Entrevistas

Productores agrícolas preocupados ante pérdidas generadas por la escasez de agua

La ola de calor de los últimos días ha generado preocupación en los sectores dedicados a la producción agropecuaria y ganadera. Para conocer la situación en el interior del país, En Perspectiva dialogó con el ingeniero agrónomo y asesor de productores lecheros Daniel Caravia y con el ingeniero agrónomo Guillermo Vila, productor en el departamento de Flores. Por un lado, Caravia dijo que si bien "normalmente el verano es una estación bastante complicada por el estrés térmico de los animales", "en este momento las tasas de crecimiento son mínimas y los ganados se están encerrando por falta de alimento directo para pastorear", aunque aclaró que aún no se ha llegado a una época de sequía. "Ahora lo importante es que sobrevivan las pasturas para no perder las permanentes, que es el gran costo de la empresa", advirtió. Por su parte, Vila señaló que lo que se plantó "del 15 de diciembre para adelante ya está en una situación que ya se perdió, o cada día que va pasando se está perdiendo un porcentaje importante de plantas".


(emitido a las 7.40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Esta ola de calor tan intensa que vive nuestro país desde el fin de semana provoca preocupación en varios frentes.

Hay advertencias relacionadas con la salud; está el riesgo de incendios forestales; hay cambios obligados en la generación de energía eléctrica que ya no puede basarse tanto en las represas hidroeléctricas; y está la afectación de la producción agropecuaria.

A este último frente es que les propongo nos dediquemos. Para eso vamos directamente al interior de nuestro país. En primer lugar, conversaremos con el ingeniero agrónomo Daniel Caravia, asesor de productores lecheros, con quien hemos conversado más de una vez en nuestra Tertulia Agropecuaria.

¿En dónde te hemos ubicado, en Florida?

DANIEL CARAVIA:
Sí.

EC – Y, por otro lado, estamos con el ingeniero agrónomo Guillermo Vila, integrante de nuestras Tertulias Agropecuarias, productor en el departamento de Flores.

Empiezo con Caravia, pero la respuesta puede venir de cualquiera de los dos. Ambos están esperando la lluvia, supongo. ¿Cómo califican el estado actual de las cosas? Todavía no es sequía.

DC – No, no, yo no lo calificaría de sequía, por lo menos en las zonas donde ando. La verdad es que con tanto rigor este verano se está haciendo sentir violentísimamente. Pero hasta ahora veníamos más o menos bien, esperando esta agua que ahora parece que no va a ser. Ahora nos ponemos muy nerviosos.

EC – En el caso particular de la producción lechera, contanos cuáles son las particularidades en una época como esta y con días como estos.

DC – Normalmente el verano es una estación bastante complicada por el estrés térmico de los animales, porque las pasturas vienen poco. Para eso se plantan cultivos que funcionan en verano, pero tienen su límite. En este momento, las tasas de crecimiento son mínimas y los ganados se están encerrando por falta de alimento directo para pastorear.

EC – Las vacas no comen directamente en el campo, sino más bien a partir de la reserva que ya se tiene hecha.

DC – Por lo menos, en la zona que ando la mitad o un poco más de la mitad de la dieta diaria de los animales está siendo de reservas y concentrados y no de pastoreo, como sería deseable.

EC – Pero vuelvo a lo que preguntaba recién: ¿eso es lo habitual si hablamos de una fecha como esta?

DC – Suele pasar de tener que restringir los pastoreos. Ahora se dio es una cosa mucho más violenta y la restricción fue más rápida, y va a ser más rápida si no llueve mañana. Pienso que en pocos días tenemos el grueso de los ganados prácticamente a reservas hasta que llueva y luego de la lluvia habrá que esperar 15 o 20 días si hay una lluvia como la gente.

EC – ¿En qué estado se encuentran las pasturas?

DC – En general, los cultivos que se siembran para pastoreo ahora están sin crecer. Se han comido y no crecen, cuando uno normalmente pastorea y a los 30 días se está comiendo de vuelta el mismo sector, ahora no. El resto de las pasturas están siendo dejadas sin pisar para tratar que sobrevivan. Ahora lo importante es que sobrevivan las pasturas para no perder las pasturas permanentes, que es el gran costo de la empresa.

EC – ¿Cómo se ha avanzado en el caso de los establecimientos de la zona en la que tú te mueves en materia de riego? Porque por ahí hay una herramienta que permite enfrentar estas contingencias.

