En cuanto a los cultivos de verano, la superficie sembrada fue ligeramente inferior a la intención de siembra reportada por lo productores en la primavera pasada. Sin embargo, la campaña de verano alcanzó las 420.600 hectáreas, siendo la mayor del último decenio.

José María Ferrari, técnico de Dirección de Investigación y Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, explicó que el importante incremento del área se debió principalmente a la soja, cuya superficie triplica la de la campaña anterior.

"Las vedettes de esta zafra han sido los oleaginosos. Entre el girasol y la soja se llevan prácticamente 360.000 hectáreas de las 420.000. En la soja, concretamente, hubo una pequeña disminución frente a la intención, que rondaba las 260.000 hectáreas. Se efectivizaron 247.000, pero con una producción casi récord, porque son casi 378.000 toneladas", detalló.

Por otra parte, la intención de siembra total de cultivos de invierno es de 350.600 hectáreas, lo que implica un incremento de 36% con respecto a la zafra anterior, ubicando a esta campaña en niveles que no se alcanzaban desde el año agrícola 1997/1998.

"Esta zafra, con casi 351.000 hectáreas, si se concretase en su totalidad, significaría un incremento bastante importante en relación a la zafra anterior que supera al 35% a la del año pasado", dijo Ferrari.