Entrevistas

Sistema de riego automático es una de las atracciones de la Expo Prado 2010

Sistema de riego automático es una de las atracciones de la Expo Prado 2010

Un sistema automático de riego portátil (SAR), de creación nacional, se convirtió en uno de los atractivos de la Expo Prado 2010. La novedad puede trasformarse en un producto de demanda a nivel nacional e internacional. Entrevistado por En Perspectiva el inventor de la maquinaria, Alfredo Baeza , explicó que se buscó "el bajo gasto operativo y el mínimo gasto en mano de obra". El ingeniero industrial destacó "el equilibrio automático" y la capacidad del equipo para "cuidarse solo cuando hay viento o un obstáculo". Otro de los responsables del proyecto, Eduardo Pick, recalcó el apoyo recibido de la ANII y la necesidad de apoyar la industria nacional. "Buenas ideas puede haber muchas, el tema es poder realizarlas", agregó.


(emitidos a las 08.58 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Si ustedes pasan a su lado, ven una estructura de barras metálicas grises, de tres metros por tres de base y dos metros y medio de altura, con ocho ruedas, y que carga en su interior un gran rollo de manguera negra.

Si se detienen un minutos y la observan con cuidado, descubrirán que además incluye dos alas telescópicas livianas, que cuando se despliegan tienen 15 metros de largo cada una y que están dotadas de boquillas para distribuir agua de manera uniforme sobre el suelo.

En principio, si ustedes conocen poco sobre sistemas de riego, este aparato no les dice mucho. Sin embargo, esta máquina –una creación cien por ciento nacional– puede convertirse en toda una novedad no sólo para nuestro país sino para el mundo.

Estoy hablando del SAR, sistema automático de riego portátil, un invento uruguayo que ha merecido el respaldo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Tiene varias características novedosas, pero lo fundamental es que es capaz de regar grandes superficies desplazándose totalmente solo, sin necesidad de tractor ni operario. Además, utiliza como fuente de energía la propia agua que corre por la manguera y requiere una bomba relativamente chica y, por tanto, de bajo consumo.
 
Por esas y otras razones, es uno de los atractivos de esta Expo Prado 2010, donde ha llamado la atención de productores y especialistas en el manejo del agua.

***

EC - Vamos a conversar con sus responsables, Eduardo Pick, director de Gorel SA, y el ingeniero industrial Alfredo Baeza, creador y responsable técnico del SAR.

En primer lugar, ¿cuál fue el origen de este invento uruguayo? ¿Qué tipo de riego buscaban facilitar cuando se pusieron a pensar en este aparato?

EDUARDO PICK:
Vimos que existían en el mundo distintas soluciones y distintos equipamientos para el riego, pero que no necesariamente se adecuaban a nuestra realidad. El tema energético es clave en esto.

EC - Cuánto gasta de energía un sistema de riego.

EP - Un agricultor tiene que hacer la ecuación de cuánto le cuesta el milímetro de riego, y si ese costo luego se ve reflejado en ganancia, que es lo que busca quien está en la actividad agropecuaria, en cualquier actividad comercial, le reditúa al momento de hacer las cuentas. Notamos que los equipos que había en el país requerían una presión de entrada al equipo de unos siete kilos, siete bars. El desafío más grande fue hacer algo absolutamente novedoso, innovador y que regara con menos presión. El ingeniero ha encontrado un sistema que le permite trabajar prácticamente con la cuarta parte de la energía que algún otro equipo comparable podría necesitar.

EC - Es un tipo de riego que yo definía como portátil, no sé cuál es el término exacto en la jerga técnica. Para tambos, por ejemplo, hay distintos sistemas de riego, y algunos son fijos, lisa y llanamente. Por ejemplo, los que operan en redondo (los pivots) están ubicados en un determinado lugar. Por otro lado, existen equipamientos que pueden ser trasladados, que pueden utilizarse para regar una parte del predio, después regar otra, etcétera. Estamos en este último caso.

EP - Existen varios sistemas. El nuestro tiene una cantidad de ventajas, que es muy versátil, es portátil, fácilmente trasladable, y sobre todo tiene automatismos que lo independizan mucho del tractor, algo que era una de las metas del proyecto.

