La Tertulia Agropecuaria

La Tertulia Agropecuaria: el cuidado del suelo como respuesta a la explosión de la agricultura

La Tertulia Agropecuaria: el cuidado del suelo como respuesta a la explosión de la agricultura

La explosión de la agricultura y, en particular, el avance que la soja ha tenido en la última década en el campo uruguayo obligó a nuestro país a pensar en el cuidado del suelo. Ahora los productores deben presentar, antes del 30 de abril, sus planes de uso y manejo de la tierra para conocer cómo planean cuidar ese recurso tan sensible. Desde la Expoactiva Nacional, en Soriano, La Tertulia Agropecuaria analizó esta situación de la mano de Mariana Hill, directora de Recursos Naturales Renovables en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y Darío Jorcín, productor lechero, agrícola y ganadero en el departamento de Colonia, con la conducción de Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa.


(emitido a las 8.49 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En el campo, para recuperar un solo centímetro de suelo que haya perdido sus propiedades naturales, son necesarios años, muchos años. Es lógico, entonces, que el Estado se preocupe por proteger el suelo y ordenar la forma en que se produce sobre él.
 
El 30 de abril vencerá el plazo para que los productores agrícolas de más de 100 hectáreas presenten un Plan de uso y manejo del suelo, o sea, un documento en el que detallen qué rotación de cultivos van a realizar. Es la primera vez que, de manera obligatoria, los productores uruguayos tendrán que demostrar cómo planifican la protección de un recurso cuya pérdida es prácticamente irreversible.
 
Esta mañana les proponemos conversar sobre este asunto, que hoy por hoy es uno de los principales temas de discusión en el ámbito agrícola. Vamos a hacer nuestra contribución a este debate, y para eso vamos a aprovechar el marco de la Expoactiva Nacional que desde ayer se desarrolla en el departamento de Soriano. Allí está Rosanna, y junto con ella vamos a recibir dos invitados:

Mariana Hill, que también está en Soriano, ingeniera agrónoma, máster en Ciencias Agrarias, opción Ciencias del Suelo, por la Universidad de la República y titular de la Dirección General de Recursos Naturales Renovables en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
 
Y Darío Jorcín, que se encuentra en Tarariras, Colonia, donde es propietario de la cabaña La Muesca, dedicada a la raza Holando. Es productor lechero principalmente, pero también agrícola y ganadero.
 
Ingeniera Hill, ya hemos hablado con usted sobre la necesidad de cuidar el suelo, sobre todo a partir de este avance impresionante que ha tenido la agricultura, y en particular la soja, en los últimos 10 años. Para empezar: ¿por qué hemos llegado a esta obligatoriedad de presentar un plan con la firma de un ingeniero agrónomo que avale que se está usando de forma correcta el suelo?

MARIANA HILL:
Algo decías tú al principio, pero el tema de lo que puede venir como regulación o control del uso del suelo tiene un aspecto que es lo que se viene haciendo hace más tiempo, que es el control de buenas o malas prácticas, donde identificás la mala praxis, por ejemplo una cárcava o una pérdida de determinados centímetros de suelo. Cuando eso se logra ver, cuando se presenta el síntoma, ya es muy tarde desde el punto de vista de la recuperación. Entonces el objetivo general o lo que se pretende lograr es una actividad planificada, que haya una planificación que permita evitar la degradación o la erosión futuras.

En términos generales, pensamos que la planificación es el camino que hay que recorrer a la hora de cuidar el recurso. Se puso en la ley en el año 2008, y hemos recorrido el camino de la implementación enfocado en la planificación del uso del suelo. Por eso el tema de presentar un plan de uso o una rotación, que es más o menos lo mismo, frente a la posibilidad de salir a ver qué ocurrió para después actuar sobre eso. Ese es el marco general.

EC - En términos concretos, ¿cuáles son los riesgos que acarrean los cultivos que han proliferado con tanta fuerza, especialmente la soja?

