Industria frigorífica

La Tertulia Agropecuaria analiza el mercado cárnico y su impacto en los consumidores

Guillermo Villa. Archivo
Guillermo Villa Archivo

El mercado ganadero es uno de los temas que viene preocupando al Poder Ejecutivo en los últimos tiempos. La "aparente falta de transparencia" a la hora de fijar los precios en la cadena de la industria cárnica fue uno de los temas del último Consejo de Ministros, en especial el precio que los frigoríficos le pagan al productor. En una nueva edición de la Tertulia Agropecuaria, Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa analizan este tema junto a Guillermo Villa, representante de la Federación Rural en el directorio del Instituto Nacional de Carnes (INAC). En el diálogo Villa dijo que en Uruguay se da la "ironía" de que "cada vez está más cotizado en la producción de carne, cada vez vale más la carne, tenemos más mercados, vendemos mejor y estamos en jaque con la parte productiva". También reflexionó: "si realmente pudieras hacer un frigorífico modelo que funcione eficientemente (...) no lo veo malo. Pero lamentablemente la historia indica que no es así".

(emitido a las 9.16 hs.)

EMILIANO COTELO:
En los últimos tiempos, el presidente José Mujica ha manifestado en varias oportunidades su preocupación por la situación que viene dándose en el mercado ganadero.

En particular, por el precio que los frigoríficos le pagan al productor, considerando que es el eslabón más débil de la cadena. Esta semana fue un poco más allá, en el Consejo de Ministros planteó su inquietud por la "aparente falta de transparencia" en la formación de precios en la industria cárnica, y le encomendó al ministro Tabaré Aguerre que trabaje sobre eventuales medidas.

Ayer Aguerre se reunió con las gremiales agropecuarias y con la industria frigorífica para abordar este asunto. Y luego anunció que van a fomentar la exportación de ganado en pie y también promover, dentro de lo posible, la competencia en un mercado que tiene aspecto oligopólico.

¿Cómo hacemos nosotros como consumidores para entender este tema? ¿Dónde radica la discusión? ¿Qué diferencia concreta existe entre lo que se le paga al productor y el precio que se obtiene en la exportación?

Vamos a tratar de pasar en limpio todo esto en una edición especial de la Tertulia Agropecuaria, con Rosanna Dellazoppa y Guillermo Villa, integrante de estas mesas, pero que por otro lado también es representante de la Federación Rural en el directorio del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

ROSANNA DELLAZOPPA:
Además Guillermo ha trabajado especialmente en este tema. Nosotros en el trabajo que hacemos en jornadas en el interior le hemos dedicado especial atención, aunque confieso que llega un punto de saturación porque parece que fuera un camino sin salida.

Yo me quedo con este tema y le pedí especialmente a Emiliano para tratar de conversarlo con la audiencia, para llegar al punto de que, como decía Mujica, es un tema que todos los uruguayos deberíamos conocer.

EC - ¿Por qué? ¿No es un asunto solo entre los productores y los frigoríficos?

RD - No es solamente un tema de precio más, precio menos, me quejo porque me dan más, porque me dan menos. Primero porque la base fundamental de esto es la ganadería, país ganadero, es y seguirá siendo uno de los principales rubros de exportación, a pesar de que otros rubros han ido ganando terreno, como la agricultura. Como dijo Mujica, por ahí arranca la historia de nuestra economía.

Esto tiene un antecedente, arranca con un proyecto productivo que se conoció en su momento, el proyecto de los 3 millones de terneros, se habló de "un ternero por habitante". Sería bueno hacer un pequeño resumen de en qué consistió eso y cuál fue el movimiento que hubo a nivel de la base productiva e industrial.

GUILLERMO VILLA:
Lo primero es tratar de ser coherente con la filosofía de las tertulias y tratar de que gente que no está en el rubro entienda esto, que no es sencillo. Y lo otro, más difícil, es tratar de ser objetivo en toda la explicación cuando todos saben que soy productor. Pero voy a hacer el máximo esfuerzo, me comprometo.

Todos saben que en los últimos tiempos, por un tema netamente de rentabilidad, la agricultura y la forestación crecieron mucho en Uruguay. Sobre todo crecieron en área, y como, por supuesto, el Uruguay que tiene un área finita, no puede aumentarla, quien cedió el área para que crecieran la agricultura y la forestación fue la ganadería.