EC - ¿Qué sistemas existen hasta ahora para cubrir este tipo de necesidades?

EP - Como tú decías, están los pivots centrales de riego, que son como grandes compases que están anclado en un lado, que luego se pueden trasladar, y que van girando en redondo; son para grandes extensiones. Luego puede haber líneas de aspersión, que tienen el problema de que se tienen que trasladar, y usualmente se trasladan prácticamente a mano, y no hay que perder de vista que la persona que trabaja sobre un campo mojado, lo que de por sí ya es una gran dificultad.

EC - La línea de aspersión es esa gran estructura metálica, un gran brazo metálico de no sé qué cantidad de metros que se va corriendo con un tractor, por ejemplo.

EP - Puede ser, es una tubería fija que tiene aspersores, parecidos a los de los jardines pero bastantes más grandes, y hay que ir corriendo esa línea, lo cual es muy dificultoso y requiere mucha mano de obra.

EC - El desarrollo que ustedes se propusieron procuró atacar esas debilidades: la necesidad de un consumo de energía relativamente alto y la mano de obra que requieren para su operación, el traslado con tractor, etcétera. ¿Por qué recurrieron a la ANII? ¿Cómo entra en juego la ANII?

EP - Fue fundamental, porque buenas ideas puede haber muchas, el tema es poder realizarlas. Acá la empresa tuvo que hacer su aporte en un porcentaje que se acuerda, que está en las bases de la ANII. La Agencia ha sido una herramienta invalorable, que es conocida pero no tanto como debiera. Apuesta a los proyectos de investigación y desarrollo, que pueden llegar a definir el nivel de desarrollo de un país. Cuanta más inversión tenga un país en investigación y desarrollo –lo que se traduce en patentes registradas, en invenciones, en cuánto capital se invierte en esto–, más apunta a ser un país desarrollado. La ANII es un mecanismo que no sólo nos apoya financieramente, sino que la metodología de trabajo que tiene nos lo hizo muy fácil.

Según nos contó la gente de la ANII, nuestro proyecto fue muy interesante y puede significar un avance muy importante en el tema que estamos estudiando. Por otro lado, nos comentaban que fue aprobado en tiempo récord, en 20 días, y con el máximo de puntaje que puede otorgar la Agencia. Lo vio como algo muy interesante, y es un organismo que funciona de primera, tiene ejecutivos de cuenta muy buenos y que nos apoyan y estimulan a seguir adelante.

EC - Conversemos ahora con el ingeniero Baeza, el creador del sistema. Expliquemos qué fue lo que consiguieron, cuáles son las características especiales, propias del SAR que ustedes crearon.

ALFREDO BAEZA:
Las características más importantes a las que apuntamos fueron esos dos conceptos, el gasto operativo bajo y el gasto de mano de obra mínimo. Comparando con los equipos que existían, desde el punto de vista técnico el problema era la diferencia entre tirar el agua o llevarla. Los cañones de riego básicamente simplifican todo el mecanismo; el cañón es un dispositivo que lanza el agua a gran distancia.

EC - Hasta ahora no habíamos mencionado esa tecnología. Un cañón de riego es otra de las posibilidades, se parece a un regador de jardín.

EP - Un poco más grande.

EC - Es portátil, se puede llevar a distintos lugares, pero es como un regador de jardín que va girando y regando.

EP - El problema que tiene ese equipo es que para poder lanzar el agua a una distancia de 10, 12, 15 metros se requiere una presión de cuatro kilos mínimo en la punta del cañón. Considerando toda la pérdida de presión que hay en todo el equipo, hay que alimentarlo con seis, siete u ocho kilos, y eso es energía, que en definitiva se traduce en la ecuación de costo.

Ese es el punto más importante que quisimos atacar, lograr que el riego no fuera tan caro, porque cambian las ecuaciones y las ventajas de regar se ven diezmadas. El primer problema era tratar de llegar con el agua hasta el cultivo de la forma más fácil, más eficiente, con menos pérdida de presión, y el ala es una de las características mejores. Pero al ala convencional había que resolverle otro problema, porque las boquillas de las alas convencionales generan una pulverización y trabajan con presiones altas; nuestra idea fue desarrollar una boquilla que produjera una gota media, que tuviera una deriva en el viento mucho menor y que gastara muchísimo menos energía. La boquilla básicamente trabaja con 200 gramos de presión para poder romper la película de agua y abrir el chorro. Eso es el inicio del logro de bajar los costos.

La otra cosa importante es que movemos toda la tubería junto con el equipo, no la dejamos en el extremo del terreno, como ocurre en todos los sistemas autoenrollables, ya sea con cañón o con ala, que tienen el dispositivo en el costado del terreno y un tractor remolca el carro de riego hasta el otro extremo y luego viene en forma automática caminando. Al poner toda la bobina en el carro y trasladarla con un sistema de ruedas de cuatro por cuatro, logramos que no haya fricción en el terreno, no hay arrastre, no remolcamos una manguera de 100, 200 metros cargada de agua por el terreno generando una fricción y gastando mucha energía. El equipo va rodando por el terreno y desenrollando, sin casi ningún esfuerzo, una manguera que va quedando en el camino y que luego retoma en el retorno. Esos son los grandes conceptos que cambian con respecto a otros sistemas que nos permiten bajar los costos energéticos.

EC - El aparato tiene una base de tres metros por tres, que es a su vez la base desde la cual se abren esas dos alas livianas de 15 metros cada una. Ustedes han insistido mucho en que estas alas a su vez tienen algunas ventajas; ¿por qué?

AB - Todas las alas en principio tienen equilibrio mecánico, están suspendidas del baricentro, un punto más arriba del baricentro, de manera que logran equilibrarse como si fuera un péndulo. Pero cuando se cargan de agua, la masa de agua que circula hacia las dos alas a veces no se reparte igual por variaciones en la entrada, y hace que una de las dos alas reciba más agua y se incline por mayor peso; y eso no se puede remediar hasta que la presión sea suficiente como para llenar las dos alas para que se vuelvan a equilibrar. Eso es lo que sucede convencionalmente en las alas comunes. Esta ala tiene un sistema de autoequilibrio hidráulico que dosifica la entrada de agua a las dos ramas haciendo que el ala que perdió peso y está subiendo reciba más agua y de esa manera se equilibre. Es un cambio importante, porque como nosotros vamos a trabajar con muy baja presión, no podemos esperar que la presión suba, llene las dos alas y estas se equilibren; normalmente en los equipos eso demora y genera la rotura del ala, porque el ala que cayó arrastra, y como el equipo se sigue moviendo se empieza a torcer y se rompe. Ese es el primer tema, el equilibrio automático.

La segunda cosa importante es que el equipo puede cuidarse solo cuando hay viento o un obstáculo. Considerando un equipo que es tan automático que uno le puede programar los metros que avanza hacia delante y los que camina hacia el costado, uno de repente le deja programado hasta dos hectáreas y se mueve en esas dos hectáreas completamente sólo; pero en esas dos hectáreas alguien puede haber dejado la camioneta o el tractor o puede haber un obstáculo, entonces para que sea realmente automático y económico desde el punto de vista de la mano de obra no tiene que existir un operario mirando qué va a pasar, si va a chocar o no. Para eso tiene un sistema de control, las alas cuando tocan cualquier obstáculo registran la desviación y automáticamente apagan el sistema, cortan la entrada de agua y el ala completa baja con un sistema de freno y queda totalmente aterrizada en el piso. Eso resuelve no sólo el problema de chocar contra algo sino el problema del viento. De esa manera uno puede poner a regar el equipo y si a las tres o cuatro de la mañana se levanta un viento uno no tiene que preocuparse, cuando hay una variación por viento el equipo se cuida solo, baja totalmente a tierra el ala y de ese modo evita que quede suspendida, no hay que correr a desenganchar, desconectar tensores, clamp, como con cualquier ala convencional. Tiene esa gran ventaja.

EC - Usted mencionó al pasar algo que da la impresión de que es otra gran ventaja de este equipo, el hecho de que una vez programado, una vez llevado al lugar desde el cual se quiere empezar a regar, y una vez que se marcan las dimensiones del predio que se quiere regar, el aparato funciona solo, se mueve solo, sin necesidad de tractor, sin necesidad de operario, movido por el agua a presión que circula por la manguera y que es la que se va a usar para el riego. ¿Esto es algo que ya se conocía, que se utilizaba en este tipo de sistemas?