MH - Hay dos temas que son claves para la conservación del suelo. Uno es la cobertura del suelo; la erosión y la degradación se producen por el impacto de la lluvia en una superficie descubierta, por lo tanto cobertura es sinónimo de conservación. Y lo otro es productividad, muchos kilos por hectárea que dejen mucho rastrojo para cubrir el suelo y que dejen mucho ingreso de carbono al sistema.

EC - ¿Y qué ocurre con la soja?

MH - La soja es un cultivo que sobre el final de su ciclo, cuando se seca y se prepara para cosechar, deja muy baja cobertura, sobre todo cobertura anclada al suelo. Eso genera que el suelo queda descubierto. Además en un momento en el que, por las características del contenido de agua de ese suelo, es más probable que se produzca la erosión. Por otra parte, es poco rastrojo si pensamos en toneladas o en kilos, si se compara lo que puede dejar una soja en kilos de residuos contra lo que pueden dejar un sorgo o un maíz. La soja es muy inferior. Por esos dos temas, cuando la soja es lo único que se siembra en verano se corren esos riesgos.

EC - ¿El problema es solo con la soja?

MH - Con el girasol pasa más o menos lo mismo; el tema es que el girasol, por un problema de sanidad, se dejó de hacer. Pero si ponemos por un lado soja y girasol y por otro sorgo o maíz, soja y girasol serían los cultivos con esas características que hacen más riesgoso el tema de la erosión.

EC - ¿Hasta ahora se hacían planes de manejo del suelo?

MH - No se presentaban al ministerio avalados o generados por un profesional ingeniero agrónomo. Muchos agricultores, propietarios o tenedores a cualquier título (como dice la ley) planifican su actividad a futuro con criterios que tienen que ver con rentabilidades de corto plazo pero también con conservación del recurso. Ya hay productores que vienen haciendo esta actividad, y ahora de repente están ordenándola más y presentándola. Otros actores no, la cuenta de lo que hacen el año siguiente es exclusivamente en función de precios y costos de los próximos seis meses. La idea ahora es que hay que hacer una actividad planificada. Por supuesto que económicamente la cuenta tiene que dar, esto es una actividad económica, tiene que tener rentabilidad, pero hay que tener en cuenta los futuros impactos en el recurso, sobre todo porque esto lo queremos seguir haciendo dentro de 20 años. Ese es el criterio.

EC - En síntesis, en dos palabras, ¿qué es un plan de manejo?

MH - Es una rotación de cultivos agrícolas o de cultivos y pasturas que se hace en determinada unidad de superficie con una estimación de erosión tolerable para ese suelo. Ese es el plan de uso en términos de esta normativa.

EC - "Rotación" quiere decir qué cultivos se hacen en secuencia, después de uno cuál otro, etcétera.

MH - Exacto, rotación es secuencia de cultivos.

RD - Con una planificación lógica desde el punto de vista de aporte al suelo.

MH - Exacto.

EC - ¿Podemos profundizar en eso, en cuál es el aporte al suelo de la rotación?

RD - En estos días de Expoactiva y en la jornada de verano que organiza Fucrea todos los años me decían "no me tiren abajo la soja" cuando escuchaban la promoción de la entrevista. Yo diría que nada de eso es excluyente, esto no implica sacar a la soja del sistema, en absoluto, y menos cuando sabemos que hoy por hoy es el cultivo de mayor rentabilidad. Lo que implica es un reordenamiento y una planificación con un sentido lógico, porque la soja tiene poco rastrojo y además es extractiva de nutrientes, entonces si venimos como hasta ahora, trigo-soja, trigo-soja, con esa única posibilidad en la mayor parte del país, por allí estaría el tema. Pero eso no quiere decir sacar la soja del sistema.

MH - Sin duda. Todo lo contrario, ojalá el Uruguay pueda hacer la máxima área de soja posible, al menos en estos años en que es el motor de la agricultura. El foco sería, por lo contrario, cómo hacemos para hacer más y mejor soja. Hay una frase de Guillermo Siri, el actual director de la estación que tiene la Facultad (de Agronomía) en Paysandú: "Tenemos que diseñar la forma de meter la soja en el sistema y no el sistema soja". Por las características que tiene la soja, cómo deja los rastrojos, qué productividad tiene. Uruguay es uno de los países con peores promedios de rendimiento de soja, porque sus suelos son bastante limitantes para la agricultura. Una cosa es una soja de 3.500 kilos y otra cosa es una soja de 1.500.

