(emitido a las 8.40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Vive en Brasil, pero nació en Uruguay. Se tituló como abogada en Porto Alegre, pero se dedica a la actividad ganadera en el departamento de Rivera. Tiene un emprendimiento turístico en la ciudad de Livramento, su hija estudió veterinaria como su padre y ahora, igual que ella, eligió el campo uruguayo como medio de vida.

Esta mañana vamos a conocer una historia del Uruguay profundo, tan profundo que transcurre por algunos momentos en Brasil.

Nuestra invitada se llama Dorotilde Ermida, tiene 52 años y se ha dedicado a la ganadería desde siempre; con 22 años, ni bien terminó su carrera de Abogacía, decidió acompañar a su padre en la administración del campo. Algunas décadas después, su hija eligió recorrer los mismos pasos que sus antecesores.

Buenos días Dortilde. ¿Cómo está el tiempo por esa zona?

DOROTILDE ERMIDA:
Está muy nublado, pesado, va a llover.

EC - Pero todavía no llueve...

DE - ...Todavía no...

EC - Rosanna, tú conociste a Dorotilde hace pocos días y la visitaste en su establecimiento. ¿Dónde queda, exactamente?

ROSANNA DELLAZOPPA:
En realidad la conocí en las Jornadas Económicas de Fucrea que se hacen todos los años. Ella siempre venía acompañada de su asesor CREA, que es amigo mío desde hace mucho tiempo. Había una visita pendiente a su campo, que finalmente se concretó hace poquito. El establecimiento para mí era un pendiente desde que hicimos la gira contigo y Javier (Castro) a Rivera (a principios de octubre): yo hice sólo la visita al aserradero de Urufor y luego tuve que volverme a Montevideo, así que quedó pendiente la ruta 27, donde no conocía nada.

Tú salís de Rivera y estás rodeada de forestación, tomás la ruta 27 hacia Montevideo y doblás a la izquierda, rumbo a Vichadero. Para mí fue un camino eterno, pintoresco, todo nuevo, donde se ve solamente ganadería, excepto algunos pocos potreros que estaban prontos para siembra de soja, supongo. Después nos perdimos en caminos vecinales (hasta llegar al paraje Coronilla de Corrales).  Dejamos el asfalto, entramos en caminos vecinales, más duros, menos duros, pero terminamos en un barrial impresionante que te lleva allá al fondo del campo, donde pasamos sucesivos establecimientos.

EC - Vale la pena escuchar a Dorotilde. Creo que nuestros oyentes van a estar de acuerdo con nosotros cuando termine este diálogo. Es un caso interesante de emprendedurismo, trabajo, entusiasmo, compromiso.

Vamos a la primera pregunta a propósito del lugar ¿qué particularidades implica trabajar sobre un campo de frontera?

DE - Nosotros no estamos sobre la frontera específicamente, cuando estás muy cerca de la frontera tenés problemas de abigeato, pero en nuestro caso no, estamos a 50 kilómetros. Es como trabajar en Uruguay, no hay nada muy particular en ese sentido.

EC - Se habla en toda esa zona de la existencia de una cultura de frontera. Evidentemente tú la vives, la palpas, te rodea, ¿podríamos profundizar en eso?

DE - Son ciudades gemelas, hay muchas relaciones de parentesco, lazos de amistad, porque no hay un río ni un puente que nos separe, entonces es como si fuera una ciudad única.

RD - Frontera seca.

DE - Frontera seca. Se entiende y se sabe que hay dos países, dos gobiernos, pero culturalmente para nosotros en el día a día es como si fuera todo único.

RD - Y eso en lo que refiere a la actividad en el campo, por ejemplo, ¿cambia en algo? Tú elegiste pertenecer a un grupo CREA, pero cuando se hace el pedido para llevar a la estancia, por decir algo, la contratación de personal, la gestión, cualquier actividad que tenga que ver con el día a día, tus estudios y el de tu hija, ¿afecta de alguna manera?

DE - Está todo muy interconectado. Por ejemplo, mi hija hizo los estudios en Brasil porque quedaba más cerca, en Bagé, a 70 kilómetros, pero la gestión burocrática se hace en Rivera. Está muy interconectado porque son siete cuadras de un lugar a otro, comprás una cosa acá o allá, pero la parte de administración y comercialización es todo en Uruguay, no tiene mucha incidencia Brasil en la parte de la producción ganadera en sí.

RD - Cuando yo los visité conversábamos con tu marido y con Elisa, tu hija, sobre la diferencia con los agricultores. ¿Cuál es el motivo principal por el que la familia eligió dedicarse a la ganadería? Porque vimos muchos potreros con mejoramiento también.

