Entrevistas

Disminuirá la producción por falta de lluvia

Raúl Gómez Miller (Inia): Salvo que se produzcan precipitaciones de 40 o 50 milímetros en lo inmediato, disminuirá en 30% la producción arrocera, también la lechería y la agricultura.

(Emitido 07.35)

EMILIANO COTELO:
Se espera registros interesantes en materia de lluvias, especialmente en los sectores del territorio vinculados a la actividad agropecuaria. A efectos del turismo, en este fin de semana largo el tiempo no fue el mejor. ¿Fue, en cambio, suficiente para paliar aunque fuera en parte las necesidades de agua que se viven en el campo? Porque ese pudo haber sido al menos un saldo positivo de estos días tan grises.

La sensación es que en el sur del país llovió poco: mucha nube pero poco agua. Vamos a consultárselo al ingeniero agrónomo Raúl Gómez Miller técnico de la Unidad de Difusión del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, INIA. ¿Tuvo oportunidad de recorrer en estos días algunas de las zonas necesitadas de agua?

RAÚL GÓMEZ MILLER:
Sí; aunque diría que necesitado de agua está casi todo el país. Más allá de las lluvias puntuales del fin de semana, que probablemente alcanzaron registros de 10 a 15 milímetros, la situación de déficit de lluvia se viene prolongando diría que desde comienzos de setiembre, con distinto énfasis de acuerdo a la región del país y al rubro.

Para la parte ganadera y lechera, básicamente, son bastante más problemáticas en la zona norte, donde no hay registros de lluvias importantes desde mitad de agosto. Lo que afecta, básicamente, es que los meses de setiembre, octubre, noviembre, son los que concentran prácticamente entre el 40 y el 50% de la producción de pasturas de todo al año.

EC - Ese es un detalle importante, y que seguramente no todos conocemos. ¿Puede repetirlo?

RGM - Los tres meses considerados de primavera a efectos agropecuarios, de setiembre a noviembre, concentran del 40 al 50% de la producción de pasturas de todo el año. Y, en ese sentido, llevamos transcurrido ya prácticamente la mitad del período (45 días contados a partir del 1º de setiembre) y la lluvia ha acompañado menos de lo previsto. A eso se agrega además que esa primera etapa de la primavera es la que en buena medida condiciona la productividad del resto de la estación; porque lo que va a pasar ahora probablemente es que las pasturas que tienden a madurar por su ciclo natural, vayan paulatinamente perdiendo calidad y toda esa explosión primaveral del comienzo se atenúe bastante.

Esto significa que, dadas estas condiciones, posiblemente no se cumplan las expectativa de producción en cuanto a producción forrajera.

EC - ¿Qué impacto puede tener esto entonces en la producción de carne y leche?

RGM - Para la producción de carne habrá menos pasto del previsto. Tuvimos una situación muy similar durante el otoño, que se presentó con características parecidas a la primavera, con un mes de marzo y un comienzo de abril muy seco, que determinaron que en aquellos lugares donde se midió la producción de pasto otoñal este año llegó a registros de 50 a 60%, lo normal para un año en que llueve relativamente bien.

Más allá del volumen de agua, lo que hay que tener en cuenta es la distribución de esa lluvia, y si uno mira los registros de otoño probablemente llegue a la conclusión de que no fue tanta el agua que faltó; el problema es que se concentró sobre el fin de la estación y, como decíamos, eso condicionó la producción de pasto. Después tuvimos un mecanismo de compensación natural, que fue un invierno muy benigno y esa falta de agua de otoño no pasó a mayores.

En este caso, en la primavera, como decíamos, lo que puede pasar es que lo que va a sufrir más probablemente sea la ganadería de carne, toda la producción de cría que es la que básicamente se asienta sobre el campo natural. Desde ese punto de vista, probablemente las vacas no lleguen en la mejor condición al verano, que es el período natural de entore. Posiblemente (lo digo en condicional) pueda darse que nuevamente la preñez del rodeo de cría esté en niveles muy bajos este año.

EC - Una preñez baja. ¿Cómo se traduce eso?

RGM - Quiere decir que, sobre el total de vacas de cría del país, llegue a la preñez un porcentaje relativamente reducido. Estamos hablado que probablemente un 60 a 65% del total pueda quedar preñado y el resto de las vacas fallen por que no tengan una buena condición corporal en el momento del entore. El no tener una buena condición corporal va asociado a que no tengan una buena ganancia de peso en primavera, que es naturalmente la forma en que el ganado llega a buen estado en el entore del verano, y al perderse tres meses buenos de primavera desde el punto de vista forrajero, ese ganado no come todo lo bien que debería, y no llega en la mejor condición corporal. Esa es una posibilidad, hablando de ganadería de carne.

EC - ¿Y en ganadería de leche?

RGM - En ganadería de leche el tema pasa por el hecho de que es un rubro que está asentado sobre praderas o campos mejorados, no es tan dependiente del campo natural como en la carne, y ahí lo que va a pasar probablemente es que se repite el mismo término pero algo atenuado. La productividad de esos mejoramientos forrajeros y praderas no va a ser todo lo buena que va a ser una buena primavera o normal. Eso lleva a que posiblemente los registros o los volúmenes de producción de leche empiecen a disminuir temprano en la primavera, que no pueda almacenarse reservas de pasto para el año próximo (fardos o silos de pasturas, porque no va a sobrar demasiado), y habrá que recurrir a otros mecanismos para poder atenuar esta situación.

EC - Pero ¿estamos teniendo ya en estos momentos una producción menor a la esperada?

RGM - No, no. Este año incluso, setiembre ha sido un mes récord de producción de leche.

EC - Por eso la pregunta.

RGM - La lechería ha estado este año en niveles históricos muy buenos de remisión de leche. Todavía no se ha insinuado un quiebre de esa tendencia, pero lo que puede pasar para adelante es el hecho de que no se pueda almacenar tanto pasto, o empiece a resentirse en algo la productividad de las pasturas y pueda insinuarse, ya a partir de mitad de octubre o noviembre, algún bajó anticipado en la producción de leche.

EC - Eso, hablando de ganadería. ¿Qué pasa con la agricultura?

RGM - Tiene menos mecanismos de compensación de esa situación si hablamos del rubro arroz, por ejemplo, que es el que está más comprometido. Ya en algún caso, la situación actual es irreversible no sólo por este último período de primavera, sino por las bajas precipitaciones de todo el año, que han hecho que muchos embalses de agua no se pudieran llenar. Pasa lo mismo, por ejemplo, que lo que ha pasado con la represa de Salto Grande...

EC - No se llenan las represas construidas para riego de los cultivos de arroz.

RGM - Exactamente.

EC - ¿De qué orden puede ser el impacto en el área a sembrar?

RGM - Las primeras estimaciones hablan de que probablemente hasta un 30% del área expectativa de siembra de arroz para este año no llegue a concretarse.

EC - Una caída de 30%, entonces.

RGM - Esas son algunas estimaciones preliminares, sobre todo en la zona norte del país, donde menos ha llovido y donde el rubro se realiza más en base a riego con agua represada.

EC - ¿No se está a tiempo de recuperar ese nivel de las represas? ¿En qué fecha termina de jugarse este partido?

RGM - Creo que no. Ya estamos prácticamente iniciando el momento de la siembra de arroz y es un riego muy alto ponerse a sembrar ahora especulando con que vaya a llover lo suficiente como para almacenar agua. Eso lleva a que mucha gente haya descartado la posibilidad de siembra de arroz y, de acuerdo a las características de campo, suelo, topografía y demás, probablemente esté pensando en algún cultivo de verano alternativo en el caso de que puedan hacerlo...

EC - ¿Por ejemplo?

RGM - Sorgo, maíz, alguna oleaginosa como soja, para poder aprovechar esas áreas que tenían en principio el destino natural de arroz y por esta situación no van a poder ser sembradas con ese cultivo.

EC - ¿Algún otro rubro en materia agricultura?

RGM - Pienso que los rubros que están transcurriendo ahora en pie, como el trigo y la cebada, todavía no se notan efectos muy serios por esta falta de agua en cuanto a su expectativa de rendimiento, pero sin duda que les vendría muy bien un golpe de agua, sería muy oportuno en cultivos que ya están en etapa de espigazón, algunos ya espigados de acuerdo al momento de siembra, y que es una época en la cual se precisa cierto nivel de humedad en el suelo como para que puedan expresar todo su potencial.

Vale decir que en todos los rubros sería muy necesaria el agua lo antes posible, para ir compensando este déficit y en algún caso, como el del arroz, en que a esta altura ya hay que ir buscando otras alternativas porque no va a ser posible completar toda el área que estaba prevista.

EC - Ustedes todavía no hablan de "sequía".

RGM - No; yo no soy meteorólogo. Al término de sequía uno lo asocia a una situación ya bastante crítica; no es el caso ahora pero sin duda el impacto de esta falta de agua en el comienzo de la primavera se hará notar en niveles de producción menores a la expectativa en algunos rubros, y en algunas áreas del país en particular, que han sufrido más tiempo esta situación.

EC - ¿Qué debería ocurrir ahora, en las próximas semanas?

RGM - Creo que debería llover 40 a 50 milímetros para que empiece a notarse algún cambio a nivel pastoril, que empiece a insinuarse una recuperación de la base forrajera. Lluvias como esta del fin de semana, de 10 a 15 milímetros, si bien ayudan en algo, no son suficientes para empezar a revertir este panorama.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón