desarrollo de las cadenas. Yo quiero dejar planteadas dos. Una la infraestructura, cada día se hace más difícil transitar por las rutas nacionales de Uruguay, y ahí tenemos algunos aspectos impositivos a corregir, porque la cadena agropecuaria de hoy no es la misma de hace 10 años, y si queremos mañana seguir sacando nuestra producción estamos ante un problema. Y el otro tema no menor es la educación en el medio rural. Nos hemos quedado en los años cincuenta, y hay que rescatar las cosas buenas que esa educación tiene, pero obviamente no es la educación que requerimos para los tiempos que se viven hoy.

RD - Se está haciendo mucha cosa, se está moviendo el tema de la educación a nivel rural. ¿O te parece que no?

MS - Por lo menos vamos a coincidir en que no a la velocidad que los tiempos piden.

***

EC - ¿Cómo terminamos?

RD - Me gustaría que Pablo Rosselli, con una mirada de fuera, hiciera una suerte de comentario final, a ver qué puntas aparecen.

PR - Dos o tres cosas: la cadena cárnica existe, ha tenido un muy buen desempeño, estoy convencido de que cuando los actores van a los mercados de la carne encuentran relaciones ganar-ganar. Quizás no se perciba en toda su dimensión el buen funcionamiento de los mercados, hay una percepción de que la industria abusa de un poder de mercado, o hay una percepción de que el invernador abusa del criador. Los estudios que tenemos nos muestran que los precios de la carne siguen muy de cerca los precios internacionales. Eso nos debería hacer pensar que el mercado funciona bien.

Puede haber en el futuro contratos de largo plazo de otras características, va a depender de que al final en el mercado haya un producto que demande ese otro arreglo. Para vender un producto que el consumidor no diferencia y no paga más, este funcionamiento es probablemente el más eficiente; para vender carnes con marca, con packaging específico que llega al consumidor final, quizás empecemos a ver otro tipo de relaciones. Pero hay que ver los tamaños de cada uno de los mercados, creo que por mucho tiempo Uruguay va a seguir siendo un exportador de commodities, entonces este funcionamiento de la cadena va a ser lo característico por muchos años más.

CP - Para nosotros el sector privado necesita un Estado inteligente que pueda plantarse en términos de visión de mediano y largo plazo. En eso estamos trabajando con el ministro Aguerre, estamos trabajando en términos de una institucionalidad ampliada, es decir, no solo el ministerio, articulamos con INIA, con INAC, con INASE (Instituto Nacional de Semillas), con el Gabinete Ministerial de la Innovación, porque hay un montón de trabajos que el Estado tiene que impulsar, los bienes públicos son absolutamente claves, y muchas veces el sector privado lo percibe a medias. Martín lo decía muy bien –él lo percibe claramente–, los temas del campo natural ni que hablar, los temas de manejo del riesgo climático son absolutamente claves, en eso tenemos que trabajar fortísimo y de una forma mucho más profunda. Y en los temas de capacitación, cuando uno mira el perfil de valor agregado de la industria frigorífica, por ejemplo, y mira el perfil de especialización y abre cuánto se paga en salarios y en el perfil de capacitación, creo que también el sector privado tiene mucho que hacer ahí en términos de capacitación de su personal en general, dentro de la industria frigorífica.

RD - ¿El Poder Ejecutivo tiene la mira puesta en la cría dentro de los eslabones de la cadena?

CP - No, la cadena en un conjunto, lo que sucede es que cuando uno cruza la cadena con los temas estratégicos, y el manejo de los recursos naturales es absolutamente estratégico para Uruguay, entonces cuando uno cruza eso todo el sector agropecuario y en particular la cría por el tema de deterioro del campo natural y las posibilidades de traba que eso implica en términos de visión de futuro. Ahí hay mucha cosa para hacer y la estamos haciendo.

RD - ¿La industria?

MS - Me gustaría hacer una referencia a la cadena ovina, porque muchas veces hablamos de carne y nos olvidamos de ella, cómo Uruguay está recogiendo un momento único para la cadena, cuando hace algunos años mucha gente no creía en ella, y cómo a veces en estos procesos que son largos biológicamente hay que esperar el momento.

Como conclusión final, no tenemos que desconocer todo lo que se ha hecho, especialmente a nivel del sector primario, y tenemos que estar absolutamente convencidos de que Uruguay va a llegar a faenar tres millones de cabezas con beneficio para todas las partes.

EC - ¿En cuánto estamos hoy?

MS - Estamos en 2,2 millones, con signo de interrogación.

EC - ¿Cuándo llegaríamos a tres millones?

MS - Ojalá, como dice el ministro, antes de que termine el quinquenio.


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Transcripción: María Lila Ltaif



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