Entonces en el último tiempo nos encontramos con que la producción ganadera tiene menos área donde producir. Se da la ironía de que el Uruguay cada vez está más cotizado en la producción de carne, cada vez vale más la carne, tenemos más mercados, vendemos mejor y estamos en jaque con la parte productiva.

¿Qué opciones tenía el Uruguay como país? La primera era decir: "Si tengo menos área, produzco menos". Y la segunda es: "Por lo menos no voy a perder la producción, voy a tratar de producir más, pero para eso tengo que aumentar la productividad por hectárea, tengo que ser más eficiente produciendo".

Ahí hubo una movida de producir 3 millones de cabezas para faena. Para que tengamos una idea de la magnitud de la apuesta, el récord de faena en Uruguay fue en el 2006, 2,6 millones de cabezas, y habitualmente nos ubicamos en el entorno de 2,2 millones de promedio, y el último año no llegamos a los 2 millones. O sea que producir 3 millones de cabezas para faenar es una apuesta más que desafiante.

Pero aumentar la productividad no pasa por la voluntad de hacerlo, pasa por una inversión muy grande en todo lo que son las técnicas en racionar. Y lo fundamental para poder aumentar la productividad es aumentar la cantidad de terneros, que son el principal eslabón. Esto no es una producción de cerdos o de aves, en las cuales la cantidad de animales no es la limitante, sino la eficiencia de poder engordarlos. En la producción ganadera lo primero que tengo que tener es más terneros, si no tengo más terneros es imposible aumentar la faena. Y la cría en Uruguay siempre fue el eslabón olvidado, el de menos rentabilidad, el de menos recursos, y teníamos que motivarlo. La forma de motivarlo es que el ternero valga más.

Eso fue lo que fue pasando en estos últimos años del 2010 a la fecha. Y la producción respondió, en parte porque se invirtió más y en parte porque la naturaleza nos dio una mano, vamos a ser honestos.

RD - El productor invirtió más, dio más comida, pero también la industria hizo una inversión importante en su capacidad de faena.

GV - Sí, sin duda. Del 2005 a la fecha la inversión de la industria en la capacidad de faena, capacidad de frío, capacidad de todo fue brutal. Te diría que si no duplicó la capacidad de faena anduvo muy cerca, con inversiones que se hicieron en todo el proyecto al amparo de la ley de inversiones.

Un tema que no es menor es que la iniciativa de los 3 millones arrancó con un proyecto de la industria y las gremiales de productores recogieron el guante, pero principalmente lo recogió el país, lo recogió el Poder Ejecutivo. Ahí es que se explica la molestia del Poder Ejecutivo. Ellos apostaron a esto, sobre todo este ministro, que cabe resaltar que ha priorizado la parte productiva, la conoce bien, se adueñó del proyecto y lo defendió a ultranza, por eso el malestar.
    
La parición de 2012 fue récord, prácticamente de 2,8 millones de terneros (la parición está centrada en primavera), ya tenemos la declaración jurada; la de 2013 todavía no sabemos exactamente porque va a salir en la próxima declaración jurada al 30 de junio, pero fue muy buena, y nos encontramos hoy con que el Uruguay, a pesar de tener menos hectáreas, en la declaración que se hizo al 30 de junio de 2013 había aumentado prácticamente 1 millón de cabezas su stock. Si partimos de la base de que Uruguay tiene más o menos 11 millones, aumentó un 10% la cantidad de ganado que hay en el país con menos área.

EC - ¿Efectivamente vamos a llegar este año a los 3 millones de pariciones?

GV - No, este año no se va a llegar. Vamos a estar por encima de lo normal, pero no se va a llegar, porque estuvo la seca de diciembre, que incidió bastante en las preñeces, hay indicadores de preñeces bastante dispares, pero no se va a llegar. Vamos a andar en los 2,6 millones, una cosa así.