DE - Allá es un campo yermo, no tiene piso, y también por la localización, está muy adentro de la ruta, y la incidencia del flete, es muy lejos de Montevideo, de los puertos, eso también incide. No es un suelo apropiado para agricultura. Hoy hay formas de ganadería con las que se pueden alcanzar números muy parecidos a los de la agricultura, entonces para nuestra región sería el sistema más apropiado de ganadería.

RD - ¿Solamente por eso? Porque yo recuerdo que tu marido dijo alguna otra cosa referida a la personalidad del empresario.

DE - ¿El perfil? ¿Por qué somos más ganaderos?

RD - Sí, él decía que la agricultura tiene mucho que ver con estar todo el tiempo mirando el cielo, que es más una timba que la seguridad de tener las cuatro patitas en el campo.

DE - También influye el clima, el clima no es apropiado para la agricultura, es muy inestable, y eso también incide. Si tenés un clima apropiado y corregís un suelo podés ser más agricultor, podés vender más, arriesgar más. Pero en esta zona es muy intenso, o llueve o no llueve. Nosotros tenemos un perfil muy ganadero, tal vez se cambie en otras generaciones, pero nosotros tenemos muy claro eso, la dificultad del clima nos limita. Y la situación geográfica también.

RD - A partir del 2009 ustedes se integraron al trabajo de metodología de grupos CREA, y me consta que ha sido una perseverancia tuya. ¿Cómo ha influido esto en el trabajo que han venido realizando en el establecimiento? ¿Hay un antes y un después de pertenecer a un grupo de productores?

DE - Ah, sí, muy interesante, nosotros trabajamos siempre con procesos y llegamos a lo que se podía hacer. Entonces había que traer otras personas para que nos miraran el campo de otra manera. Y fue muy interesante, el precio del campo ya estaba muy caro, entonces había que cambiar un poco, intensificar la producción, y ahí fue muy importante la participación en un grupo CREA, y la metodología de trabajo también.

RD - ¿Parten de cero de integrar un grupo y toman las recomendaciones con total confianza? ¿Cómo se hace para compatibilizar en el interior de la familia?

DE - Se escucha, pero también para ellos fue un poco distinto, porque son todos agrónomos, el grupo son estos ocho agrónomos y nosotros veterinarios y ganaderos. Entonces para ellos todo lo que hacíamos era como si no hiciéramos. Es otra línea, es campo natural, mejoramiento de campo, son líneas de trabajo, hay mucho que avanzar también, pero no está muy difundido en el Uruguay. Esa es una influencia de Brasil, pero en Uruguay hay gente mayor que ya lo hizo. Ellos que son otra generación tal vez estaban muy en la toma de la agricultura en ese momento, entonces aquello no tenía mucho sentido. Pero con el tiempo las cosas van apareciendo y sosteniendo, y había sistemas que estaban haciendo que no se sostenían en el tiempo después. Entonces fue interesante ese intercambio de conocimientos.

EC - Me impresiona escuchar a una abogada que habla con tanta seguridad de temas agropecuarios.

RD - Es una fenómena, por eso la invitamos.

EC - ¿Dónde quedó el título de abogada?

DE - La formación como abogada en la vida me ayudó mucho. Es muy interesante, es necesario.

RD - Para ser aguerrida.

EC - ¿Has seguido ejerciendo la abogacía?

DE - Yo me formé temprano, la parte más inmobiliaria, en las transacciones comerciales, en contratos, en todas las actividades tenés un contrato, entonces esa formación me ayudó mucho.

EC - Pero ¿quedó en el pasado la abogacía?

DE - No, ahora me dedico muy poco, pero siempre hay algún problema laboral, contratos que hacer, compraventas, en esa parte trabajo.

EC - ¿Por qué luego de tener el título decidiste volcarte definitivamente al agro? ¿Cómo fue esa decisión?

DE - Mi padre ya tenía edad avanzada, tuve que ayudarlo en la parte administrativa, yo iba a ser veterinaria o abogada, pero si era veterinaria iba a estar muy enterrada en el campo, entonces por circunstancias no pasé el vestibular, como se llama en Brasil, que era muy difícil en la época, para veterinaria y pasé para derecho. Por eso solo hice abogacía, pero no me arrepiento porque me dio una formación muy interesante para otra parte de la vida.

EC - Así que cuando te metiste en la facultad ya tenías claro que el destino era el campo.

DE - Sí, iba a ser siempre integrado, conjunto, podía hacer otra cosa, pero el campo era una manera de vivir, ya está desde que nacimos.

EC - Entonces, ¿de dónde vino la formación en temas del agro? Por un lado de la experiencia del día a día desde niña. ¿Pero aparte hiciste algún tipo de estudios?

DE - No, específicos no, pero leo mucho, participo en jornadas, mi esposo es veterinario. Y el caballo criollo me hizo viajar. Me gusta el caballo, comenzó este movimiento del caballo criollo, las pruebas, y comenzás a ir a ver, me estimuló a salir mucho del campo. Ahí comenzás a ir a una exposición, a ir a algún lugar, comenzás a ir a alguna jornada, me llevó a que me moviera más en algún momento más atrás.

RD - Y mirando de afuera, el asesor de tu grupo es particularmente inquieto, también te ha llevado a estar muy cerca del acceso a la información y el conocimiento.

DE - Cuando encontré el grupo CREA la convivencia con Martín fue fantástica, y pude acceder a otros conocimientos y a más amigos de Uruguay, porque éramos más aficionados, más en Rivera, Brasil.

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EC - Es productora ganadera en Rivera y al mismo tiempo empresaria turística en Santana do Livramento, vive en Brasil pero nació en Uruguay, se tituló como abogada en Porto Alegre pero eligió el campo de nuestro país como principal medio de vida. Se llama Dorotilde Ermida, es productora ganadera en la zona de Coronilla de Corrales, en Rivera. Rosanna Dellazoppa estuvo con ella hace algunos días, y hoy la tenemos por teléfono en esta entrevista agropecuaria.

Mezclábamos la actividad que desarrolla con su propia peripecia personal. ¿Qué te queda por preguntarle, Rosanna?

RD - Me gustaría que comentaras –porque lo viví y me parece un tema importante que puede ayudar a otras localidades– la forma de acceso al establecimiento, la vuelta enorme que tuvimos que dar y los kilómetros que hicimos, cuando hay posibilidades de tener caminos cortos y fáciles. Eso unido –porque me consta que se han movido– a cómo Elisa, tu hija, de 22 años, y su novio veterinario ya tienen claro –o casi claro– que van a seguir con la actividad, cuando lo que estamos viviendo es que los jóvenes se van del campo por las comodidades. Es el mismo caso de los hijos de la familia Berrutti, uno está trabajando con ellos en el campo de Rivera y otros en el campo en Flores. Es decir, cómo se compatibilizan esas dos cosas y qué has hecho al respecto.

DE - Los caminos vecinales colapsaron, es muy difícil llegar, salir, la llegada de los insumos y la salida de la producción también se dificulta. Es un debe muy grande que no sé cómo se puede mejorar.

EC - ¿Por qué motivo colapsaron esos caminos vecinales, los que llevan a su campo?

DE - Yo hoy no tengo una explicación. Todavía trato de entender por qué un camino de 12 kilómetros, que conecta con una ciudad, que conecta con un liceo, no lo arreglan. Y no es por muchas cosas, entonces yo no tengo una respuesta.

EC - ¿Hay algún tipo de producción especialmente agresiva en cuanto al transporte que esté afectando a ese camino?

RD - Camiones de ganado.

DE - Ganado y personas.

EC - Podía pasar que esa zona se estuviese viendo afectada por un movimiento extra en los últimos años, por ejemplo derivado de la forestación.

DE - No, nada que ver.

RD - Es un camino demasiado vecinal, demasiado sencillo, con poca base y con un tipo de formación que no aguanta.

DE - Son caminos cortos para ponerlos en operativa, pero no hay interés me parece, yo no tengo la respuesta, porque hicimos expedientes, juntamos firmas, son más de 40 las personas que quieren que lo habiliten, pero no hay respuesta.

EC - No hay respuesta de la Intendencia, estamos hablando de gestiones hechas ante la Intendencia. ¿Y qué pasa con ustedes? ¿Los productores no pueden juntarse y emprender al menos una parte de esa inversión?

DE - Si es un camino público no sé si tenemos derecho a pasar por encima de un poder municipal que es responsable por eso, para arreglar un camino. Me parece que hay una soberanía ahí, lo que corresponde a un poder público es público, no somos dueños de un camino. Si se puede sí, ofrecemos colaboración, contratar máquinas, pero no tenemos respuesta, no quieren. No te sé decir por qué no lo hacen.

EC - ¿Qué implica el estado actual de esos caminos para ustedes?

DE - Implica 70 kilómetros más, hacer una vuelta, implica horas para llegar a la estancia, para tomar una decisión de trabajo. Implica que si tenés un capataz con hijos en edad liceal no pueden ir a un liceo por 12 kilómetros que no se puede llegar, cuando hay cursos más cerca de los que pueden ir los empleados, no pueden llegar. Más los insumos.

EC - Varios oyentes preguntan cuál es el paraje. Se llama Coronilla de Corrales.

