Entrevistas

Daños provocados por temporal perjudicarán las exportaciones de productos de la granja y podrán afectar la producción de los años venideros

Daños provocados por temporal perjudicarán las exportaciones de productos de la granja y podrán afectar la producción de los años venideros

El temporal del jueves perjudicó seriamente a los establecimientos hortofrutícolas del sur de Canelones, donde en algunos casos las pérdidas fueron totales. El ingeniero agrónomo Félix Fuster, columnista de Dinámica Rural en El Espectador, aseguró a En Perspectiva que el fenómeno se produjo "en el peor momento", al ser época de cosecha, y que el panorama en las áreas más afectadas "desmoraliza mucho". Según explicó Fuster, la granja ya estaba pasando por tiempos difíciles en los últimos años, con lo cual es probable que muchos pequeños productores que estuvieran "en un momento de indecisión" se decidan por abandonar el rubro. Más allá de la pérdida de las cosechas, que afectará las exportaciones de pera y manzana y los precios en el mercado interno, "es muy probable" que el daño que sufrieron las plantas perjudique la producción de los años venideros.


(emitido a las 7.55 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
El temporal del jueves pasado dejó graves consecuencias en el departamento de Canelones, donde se ubica buena parte de las granjas en Uruguay. En algunos casos las pérdidas en las plantaciones fueron totales, aunque no en todas las zonas fue igual. La Confederación Granjera calificó a las áreas de Canelones más afectadas como una "zona de guerra", y comparó la situación con la crisis de 2002, con un panorama "desolador". Según dijo a El País el presidente de la Confederación Granjera, Eric Rolando, las pérdidas estimadas alcanzan los 20 mil dólares por hectárea afectada.

¿Cómo va a incidir esto en la oferta y en el precio de frutas y verduras? ¿Cuál va a ser el panorama para estas granjas de aquí al futuro? Para profundizar sobre este tema estamos en comunicación telefónica con el ingeniero agrónomo Félix Fuster, columnista de Dinámica Rural, aquí en El Espectador.

Tú anduviste poco después de estos hechos de recorrida allí por la zona, ¿cuál fue tu primera evaluación?, ¿cómo estaba el panorama?

FÉLIX FUSTER:
Te diría que el panorama es como lo describe la Confederación Granjera, bastante desolador en función de que la mayoría de los frutales estaban casi en el momento de cosecha o se estaban cosechando, y los viñedos estaban llegando al final de su ciclo. Por lo tanto ver ese destrozo la verdad que desanima bastante y desmoraliza mucho.

AA – Concretemos un poco la información, ¿cuáles fueron exactamente las zonas afectadas y los productos que más se vieron perjudicados?

FF – Zonas afectadas han sido unas cuantas, yo te diría que el eje donde ocurrió la mayor desgracia es el que se hace entre las ciudades Los Cerrillos y El Sauce. En ese camino están Progreso, Canelones Chico y una serie de zonas productivas bastante importantes, sobre todo en fruticultura y en viñedos. En esos lugares, en esos predios, los destrozos fueron más que significativos, en algunos casos del 100% de la cosecha y a eso se le suma el daño que se produce en las plantas.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Y qué efectos puede tener este temporal, pensando por ejemplo en el mercado interno? ¿Puede llegar a faltar alguna fruta o verdura?

FF – Estimo que faltar no, puede haber un poco de escasez en algún rubro, pero desabastecimiento en el mercado interno no creo que exista. Hay que recordar también que nosotros tenemos libre importación de frutas y hortalizas, aunque hay que cumplir con una serie de trámites está abierta la importación y hay un juego de oferta y demanda en el mercado que habilita o no la importación de frutas que puedan faltar. Así es como funciona hoy en día el sistema en Uruguay.

Lo que sí estimo es que va a haber en el mercado interno una serie de acontecimientos en cuanto a precios bastante significativos. Por ejemplo, probablemente la fruta de calidad logre preciso muy altos y el mercado también se abastezca de frutas de menor calidad: golpeadas, dañadas, del piso, que sin llegar a estar baratas van a tener un precio bastante diferencial de la fruta buena.

RA – Félix, ¿y qué pasa, en otro campo, con el tema de las exportaciones que estaban previstas?

