El año del agro
Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala: La producción agropecuaria está en su punto más alto de la historia: comparado con 1999, en estos cinco años (y a pesar de haber caído los dos primeros), el crecimiento será de más de 25 por ciento. Aumentó la inversión pero ahora disminuyendo el endeudamiento. Y no es un crecimiento coyuntural, sino sostenible en el tiempo.
(Emitido a las 08.53)
EMILIANO COTELO:
Este 2004 fue el año del despegue de la Rural del Prado, una exposición que recuperó su esencia más rural, justamente de la mano de la consolidación del crecimiento del sector agropecuario.
Un boom que seguramente tiene varias y diversas causas. ¿Cuáles son? ¿Qué se puede esperar para los próximos meses? Vamos a conversarlo con el ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Martín Aguirrezabala.
¿Cómo define el momento actual de la agropecuaria uruguaya?
MARTÍN AGUIRREZABALA:
Más que definirlo uno, creo que los números son muy elocuentes. Tenemos un crecimiento muy pronunciado y muy prolongado, si se lo mira en comparación con la historia. Tenemos estos tres años 2002, 2003 y 2004, que en su conjunto acumulan un crecimiento mayor al 30 por ciento. Si uno lo mira así, capaz que dice: es muy importante pero ¿qué quiere decir? En los 50 años anteriores la producción agropecuaria uruguaya creció 60 por ciento, es decir que en tres años crecimos la mitad que en los 50 anteriores. Si uno mira el conjunto de la administración capaz que se puede hacer una trampa, en los años 2000 y 2001 hubo una caída...
EC - Claro: se está comparando con un período en el que se produjo un bajón muy fuerte en distintos sectores y en especial en el agro.
MA - Pero si uno compara con el año 1999, en estos cinco años, a pesar de haber caído los dos primeros, vamos a terminar creciendo más de 25 por ciento. La producción agropecuaria está en su punto más alto de la historia, pero en su punto más alto mucho más alto, de modo que realmente hay una profunda fase de crecimiento prolongada en el tiempo. Además con una característica bien especial: con una inversión muy alta, también la más alta si uno mira comparativamente la historia, pero que no está acompañada de un aumento sino de una disminución del endeudamiento. En las fases anteriores hubo un crecimiento importante, con inversiones importantes, pero siempre acompañadas de un pico en el saldo de las colocaciones bancarias en el sector, es decir un aumento del endeudamiento. En este caso, contrariamente, hay una caída importantísima del endeudamiento del sector, lo cual hace que sea un poco más firme la situación para seguir creciendo.
EC - Y en cuanto a exportaciones, ¿cómo está el agro?
MA - En cuanto a exportaciones quizás sea más impactante la cifra. Este año el agro uruguayo va a crecer un 30-30 y algo por ciento en exportaciones en forma muy diversificada: aumentamos exportaciones de rubros que antes eran menos significativos...
EC - ¿Por ejemplo?
MA - Por ejemplo los oleaginosos, los lácteos, los cueros, un crecimiento muy llamativo en frutas y las hortalizas... Claro, uno puede decir que es poquito lo que se exporta, pero crece muchísimo, lo cual muestra una tendencia potencial a seguir aumentando.
EC - En números, ¿en cuánto van a cerrar este año las exportaciones agropecuarias?
MA - Si se les suma la pesca, andarán por los 2.100 millones, y las exportaciones de origen agropecuario puramente, sin la pesca, andarán cerca de los 2.000 millones de dólares.
EC - ¿Qué significa eso en la historia?
MA - Significa el punto más alto de las exportaciones agropecuarias. Si uno mira todos los rubros en base a este crecimiento de estos tres años, casi todos están en niveles récord, tanto de producción como de exportación. Los récords de exportación se van dando en función de niveles importantes de producción, que son récord tanto en carne como en granos (nunca tuvimos tantos granos como hoy), como en leche -la remisión de leche a plantas cerrada este último 30 de junio es la máxima de la historia de Uruguay...
EC - Enseguida vamos a detenernos sector por sector, sobre todo a grandes rasgos, la ganadería por un lado, la agricultura por otro. Pero antes una pregunta más general: ¿cuáles son los factores que explican este momento tan auspicioso? Por ejemplo, ¿qué grado de incidencia le asigna usted, en todo este proceso de recuperación, a la variable tipo de cambio? Porque a primera vista es innegable que la plataforma de lanzamiento del sector está en junio de 2002, aproximadamente, justamente cuando se liberó el tipo de cambio, cuando se "devaluó".
