Princesa D´Arenberg y su cabaña "Las Rosas" brillaron en el Prado 2004
"La base de todo esto es creer en lo que tú estás haciendo", dijo una orgullosa Laetitia D'Arenberg al describir su actividad en Cabaña Las Rosas. Con el trabajo de 84 personas junto a sus familias, una apuesta a la genética y una innovadora gestión empresarial de cuatro estancias que suman 10.000 hectáreas con 3.000 vacunos y 8.000 lanares, el establecimiento no sólo es reconocido en el Prado, también ha logrado acuerdos comerciales en Brasil y Australia, mientras incrementa sus contactos con Argentina.
(Emitido a las 09.09)
EMILIANO COTELO:
Uno tiende a asociar el nombre de Laetitia D'Arenberg con actividades sociales; para muchos es simplemente uno de los iconos de nuestra "farándula", en la medida que durante muchos años nos acostumbramos a escuchar de ella en los programas de televisión que cubren la temporada de verano.
Sin embargo, la princesa D'Arenberg tiene otra faceta como exitosa productora rural. Esto es menos conocido masivamente, y por eso mucha gente puede haberse sorprendido en estos días con los resultados que su cabaña "Las Rosas" obtuvo en la Expo Prado 2004, donde fue una especie de aplanadora: presentó en total 70 animales en 10 razas de bovinos, ovinos y equinos, y acumuló decenas de cucardas, varias de ellas correspondientes a primeros premios, por ejemplo en ganado vacuno en Jersey, Holando, Hereford, Aberdeen Angus; en ovinos en Merino Australiano, Poll Dorset, Île de France...
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Vamos a conocer un poco más a esta mujer y su cabaña. La hemos ubicado en su establecimiento en el departamento de Florida.
LAETITIA D'ARENBERG:
Sí, estoy en Las Rosas, en el corazón de Florida. Con un tiempo bendecido de los dioses; esto nos atrasa el problema de las moscas, porque está frío, pero muy, muy lindo; una belleza de tiempo.
EC - Me imagino. Estamos hablando de la cabaña Las Rosas, el establecimiento Las Rosas, que queda sobre la ruta 6, ¿verdad?
LD - Sí, la entrada por la ruta 6, estamos entre la ruta 6 y San Pedro del Timote, o sea la 58. Excelente ruta.
EC - Muy cerca de San Pedro del Timote, muy cerca de Cerro Colorado.
LD - Exactamente, a 20 y pico de quilómetros de Cerro Colorado, que es nuestro centro neurálgico.
EC - Un par de datos sobre sus antecedentes personales. Usted nació en el Líbano.
LD - Nací en 1941, en plena guerra en el Líbano; en aquel entonces era protectorado francés. Nací y a las 48 horas me llevaron de vuelta al viejo continente.
EC - Usted tiene entonces 63 años recién cumplidos.
LD - Recién cumpliditos, el día que se abrió la Expo Prado 2004.
EC - Pasaporte austríaco, dos hijos, cuatro nietos y uno en camino.
LD - Uno en camino; de los cuales hay tres uruguayos.
EC - ¿De dónde viene el título nobiliario?
LD - La familia por el lado de mi padre es de base belga-alemana, y mi madre es francesa de Borgoña y vasca. Creo que mi tozudez viene sobre todo por el lado de mi madre.
EC - ¿Qué significa en términos prácticos eso de "princesa"?
LD - Es un título más. Es un título de familia que viene del año 600, que fue totalmente aniquilado en el tiempo de Napoleón y después de las guerras napoleónicas en Europa, del Santo Imperio. Las campañas de Napoleón -gran estratega, como sabrá usted; me imagino que Napoleón es un gran señor, de una visión muy grande-, así como dejó cosas maravillosas, se llevaron un par de cosas; como todo en la vida: por un lado te dan, por otro te retiran.
EC - Hoy, en términos prácticos, ¿qué implica eso de princesa?
LD - Nada, no creo que implique nada; solamente es un sueño de niños. Cuando éramos niños se contaban historias de princesas que se enamoran de príncipes azules con caballos alados, el gran amor, la ternura, la plata, el poder... un millón de cosas de las que indudablemente estamos muy lejos.
EC - Al margen de la actividad ganadera con la cabaña Las Rosas, de la que vamos a hablar enseguida, ¿qué otro tipo de actividades desarrolla usted actualmente?