RD - De todas maneras, ya se avizora un clima –dos por tres voy a las pantallas de venta de ganado y lo he visto– de venta de vientres o de desconcierto, de gente que no quiere vender. ¿Cómo llegamos al hoy y a todo este corrimiento que hay entre lo que sería el valor del novillo tipo de INAC, que es la referencia que ha encontrado este gobierno para ser una suerte de ente testigo de los valores que se están pagando en el exterior, y lo que se le paga al productor? ¿Cómo llegamos a la situación de hoy y todo este desentendimiento entre las partes que están jugando?

GV - El novillo tipo es un indicador que elaboró INAC que a partir de enero de 2007 se publica todos los meses. El ganado no se vende entero, se vende todo descostado, pieza por pieza, corte por corte, a distintos mercados. Por tanto se toma el promedio de cada cosa y se define el valor del novillo tipo, que es el valor al cual la industria vendería un novillo, cuánto lograría al vender un novillo.

Por otro lado está lo que se le paga la hacienda al productor. La diferencia entre el precio al cual se vende y el precio que se paga se llama "valor agregado industrial". Esa diferencia incluye todos los costos industriales y la ganancia del frigorífico.

En 2008-2009 tuvimos una seca muy grande que llevó a que la faena durante 2010, 2011 y parte de 2012 fuera baja por disponibilidad de ganado. Si uno mira el valor del novillo tipo y el valor que se le pagó al productor, prácticamente las líneas entre el 2010 y el 2013 se movieron en forma paralela. Cuando subía el ganado afuera se le subía al productor, cuando bajaba afuera se le bajaba al productor, con la clásica diferencia de un mes o dos meses, según estuviéramos en zafra o no, se separaban pero se volvían a poner paralelas al poco tiempo.

Eso significaba que había una gran competencia en la industria por el poco ganado que había, entonces la industria tenía la necesidad de, cada vez que tenía una suba, trasladarla al precio de compra, porque si no, no compraba. Por tanto había una competencia muy sana entre las industrias pujando por el poco ganado que había. Ahí el mercado se comportó como se debe comportar en libre competencia, cada uno peleaba por comprar y pagaba lo que podía pagar.

Pero cuando llegamos al invierno del año pasado, 2013, cuando ya empezó a haber una oferta importante de ganado, ya se había superado la crisis y ya empezaba a aparecer más ganado, se empieza a ver un comportamiento absolutamente atípico. Para tener una idea, en 2010-2013 el valor agregado industrial (el margen que le quedaba a la industria como ganancia y para pagar todos sus costos) estaba en un promedio de 230 dólares, que es coherente con los valores de razonabilidad.

RD - ¿Y ahora qué pasó?

GV - A partir de 2013 se empezó a dar una situación extraña, totalmente atípica: el valor agregado, o sea el precio al que se vendía, empezó a subir lentamente, pero el valor de compra empezó a bajar en forma abrupta. Todos los meses la diferencia se fue agrando hasta llegar al día de hoy con un valor agregado industrial de 400 dólares promedio. El valor agregado industrial pasó de 230 dólares a 400 dólares. O sea que por cada novillo que se está faenando la industria recibe 170 dólares más que el promedio de los últimos tres años y que los promedios históricos.

Durante tres años el valor agregado industrial se comportó correctamente, como debe ser. De agosto del año 2013 a la fecha ha tenido un comportamiento absolutamente anormal. Estamos cerca de cumplir un año de que está sucediendo esto y de que lo estamos denunciando.

Acá hay un tema técnico que conviene mencionar. Cuando una faena es baja, como actualmente y como en los últimos tres o cuatro años, y el precio que se le paga al productor sube, lo único que explica eso es una baja oferta. Hay poca oferta y la industria tiene que pagar para poder conseguir lo poco que hay. Cuando la faena baja y el precio sube hay una baja oferta. Puede haber una baja oferta porque no hay producción, como pasó cuando la seca de 2008-2009, o porque el productor, porque quiere o porque le sirve, retiene el precio, especula, que no era la situación que se daba, porque no había ganado.

Pero cuando se da lo de hoy, que la faena es baja y el precio baja, la única explicación técnica es que hay una baja en la demanda. Cuando el precio baja y la faena baja, hay una baja en la demanda seguro. Es lo único que explica eso.

RD - ¿Y la baja en la demanda a qué se debe? ¿A que la industria frigorífica tiene ganado también?