MA - Por supuesto que el tipo de cambio tiene un valor importante, pero el tipo de cambio real es el que tiene un valor importante. En ese sentido el hecho de que se haya producido una devaluación sin alteración de los precios internos, con una inflación muy controlada, es lo que ha permitido el incremento de la competitividad y la sostenibilidad del mismo. Sin duda tiene una importancia muy fuerte, pero...
EC - Se lo pregunto, entre otras cosas, porque las gremiales agropecuarias están desde hace semanas sosteniendo que las cosas podrían complicarse a partir de lo que viene pasando últimamente con el tipo de cambio.
MA - Si quiere tratamos ese tema ahora, yo pensaba poner un poquito más en perspectiva cuáles son todos los factores. El tipo de cambio real más alto estuvo en febrero del año 2004, y de allí para aquí hubo una cierta caída, pero una caída en relación a ese punto, que fue el más alto desde 1992. Estamos asistiendo este año, como en el 2003, a un tipo de cambio real relativamente alto, muy compatible con competitividad buena desde el punto de vista exportador. Porque la competitividad no es sólo el tipo de cambio. La prueba de que tenemos una competitividad alta es el propio crecimiento de las exportaciones: entre el año 2003 y el año 2004 vamos a crecer más de 30 por ciento en las exportaciones, por lo tanto no debe ser porque no somos competitivos.
EC - El temor está en que ese proceso se frene.
MA - Me parece bien que uno esté alerta, yo también estoy alerta...
EC - Sobre todo porque el agro está muy curtido con ese tema, el famoso atraso cambiario.
MA - Todo el sector exportador. Uno tiene que tener presente que Uruguay va a tener un proceso de crecimiento genuino y sustentable en función de que exporte, de que exporte bienes y servicios. Porque si los vende aquí dentro, nosotros somos 3 millones de habitantes. Ojalá usted esté saliendo en las radios de toda América y pueda venderle publicidad a empresas de toda América. Eso pasa por ser competitivo.
¿Qué es ser competitivo? Es tener productos de más calidad y mayor atractivo a igual o menor costo que los demás. Eso no se logra sólo con tipo de cambio, porque además si se lograra con tipo de cambio condenaría a los países a devaluar permanentemente, cosa que no es lo adecuado. ¿Para qué quiere un país competitividad? Para que su gente viva mejor, para que gane cada vez más por cada unidad de trabajo. Eso se llama productividad, es decir que la competitividad en el largo plazo se gana con productividad. Y la competitividad que tienen los productos uruguayos hoy en el exterior no se llama sólo tipo de cambio real competitivo, libre, relativamente alto: se llama también productividad en cada uno de los rubros.
Nosotros, al mismo tiempo que altas producciones y exportaciones, rendimientos record en todos los cultivos, estamos teniendo una fase de crecimiento muy alta en productividad en la lechería, seguimos creciendo en productividad en ganadería, se está haciendo una transformación muy importante en la granja en materia de reconversión. Entonces en realidad el futuro de Uruguay en el largo plazo depende de que sigamos haciendo estos procesos con más eficiencia, manteniendo un tipo de cambio real libre, compatible con una alta competitividad, una presión fiscal baja sobre estos sectores primarios, no presionando sobre en costos sobre las exportaciones; léase por ello no aplicar impuestos a las exportaciones, que son fuertemente regresivos, mantener una política de devolución de impuestos razonable y mantener presión sobre el costo del Estado, de forma que no presione al sistema a incrementar sus aportes y por lo tanto perder competitividad.
En todas esas cosas esta administración ha tenido mucha austeridad. Si usted mira el presupuesto público, en 1999 llegaba a 34 por ciento del producto y hoy es casi el 23. Esto visto en dólares en los dos momentos, con un producto que en dólares cae mucho. O sea que en realidad hay un fortísimo esfuerzo por disminuir el costo sobre el sector privado, o más bien sobre el conjunto de la sociedad, que es lo que permite crecer más rápidamente.