LD - Yo soy un poco multifacética, desde muy pequeña siempre me he puesto a dar servicios; creo que también es una cosa innata en mí, lo hago por amor, no por obligación porque sale directamente de mi persona, es un don de Dios, diría yo. Siempre me han interesado los niños, los viejos, los animales; así si tendré que hacer en este país, como en otros muchos...
EC - Usted participa en varias fundaciones.
LD - En algunas, sí.
EC - ¿Y en el terreno empresarial?
LD - En el terreno empresarial me puse en autos porque siempre fui una gran enamorada de ellos, no tanto de carrera pero siempre fui una loca de todo lo que es rally, y Mitsubishi indudablemente era una, como sabrán los que estaban metidos en este medio. Tuve la suerte de que Mitsubishi se presentara a mí y me puse en ese medio, ya que era otra de las cosas con las que había soñado. Uruguay me ha dado dos grandes cosas: la libertad y la realización de algunos de mis sueños.
EC - Así que usted sigue siendo presidenta de BOR SA, que es Mitsubishi Motors Uruguay.
LD - Exactamente.
EC - Pasemos a la actividad ganadera, que en estos días le ha dado tantas satisfacciones. Según decía una crónica del diario El Observador, "Las Rosas es el emprendimiento agropecuario con la mejor performance en 2004". Pero, contra lo que muchos podrían pensar, usted no es nueva en esto del agro, ¿no?
LD - No, hace más de 30 años que estoy metida en esto. Lamentablemente no he sabido expresar lo que quería, las cosas que se dicen vuelan; cada día creo más que uno debe escribir lo que quiere hacer, adónde quiere llegar; uno tiene que plasmar lo que tiene en la mente porque entre lo que uno dice y lo que hace hay un océano. Claro, todos tenemos sueños. Yo crecí en el campo toda mi vida, mi familia de siglos atrás, desde los años 600, ha estado metida en el campo; son muy pocos los que están en otros rubros; seguimos metidos en esto. En la parte animal son muy pocos; se dedican a la forestación, a los granos u otros tipos de cultivos.
EC - Así que usted se inició en inversiones agropecuarias en el año 1973...
LD - Ahí empecé por primera vez con un pequeño campo, a fines de 1973. Desde niña quería tener un campo. Cuando llegué a Punta del Este, a los 10 años, lo primero que le pedí a mi padre fue un caballo; lo volví loco hasta que me compró un caballito negro. Donde hoy está el parque El Jagüel tenía a mi caballito negro en una pequeña chacrita; lo cuidaba yo misma, iba a la escuela y vivía sobre mi caballo, conocí Punta del Este a lomo de caballo.
EC - ¿Cuánta gente trabaja hoy en Las Rosas?
LD - En Las Rosas somos efectivos hoy 84 personas, además de las de afuera, que son los veterinarios, los asesores. Porque un establecimiento tan complejo como este, un campo... si tú hablás con alguien que vive en el campo te dirá que el campo lo traga, porque vivís de sol a sol, te olvidás de los días, y hay tanto que hacer, si realmente quieres hacerlo producir, que después de un par de semanas no tienes la visión que tendrías que tener y te complacés con lo que tenés.
EC - ¿Cuántas personas, entonces?
LD - 85 personas.
EC - ¿Y cómo llegan a 120?
LD - 120 personas en total viven acá, porque están sus familias. Después tenemos seis veterinarios, dos agrónomos, un contador, un consultor de organización de una consultora -la Franklin Covey-, un asesor de marketing y tres asesores de cabaña.
EC - En realidad Las Rosas es la cabeza de un grupo de establecimientos.
LD - Las Rosas es el centro de cuatro establecimientos, porque en realidad tengo tres míos y uno que tuvimos que arrendar porque no cerraban los números y para agrandarnos arrendamos en Treinta y Tres un campo de casi 2.000 hectáreas.
EC - Así que en total, ¿cuántas hectáreas controla?
LD - Hoy en día estamos al frente de 10.000 hectáreas. Tenemos 3.000 vacas, 2.400 Hereford, 600 Angus; todo eso nos da 1.200 novillos. En lanares estamos en 8.000 y queremos llegar a 10.000, queremos llegar a tener un ovino por hectárea... Es muy complejo.
EC - Es una oferta muy diversificada, como queda claro. Ustedes están produciendo carne, leche, lana; ¿cuál es la explicación de esa forma de encarar el negocio?
