Entrevistas

La sequía comienza a hacer mella en la producción agropecuaria uruguaya

La sequía comienza a hacer mella en la producción agropecuaria uruguaya

Hace unos días se conoció la noticia de que las precipitaciones en el trimestre diciembre-enero-febrero podrían estar por debajo de lo habitual. A su vez, otros estudios marcan que las pasturas ya se encuentran bajo estrés hídrico. El ingeniero agrónomo Agustín Jiménez, coordinador nacional de la Unidad de Agroclima y Sistemas de Información del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), dijo a En Perspectiva que la cantidad de agua almacenada en los suelos "ha ido cayendo abruptamente" y advirtió que el problema es mayor en algunas zonas del norte de Uruguay, donde los suelos tienen menor capacidad de almacenaje hídrico. Por su parte, el ingeniero agrónomo Guillermo Villa, productor agropecuario e integrante de La Tertulia Agropecuaria, manifestó que tanto los cultivos de verano como las praderas artificiales "están sufriendo mucho". Con respecto a los ganados, instó a tomar medidas "inmediatamente", asumiendo "la hipótesis de que el pronóstico de menor lluvia se va a cumplir".


(emitido a las 8.33 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Las previsiones sobre falta de agua que se habían hecho hace algunos meses han comenzado a cumplirse.

Un estudio de la Unidad de Agroclima y Sistemas de Información (GRAS) del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) revela que debido a la falta de agua las pasturas están hoy bajo un estrés hídrico. El dato corresponde al mes de noviembre.

Pero a su vez, un informe sobre perspectivas climáticas correspondientes al trimestre diciembre-enero-febrero elaborado por la Dirección Nacional de Meteorología, la Universidad de la República y un grupo de trabajo interinstitucional revela que hay 45% de probabilidades de que las precipitaciones en ese período que ya estamos recorriendo se encuentren por debajo de lo normal.

***

EC - ¿Cómo van a ser los próximos meses en materia de lluvias? ¿Qué magnitud puede llegar a tener la sequía que podríamos enfrentar?

Vamos a tener dos enfoques. En primer lugar, con el ingeniero agrónomo Agustín Giménez, coordinador nacional de la GRAS del INIA.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Ayer el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, comentaba que el Gobierno está manejando la hipótesis de que la sequía que se está instalando será muy profunda y muy corta, y que por lo menos hasta abril el escenario de déficit hídrico va a estar instalado en el país. ¿Qué datos manejan ustedes acerca de las perspectivas?

AGUSTÍN GIMÉNEZ:
Los datos de la perspectiva generalmente son trimestrales, lo más acertados posible; las perspectivas climáticas que generan los centros internacionales, tanto el europeo como el Instituto Internacional de Investigación del Clima y Sociedad (IRI, por su sigla en inglés) en la Universidad de Columbia en Estados Unidos, son a tres meses. En la medida en que uno alarga esos períodos la incertidumbre es aún mayor; ya hay incertidumbre con ellas, y si uno alarga el período es aún mayor. Entonces lo que se podría manejar es la perspectiva para diciembre, enero y febrero.

JAE - En el informe que se divulgó en las últimas horas se indicó que hay un 45% de probabilidades de que las precipitaciones en el período estén por debajo de lo normal. ¿Cómo debe interpretarse esto?

AG - Eso son datos del informe del de la Universidad de Colombia, que se interpreta de la siguiente manera. Es muy probable, hay cerca de un 50% de probabilidades de que las precipitaciones acumuladas en diciembre, enero y febrero sean menores de lo que ocurre normalmente en ese período. No quiere decir que cada mes llueva por debajo de lo normal, se refiere al total de precipitaciones de esos meses.

JAE - Por ejemplo, ¿hay datos en cuanto a la intensidad de ese fenómeno?

AG - Para nada, lo máximo es eso que está ahí escrito, no hay datos en cuanto a intensidad. A partir de lo que hoy se conoce de estudios del clima a nivel mundial y particularmente en lo que se refiere a los fenómenos de El Niño y La Niña, que es lo que está pasando ahora, el fenómeno de La Niña, lo más que se puede decir es eso, que en el total de ese período las precipitaciones tienen una probabilidad X, en este caso de 45%, de estar por debajo de lo normal.

JAE - Con respecto al pasado, el INIA viene trabajando ya desde hace muchos años en el ordenamiento de información, en recolección de información de Meteorología, información propia de sus estaciones experimentales. En cuanto a la precipitación efectiva acumulada en noviembre se observa que en todo el país llovió menos del promedio, que hay algunas zonas, como por ejemplo en un círculo que abarca parte de San José, Flores, Florida, donde hubo 60 milímetros promedio de precipitaciones, y en la zona noreste del país hubo niveles cercanos a los 80 milímetros, pero el resto del país muestra todavía insuficiencias mayores. ¿Cómo se refleja esto en la situación productiva, de acuerdo con lo que están analizando?

AG - Esto no es solo de noviembre, ya en octubre las precipitaciones estuvieron por debajo de lo normal, y te diría que bastante por debajo de lo normal, en gran parte del país. Para darte una idea, es uno de los tres o cuatro años con menores precipitaciones de los últimos 30 años. En noviembre también, gran parte del país tuvo precipitaciones por debajo de lo normal. Si bien, como tú decís, hubo áreas que tuvieron 50, 60 o 70, de cualquier manera esas precipitaciones fueron por debajo de lo normal, porque lo normal es que llueva arriba de 100 milímetros.

JAE - En todo el país el promedio ubica ese nivel, arriba de 100 milímetros.

AG - En algún área en particular llovió relativamente, aunque de todos modos por debajo de lo normal. Eso ocurrió fundamentalmente en el este, parte de Treinta y Tres e incluso algunas zonas de Melo que tuvieron lluvias de 150 o 200 milímetros, todo junto, lo cual tampoco es muy útil. Pero en el resto del país está, desde octubre e incluyendo a noviembre ha habido precipitaciones muy escasas para la época. Y en lo que va de diciembre ni que hablar, no ha llovido prácticamente nada.

Eso expresa que ha ido cayendo abruptamente la cantidad de agua almacenada en los suelos, el agua disponible en los suelos para los vegetales. Y ese efecto se marca más en los suelos más superficiales, que son los que están en el norte del país, en toda la región que se conoce como basalto superficial, donde la capacidad de almacenaje de agua de los suelos es mucho menor, es baja.

JAE - Es interesante imaginarse la zona que usted está describiendo y observar el mapa que ha elaborado INIA a propósito de las precipitaciones, para concluir que efectivamente la zona que podría estar necesitando más agua, por las características del suelo, es la que ha recibido menos precipitaciones. En esa zona se nota claramente que los promedios no superaron los 40 milímetros en noviembre.

AG - Exactamente, las precipitaciones fueron bajas prácticamente o por debajo de lo normal en prácticamente todo el país, pero en esas zonas en el norte y con suelos con menor capacidad de almacenaje de agua fueron aún más bajas. O sea que ahí la situación se encontraría más agravada.

JAE - El informe que prepara mensualmente el INIA en el caso de noviembre muestra varios indicadores, pero me detengo en el índice de bienestar hídrico, que indica que las pasturas están sufriendo estrés hídrico porque están recibiendo menos agua de lo normal. ¿Puede explicar ese concepto?

AG - El índice de bienestar de hídrico es una relación entre la evapotranspiración de una planta cuando está bien, con disponibilidad de agua ad líbitum, con relación a la evapotranspiración real, lo que esa planta está evapotranspirando hoy con el agua que tiene disponible. En la medida en que esa relación es menor, porque la planta evapotranspira menos, la planta está sufriendo mayor estrés. Eso se calcula con una evapotranspiración potencial de una pastura, pero hay cultivos que demandan más que las pasturas. Entonces uno podría decir que en esas áreas donde el índice de bienestar hídrico está bajo, por debajo del 50% –y valores de 20 o 30 son muy bajos–, cualquier tipo de vegetación está bajo estrés hídrico.

JAE - Usted dice que en la agricultura, al necesitar más agua, el problema es mayor.

AG - Obviamente, hoy los maíces que están sembrados están bajo estrés hídrico, hace rato que no llueve y se nota, uno recorre cultivos y se nota que están mal. Todavía están en etapa vegetativa, desarrollándose; el problema va a ser más serio cuando empiecen a florecer, probablemente los más tempranos dentro de 10 o 15 días, y otros más tarde, en el correr de fines de diciembre y principios de enero.

JAE - ¿Qué quiere decir que hay zonas con 30 o 40 de índice de bienestar hídrico?