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EC - Usted daba algunos números, después nos deteníamos en algunos factores que están incidiendo en esa performance auspiciosa y tratábamos de averiguar si se trata de un proceso de corto plazo o si en definitiva es algo permanente.
Pero quedaba por ver este punto: se escucha con frecuencia, a propósito de cómo ha venido evolucionando la economía uruguaya en estos meses, que el agro es la locomotora de la recuperación. ¿Ustedes tienen cómo sostener esa afirmación?
MA - Sí. Al inicio de este año hicimos una evaluación de cuál era el impacto que el incremento de las exportaciones de origen agropecuario tenía sobre la economía. Realmente nos sorprendimos nosotros mismos. Este año los sectores agroindustriales van a exportar un poco más de 500 dólares más que el año pasado.
EC - Esa va a ser la diferencia con el año anterior, 500 millones de dólares extra.
MA - Aproximadamente 500 millones de dólares extra que entran a la economía de Uruguay. Eso tiene un impacto muy fuerte sobre la economía, sobre la creación de producción nueva y sobre la creación de empleo. El impacto estimado de ese incremento es de aproximadamente un 5 por ciento de la producción global de la economía. Quiere decir que este año la economía uruguaya va a crecer alrededor de 10 por ciento, entre 9 y 10 por ciento.
EC - Se están realizando esos pronósticos.
MA - Probablemente sea un poquito para arriba o un poquito para abajo. Primero hay que tener en cuenta que es el crecimiento más alto de la historia económica de Uruguay. Pero además de eso, más de 5 por ciento del Producto, más de la mitad del crecimiento global de la economía es provocado por ese impacto, por ese shock que implica el aumento de las exportaciones de origen agropecuario.
EC - ¿Qué quiere decir eso?
MA - A mí me gusta llevarlo a términos de empleo... Quiere decir que aproximadamente 40.000 a 42.000 empleos a valores medios del salario de Uruguay se incorporarían a la economía. Estamos hablando de un sector que cuando se pone a crecer en serio dinamiza muy fuertemente a la economía porque detrás hay gente que trabaja en producir servicios de calidad, en la provisión de insumos, en fletes, en los packing, en las industrias procesadoras, en los bancos que prestan servicios financieros al sector agropecuario, a la industria procesadora, al exportador y al comerciante... La economía está muy concatenada y hay una muy fuerte relación entre los sectores que están antes y los que están después del sector agropecuario. Para analizar ese impacto hay que mirar el conjunto, y la forma de mirarlo es esta en que fue hecho ese trabajo.
EC - Yendo a discriminar en grandes áreas -porque el tiempo no nos va a permitir hilar mucho más fino-, hablemos en primer término del sector cárnico. ¿Es realmente el líder dentro de este crecimiento agropecuario, es el que muestra los mejores números?
MA - Es el que tiene mayor volumen de exportaciones y es uno de los que tienen un crecimiento muy bueno, de 30 y algo por ciento o de 20 y pico por ciento en volumen y muy bueno en precios. Las divisas que entran a Uruguay por el sector cárnico van a crecer alrededor de 70 por ciento.
EC - Siempre comparando con el año pasado.
MA - Siempre comparando con el año pasado. Sin dudas es el año récord histórico, porque el sector cárnico de Uruguay probablemente va a superar los 650 millones de dólares, es decir que vamos a alcanzar una cifra nunca antes vista. Estamos exportando mucho más que Argentina, que tiene cinco veces más stock, pero sobre todo hay un impacto muy importante en conseguir mercados nuevos.
EC - A eso iba...
MA - Recuperar a Estados Unidos es un gran tema.
EC - Quizás usted esté respondiendo de esa manera a una de las preguntas que quería hacerle, que es: ¿dónde están las claves de esta recuperación del sector cárnico uruguayo?
MA - En el sector cárnico no hay duda de que la clave está en la gran recuperación sanitaria, en el gran trabajo que se ha hecho y en el gran prestigio que se ha ganado en el mundo desde ese punto de vista. Eso es lo que nos está permitiendo entrar a Estados Unidos cuando Brasil y Argentina no entran.
EC - ¡Qué paradoja!, porque esto ocurre después de haber pasado por la aftosa.