LD - De chica mi padre siempre me decía: "Laetitia, no pongas los huevos siempre en el mismo canasto". Entonces y después de todas las cosas que he visto a mi alrededor en tantos años, creo que lo mejor es diversificarse, si uno puede hacerlo, pero hacer las cosas bien, porque hacerlas mal lamentablemente cuesta lo mismo pero terminas muy mal. Nos pusimos en los rubros más importantes, como la carne y la lana. Hay dos carnes importantísimas en Uruguay, la Hereford número uno, 100 de rodeo y número dos del mundo; y el Angus.
Después nos pusimos en el Merino Australiano. Los países en pleno desarrollo, como la parte asiática, no están yendo a los commodities sino a los specialities, que es el valor agregado a todo lo que tú puedas vender. Entonces yo fui a las razas que hoy en día dan un resultado más positivo si se las trabaja como se debe.
Porque creo que en este país uno de los grandes problemas es que todavía les cuesta entender los grandes cambios que ha habido en el mundo. No es por la falta de información, porque por las radios, por la televisión, por los medios de prensa, por todos lados uno tiene ayuda como en muy pocos países. Si uno quiere informarse lo tiene todo, y además ahora con Internet, ni hablar.
EC - Este no es el primer año que Las Rosas obtiene buenos resultados en la Expo Prado, ¿no?
LD - Hace cinco años que entramos a pisar fuerte, es decir que hemos apretado muy fuertemente todos los engranajes.
EC - Aclaremos: Las Rosas no solamente produce carne, lana, leche; también produce reproductores, Las Rosas es cabaña, o varias cabañas.
LD - Tenemos 11 cabañas. Es un sistema cien por ciento pastoril, nuestra producción está basada en la alimentación, que es básica, que son las pasturas; el manejo, que es vital, es un sistema rotativo de alta carga -eso fue lo más difícil de hacer entender-; la sanidad, que va de la mano de la alimentación; y la genética. La genética es especialmente para el valor agregado. Cuando tú sabes que por un novillo en pie te pagan 400 dólares y por un toro de pedigrí te están pagando 1.200... Es increíble: multiplicás las ganancias por dos o por tres.
EC - ¿Cuál es el secreto que está detrás de esta larga historia de cucardas, de premios para los reproductores de distintas razas?
LD - Lo más importante es ponerse metas, escribirlas, estudiarlas, ir a gente que sepa de números, juntarse con ella y equilibrar las dos cosas. Lo nuestro fue extraordinario porque nunca se había oído hablar de Las Rosas desde la muerte de Scremini, pero vuelve a resurgir por ese grupo humano que tengo atrás. Es como una locomotora que manejamos cinco y detrás tenemos a toda esa gente que nos está apoyando, que son nuestros grandes pilares, como los cabañeros, los peones, cada uno de ellos, y todos los cabezas de puente que tenemos. Quiere decir que todo el campo está dividido en estas cinco personas, en las manos de estas cinco personas, que tienen que poder transmitir y dar las herramientas necesarias a todos los colaboradores que tienen por debajo. No es que estén abajo o arriba, es solamente una cuestión de pirámide para poder sacar lo mejor de cada uno de nosotros y no dejar pasar ni esperar que algo pase. La prevención es vital para nosotros, ver más allá. Cuando llegan los veranos y vemos que la cosa puede venir seca, tratamos de apretarnos los cinturones en cosas que íbamos a hacer en el otoño y en el invierno, y poner esa plata en reserva por si algo llega a fallar; por ejemplo que Tata Dios no nos mande agua, como el año pasado.
EC - Me llamó la atención ver declaraciones del ingeniero agrónomo Álvaro Carli, que es el gerente general de Las Rosas, que dijo: "Este emprendimiento no sólo fue desarrollado con la inversión en pasturas e infraestructura genética y asistencia técnica, sino también con una fuerte apuesta a la capacitación continua de su gente, mediante la ayuda de la consultora Franklin Covey, que promovió la capacitación técnica, motivación y confianza del recurso más importante que tiene Las Rosas, que es su gente". ¿Cómo es esto del trabajo en capacitación, motivación y confianza?
