Canelones rural tras temporal es una "zona de guerra"
Los granjeros afectados por el temporal del pasado jueves afirman que la situación es peor a medida que pasan las horas y advierten que esto no se arregla con "paños tibios". Estiman las pérdidas en totales, muchas de ellas en las cosechas de este año y el próximo.
El dirigente Remo Di Leonardi, secretario general de la Confederación Granjera, dijo a El Espectador que las áreas de Canelones más afectadas se asemejan a una "zona de guerra". Agregó que es un momento dramático el que están pasando y dijo nunca haber visto algo así.
El dirigente también comparó la situación con la crisis de 2002 y calificó el panorama de "desolador".
"Cuantas más horas pasan más dura y más crítica es la situación, porque mucha gente todavía no había tomado conciencia de lo que estaba viviendo", aseguró Di Leonardo.
"Hay cientos de familias del sector granjero que han quedado literalmente en la calle, han perdido el 100% de la cosecha. Hay una incertidumbre total, gente totalmente desorientada que no sabe cuál es el camino que va a tomar", agregó.
Di Leonardi informó que el viernes estuvo en contacto con el intendente de Canelones, Marcos Carábula, y con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, y que está coordinada una reunión para el próximo lunes con ellos y con representantes del Comité de Emergencia para "empezar a delinear el camino a tomar".
"El lunes se van a tener recabados algunos datos más sobre área y cantidad de productores afectados para empezar a trabajar sobre esa base, pero esto no se arregla con paños tibios, es demasiado grave la situación como para poner parches", adelantó el dirigente.
"Yo no me canso de explicar a la gente que no mezclen a la granja con el resto del sector agropecuario, es una actividad absolutamente diferente", destacó, explicando que los productores hortifrutícolas en Uruguay son en general familias de pequeños productores "que están por debajo de las 100 hectáreas"
Recordó que, según datos del último censo agropecuario, en los últimos 10 años se han ido 12.000 personas del sector agropecuario, y aseguró que la mayoría de ellos son granjeros, un sector que "no ha vivido la bonanza del resto de la actividad agropecuaria".
Di Leonardi sostuvo que esto va mas allá de la suba de precios, pues
está en juego el patrimonio del país y la seguridad alimentaria.
"Es muy duro, solo a quien le toca vivir esta situación puede entenderla", remató.
Según dijo a El País el presidente de la Confederación Granjera, Eric Rolando, las pérdidas estimadas alcanzan los US$ 20.000 por hectárea afectada.