FF – El mayor daño viene por ese lado. Estamos en el momento de cosecha, recién estaban empezando las cosechas de las variedades de manzana gala y de la pera Williams, que son las dos vedettes de exportación que tiene Uruguay en fruticultura. En este momento hacía poquitos días se había comenzado y se esperaba, por lo menos en manzana y en pera, lograr una exportación por lo menos mayor que en los últimos años, porque los mercados están bastante desabastecidos. Chile tuvo el mismo problema con el granizo que tuvo Uruguay, el hemisferio norte tuvo poca cosecha de estos frutales y por lo tanto los mercados internacionales se presentan como interesantes para la colocación de frutas.

RA – Volviendo al panorama que se enfrentan los granjeros, ¿cómo es la situación respecto a los seguros, por ejemplo, están en general cubiertos?

FF – Cuando existía el Programa de Reconversión y Desarrollo de la Granja [empezó en 1995, su aplicación decayó durante los gobiernos de Jorge Batlle y Tabaré Vázquez], se obligó a los productores a asegurarse mediante el Banco de Seguros con un subsidio bastante importante. Estos seguros lo que cubren no son los daños de cosecha sino los costos de producción.

Habitualmente cuando uno asegura un coche y éste queda destruido por algún siniestro el asegurador paga la totalidad del valor del coche. En el caso de las cosechas de los productos granjeros lo que se paga no es la totalidad de la cosecha o de la potencial cosecha, si no una parte de ésta que corresponde a los costos de producción: la mano de obra, los fitosanitarios que se utilizan, los fertilizantes, el costo del uso de maquinaria, pero no cubren la producción.

RA – ¿Y cuánto representan estos costos, aproximadamente? ¿Cuánto podría llegar a cubrirse del total de gastos o de pérdidas que se generaron?

FF – Eso es muy variable porque depende del precio final de la fruta o de la uva. Habitualmente los costos de producción oscilan entre 3 mil y 6 mil o 7 mil dólares por hectárea.

RA – ¿Cómo queda el sector? Es un sector que ya venía muy golpeado, de hecho vimos varios testimonios en el fin de semana de algunos productores que decían "bueno, esto me impulsa a definitivamente alejarme de la granja y cambiar de rubro". ¿Cómo lo ves vos?

FF – La verdad que la desazón ya existía en muchos de los productores frutícolas del Uruguay. Veníamos de años con problemas de comercialización bastante importantes, no se lograban buenos precios en el mercado, había una serie de problemas climáticos que afectaban la producción. Cuando había volúmenes de cosecha, estos eran difíciles de colocar, y eso llevó a que mucho productor eliminara algunos rubros. Por ejemplo, los durazneros fueron arrancados de una cantidad importante de hectáreas; la manzana, por los costos de producción, también se fue abandonando. Probablemente haya productores que estaban en un momento de indecisión sobre si continuar o no, y en este momento sí tomen la decisión de abandonar la producción. Esperemos que no ocurra, pero creo que va a pasar algo por el estilo.

Yo vi el tornado del 10 de marzo de 2002, que ocurrió en esta zona también, en la zona de Joanicó y Los Cerrillos. En ese momento ya estaban avanzadas las cosechas pero los daños fueron bastante importantes. Ahora el fenómeno climático se produce en el peor momento porque es justo en el borde de la cosecha, entonces los daños son significativos. Para las evaluaciones creo que va a haber que esperar diez días por lo menos para tener una visión cabal. No hay que olvidarse de que hay fruta dañada que está en la planta y que no se nota todavía, que puede caerse o puede perder valor comercial debido a las manchas que logre producto de esos golpes.

RA – Si, de hecho va a afectar la productividad en el mediano y largo plazo, por el daño que tuvieron las plantas, ¿no?

FF – Eso, te vuelvo a repetir, hay que evaluarlo en unos días, es muy probable que se afecte la producción de los años siguientes, por lo menos del año que viene, en viñedos sobre todo. Hay viñedos que se cayeron, ese es un comentario que vale la pena hacer, las espalderas que tienen las vides no soportaron el fuerte viento y se fueron al piso. Eso provoca el quemado y la rotura de plantas, y el daño a futuro puede ser bastante importante.

RA – Vamos a estar atentos también a qué anuncia el Gobierno, a ver qué medidas paliativas puede implementar para este sector.

FF – Sí, creo que es un detalle significativo. Habían ocurrido fenómenos climáticos en la granja en los últimos años, pero desde que se creó el subsidio para los seguros granjeros las evaluaciones solamente las hacía el Banco de Seguros. Esta es la primera vez en muchos años que el Ministerio [de Ganadería, Agricultura y Pesca] toma las riendas y decide salir a hacer la evaluación por su cuenta, dada la magnitud de estos daños.

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