EC - ¿Qué es eso de una soja "de 3.500 kilos"?

MH - Por lo que decíamos, más rastrojo, más cobertura, más input, es mejor una soja de 3.500 kilos para el sistema que una de 1.500.

EC - ¿Esos son rendimientos?

MH - Rendimientos, kilos por hectárea. Salvo problemas sanitarios o problemas puntuales, un cultivo que rinde más deja más en el suelo en materia de cobertura y de rastrojo. Puede ser que consuma más también, pero los nutrientes que consume se los podemos poner al suelo. Podemos tener una cuenta económica, dará o no dará. Hay que tener cuidado con los temas ambientales, ni que hablar, pero al suelo le puedo poner los nutrientes o la comida que el cultivo necesita, pero no lo puedo recuperar cuando pierde la calidad desde el punto de vista físico: cuando pierde materia orgánica, se compacta o se va a la cañada por erosión. Eso no lo puedo recuperar, entonces tenemos que buscar rotaciones de alta productividad, cultivos de alta productividad. Claro, cuando el precio es muy bueno de repente con una soja de 1.200 kilos en una determinada situación la cuenta da, pero eso no es lo recomendable para la calidad del suelo.

EC - Rosanna, ¿hablamos con nuestro otro invitado?

RD – A partir de lo que dijo Mariana, que con una soja de bajo rendimiento le da la cuenta al productor, el otro día estuvimos, en la recorrida con Fucrea, en la casa de Darío Jorcín, y parecía que toda esa temática (que se venía ya el plan de manejo y el dueño de campo y todos los actores que están jugando en eso) era el centro del debate, por eso lo trajimos hoy.

Darío, nos interesa conocer tu opinión, ¿cómo recibe el productor este planteo del MGAP? ¿Cómo te afecta en tu caso, que sos dueño de campo pero también arrendás a otras personas?

DARÍO JORCÍN:
Es una problemática nueva, una problemática más. En mi empresa [Cabaña "La Muesca"] somos tamberos, nacimos ordeñando vacas, entonces la problemática es un poco más sencilla, porque podemos pasar los campos donde no sirva hacer agricultura para ganadería de una manera más sencilla que otras empresas que ya están jugadas en campos arrendados y con contratos a largo plazo para hacer agricultura y que ahora tienen que reconvertirse a ganaderas y tienen que invertir en ganadería. Esa es una problemática fuerte, el otro día en la charla de Fucrea se hablaba de que hoy para implantar una pastura y meterle ganado arriba se requiere una inversión de 1.337 dólares por hectárea. Que esa gente que arrendó el campo ahora tenga que volver a invertir, simplemente para tener ganado y pasturas, más de 1.300 dólares por hectárea... A eso agregale que para hacer pasturas además tenemos que tener agua en todos los potreros, que muchos campos se han desalambrado para rendir más con la maquinaria grande que hoy tenemos, hay  empresas que han invertido mucho, algunas hasta en silos, otras en embolsadoras, en cosechadoras, y ahora esa maquinaria puede llegar a quedar ociosa porque pierden el 30 o el 40% del campo, allí no pueden hacer más agricultura.

RD - Partís de la base de que el dueño del campo va a ser inflexible y el ministerio también. Yo tendería a pensar que podría haber una situación intermedia. ¿O no?

DJ - No estoy pensando en ninguna inflexibilidad. El dueño del campo en este caso es un socio que muchas veces no se da cuenta de que es un socio, pero tanto el que lo trabaja como o el propio dueño del campo que lo trabaja tienen que cambiar el rubro en una parte muy importante del campo. Sobre todo en los suelos 5.02b, unidad San Gabriel Guaycurú. Algunos suelos con pendiente importante ni siquiera toleran un solo cultivo, un largo de pendiente de 270 metros con una gradiente de 5,9% ni siquiera te da para hacer un solo cultivo. Nosotros corrimos el programa con un verdeo de invierno, una soja y cuatro años de praderas y estamos con una erosión del 11,4%, cuando la tolerancia es 5. O sea que aun haciendo cuatro años de pradera ni siquiera podríamos hacer un verdeo de invierno o una soja, tenés que reconvertir la empresa totalmente.