LD - Para nosotros esto fue vital, porque teniendo 84 personas, más sus familias, nosotros solos no podíamos estar atrás de todos los cambios tan grandes que hemos introducido, así que trajimos una persona especializada en el tema (sigue trabajando con nosotros) que hace grupos de trabajo para enseñar y transmitir a estas personas adónde queremos llegar. A través de gráficas, de hechos, de los precios, la gente misma -que antes decía que estábamos locos- se da cuenta de que no era locura. La cosa es que ellos no sabían que esto podía existir, porque una cosa es lo que tú oís y otra lo que podés palpar -repito: entre lo que decís y lo que hacés hay un mundo-, entonces el doctor Delgado, que viene de ese centro, cada 15 o 20 días junta a toda la gente de todos los diferentes niveles para poder hacerle entender el porqué de esos cambios, adónde vamos. Lo más importante es que si estamos bien nosotros van a estar bien todos ellos, porque si nosotros no estamos bien no podemos ayudarlos a mejorar ni empieza a girar este establecimiento por sí mismo.
EC - Hablando del funcionamiento de Las Rosas y los establecimientos vinculados, la actividad de las cabañas por sí misma, ¿es rentable? ¿O lo que funciona es el conjunto?
LD - Normalmente dicen que la cabaña es una pérdida.
EC - Exactamente, por eso iba la pregunta. Le da imagen, le da fama, le da reconocimiento a un determinado productor, pero no necesariamente le da ganancias.
LD - Pero si tú la sabés usar y no juegas con las cosas que se pueden hacer hoy, primero vas mejorando todo tu rodeo, que es importantísimo en tu producción; por otro lado podés exportar embriones, semen, vender semen. Muchos de nuestros animales fueron comprados aquí en Uruguay, a través de genética de Uruguay. Por ejemplo una de las grandes cabañas que tenemos, de la que no se habla tanto pero de la cual en los últimos cinco años ha salido la base de nuestro ganado Hereford, es la del señor Morixe. Compramos toros en Uruguay, compramos semen uruguayo, hasta que nos hagamos fuertes y seguros en nuestro camino. Porque la base de todo esto es creer en lo que tú estás haciendo. Primero tenés que tener amor a tu tierra, querer al país y estar seguro de que el plan que has hecho te va a traer mañana los frutos de lo que tú has plantado, porque lo único que nunca falla es la tierra. La tierra falla cuando el ser humano se mete adentro y empieza a hacer manipulaciones con ella.
EC - Usted ha hablado de una apuesta explícita a hacer conocer Las Rosas, ya no en el plano nacional sino en el mundo. ¿Cuál es la utilidad estratégica de esos pasos?
LD - Para mí lo más importante es haber podido llegar a tener joint-ventures, por ejemplo con La Coqueta, de Brasil; el primer toro que está trabajando en Brasil es uruguayo.
EC - ¿De qué raza?
LD - Hereford. Y estamos mandando otro de Aberdeen. Hicimos un joint-venture con The Grange, que es una de las grandes cabañas de Australia, que conoce todo el mundo, con lanares y genética superfina. Tenemos un proyecto ganadero con el frigorífico Elbio Fernández Rodríguez, del departamento de San José, con carnes Hereford y Angus. Y lo más importante fue al lado, con Brasil, con ABS, adonde hemos mandado un toro uruguayo del que extraen semen que se está vendiendo en Brasil. Es importantísimo que Brasil empiece a mirar hacia nosotros y nosotros hacia Brasil. Estamos haciendo grandes contactos con Argentina a través de la genética de nuestros lanares para que también ellos nos miren, porque nosotros decimos que somos un pequeño país, pero no: no somos un pequeño país, somos pequeños de mentalidad. Porque este es un gran país, un país donde la gente tiene un corazón de oro, pero siempre se imagina que la culpa la tienen los otros, que si le va mal es por la culpa de uno o de otro. La culpa, si uno empieza a mirarla, es de uno solo. Yo me he equivocado muchas veces y espero seguir equivocándome, porque al equivocarme voy mejorando, y la única culpa la voy a poner en mí. Lo más importante es que los gobiernos sigan luchando con una misma política, que no estén cambiando, porque así la gente va a poder apostar a Uruguay, porque con el desastre que ha pasado con los bancos nos quedan dos cosas importantes: el campo y el turismo. A través de esos dos items estoy segura de que van a salir fábricas, porque a través del campo tienen cuerpo, lana, y poco a poco se va a reconstruir este país.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón