(emitido a las 7.42 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hoy comienza el censo agropecuario, que tendrá lugar en todo el país. Trabajarán 340 oficiales del Ejército como empadronadores, 200 miembros más de la fuerza de tierra en el apoyo logístico y 90 supervisores zonales y departamentales.

¿Cuál es el objetivo? Por un lado, proporcionar datos básicos sobre la estructura del sector agropecuario para el país en su conjunto. Por otra parte, actualizar los marcos de muestreo para el diseño de encuestas agropecuarias especializadas, como por ejemplo las encuestas de cultivos de invierno, de cultivos de verano, etc. Además, se pretende suministrar una base que contribuya a extender y mejorar la producción de estadísticas agropecuarias.

Vamos a recibir al ingeniero Alfredo Hernández, director de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), organización que forma parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

¿Para qué sirve este censo? ¿Qué se puede obtener a partir de la información que se empieza a recolectar en el día de hoy?

ALFREDO HERNÁNDEZ:
Usted hacía mención a alguna de las posibilidades de uso de esa información. Ya se lleva casi cien años de estadísticas en el país –un país básicamente dependiente del sector agropecuario– y sin duda que la información proveniente del mismo es una base fundamental para muchas acciones, especialmente aquellas vinculadas a la planificación y a la toma de decisiones de todos los sectores y agentes involucrados, sean públicos o privados. Tanto es así que la obligación de hacer el censo proviene de 1913 y, de ahí en adelante y a lo largo de la historia, Uruguay cuenta ya con 18 censos agropecuarios.

JAE – Pero por ejemplo, ahora que se ha estado discutiendo con respecto a la aplicación de un adicional del impuesto a la tenencia de la tierra para grandes extensiones se ha hecho referencia en varias oportunidades al censo anterior, al del año 2000, para ver qué cantidad de extensiones agropecuarias tienen más de 2.000 hectáreas de superficie con índice coneat 100. ¿Esa puede ser una aplicación, recabar información que pueda facilitar la toma de decisiones por parte de quienes llevan a cabo las políticas?

AH – Sin duda que la información siempre contribuye a tomar decisiones de carácter político, sean en el sentido que sean. Con respecto a lo que usted hace referencia, a la información del 2000, efectivamente se puede determinar para ese momento cuántos predios tenían más o menos de 2.000 hectáreas. Sin embargo, eso no constituye el objetivo del censo en sí mismo. De todas maneras, la información que se maneja con esa característica tiene una particularidad bien importante y es que la misma solo puede ser manejada en términos agrupados y no de forma individual. Es decir, no se puede enumerar quiénes son los productores que cumplen con determinadas características porque haya interés en aplicar una determinada medida política. Este es un aspecto bien importante porque incluso el propio sistema estadístico garantiza la confidencialidad de los datos para todos los productores, no se puede proporcionar ningún dato individual identificatorio con ninguna información correspondiente a la proveniente del censo agropecuario.

JAE – Comentábamos recién que en este caso el Ejército está involucrado en la captación de información. Antes del 2000 era personal del Ministerio del Interior, y en el 2000 se contrataron civiles porque en ese caso el Ministerio del Interior ya no podía disponer de personal para esa tarea. En suma, ¿por qué se optó por solicitar la colaboración del Ejército en este caso?

AH – En parte lo decía usted, en el sentido de que en el 2000 la necesidad llevó a contratar personal civil. La modificación de algunas normas vinculadas a las formas de relacionamiento contractual hicieron que el año pasado no se pudiera contratar personal civil. Hay que tener en cuenta que esa es una tarea muy especial, que se hace solo cada diez años, y quienes trabajen en ella –en su gran mayoría levantando datos– solo lo harán en un término de uno a tres meses, luego la relación contractual prácticamente se corta. Eso hizo que en el 2010 no se pudiera aplicar y el censo se postergara para el 2011. En esas condiciones, y desde la visión y la perspectiva del sector político, se planteó la posibilidad contar con esta operativa de trabajo conjunto entre ambos ministerios. Esto se fue estructurando y se elaboraron propuestas operativas de trabajo que hicieron posible concretar el censo con este mecanismo.