DC – Se ha avanzado muy poco. El riego es altamente costoso, hay que tener mucha agua, hay que hacer buenas represas. Una cosa es regar un poco para mejorar la performance de algún cultivo, y otra cosa es regar pasturas que están enfrentando una sequía. Suplir lo que no llueve con riego requiere bastante agua, equipos, costo operativo, que es un costo altísimo. Hasta ahora parecería más rentable suplirlo con reservas y concentrados.

Por suerte tuvimos la oportunidad de hacer reservas. Hoy la situación no es crítica, y esperamos que no lo sea, porque tenemos reservas como para aguantar una contingencia de este tipo si no se hace extremadamente larga.

EC – ¿La producción de leche está viéndose reducida?

DC – Para como está la situación, yo diría que relativamente poco. Se está sintiendo pero vía concentrados estamos tratando de aguantarla. Se está resintiendo, naturalmente, pero esperemos que no sea demasiado.

EC – Voy ahora a Guillermo Vila, que conoce de cerca tanto la producción ganadera como la agrícola. ¿Cuál es el panorama en el departamento de Flores?

GUILLERMO VILA:
Parecido a lo que decía Caravia. Nosotros veníamos bien. Veníamos noviembre y diciembre más o menos lloviendo 60 milímetros por mes. Pero ahora desde el 22 de diciembre que no cae una gota y lamentablemente el agua de mañana y pasado, que estaba ubicada hace unos días en 20, 30, 40 milímetros, ahora la dan prácticamente cero. La sacaron y toda la semana nada. Para que tengas una idea, en esta época, con estos calores, el viento que ha habido todos estos días, más o menos tenés una evapo-transpiración. Lo que se pierde de agua en el suelo anda en 50, 60 milímetros por semana. La situación de estar bastante bien a estar caótica en 10, 15 días pasa. La realidad creo que es diferente para lo que es ganadería de lo que es agricultura.

EC – Veamos cada una de las dos actividades.

GV – En ganadería las invernadas están prácticamente paradas en esta época. Hay muy poco ganado en engorde.

EC – Aclaremos ese término, ¿qué es eso de que las invernadas están paradas?

GV – A diferencia del tambo, y por un tema de rentabilidad, la mayoría del ganado se engorda a pasturas con algo de suplementación, y en esta época del año es la gran invernada a pasturas. En este momento, como decía Caravia, las pasturas no están creciendo, perdieron digestibilidad, lo cual por supuesto hace que los ganados prácticamente no estén ganando nada y se estén manteniendo. La prueba está en que los frigoríficos hoy no están consiguiendo ganado, están planificando licencias y cerrando.

EC – ¿Eso es lo habitual en una época como esta de verano?

GV – Sí, es lo habitual. Generalmente, cuando venimos bien de lluvias y de pasturas es el momento de zafra en el cual se está sacando los ganados o empezando a sacar los ganados que se aprontaron durante la primavera. Toda la gente que engorda a campo o a pastura en esta época y a partir de febrero empieza a sacar todos los ganados que fue engordando durante la primavera. Indudablemente esto va a trancar ese proceso, y, posiblemente, si llueve en unos días capaz que se revierte. Pero si no llueve, posiblemente esto lo sintamos en la oferta de ganado para todo el otoño...

EC – ...Tú estás diciendo que el ganado que habitualmente se engorda antes de esta fecha en esta ocasión no está pronto.

GV – No, todavía no está pronto. Estaba llegando a término en estos momentos. Indudablemente se está resintiendo y va a parar el proceso de engorde. Es un momento clave que tendría que llover.

EC – Tú decías que esto incluso tiene impacto en la propia industria frigorífica.

GV – Sin duda que la va a tener. No se está consiguiendo ganado para faena y hay varios frigoríficos que están programando licencias o cierres o están bajando el nivel de faena porque no hay oferta de ganado.

EC – ¿Y la producción agrícola?

GV – Te hacía un comentario sobre la ganadera: el elemento más importante que pasa en la ganadería en esta época es para los ganados de cría el entore. El servicio a las vacas, los futuros terneros. Generalmente la mayoría del país entora entre noviembre, diciembre, enero y febrero. Lo bueno de eso es que llegamos con los ganados muy bien. Los ganados llegaron en muy buen estado, y posiblemente esta seca, si bien va a afectar los ganados que parieron último y se estarían alzando ahora, o los ganados que no venían en tan buen estado, la mayoría pensamos que ya se alzó, ya trabajaron los toros, y creemos que lo va a resentir pero no va a ser significativo.

En cuanto a la agricultura se da una situación diferente. En verano, sobre todo la soja, que es el principal cultivo, tiene un porcentaje importante, en el entorno del 40%, que se planta de primera. No se planta sobre un cultivo de trigo, en un campo que está libre durante el invierno y se planta a fin de octubre, noviembre. Esos cultivos que pudieron crecer desarrollaron un buen sistema radicular, a este momento todavía están bien pero están sintiendo mucho la falta de agua.