AB - En el caso de los autoenrollables existía el automatismo. Después de remolcar el trineo, de remolcar el equipo de riego con el tractor como si fuera una cuerda, uno desenrollaba la manguera retirando el carro de riego con un tractor y luego el equipo volvía. Cuando llegaba hasta el equipo mismo había un dispositivo que censaba que el equipo llegaba y se apagaba. Ese era todo el automatismo que existía, estaba muy limitado. Nosotros hicimos un dispositivo que nos permite poner el equipo en la punta del terreno, decirle cuántos metros hacia delante queremos, no hay que llevarlo con el tractor, nos evitamos eso, entonces el equipo inicia regando, entra en el terreno regando, y después de cumplir los metros de entrada en el terreno que se le marcó vuelve regando.

EC - O sea que riega cada metro cuadrado de pastura dos veces, una a la ida y otra a la vuelta.

AB - Eso mejora mucho, porque hay menos erosión, se puede hacer un riego con una filtración mejor.

EC - ¿Qué pasa cuando llega de nuevo al punto de partida?

AB - Cuando llega al punto de partida se traslada hacia la derecha o la izquierda, según cómo se lo haya programado, y se mueve 30 metros, que es el ancho del ala; ya cubrió una faja de 30 metros, se levanta, como tiene ocho ruedas...

EC - Tiene dos sistemas de cuatro ruedas.

AB - Tiene cuatro ruedas alineadas, cuatro por cuatro, cuatro ruedas engranadas mecánicamente que funcionan en la dirección del riego. Cuando llega al borde del terreno bajan cuatro ruedas laterales que están a 90 grados y levantan el equipo unos 15 centímetros del suelo.

EC - Esas ruedas hacen el traslado hacia el costado.

AB - Esas ruedas mueven 30 metros el equipo hacia el costado, y cuando llega a esos 30 metros, el equipo va desenrollando 30 metros de manguera para que quede al costado, luego baja el equipo completo y comienza el ciclo nuevamente perpendicular hacia dentro del terreno. Todo ese mecanismo es movido con la propia presión y circulación del agua, la presión del agua es la que permite mover los pistones y hace todo el movimiento.

EC - Ustedes destacan el hecho de que las ruedas siempre van circulando por terreno seco o pastura seca. ¿Cómo es esto?

AB - Cuando el equipo entra regando, se encienden las alas que están a los costados, y en la parte central hay otra barra que alimenta el riego que está conectada de forma independiente de estas alas. De esa manera, en la trocha, en la zona por donde va caminando el equipo, no hay riego de ida, en cambio a la vuelta se enciende ese riego al doble de la tasa para compensar y mantener la lámina pareja en toda el área. De esa manera evitamos erosión, porque caminamos siempre en zona seca.

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EC - Rosario nos puede ayudar a describir este equipo.

Tú estás frente al artefacto.

ROSARIO CASTELLANOS:
Pegada al artefacto. Me hizo mucha gracia cuando hablaban de portátil, porque no se hagan la idea de que esto se puede poner al hombro y llevar de un lado para otro. Supongo que en el campo se debe ver relativamente chico, pero como sus dimensiones en los tres ejes son relativamente parejas, imagino que si quisiera meterlo en una caja, sería una caja cúbica de poco menos de cuatro metros. Esa es la impresión que tengo en cuanto a dimensiones.

En cuanto a aspecto, el elemento central es un carrete de entre un metro y un metro y medio de diámetro en donde va enrollada una manguera de unos siete centímetros de diámetro, y a los costados en lo alto aparecen plegadas estas dos alas telescópicas en cinco partes. Cada una de las alas plegadas debe tener unos tres metros de largo. Luego, está la originalidad de los dos juegos de cuatro cubiertas que se apoyan alternativamente cuando caminan en una dirección cuatro de ellas y cuando lo hace en sentido perpendicular esas se levantan y quedan apoyadas las otras cuatro, de manera que según la dirección en la que camine emplea uno u otro de estos juegos de ruedas.