MA - En realidad lo interesante justamente es el reconocimiento a la seriedad con la cual Uruguay trató el tema y de cómo haciendo las cosas bien, empezando por los productores, que fueron los que hicieron el gran cambio, siguiendo por toda la cadena, culminando en los servicios sanitarios del ministerio y con un gran esfuerzo diplomático a nivel del ministerio para trabajar con cada mercado, hemos alcanzado una apertura de mercados que nunca antes tuvimos. Y además es muy diferencial, porque en la carne el mercado internacional no está mejor que hace tres años. Quizás el mercado internacional esté un poco peor.
EC - ¿Por qué?
MA - Por una serie de cosas, por el tema de la vaca loca, por temas que en otros países han tenido impactos importantes.
EC - ¿La crisis de la vaca loca a nosotros nos ha beneficiado?
MA - Yo no diría que nos ha beneficiado, en el largo plazo habría que verlo con un poquito más de detenimiento. Pero nos ha diferenciado, porque Uruguay es libre de vaca loca, es libre de aftosa, porque además tiene una seriedad muy reconocida, lo que da algunos privilegios y nos permite acceder a mercados a los que antes no accedíamos al tiempo que otros no acceden, por lo tanto nos ha dado un handicap que está provocando incrementos muy importantes.
EC - ¿Qué grado de vulnerabilidad existe en este proceso? Por ejemplo, ¿qué sabemos a propósito de cómo van a evolucionar los precios internacionales?
MA - En términos generales, más allá de que entiendo que los precios internacionales van a evolucionar favorablemente, tenemos alguna ventaja si se concreta la negociación con la Unión Europea...
EC - ...que viene entreverada.
MA - Que viene entreverada, pero viene. Sería peor que no viniera, es preferible tener alguna probabilidad de éxito, que seguramente tendremos; habrá que ver cuál es su magnitud. Pero además tenemos la apertura de China, un mercado que se nos abre también diferencialmente: en China no entra Argentina, no entra Brasil, son muy escasos, China prácticamente se abastece de Australia y Nueva Zelanda en muy pequeña proporción. Creo que tenemos que abrir México, seguramente se nos va a abrir en forma diferencial absolutamente, también con Argentina y con Brasil. En esos mercados tenemos que desarrollar nichos, esto es muy importante, como el trabajo que ha hecho INAC de certificación de carne natural en Estados Unidos. Estamos aprovechando momentos muy buenos para hacer cosas que van a mitigar eventuales dificultades.
EC - Dificultades ¿cuándo?
MA - En algún momento, los mercados van y vienen, en algún momento van a entrar otros competidores a Estados Unidos, y en ese momento va a ser muy importante que nosotros estemos ubicados en los nichos de mercado de mayor valor, por ejemplo. Pero además mientras tanto estamos incrementando muy fuertemente nuestra producción y nuestra productividad, a influjo de una inversión muy alta en el sector, por lo tanto vamos a seguir en un tranco de mayor eficiencia que siempre nos va a dejar mejor parados frente a cualquier eventualidad.
Además la vulnerabilidad de estos sectores puede estar en el aspecto sanitario y allí estamos haciendo inversiones muy fuertes. Nuestro sistema de vigilancia y control para la vaca loca es el más riguroso del mundo: hace pocos días vino un experto a trabajar aquí junto con 30 técnicos nuestros, a analizar y discutir el sistema, y realmente estamos en una posición muy privilegiada en ese sentido.
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EC - Para redondear una visión general de los sectores que componen la agropecuaria nacional en este momento, que es muy auspicioso, es interesante ver qué pasa con el área agrícola. Tenemos allí un boom, un incremento muy fuerte del área sembrada, en especial la plantación de soja, particularmente en el litoral del país. Vuelvo a la pregunta que le hice sobre otros sectores: ¿cuánto hay aquí de fenómeno coyuntural y cuánto de un proceso sostenible, de mediano plazo?
MA - Allí hay que diferenciar, el boom agrícola o la gran cosecha agrícola, que es la mayor de la historia, tiene sí una contribución muy importante de la soja, pero tiene una contribución muy importante de todos los otros cultivos: del arroz, que alcanza nuevamente su récord histórico y lo hace con una productividad muy fuerte; con una recuperación muy fuerte, de 60 y pico por ciento, del área de trigo; después de unos años muy complicados tiene un crecimiento muy fuerte el área de cebada; tiene una muy buena producción el girasol, no con un área récord pero sí con una producción muy importante, con rendimientos récord; tiene rendimientos importantísimos el maíz y la vedette, que es el gran crecimiento del área de soja. En eso hay factores coyunturales y factores más bien estructurales.