RD - ¿No deberíamos concluir que ese campo nunca se debería haber tocado, que debería haber quedado como campo natural desde su inicio? ¿Qué viene primero: el huevo o la gallina?

DJ - Estamos de acuerdo, quizás nunca se tendría que haber tocado, pero esa realidad ya está y eso fue lo que desarrolló toda la parte rural que hoy está viviendo con una rentabilidad mucho mejor que la que tenía antes. Antes en muchos de esos campos había ovejas donde no había prácticamente rastrojo (porque la oveja te come muy, muy abajo), y hoy ves los campos mucho mejores que antes. Entonces, ¿fue malo o fue bueno lo que se hizo? Aparentemente, al menos de vista, porque no hay análisis de todos los campos, hoy la agricultura mejoró los campos, no los empeoró. Ahí me parece que hay una problemática que hay que resolver.

EC - ¿Qué dice la ingeniera Mariana Hill a propósito de esta observación que hace este productor?

MH - No creo que una política de Estado en conservación del suelo tenga que verse como una problemática, porque creo que es una preocupación que no es solo nuestra, esto es una forma que se dio con un sostén de 40 años de investigación en el país en lo que estamos haciendo.

Que haya preocupación en el sector me parece muy de recibo, por eso estamos trillando el país, norte, sur, este y oeste, para ver las dificultades y acompañar esos procesos. Pero yo también vi en 10 años o en 8 años reconvertirse al Uruguay hacia la agricultura, obviamente tironeado por una rentabilidad, y ese proceso de reconversión se dio rapidísimo. Por lo tanto creo que nuestro agro, nuestros productores, nuestra gente tiene imaginación e inteligencia para adaptarse a cambios que puedan venir.

EC - Jorcín decía al pasar que al menos a primera vista hay campos pobres que parecen haber mejorado al ser utilizados para la agricultura.

MH - Puede ser, en mi caso particular y en el caso del ministerio necesitamos que haya evidencia científica. Descuento que un campo puede mejorarse, y si es así la política va a tender a promover ese tipo de actividad, queremos que los campos se mejoren. Hoy nos manejamos con los conocimientos que tenemos hasta el momento.

EC - Jorcín mencionaba campos donde lo único que se podía hacer era cría de ganado ovino y que hoy con la agricultura lucen de otra forma, lucen más ricos, más productivos. ¿Qué le dice ese ejemplo en particular?

MH - Hay formas objetivas de medir esos ejemplos particulares. Si yo tengo un campo que tiene determinadas propiedades, hago determinado manejo, vuelvo a medir esas propiedades en cierto tiempo, y esas propiedades mejoraron, puedo decir con total propiedad que el campo mejoró. Si por el contrario, las propiedades que tenía originalmente a la larga o a los equis años cambian y disminuyen, puedo decir con total tranquilidad que ese campo empeoró. Cuando hablamos de calidad del suelo, capaz que una producción –qué es lo que sobre ese suelo se puede producir– aumenta entre hoy y dentro de tres años, pero todos los trabajos por ejemplo de Fucrea indican que al cuarto año de cultivo –o tercero o quinto, según el suelo– haciendo la misma fertilización, la misma aplicación y el mismo paquete tecnológico las propiedades empiezan a descender. Ahí hay una pérdida de calidad que está asociada a materia orgánica; es decir, indicadores hay.

Esto no pretende que la actividad agrícola en el país disminuya, pretende conservar un recurso con un criterio técnico, nos basamos en la información que el país tiene –habrá que seguir investigando–, que hoy indica que si se hacen determinadas rotaciones a lo largo del tiempo se pierde la calidad del suelo. En eso nos basamos, si hay una situación en la cual la productividad aumenta y se sostiene en el tiempo y la calidad del suelo mejora, se va a tomar y se va a promover. No estamos tratando de que se dejen de hacer sistemas productivos que mejoran el suelo, de ninguna manera.