AG - Es lo que le estaba indicado. Generalmente se considera que una vegetación empieza a estar en estrés cuando está por debajo del 50%. En la medida en que ese valor se aleja más hacia abajo del 50%, quiere decir que hay mayor estrés. Es una medida relativa, de esa forma uno puede ver en qué áreas, por ejemplo de pasturas naturales, ese índice de vegetación está más bajo, por lo tanto ahí hay mayores problemas, entonces ver si es necesario tomar decisiones, por ejemplo suplementar ganado o lo que fuere.

JAE - Es interesante observar el mapa de Uruguay de noviembre del año pasado, que marca en colores cada número en franjas de 10. Se observa que el año pasado en este mismo mes prácticamente todo el Uruguay estaba cubierto por un color verde, o sea con un índice cercano al 100. Ahora el panorama ha cambiado sustancialmente.

AG - El año pasado fue totalmente opuesto a este. Estamos en un año de lo que llamamos La Niña, y el año pasado fue un año de El Niño, el año pasado ocurrieron precipitaciones muy buenas durante todo este período. Para darte un ejemplo, febrero fue de los febreros más llovedores históricamente en el país, en pleno verano. Es la situación totalmente opuesta a la que estamos viviendo este año.

JAE - ¿No debe llamar la atención la variación tan importante en apenas un año, con un panorama tan diferente?

AG - No, al ocurrir estos fenómenos no, porque justamente son dos fenómenos extremos. La variabilidad del clima viene aumentando, hay estudios que lo demuestran, también estudios que hicimos nosotros. Es parte del cambio climático. Si bien hay tendencias a mediano plazo, tendencias observadas en los últimos 100 años sobre lo que ha pasado con las precipitaciones, con las temperaturas, cómo han venido evolucionando, se ha constatado que la variabilidad entre años del clima ha aumentado, entonces de repente estos fenómenos como La Niña y El Niño, que antes ocurrían cada cinco o seis años, ahora se están repitiendo de repente cada dos o tres años. Es parte del cambio climático.

JAE - Esta situación que se plantea ahora, noviembre de 2010, de la que tenemos el último mapeo disponible, ¿qué diferencia tiene con noviembre de 2008, cuando también hubo una sequía profunda?

AG - A esta altura, hasta hoy, la diferencia más importante es que en noviembre de 2008 se arrancó con menos disponibilidad de agua. Cuando comenzó la primavera, que es cuando generalmente se produce un crecimiento importante de pasturas tanto naturales como sembradas, había mucho menor disponibilidad de agua, y por lo tanto hubo escasez de forraje desde el inicio de la primavera. Mientras que este año el arranque de la primavera fue bueno y por lo tanto hay un cúmulo de forraje disponible, lo cual hace que, a pesar de que las condiciones hídricas sean bajas y que las pasturas estén en estrés, sin embargo pueda llegar a haber disponibilidad en el campo de pasturas o de materia seca para la producción ganadera, por ejemplo, porque creció antes.

JAE - O sea que el panorama, por lo menos a esta altura, comparando vis-à-vis, no es tan complicado.

AG - A esta altura, hoy por hoy, no es tan complicado como lo era en el año 2008. Aunque las cosas relativas no sirven para mucho, lo que sirve es evaluar cuán complicado es hoy.

JAE - El otro asunto es la línea de futuro, el tiempo proyectado. ¿Cuáles son las perspectivas o de qué información disponen el productor o los investigadores? Usted decía que se pueden manejar probabilidades. Está claro que el último informe marca que hay un 45% de probabilidades de que llueva por debajo de lo normal; eso es acotado en el tiempo porque estamos hablando de tres meses, pero la información disponible no marca la severidad de la eventual sequía. Entonces me pregunto si esto no es mejorable, si las perspectivas en materia de clima para tres, cuatro o cinco meses no son mejorables.

AG - Esperemos que con el transcurso de los años sean mejorables. Ese conocimiento es el desarrollo a nivel mundial, ha sido desarrollado por centros internacionales de estudio del clima que se dedican a eso y son enormes. Si no hay más es porque no hay más. Obviamente están trabajando y siguen trabajando intentando mejorar, pero al día de hoy, lo mejor de que disponemos en el mundo, no en el Uruguay, es esto. Obviamente, sí, se está trabajando, se están realizando estudios de circulación atmosférica en el mundo, se está modelando la circulación y se está tratando de mejorar, pero hoy por hoy disponemos de esto.

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EC - ¿Cómo se está viviendo la situación actual en el propio campo? ¿Qué dice la experiencia de los productores?

Para averiguarlo, nos vamos al departamento de Flores a reencontrarnos con el ingeniero agrónomo Guillermo Villa, integrante de nuestras Tertulias Agropecuarias, productor en el departamento de Flores, que ha sido directivo de la Unión Rural de Flores.

Queríamos conocer tu experiencia de primera mano.

GUILLERMO VILLA:
Lamentablemente no pude escuchar a Agustín, supongo que habrá hecho un informe muy solvente desde el punto de vista técnico.

Acá el panorama se está complicando cada día, hace varios días que no llueve. Podemos hacer el análisis desde varios puntos de vista; si lo analizamos desde el punto de vista del trigo, que está culminando el ciclo de cultivo, estamos en plena cosecha, la situación de que no llueva ha venido muy bien. El año pasado nos tocó un período llovedor al final del ciclo y fue un desastre.

JAE - Generó problemas sanitarios importantes.

GV - Importantísimos, problemas de calidad de la cosecha brutales. Este año el avance de cosechas está en el entorno del 60-70%, cuando habitualmente en Flores estamos empezando a cosechar, con rindes muy buenos y calidad excepcional, con días en que rinde mucho la trilla.

Pero ese análisis favorece solamente al trigo, porque en el resto de la agricultura todo lo que es cultivo de verano está sufriendo mucho, se pudo implantar todo lo que es primera –primera les llamamos a los cultivos que no se plantan arriba de un cultivo de invierno, se plantan arriba de un campo nuevo o de un rastrojo, un barbecho de otro cultivo–, que generalmente se empieza a plantar en octubre y principalmente durante noviembre. A esos cultivos la humedad les dio para implantarse muy bien, sobre todo a los maíces que se plantaron muy temprano.

JAE - Con la humedad que ya estaba en el suelo.

GV - Exactamente, con la humedad que estaba en el suelo. Y esos, si bien están sufriendo, todavía están bien. El perfil tiene todavía humedad en el suelo, se ha generado un sistema radicular bastante interesante y todavía están recibiendo agua. Uno los ve y están bien, tienen buen aspecto. El problema lo tenemos en la siembra de segunda, que es lo que se va a sembrar arriba del trigo, que es el área más importante, diría que es el entorno del 60% de la intención de siembra.

JAE - ¿De qué cultivos estamos hablando?

GV - En segunda básicamente soja, maíz muy poco y sorgo se planta algo pero mucho, porque estos cultivos se van muy largo después en cosecha en segunda y puede haber problemas.

JAE - Digo esto porque estamos hablando en términos generales del principal producto agrícola de Uruguay hoy día.

GV - Sin lugar a dudas.

JAE - Y estamos hablando del porcentaje de cultivo más importante, el cultivo de segunda.

GV - Exacto, sin lugar a dudas, es soja. Se está dando la situación de que hoy la gente cosecha el trigo muy temprano, lo cual hubiera sido ideal para la implantación de estos cultivos de segunda, porque cuanto más tarde se plantan más afectamos el potencial de rendimiento, y cuanto más temprano plantemos, mejor. Si bien cosechamos el trigo en condiciones inmejorables de fecha, no estamos pudiendo plantar, la gente no está plantando nada, porque no hay humedad en el suelo. De hecho está muy duro, no se lograría hacer una buena siembra, y hasta que no llueva la gente no va a plantar, y nos vamos a encontrar con otro problema, que si no llueve mucho, si llueve 30 o 40 milímetros, no va a haber humedad en el perfil, en la parte superficial para sembrar, vamos a sembrar, y si a ese cultivo no le vuelve a llover en pocos días no nace, o, si nace, se pierde a los pocos días.

JAE - Quedémonos por aquí con la agricultura. Queda claro que para el trigo la situación puntualmente es positiva porque se están recogiendo los cultivos, la producción de invierno, pero por otra parte, en cuanto a cultivos de verano, se están tomando decisiones. Algunos se resuelven en función de las expectativas o de las perspectivas. Y justamente hablábamos con Agustín Giménez a propósito de lo que se está planteando ahora, el último informe conocido ayer dice que hay un 45% de probabilidades de que llueva por debajo de lo normal.

Entonces te pregunto si en función de la información disponible, de las proyecciones, es suficiente. ¿Están los productores hoy munidos de información para tomar una correcta decisión?

GV - Por supuesto esa información se usa, pero la historia indica que el productor funciona mucho en el día a día. Si lo analizáramos profesionalmente, quizás debiéramos decir: perfecto, me fue muy buen en trigo, tuve una buena rentabilidad, no voy a arriesgar en demasía en cultivos de segunda, debería ser cauto. Pero por otro lado el precio de la soja es muy interesante, si bien estos últimos dos o tres días ha bajado un poco. ¿En qué consiste un cultivo de segunda? Arriba de un cultivo de invierno implanta el cultivo con muy bajo costo, entonces la experiencia indica que si llueve 30 o 40 milímetros y hay humedad como para asegurar germinación y nacimiento, el productor va a decir –no digo que lo deba hacer, digo lo que hace habitualmente y posiblemente vuelva a hacer–: perfecto, arriesgo en esta etapa del cultivo, ¿cuál es el costo que estoy arriesgando? El costo de la siembra, 30 o 40 dólares, según sea un equipo contratado o un equipo propio, y el riesgo de la semilla, que es un insumo que en la mayoría de los casos el productor se generó a sí mismo, o sea que tiene un costo bastante bajo, en el entorno de los 40 o 50 dólares por hectárea. Entonces el productor arriesga 80 o 90 dólares por hectárea, y deja las demás decisiones, como fertilización y los siguientes gastos que va a tener durante el cultivo, para resolverlos según el cultivo prospere o no. Porque convengamos que si bien el costo de la soja anda en el entorno de los 300, 300 y pico de dólares por hectárea, se gasta a lo largo de todo el ciclo de cultivo, y en esta etapa inicial simplemente gastamos en semilla y siembra. Entonces posiblemente se asuma ese riesgo y se siga sembrando en la medida en que siga lloviendo.

JAE - Para eso tendrá que llover 30 o 40 milímetros ¿cuándo?

GV - En este momento la gente no está plantando. Cuanto antes llueva es mejor, y la gente va a empezar a plantar cuando llueva. Si estuviera plantado y emergiendo cultivo te diría que la lluvia tiene que ser ya, porque la soja tiene el problema principal que si la planto en seco la soja se inocula con una bacteria que tiene una vida útil en la semilla, en el suelo, del entorno de los 10 días, que es importante en el cultivo, y si yo la planto en seco inoculada y no me llueve por 10 o 12 días, aparte de la pérdida de germinación que pueda tener la semilla por calor y demás, posiblemente pierda la inoculación y tenga problemas a lo lago del cultivo. Entonces la gente generalmente no arriesga a plantar soja si no tiene condiciones de humedad. Hoy la inmensa mayoría de los productores no está plantando y no va a plantar hasta que llueva.

JAE - Pasemos a la ganadería. Agustín comentaba que la situación sobre todo en la zona del basalto superficial, que tiene poca profundidad de suelo, poca capacidad de retención de agua, donde se siente más la falta de precipitaciones al comienzo, es justamente la más complicada en estas horas. ¿Tú compartís ese diagnóstico?

GV - Absolutamente. No solo de basalto superficial, acá en Flores, que es cristalino, y hay superficial por supuesto y hay más profundo, estamos viviendo la misma situación. ¿Qué estaba pasando? Nosotros estamos con los ganados en muy buen estado todos, porque veníamos de un año favorable desde el punto de vista climático, lo que llevó a que la gente no tomara demasiada conciencia de la situación que se pudiera dar, porque si bien venía faltando agua, llovía cada pocos días, no mucho pero llovía, y los ganados seguían y siguen en muy buen estado. Creo que eso es una importante información, porque en este momento todo lo que es pradera artificial, que es donde hacemos los engordes, es lo que más ha sufrido. Eso prácticamente se ha achicharrado, se ha secado totalmente su digestibilidad, su capacidad de producción se ha ido prácticamente a cero. Máxime que las pasturas, las praderas artificiales, como el verano pasado llovió, tuvieron un cambio en composición, se perdió mucho lotus a favor de trébol blanco. El trébol blanco es muy dominante y, como el verano pasado llovió, las praderas prácticamente todas se han convertido en dominantes. El trébol blanco es una leguminosa de invierno y ahora prácticamente en 10 o 12 días se achicharró, no hay comida, quedaron con cero digestibilidad, y ahí hay un problema muy serio.