DE - Coronilla de Corrales, pero ese camino sería Cerro Pelado al sur, entrás a Cerro Pelado por la 27, es una ciudad, y ahí andás 12 kilómetros; estamos en medio de la 27, 28 y 29, en el fondo.

EC - ¿Qué pasa en cuanto a otras comunicaciones? ¿Qué ocurre por ejemplo con teléfono, telefonía celular?

DE - Todo muy bien, teléfono, internet, tenemos energía eléctrica, todo funciona. Lo único que está mal es el acceso.

EC - Y la otra pregunta que venía en el planteo de Rosanna, una pregunta que muchos productores pueden hacerse, y que, por lo visto, en tu familia ha encontrado una respuesta: ¿cómo se hace para mantener el grupo familiar en el campo? Está el caso que mencionábamos, tu hija de 22 años, la misma edad que tenías tú cuando decidiste ayudar a tu padre en el establecimiento, decidió que quiere seguir en esa actividad.

DE - En primer lugar hay que tener educación, las familias que estamos en el campo tenemos un perfil muy parecido, nos gusta mucho el contacto permanente con la naturaleza y con los animales. Después incide mucho la calidad de vida, que tengas acceso a energía eléctrica, a buenas instalaciones de trabajo y de vivienda. Todo eso hace que las personas a las que les gusta el campo se queden allí.

RD - Yo diría que lo inicial es la crianza de ese hijo, eso que decías el otro día que se lleva en la piel, de lo que hemos hablado acá otras veces, que el que nunca lo vivió, el que no vio nacer un corderito, ni vivió toda esa maravilla que vimos nosotros de pájaros en el recorrido, la manada de Elisa... Todo eso que para nosotros es natural, hay mucha gente que no lo ha visto y de hecho es parte de esas cosas que nos distancian con la gente de la ciudad.

DE - La vivencia desde chico es fundamental, tanto para los hijos de los empleados como para los hijos de los empresarios. Esa vivencia tiene que ser permanente para crear ese vínculo, si no, no es lo mismo.

RD - Yo me preguntaba: cuando Elisa forme su propia familia, cambiar un camino de 11 kilómetros por uno de 70 todos los días será difícil. Sé que hay muchísimas familias que han hecho 20 kilómetros, 15 kilómetros, 30 kilómetros para llevar sus hijos a la escuela a un pueblo o a una escuela rural, pero creo que 70 ya excede. Entonces me gustaría, además de poner este ejemplo de emprendedora y de luchadora, trasmitir ese mensaje a quienes tengan la responsabilidad, que hay apertura del sector privado para que las cosas mejoren, no solo el productor chiquitito quiere quedarse, hay muchísima gente en el campo que con la suma de las otras condiciones buenas que tú decías quiere quedarse, y la caminería es clave.

DE - Muy claro. Te imaginás que yo pasaba toda la semana en campaña y mi hija quedaba en la ciudad con una empleada para poder trabajar. Y yo preferiría que mi hija pueda estar con su hija en el campo, que pueda tener un colegio más cerca para acceder a él y volver a la estancia, porque va a ser una veterinaria, va a pasar la mayoría de la vida en el campo. Es muy importante eso.

EC - ¿Algún proyecto en particular para el futuro?

DE - No.

EC - ¿Alguna inversión nueva que estén pensando?

DE - En este momento no. En la ganadería estamos en una fase de estabilidad. Las nuevas generaciones están llegando, vamos a ver para dónde van, van a elegir si harán algún emprendimiento o no. Acá el sector terciario es interesante, la hotelería se está moviendo mucho en Livramento y me parece que en Rivera también, es muy promisorio.

EC - De esa parte hablamos cuando hicimos los programas desde Rivera, está clarísimo que ha habido un auge muy fuerte del turismo de compras en la ciudad de Rivera en particular, no solo por los freeshops, sino también por la otra oferta comercial del lugar, que a su vez ha movilizado a Livramento, porque la hotelería, al menos en los últimos años, ha sido más avanzada, ha estado más al día del lado brasileño que del lado uruguayo, ahora empieza a cambiar, pero la hotelería de Livramento ha sido base para buena parte de ese movimiento de brasileños que viene de otras partes del sur del territorio.

RD - Y que para ti ha sido una forma de diversificar, aparte de tu inquietud personal.

DE - Sí, mi opción fue diversificar, ir a otro sector, no la propia ganadería porque es restrictivo para nosotros, por la geografía, entonces me atrajo hacer una cosa distinta, en otro sector. Se dio eso y es lo que se está moviendo acá, y es muy interesante. Y el aporte de las dos ciudades, Livramento con hotelería en un primer momento y Rivera con los freeshops, se complementan.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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