EC - Rosanna, ¿algún comentario?

RD - Hay una figura que en cierta manera me preocupa: que más del 65% del área agrícola está en arrendamiento, yo percibo en todos lados que –por decirlo gráficamente– los dueños de campo están "pintados", están lejos del tema, desconocen la información que maneja Mariana, que maneja Darío. Y hay excelentes agricultores, pero también están los inmediatistas, los de luces de corto plazo y los que quieren la renta ya. Me parece que el trabajo o el debate grande y fuerte es cómo acercar información, educar, formar a esa gente que es dueña de campo, que ojalá pudiera timonear para que esto –como me decía uno de los informantes calificados que siempre me ayuda– ayude "a arreglar los zapallos en el carro".

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EC - La explosión de la agricultura y, en particular, el avance que la soja ha tenido en la última década en el campo uruguayo obligaron a nuestro país a pensar en el cuidado del suelo. Y ahora los productores deben presentar, antes del 30 de abril, sus planes de uso y manejo de la tierra, precisamente para conocer cómo planean cuidar ese recurso que es tan sensible.

Cuando faltan pocos días para ese plazo, estamos conversando esta mañana, en la Tertulia Agropecuaria, con Mariana Hill, titular de la Dirección General de Recursos Naturales Renovables del MGAP, y Darío Jorcín, productor lechero, pero también agrícola y ganadero en el departamento de Colonia.

EC - Rosanna, a ti te preocupa el papel que juega en todo este esquema el propietario del campo, que muchas veces lo arrienda a otra persona que es quien lleva adelante efectivamente la agricultura. ¿Qué dice nuestro invitado, empresario y propietario? ¿Cómo ve ese aspecto de la cosa, Jorcín?

DJ - Ante todo quería decir que quizás la palabra "problemática" no fue bien utilizada y tenemos que hablar de desafíos. De todas maneras, es un desafío muy, muy grande, porque hay dueños de campos que están bien desinformados, algunos no se quieren informar, porque tienen quizás alguna filosofía del negocio –por no decir una ideología– distinta. Otros que no quieren gastar, porque también hay un trabajo oneroso detrás de esto, porque lo tienen que hacer ingenieros agrónomos, y algunos están pensando en cobrar entre 5 y 6 dólares por hectárea. Eso es un costo importante para el dueño del campo, que en definitiva es el responsable, porque cuando usted habla de alguien que arriende 100 hectáreas, por ejemplo, está hablando de costos de entre 1.000 y 1.500 dólares para hacer el plan de uso y manejo del suelo.

Hay gente que directamente hace seis o siete años que arrendó el campo, incluso gente que está en el exterior. Uno lo explica y no todo el mundo entiende, hay gente que piensa "el campo es mío, dejá que mi rentabilidad la maneje yo y no me la manejen otros". Hay un desafío, hay que acercar las partes. Hay contratos que están hechos con anterioridad a esta reglamentación, entonces es difícil decirle al hombre "el 50% de su área no va a poder ser más agricultura y tengo que pasar a ganadería, pero no le puedo pagar la misma renta", porque el hombre dice "pero yo tengo un contrato firmado que dura tres años más, cuatro años más, a mí no me importa si plantás soja o plantás raigrás". Hay un desafío muy importante y lo vemos como una problemática fuerte.

EC - Ingeniera Mariana Hill, ¿cómo ve estos desafíos, este tipo de detalles que por lo visto va a haber que tener en cuenta cuando se aplique esta obligación?