EC - Un factor coyuntural es justamente la vaca loca.
MA - Yo creo que ése es el estructural, precisamente.
EC - ¿Para usted es un factor estructural...?
MA - Sí, porque el tema de la vaca loca hace que la demanda que antes había sobre proteínas de origen animal se desplace a las proteínas de origen vegetal. Difícilmente eso tenga algún retroceso, porque en definitiva va a seguir persistiendo toda la regulación, la legislación existente en todos los países de prohibición de alimentar a los rumiantes con harina de rumiantes, por lo tanto los rumiantes -las vacas, las ovejas- van a tener que ser alimentados con harinas proteicas vegetales. Ahí es donde surge la soja, porque tiene mucho de torta, tiene un rendimiento de aceite menor que el girasol y las otras oleaginosas, entonces ha crecido mucho la demanda de ese subproducto que es la harina de soja, que es muy rico en proteína, para poder ser utilizado para la alimentación animal, sobre todo la de rumiantes.
EC - Así que ese, usted dice, termina siendo un factor estructural, no coyuntural.
MA - Yo diría que sí. El otro también sería discutible, que es la gran demanda de China, el crecimiento chino. Preferiría que opinara otro sobre cuál es la sustentabilidad del crecimiento chino: la sensación general en el mundo -pero las sensaciones muchas veces se revierten en forma muy dramática- es que China tiene un crecimiento sostenible en el tiempo y que apuesta a operar en el mercado y va a seguir siendo un demandante de primera línea de todos los productos alimenticios. Esa también parece ser una cuestión bastante de mediano plazo. Por lo tanto esos dos elementos estarían jugando a favor.
Jugó en contra el elemento fletes, porque esa gran demanda ha hecho que los fletes se incrementen favorablemente y por eso los precios en esta región, que está un poquito más alejada, se han separado de los del hemisferio norte y no han sido tanto más altos. De modo que creo que el fenómeno de la soja para esta zona del mundo, que se ha convertido en la principal y ha hecho que el mundo mire de nuevo a América Latina en ese sentido, puede seguir siéndolo en el futuro más próximo, probablemente no con los precios disparatados que en algún momento se manejaron el año pasado, que esos sí tenían una naturaleza más especulativa, pero con precios más similares a los que hay hoy o los que había en el arranque de la zafra pasada, cuando se dio el boom de siembra.
EC - Buena parte de ese boom agrícola ha venido de la mano de inversiones extranjeras, especialmente de argentinos que han ido comprando o arrendando tierras uruguayas. ¿Cómo se ve desde el ministerio este proceso de "extranjerización" de la producción agrícola?
MA - Ahora estamos haciendo un trabajo para ver cuánto se debe a cada una de las cosas. El productor agrícola, el que viene a trabajar la tierra, no viene por un día, son procesos que se incorporan, así como se incorporaron en décadas pasadas los brasileños al arroz, como se incorporaron muchos brasileños hace dos siglos a la ganadería en todo el norte, como se incorporaron a la granja uruguaya los italianos o los españoles, como se incorporaron los vascos a la lechería... son procesos en los cuales se incorpora capital en forma muy importante, se incorpora tecnología también en forma muy importante, se incorpora tecnología de organización en forma importante, y que están provocando procesos de mejora en todo el sector. Eso es bueno. Además están provocando demanda de servicios de todo el sector, están provocando cambios realmente muy importantes.
Hay que seguir trabajando para dotar a nuestros productores, que hoy también son esos, de ventajas competitivas fuertes, ventajas de logística, de tecnología, variedades nuevas, ventajas de servicios que permitan que la actividad se desarrolle aquí. Ventajas tributarias, ventajas de mercado. Lo que importa a un país es que la actividad se desarrolle en él y crear organizaciones capaces de internacionalizarse ellas mismas.
Ese es el proceso al cual deberíamos mirar, al cual contribuye esa gente y están contribuyendo también muchas empresas, por ejemplo en el sector forestal, en el sector lechero y de a poquito también se está transformando el sector granjero, que va a ser probablemente un gran actor en el futuro más o menos inmediato.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni