Esta situación puede implicar un cambio en los aranceles y el sistema de cuotas que tiene actualmente Uruguay con la Federación Rusa, lo cual preocupa a las autoridades uruguayas teniendo en cuenta que éste es el principal destino de las carnes uruguayas.

El presidente de INAC Alfredo Fratti aseguró que no han recibido ninguna notificación acerca de que habría cambios, pero al país le interesa adelantarse a esto. Lo que pide Uruguay es que si hay cambios que se respete los volúmenes de exportación de los últimos tres años, que asciende a 80 mil toneladas.

Uno de los riesgos que existe es que se establezcan cuotas y fuera de ellas, la carne pagaría un arancel mayor y existe temor de que haya preferencias con otros importadores como EEUU y la Unión Europea.

Por otra parte, el presidente de INAC aseguró que el Instituto no ha verificado en sus registros bajas importantes en los precios, aunque reconoció que puede que actualmente se esté verificando dificultad en el mercado pero aseguró que de todas formas la demanda de carne en el mundo supera la oferta, por lo que más allá de problemas puntuales, no habría mayores dificultades en el comercio de la carne uruguaya.