MH - No puedo más que coincidir con Darío, sin duda. Esto de los planes de uso, que arranca ahora la forma obligatoria, que venimos trabajando, es una política de Estado de mediano y largo plazo. Ese es un foco que no queremos perder; como decía Rosanna, las sandías o los zapallos se irán acomodando en la carreta. Hay situaciones que vienen dadas y se va a construir en otro camino, así que de ninguna manera queremos que cosas como contratos vigentes pongan en riesgo una política de Estado de largo plazo. Estamos atendiendo caso a caso, junto con nuestros servicios jurídicos, con la gente. Cuando hay una ley, siempre vale más que contratos entre partes, y yo he visto, por ejemplo, contratos de arrendamiento del año pasado con cláusulas que dicen "cuando el Ministerio de Ganadería ponga en vigencia... eso será un motivo de revisión". Un 20% de los propietarios que arriendan a agricultores Fucrea tienen cosas de ese estilo en los contratos. Quiere decir que, como bien señalan los compañeros de Tertulia, hay gente que no sabe y hay un proceso por desarrollar.

EC - ¿Cómo enfrentan el "problema" del costo del ingeniero agrónomo para elaborar los planes de manejo, del que hablaba Jorcín?

MH - Lo enfrentamos como el que quiere hacer su casa y tiene que ver un arquitecto o un constructor. Acá se requiere una actividad profesional. Toda la sociedad uruguaya reconoce que los planos los hace un arquitecto, que una represa la hace un ingeniero civil, y el ministerio entiende que el profesional que tiene la capacidad es el agrónomo, y esta, como toda actividad profesional, tiene un costo. Si el plan es a cinco años, el costo se amortiza en ese tiempo. Sé que hay un precio hoy a partir de esta Tertulia, no tengo idea de lo que la profesión va a cobrar, pero cualquier actividad profesional tiene un costo.

RD - Finalmente es una inversión, porque si todo esto es para que la situación del país se mantenga o mejore, un insumo más por hectárea –la participación de un profesional– termina siendo una inversión. En el peor de los casos quizás debería ser compartida entre el agricultor y el dueño del campo.

EC - Ingeniera Hill, ¿los planes de manejo van con la firma de responsabilidad compartida entre dueño y agricultor, si hay un arrendamiento de por medio?

MH - No, el plan de manejo va con la firma del agrónomo que garantiza que hay un plan que fue elaborado con un contenido agronómico, que es lo que importa. Y quien es solidario en el cumplimiento de ese plan es el propietario, por eso se solicita la firma de aval, porque incluso para nosotros es una tranquilidad que el propietario esté en conocimiento de lo que hay planificado sobre su campo, sobre su unidad productiva. La responsabilidad de que hay un plan bien hecho es del ingeniero agrónomo que lo firma, y hay una responsabilidad solidaria del propietario en el cumplimiento, por eso solicitamos una carta que avale o que diga que está en conocimiento. Y va a estar siempre notificado. Quien es solidario con el cumplimiento del plan es el propietario de la tierra, porque un contrato de arrendamiento puede ser más corto que un plan. El plan puede ser más largo que el contrato en ese momento, entonces hay que cumplirlo independientemente de quién esté en ese momento.

RD - Preasumimos que va a haber un porcentaje interesante de situaciones en esos suelos 5.02b, de baja aptitud agrícola o casi nula. La otra duda es si el ministerio o tu equipo, Mariana, tienen imaginado todo ese movimiento grande de varios cientos de miles de hectáreas que dejarían de tener agricultura, como el ejemplo que ponía Darío, en el que no había ecuación que resistiera, qué pasaría. Se puede ver como una problemática o como una oportunidad para una nueva interacción entre agricultura y ganadería.

MH - Sí. Desde nuestro punto de vista es como resucitar el Uruguay agrícolo-ganadero, que tiene muchísimos años de historia. Respecto de lo que planteaba Jorcín sobre algunas dificultades en algunos suelos, hay temas agronómicos que pueden solucionar algunos problemas, no es que salgan del circuito agrícola. No vale la pena detallarlos en esta oportunidad, pero en la oficina estamos atendiendo consultas continuamente de personas que de repente tienen una dificultad en el uso del modelo, para ver cómo se puede solucionar alguna cosa si la cartografía no es la adecuada. No es que todo el 5.02b tenga que salir del circuito agrícola, varía, son consultas técnicas puntuales para las que estamos a la orden.

El Uruguay es agrícolo-ganadero, hoy tenemos un 1,5 millones de hectáreas en agricultura, 1,5 millones de hectáreas forestadas y 12 millones de hectáreas de campo natural en ganadería. Complementar la agricultura con la ganadería es una de las grandes líneas que el país puede tener extrapredio.

EC - Tengo una cantidad de preguntas de los oyentes, y muchas de ellas apuntan a saber cómo se va a controlar, cómo piensa controlar el MGAP, quiénes van a llevar adelante la tarea de inspección de que esos planes que se presentan se cumplan. ¿Cuál es la respuesta?

MH - Hay un desarrollo de un sistema de imagen satelital. Se cruza la imagen satelital con el padrón de catastro y se identifica desde el aire qué es lo que hay en cada uno de los predios del país. Por supuesto, no es tan sencillo, hay que hacer análisis, bandas de infrarrojo, temas que yo no manejo, o sea que no puedo explicar en detalle, pero esa va a ser la forma.

RD - Quería que interviniera Jorcín, pero mi pregunta para finalizar más que nada apuntaba a que si volvemos a las históricas rotaciones, tres, cuatro años de pradera, cultivo, como era antes, si el Uruguay está preparado para tener la semilla que se necesita, el fertilizante que se necesita, todo ese movimiento, porque imagino –quizás estoy errada– un movimiento grande en ese sentido. No sé cuál es tu opinión, Darío.

DJ - Sí, sin duda el movimiento va a ser grande. Es un desafío para todas las empresas, porque me parece que los fertilizantes y las semillas se van a conseguir, posiblemente la gente sea lo más difícil de conseguir, porque evidentemente el ternero va a empezar a valer más, y precisás gente en los predios donde hoy hay casas abandonadas en algunos lados, los árboles fueron arrancados, entonces la sombra no está... Hay todo un tema que va a traer problemas.

Pero yo quiero agregar algo que me parece muy importante: esto vence el 30 de abril, y a muchos empresarios no les va a dar el tiempo para presentar en forma estos planes. Por un lado, porque falta capacitación; los grupos de capacitación, al menos en Fucrea, están llenos durante dos o tres meses, no hay forma de poder capacitarse más, al menos en los grupos que yo conozco. Por otro lado, hoy estamos a comienzos de la zafra más grande en la historia de cosecha de cultivos de verano, entonces todos los agrónomos están recorriendo sojas, y hacer un plan de uso de suelos bien hecho –hay que calar campos, por ahí hay que empezar a hacer terrazas o planificarlas– lleva un tiempo mayor. Creemos que no nos va a dar el tiempo para presentarlo el 30 abril. Me parece que habría que tener un poco de flexibilidad con la fecha.

Lo otro importante: es para trigo y para cebada, la canola no entra, y la canola se toma en el plan de uso de suelos como si fuera una soja de invierno. Eso significa que la canola posiblemente tenga más erosión que otros cultivos, y sin embargo no se tuvo en cuenta. Simplemente están el trigo y la cebada, así que hay también detalles en los que tendríamos que trabajar en conjunto.

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EC - Tengo muchas preguntas de los oyentes. Por ejemplo, una cortita para la ingeniera Mariana Hill. Pregunta un oyente: "¿Solo se va a controlar la agricultura? La sobrecarga vacuna u ovina deja también cero rastrojo. ¿Se va a regular esa actividad?".

MH - Estamos empezando esta actividad por la agricultura, porque, más allá de que la ganadería pueda generar erosión, comparativamente no es una actividad que tenga problemas por la erosión que genera. De cualquiera manera, la Ley de Suelos abarca toda la actividad agropecuaria, pero en planes de uso de suelo para ganadería por ahora no estamos pensando en esa parte.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Foto Mariana Hill: archivo
Foto Darío Jorcín: todoagro.com.ar

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APOYARON LA TERTULIA AGROPECUARIA:
AGROENFOQUE, INDARTE cía, ISUSA, SCHANDY, UPM

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