(emitido a las 8.37 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, anunció este lunes una serie de subsidios y paliativos para las empresas y productores de cítricos por un monto total de 7:300.000 dólares. Al mismo tiempo, se aplicará un esquema de seguro de paro especial a los empleados de este sector, a efectos de mitigar la emergencia que vive esa actividad.

Según informa hoy el diario El País, luego de haber declarado la emergencia dentro del sector citrícola sobre el fin de la semana pasada, el ministro Aguerre dio a conocer medidas en dos niveles para enfrentar los efectos de las heladas que fueron las causantes de este cataclismo en una conferencia de prensa en Regional Norte, sede de la Universidad de la República en Salto. Según estimaciones del Gobierno, el evento climático generó pérdidas por 35 millones de dólares, especialmente entre la fruta con destino de exportación.

El fenómeno refiere a las heladas ocurridas entre los días 6 y 9 de junio y que afectaron gran parte del territorio nacional. Fueron las peores heladas que se hayan registrado en los últimos 40 años en Uruguay, según entienden quienes se dedican a esta actividad en nuestro país.

Estamos en diálogo con el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, el ingeniero agrónomo Enzo Benech.

¿Tiene algo para agregar a propósito de esa catástrofe climática de principios del mes de junio?

ENZO BENECH:
La información es correcta. Nosotros tenemos la constatación de que hubo una helada, cuya probabilidad es baja, que afectó seriamente la producción citrícola en el del norte del país.

EC – Abarca los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro, también algunas zonas de Maldonado y de Canelones.

EB – Sí, desde el Ministerio hicimos un diagnóstico con nuestros técnicos, chequeando e identificando los productores y el costo de la pérdida. El área afectada más importante está en el norte del país, y hay algunos puntos en el sur, pero de menor gravedad. 

EC – En cuanto a la cuantificación del daño, se manejó la cifra de 35 millones de dólares. ¿En dónde se tradujo esa pérdida?

EB – Hubo una pérdida muy importante de la fruta que aún no se había cosechado. También hubo afectación a las plantas y recuperarlas lleva tiempo, por lo que producen menos. La fruta que ya se perdió hay que sacarla porque implica un riesgo sanitario.

EC – Esto ocurre en el sector citrícola que ya tenía sus propios problemas, ¿no?

EB – Desde el Ministerio venimos trabajando con el sector hace tiempo con un plan estratégico. Este sector es muy sensible y muy importante para Uruguay, es un sector que exporta y donde trabaja mucha gente. Está volcado básicamente a la exportación a la Unión Europea, donde sabemos que hay dificultades económicas. Estamos tratando de llevar a cabo un plan estratégico que involucre nuevas tecnologías, el uso del agua, nuevas plantas, la apertura de mercados para darle una nueva salida. Esta helada cae en el momento en el que estábamos tratando de llevar adelante ese plan estratégico. Ahora hay que corregir el daño, apagar este incendio y seguir trabajando en la misma línea.

EC – ¿Qué permite el decreto de la emergencia agropecuaria?

EB – Permite asignar fondos en forma dirigida y sin retorno para ayudar en algunas prácticas concretas. Por ejemplo, la fruta que se pierde queda tirada en el suelo o prendida en los árboles, pero muchas de ellas no tiene valor industrial, por lo tanto hay que retirarlas. Y las plantas que quedan dañadas también hay que fertilizarlas mínimamente para que puedan retomar su actividad. Con el Fondo de Emergencia Agropecuaria trataremos de recuperar este rubro.

EC – Según anunció el ministro Aguerre, aquellos productores que tengan entre una y 120 hectáreas recibirán una partida de 400 dólares no retornables para la limpieza de las chacras. Por otro lado, los productores que presenten planes de recuperación de las plantaciones podrán acceder a 1.200 dólares por hectárea.

EB – Exacto, ese es el plan estratégico al que me refería. Si las plantas se murieron, es probable haya que replantar, pero antes hay que sacarlas, hay que tener plantas nuevas e identificar qué y dónde plantar. Este conjunto de medidas van desde los trabajadores, pasando por los productores, inclusive pensando en las empresas que hacen el vínculo con la exportación, porque sin exportación el rubro se cae.

EC – Los 400 dólares que se otorgan para las tareas de limpieza no son retornables. Los 1.200 dólares por hectárea para recuperación de plantaciones deben reintegrarse, pero en condiciones favorables, ¿no?

EB – Son parcialmente retornables. Los 1.200 dólares para seguir en la actividad productiva y para recuperar las plantas que están dañadas son para aquellos que quieran replantar. Las plantas dañadas por la helada necesitan un tratamiento especial para que vuelvan a producir, probablemente no producirán lo mismo si no hubieran estado dañadas. El dinero lo van a devolver parcialmente en un plan a varios años.

EC – Entre esas dos medidas se destinarán 7:300.000 dólares, que según el ministro ya están disponibles en el Banco República.

EB – Sí, hemos tratado de tener los fondos y de agilizar las medidas lo más rápido posible. Estamos hablando de los productores pequeños, de los productores citrícolas, de los de más de 120 hectáreas y de los trabajadores. Con los productores de más de 120 hectáreas hemos conversado, así como también con las empresas exportadoras, porque si producimos y no vendemos, el negocio no funciona. Y este rubro es de exportación, por lo tanto estamos tratando de establecer medidas que ayuden a salir de esto. Todavía no tenemos claras esas medidas.

EC – Qué pasa ahora con las medidas destinadas a los trabajadores afectados.

EB – Hemos estado trabajando junto con el Ministerio de Trabajo. El impacto es inmediato, porque si las naranjas se caen los trabajadores pierden su trabajo, no tienen qué juntar. Les vamos a dar un seguro de desempleo más benévolo, tratando de contemplar su situación, y en paralelo se van a capacitar para que generen herramientas para un mejor desempeño. En este rubro hay actividades que pueden ser complementarias con otras, pero para eso la gente tiene que capacitarse. Las empresas están dispuestas a ayudar en esto. En los rubros de exportación empiezan a pesar cada vez más los temas de inocuidad, de calidad, y para eso precisan gente preparada.

EC – ¿De qué tipo de formación estamos hablando?

EB – Cosecha, post cosecha, manejo de la fruta, preparar la fruta para la exportación. Las empresas exportadoras conocen cómo es esto. Los mercados son exigentes a la hora de venderle la fruta y es necesario producir cada vez más y mejor calidad. Esta podría ser una alternativa y Uruguay debe avanzar.

EC – 15.000 trabajadores están vinculados a la producción de citrus y 3.000 pasarían por este seguro de paro ¿verdad?

EB – Sí. No tenía la cifra exacta, pero es coincidente con los otros números que hemos manejado.

EC – Ahora, usted hablaba de que el sector independientemente de esta crisis arrastra inconvenientes, arrastra dificultades, tiene asignaturas pendientes. Según informa hoy el diario El País, ayer el ministro Aguerre señalaba que "el problema de la citricultura no comenzó el 7 de junio, se remonta tiempo atrás, tenemos que darnos un baño de realismo", decía cuando se dirigía a quienes lo escuchaban allí en esa sala de la regional norte de la Universidad de la República. Y mencionó por ejemplo "en Uruguay le falta un 48% de riego", a propósito de lo que ocurre con la plantación de citrus.

Esto tiene que ver con varias preguntas que plantean los oyentes, por ejemplo, "¿Qué pasó con el invento del ingeniero Guarga para combatir heladas?"; otro oyente consulta: "¿El sistema anti heladas del ingeniero Guarga no fue efectivo o es que no se usa en esas plantaciones?"

EB – Coincidimos que esta es una situación atípica, hace 47 años que se vivía una helada de esta magnitud, no es de todos los días. Y en las actividades agropecuarias a cielo abierto esto puede pasar. El tema es que hoy tenemos tecnología para minimizar o manejar estos riesgos, el riego es una de ellas. Esto hace también a la competitividad de nuestras producciones, y tiene que ver con los precios y con la calidad de la fruta, las variedades, la cantidad de plantas, las fertilizaciones, el germoplasma, el tipo de plantas también influye, porque muchas veces queremos vender lo que producimos y los mercados están demandando distintas calidades de frutas. El agua es un factor importante por el futuro arrocero, por ejemplo. Hace poco hicimos un llamado a través de los Fondos de la Granja para proyectos de riego en este rubro. Si hay que replantar para salir de esta crisis, tenemos que ver qué es lo que plantamos y dónde, minimizando estos riesgos. El tema de Guarga es un ejemplo, Uruguay tiene tecnología para esto.

EC – ¿Hay planes específicos para que se tapen los baches de tipo tecnológico que tiene el sector de la citricultura?

EB – Sí. Como mencioné recién, habíamos abierto un llamado desde los Fondos de la Granja por un tema de proyectos de riego en citricultura antes de esta helada. Y también mencioné que estábamos en reuniones con el ingeniero Guarga, tratando de elaborar trabajo para esto. Pero esto es una carrera continua, la tecnología es permanente. Tal vez la helada fue la gota que derramó el vaso, porque veníamos con una serie de problemas que estábamos tratando de solucionar.

EC – ¿Estas carencias se subsanarán a corto plazo?

EB – Yo creo que sí, dependerá del conjunto y del Ministerio también. Estamos tratando de definir políticas públicas para ayudar y tratar de que esta mala jugada que nos hicieron las heladas la convirtamos en una oportunidad. Porque si las heladas  mataron las plantas, vamos a tener que poner plantas de vuelta, hay que definir qué plantas ponemos, de dónde las sacamos y cuántas se ponen por hectárea. Esas son algunas cosas que venimos manejando desde hace tiempo para solucionarlo.

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Foto: Archivo presidencia