En cuanto a los campos naturales, están aguantando un poco más, pero sin duda están sufriendo la seca. Yo decía que el buen estado en que están los ganados nos tiene que llevar a tomar decisiones muy rápidas.

JAE - ¿Por ejemplo?

GV - En este momento se está jugando el partido de la preñez de los ganados de cría. Si bien se empezó a entorar un poco más temprano, fines de octubre, noviembre, lo cual implica que las categorías solteras, llámese ganado que falló el año pasado o vaquillonas, posiblemente estén con índices de preñez muy altos; en cambio los ganados que criaron, que están en muy buen estado, recién se están entorando y están sufriendo enormemente porque están con una pastura de menos digestibilidad y están criando un ternero. Los productores debemos tomar medidas urgentes, como destetes temporarios o tempranos, precoces, aprovechando el buen estado del ganado, y que esos ganados se preñen en los próximos 10 o 15 días.

El partido de los terneros que van a parir en 2011 y los novillos de 2013 se está jugando en estos dos meses. En ese sentido los productores debemos asumir la peor hipótesis, trabajar con una hipótesis de baja, decidir que el pronóstico de menor lluvia se va a cumplir. Si no se cumple, bienvenido sea, pero los recaudos que tomé no van a ser malos. Tomemos medidas inmediatamente, tratemos de preñar los ganados, porque si demoramos 15 días en las decisiones, va a ser muy tarde.

EC - Desde la audiencia llega una pregunta que se ha discutido mucho a propósito de otras situaciones como esta. El mensaje que tengo a la vista viene con ironía, dice: "Estemos tranquilos por el agua de los campos, porque con la última seca los productores, sin duda, hicieron miles de reservorios como tajamares y sistemas de bebederos. ¿No es así?".

¿Qué contestas tú? ¿Cuánto se ha avanzado en ese terreno, en esas inversiones?

GV - En cuanto a agua de abrevadero, que es el agua para darle al ganado, se ha mejorado mucho, se ha avanzado. En este momento, salvo en situaciones muy puntuales, creo que el productor mejoró mucho y hoy no es grave el problema del agua para tomar.

En cuanto al riego, que creo que es donde está la ironía de esa pregunta, si esa persona hubiera escuchado las tertulias que hicimos referentes al tema agua, sabría que se dan varias situaciones. Primero, el riego es una situación puntual que puede actuar como tal en algún campo para que la persona genere reservas de algún fardo o reserva de grano.

EC - ¿Eso se ha hecho? Obviamente alguno lo tiene que haber hecho, pero ¿se ha avanzado de manera significativa en tener ese tipo de reservas regadas?

GV - No. Primero, el riego tiene un costo muy importante, lo hablamos en aquella oportunidad. Después de que cambió la ley de aguas hace dos o tres años se generó un organismo del Estado que regula el tema de represas, sobre todo las de mayor magnitud, que son las que podrían tener impacto en una seca de estas, y por distintos problemas de dolores de cocimiento y organización del Estado ese organismo no se dotó de los recursos humanos que precisaba, y eso llevó a que todos los proyectos que se presentaron en los últimos dos o tres años no pudieron prosperar. Creo que eso está en vías de solución por parte del Estado, pero en concreto para esta seca no hubo soluciones en ese sentido por parte de la Ursea, y no se pudo avanzar.

Pero todos los problemas que manifestaba Agustín sobre el basalto superficial, el cristalino superficial en Flores, que es donde está la inmensa mayoría de la siembra de cría del Uruguay, no se van a solucionar ni ahora ni en los futuros años con riego porque físicamente es imposible en Uruguay regar una superficie que nos permita enfrentar las secas sin que nos afecten, y económicamente es absolutamente inviable. Hoy los productores estamos luchando por un tema del precio del ganado, situaciones en las cuales la seca es una coyuntura que se aprovecha comercialmente para bajar el precio de la hacienda, el ganado afuera está subiendo pero en el mercado interno está bajando. Esas son las cosas que nos crean inquietudes, ¿qué responsabilidad tenemos de seguir invirtiendo en el sector si por parte de la industria se generan políticas contra la inversión en este sentido?

EC - Esa ya es otra discusión.

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Transcripción: María Lila Ltaif