JAE – ¿Dónde están apostados estos oficiales del Ejército?

AH - En primer término, solo los supervisores son oficiales. El personal que hace el relevamiento son soldados fundamentalmente. Estarán apostados dependiendo del departamento. En todos los casos, uno de los centros de operaciones serán los cuarteles. Y adicionalmente, en la gran mayoría y durante parte del trabajo de campo, se van a instalar destacamentos o campamentos en lugares estratégicos dentro del departamento, de forma que no haya que trasladarse todos los días a la zona de trabajo para levantar los datos, cosa que sería prácticamente imposible.

JAE – ¿Y cómo se hace la coordinación en este caso?

AH – El procedimiento de levantamiento de la información ya fue establecido. Ellos van a operar y va a haber una parte de control, sobre todo en términos de responsabilidad ejecutiva, a cargo del personal del Ministerio a través de los funcionarios de DIEA, que están asignados por departamento y que van a estar recorriendo todos los lugares. Estarán apoyados además por otros funcionarios, ya sea del propio Ministerio o algunos civiles contratados, para hacer seguimiento en cuanto al control de calidad de la información recabada.

JAE – Estamos hablando de un censo, o sea que se supone que quienes recolectan la información recorrerán todos los puntos del país.

AH – Sí, el censo consiste en un barrido territorial. Se trata de recorrer toda el área agropecuaria y determinar en esas áreas la identificación de los productores a ser censados y el correspondiente llenado de un cuestionario censal.

JAE – ¿Qué pasa si el productor propietario del predio no se encuentra?

AH – Esa es una de las realidades que realmente nos va a costar un esfuerzo mayor. Pongamos dos ejemplos. Si el productor circunstancialmente no está, la persona que vaya a ese lugar tratará de ver en qué momento lo puede ubicar, le va a dejar una nota diciendo que estuvo ahí y tratará de coordinar en algún momento posterior para hacer el cuestionario correspondiente. En el caso de que el productor no resida y no haya nadie que pueda responder a los funcionarios, van a tomar nota de dónde se puede ubicar al productor y eso va a determinar que, entre otras cosas, se pueda trasladar el formulario a los lugares donde el productor reside o está más estable, para llegar a él en persona. Esto se debe a que una premisa del censo es que las entrevistas son absolutamente personales.

JAE - ¿Cuánto tiempo demoran esas entrevistas?

AH – En promedio pueden durar alrededor de 45 minutos. Tengamos en cuenta que esto varía según la complejidad pero sobre todo la diversidad de producciones que pueda hacer el productor.

JAE – ¿Y se sabe de antemano en qué fecha, en qué momento van a ir a un lugar? ¿Hay algún cronograma que permita a alguien que circunstancialmente no esté saber este dato?

AH – El Ejército va a trabajar en grupos, no va a andar cada soldado aislado por su lado sino que operativamente van a andar en una determinada zona o paraje. Eso no es una regla para cada departamento, dependerá de lo que se instrumente en cada uno de ellos. Seguramente nosotros tratemos de ir adicionando alguna información a través de los medios, que dé cuenta en cada lugar de dónde van a estar trabajando esos días. Pero va a ser muy común que se tome conocimiento al verlos o al escuchar comentarios. Porque, entre otras cosas, está la posibilidad de comunicarnos telefónicamente con el productor previamente, para coordinar la entrevista, de manera de evitar eso que usted mismo decía sobre no encontrar a los productores.

JAE – ¿Cuándo termina este ciclo de recolección de información?

AH – En tres meses pensamos tener prácticamente finalizada la operativa del censo, si todo marcha en las condiciones que estamos previendo y que hemos instrumentado.

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