El problema es el otro 40, 50, 60% que se empieza a plantar a partir de que se levanta el trigo. Eso sucedió este año. Por suerte se pudo levantar más temprano y se empezó a sembrar a fines de noviembre. La mayoría se sembró en la primera quincena de diciembre y se llegó a fin de año prácticamente con todo sembrado. Ahí hay distintas situaciones: todo lo que estaba nacido se está defendiendo o está sintiendo, pero se está defendiendo, y todo lo que se plantó del 15 de diciembre para adelante ya está en una situación que ya se perdió o cada día que va pasando se está perdiendo un porcentaje importante de plantas.

EC – ¿Qué implican esas pérdidas en términos prácticos?

GV – Que no se va a cosechar. Que esos cultivos que fueron plantados a mediados de diciembre, que nacieron bien y pierden plantas, a esta altura del año no hay posibilidad de resembrarlo. Ya no dan agua por lo menos por una semana más; sería impensable estar resembrando a fines de enero. Esos cultivos se van a perder. Va a ser un área muy importante que no se va a cosechar.

Lo único positivo, si queremos buscarle algo, es que es una seca que se está dando sobre el inicio. Si bien esos cultivos se perdieron de cosechar, a esta altura los costos que se han incurrido es la siembra, semilla, a lo sumo un tratamiento. Son cultivos por los que se ha gastado entre 100 y 120 dólares por hectárea. Indudablemente, si esta seca persiste una semana más, esos van a ir a pérdida total.

EC – ¿No sirven para nada?

GV – Absolutamente para nada. Son soja que tienen cinco o 10 centímetros, que están recién nacidas, se van a secar y ni cuenta te das. Van a quedar los rastrojos de trigo y se pensará en plantar un trigo en mayo-junio del año que viene, pero todo este período se perdió. Lo que se gastó va a pérdida total.

EC – Sigo, para terminar, con Daniel Caravia. ¿Algún comentario escuchando a Guillermo Vila sobre ese otro panorama en Flores?

DC – En ese sentido bastante coincidente. Acá también un poco en la parte de cultivos que están muy parecidos a lo que él dice.

Tenemos la mala costumbre de mirar más para adelante. El gran problema a nivel de la lechería es que el 15 de febrero se supone que tenemos que estar sembrando los cultivos que nos van a cubrir el otoño e invierno del año que viene, y para eso hay que preparar las tierras desde diciembre. En algunos casos, el uso de glifosato, que es lo que nos permite matar el cultivo anterior para preparar la tierra para el siguiente, se nos está complicando también por la baja humedad. Estos herbicidas trabajan en función de la vida de la planta que tiene que estar en crecimiento activo, y se está complicando muchísimo porque la humedad relativa es muy baja, entonces no funcionan adecuadamente. Eso más allá de esto, que en lo personal lo tomo como una cosa que más acá o más allá es pasajera. Creo que estamos más o menos armados para sobrellevarla. Se puede complicar un poco más si demora la lluvia, en el sentido de que no preparemos a tiempo o no preparemos bien lo que nos va a salvar buena parte del año que está comenzando.

EC – ¿Ustedes dicen que se corrió el pronóstico de lluvias? Para mañana teníamos anunciado cielo nuboso y cubierto, precipitaciones y algunas tormentas aisladas mañana, incluso alguna cosa hoy en la tarde-noche en el suroeste del país.

DC – Es como decía Vila, hasta la semana pasada veníamos con un pronóstico de que iba a haber un agua de importancia. Ahora, a medida que nos arrimamos a la fecha indicada, que es mañana o esta noche o pasado, se nos va desdibujando un poco el panorama alentador, en el sentido de que va a ser mucho ruido y poco agua a ninguna.

EC – Guillermo, ¿sobre eso mismo?

GV – De un tiempo a esta parte, los productores vivimos pendientes de los satélites; miramos cuánta página hay de pronósticos y siempre nos quedamos con la que nos da lo que nos sirve, nos quedamos contentos. Lamentablemente, en esta oportunidad todas las que miramos habitualmente los productores retiraron el agua. Están dando agua de dos milímetros, con una evaporación de más o menos 10 milímetros por día. Como estamos teniendo con estos calores, te llovieron dos milímetros, y a las cuatro o cinco horas no te enteras ni de que llovió.

EC – Según esos reportes, ¿cuándo vendrían precipitaciones significativas?

GV – Por lo menos en los que miramos nosotros, que generalmente son de una semana para adelante o 10 días, no dan ninguna perspectiva de agua en este período.

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