Muy ilustrativa no diría de lo artesanal, pero de lo uruguayo que es este invento es la falta de grandilocuencia del panel de control. Sobre una foto de la máquina en el campo aparecen dos palanquitas mínimas al pie con dos opciones cada una, una dice para un lado prendido y en los 90 grados apagado, y la otra traslación a la izquierda y traslación a la derecha. Luego en dos ejes sobre la fotografía aparecen los metros a recorrer –el programador instala una perillita, una marca, de acuerdo a lo que quiere que se recorra en un sentido o en otro– y tres relojitos, presión en el ala, salida de tubería y entrada al equipo, nada más.

EC - Eso que describís encaja perfectamente con una de las preguntas que llegan de la audiencia. Dice Nacho: "El proyecto del regador es fascinante, ahora, ¿es totalmente hidráulico, o necesita electricidad para estos automatismos?".

AB - Solamente utilizamos el agua, la presión y la circulación del agua resuelven los dos problemas, la fuerza se obtiene directamente de la presión, y la energía para los movimientos se obtiene de la circulación del agua a modo de turbina. Así como una turbina en una represa obtiene energía cuando circula el agua, pequeñas turbinas toman la energía del agua, producen una pérdida de presión pequeña, y con eso se hacen los movimientos de giro de las ruedas.

EC - No tiene ningún dispositivo electrónico, absolutamente ninguno.

AB - Nada.

EC - Ayer cuando visitamos el lugar preguntaba si iban a incorporarle en algún momento un sistema GPS, y la respuesta fue que podía ser, pero que en este momento no se precisa.

AB - En este momento está resuelto de la forma más simple, sencilla, porque a veces las ideas más sencillas son las que mejor funcionan. Para complicarlo hay tiempo, para agregarle automatismos hay tiempo, se puede pensar en equipos que controlen la línea cuando estemos regando no tanto sobre pasturas sino sobre canelones, hay otras ideas. Pero con esto resolvemos un gran porcentaje de los problemas que hay en el agro, que son bajar el costo y regar de una forma más eficiente en lo que tiene que ver con la mano de obra. Acá no se depende de un tractor que hay que mover cada cuatro o cinco horas con un operario en la vuelta; yo lo prendo, marco y nada más.

EP - A pesar de todas estas complejidades o innovaciones, quiero destacar que es un desarrollo cien por ciento uruguayo, la mano de obra empleada también es cien por ciento uruguaya, y estamos intentando que todos los insumos sean nacionales para no depender de insumos que vengan del exterior que puedan dificultar alguna reparación. Todas las piezas fueron hechas acá.

Por otro lado, quería destacar la metodología que incorporamos. El ingeniero agrónomo director es el ingeniero Jorge Doglio, y después trabajamos en coordinación con el ingeniero agrónomo Claudio García, del INIA, el ingeniero agrónomo Mario García, de la UDELAR, y el ingeniero Daniel Araújo, que en forma voluntaria y movido por la pasión que le despertó el proyecto nos ha apoyado fuertemente.

EC - Tengo más preguntas de los oyentes. Por ejemplo, dice David de Villa Española: "Voy entendiendo el sistema, pero me queda saber cómo es la alimentación de agua".

Si entiendo bien, una vez que ustedes llevan el sistema a la zona que se va a regar, necesitan que haya allí una toma de agua, cosa que es obvia en cualquier predio donde se riegue.

EP - Con cualquier equipo de riego se necesita una alimentación de agua. En particular este equipo va de 10 a 20.000 litros/hora. Lo más importante es que si bien todos los equipos necesitan una toma de agua, acá necesitamos menos presión, lo que se refleja estrictamente en costo. Normalmente cualquier equipo necesita que en la toma donde está instalado haya siete kilos de presión promedio; con este equipo movemos y regamos con un kilo y medio o dos.

EC - Otra pregunta de la audiencia: "¿Cuánto rinde el equipo? Por ejemplo, ¿en hectáreas por turnos de ocho horas?".

AB - La respuesta es bastante variable, depende del clima, de la evaporación...

EP - De los milímetros que se quieran aplicar.

AB - Claro, del tipo de cultivo, hay una gran variación. En números redondos podemos hablar de 8 a 16 hectáreas, según cómo se trabaje.

EC - De 8 a 16 hectáreas ¿en qué período?

EP - Según la lámina en que se aplique, cuantos menos milímetros de lluvia se apliquen, menos días se requieren. Si se fueran a aplicar de 10 a 15 milímetros, esas 16 hectáreas se pueden hacer en un ciclo de una semana, aproximadamente.

AB - Hay un concepto que puede cambiar, que es la forma de regar. Cuando uno tiene un cañón autoenrollable o un ala autoenrollable convencional y este equipo, la gran diferencia es que con un ala de riego autoenrollable, al tener que trasladar el equipo de un lado al otro, cuando se instala el equipo a regar una faja, se trata de dar la máxima aplicación para no tener que moverlo cada cuatro horas, en vez de aplicar 10 milímetros, aplico 25, con el riesgo de erosión y escurrimiento. Yo aplico eso y no tengo que volver a regar este terreno hasta dentro de una semana. En cambio con este equipo, como es automático, no me preocupa regar sólo 10 milímetros y volver a pasar dentro de 10 días porque no estoy incurriendo en costos de mano de obra, no tengo que ir cada cuatro horas con un tractor a ponerlo. Entonces es preferible aplicar 10 milímetros en una hectárea, 10 milímetros en la otra, la otra y seguir, hacer un ciclo más corto, que hacer 25 milímetros en una y volver dentro de una semana. Eso es un cambio que también ayuda a mantener más pareja la humedad en el terreno.

EC - Hay una pregunta que creo que ya fue respondida. Consulta Santiago: "La presión la tiene que suministrar una bomba ¿de qué potencia?, ¿con qué consumo de combustible?".

AB - En este equipo podemos pensar en una bomba de tres a cuatro caballos. En el caso particular tenemos una bomba que se adecua bastante bien, son 36.000 litros/hora y tres kilos de presión. Con esa bomba podríamos cubrir la distancia que hay desde la toma –la bomba se supone que está en una cañada, en un pozo– hasta donde está el equipo en la punta del terreno, supongamos que 100, 200 metros. Con eso cubrimos la diferencia para llegar a los dos kilos máximo que necesitamos.

EC - ¿De qué precios estamos hablando para un aparato con todas estas virtudes, con todas estas características?

EP - El precio lo tenemos estimado en 18.000 dólares más IVA, lo cual al público le ha parecido muy razonable para todas las prestaciones que tiene. Aprovecho para informar que vamos a hacer una demostración a finales de octubre en el INIA Las Brujas para que toda la gente que esté interesada pueda ver el desempeño, para que vea que el equipo puede cumplir todo esto que decimos.

EC - Hoy no está todavía disponible en el mercado; ¿cómo es la situación?

EP - Hemos comprobado que absolutamente todos los movimientos son posibles y que es viable. Lo queremos poner en el campo para que la gente compruebe que es como decimos. Le pusimos poco menos de medio kilo, pero en realidad con 0,2 kilos logramos que riegue.

EC - ¿En qué fecha empieza la comercialización en sí misma?

EP - Estamos tomando pedidos, de hecho hay gente interesada del exterior y del país. Estamos tomando pedidos para entregar en enero y febrero.

EC - ¿Qué capacidad de producción tiene por ahora la empresa?

EP - Es como todo en Uruguay, estamos pensando en armar una línea de montaje que va a hacer posible fabricar cinco o seis equipos por mes, quizás más.

EC - Si el sistema innova tanto, si cambia de manera significativa las posibilidades que hoy ofrecen incluso los equipos importados, debe tener un potencial interesante no solo acá, también en el mercado exterior. ¿Están preparados para exportar?

EP - Por trayectoria comercial, el tema del comercio exterior lo manejamos muy bien, pero primero estamos abocados a la plaza, a ver los desempeños. Queremos que sea algo que primero dé sus frutos en el país, somos muy fanáticos de todo lo que es hecho en Uruguay, entonces queremos producir y vender todo lo que el mercado pueda consumir acá, aunque siempre mirando para afuera también.

EC - Eduardo dice que es fanático de lo hecho acá. Casualmente tiene bastante que ver con "Hecho acá", un movimiento que ha aportado y movido mucho en cuanto a la creatividad y el trabajo de los uruguayos.

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Transcripción: María Lila Ltaif