GV - La baja en la demanda se puede dar por dos razones. Una, porque no le vendemos a nadie, porque tenemos ganado y no lo podemos vender, como nos pasó en la época de la aftosa. Pero sabemos que no es así. Hoy Uruguay –basta estar en las ferias– tiene posibilidad de vender mucho más de lo que produce, no lo que estamos produciendo actualmente, sino lo que podamos llegar a producir cuando tengamos 3 millones. Gracias a Dios la carne uruguaya está excelentemente conceptuada en el mundo, por todo un trabajo que se hizo por medio del INAC y que hicieron los productores en la producción.

La otra razón por la que puede darse una baja en la demanda es que se decida estratégicamente o lo que sea no comprar. Estamos convencidos de que esta es la razón y nos parece que recién le cayó la ficha al Poder Ejecutivo.
    
EC - La semana pasada en Búsqueda se informaba que la Presidencia "maneja información reservada de que los frigoríficos tienen un acuerdo y están controlando el nivel de faena por planta buscando incidir sobre el precio del ganado".

GV - Claro, al gobierno le cayó la ficha recién ahora, nosotros lo venimos diciendo desde hace tiempo. No es fácil demostrar si hay un acuerdo o no, simplemente nosotros decimos que hay voluntariamente una baja de demanda, se está demandando menos ganado que lo que los productores están ofreciendo.

RD - ¿El hecho de que las plantas frigoríficas hoy tengan ganado encerrado a corral puede ser uno de los elementos para paliar esa situación? Porque uno imagina que con las inversiones que hicieron no podrían tener plantas paradas.

GV - Claro. Acá se dio que el ganado a corral fue un proyecto que tomamos los productores, tratamos de trabajar en eso, pero después los números no nos daban, se fueron cerrando los corrales y hoy día no sé qué porcentaje, pero en el entorno del 80% del ganado encerrado pertenece directa o indirectamente a la industria.

Indudablemente, ese colchón de cerca de cientos de miles reses por año que se faenan provenientes de corral, que prácticamente son un 10% de la faena, estratégicamente me sirve cuando quiero faenar y no comprar.

EC - Le sirve al frigorífico.

GV - Al frigorífico, por supuesto. Y si a eso le sumo acuerdos que tengo con productores grandes a los que les pago precios mejores pero que también me abastecen de volumen, tengo una herramienta para poder comprar menos. Es legal, vamos a entendernos, pero es una estrategia que contribuye a esta situación a la que estamos llegando hoy.

RD - Que perjudica al conjunto. Entonces, ¿qué pasa con el sector productivo en cuanto a eso que tú decís, que hay productores grandes que venden mucho que pueden hacer acuerdos con los frigoríficos? ¿Qué pasa en cuanto al sector productivo y la posibilidad de agruparse y hacer como varios emprendimientos (Vaquería del Este, Carne CREA), unirse y vender en conjunto con la industria? ¿El convenio no surge naturalmente por la dispersión que tienen los productores?

Antes de venir acá todas las personas con las que hablé me decían "esto es histórico, nunca va a cambiar". Yo realmente me niego a tener todas las posibilidades como país y que me digan que esto no va a cambiar.

GV - Lo que vos planteás es un poco utópico, no es fácil, los productores son muchos. Y es absurdo que la solución a esto sea generar lo mismo en contrario, generar un grupo de retención de ganado, porque el único que pierde en esa puja es el país.

Por eso el presidente tomó cartas y el ministro tomó cartas, porque lo que está peligrando ahora no es la rentabilidad de hoy o mañana inmediata del productor, sino el proyecto que se empezó hace cuatro años de crecer en la producción ganadera del país.

EC - ¿Cómo se ata esto que está pasando con los precios que le pagan al productor con lo que tú mismo y Rosanna venían recordando, el plan para tener 3 millones de pariciones por año?

GV - Hay dos lecturas. La primera es la inmediata, que el productor dice: "Pucha, si el primer día que tengo mayor producción me genera un problema, me doy la piedra contra los dientes, mi ganado vale menos porque no me lo compran, ¿para qué voy a apostar a producir más? Capaz que produciendo menos tengo mayor rentabilidad". Es una lectura que se hace muy ligero pero que realmente la hace el productor.

La segunda lectura es: "¿Cómo salgo de este problema? Me están pagando menos". Mucho del ganado que se produce en Uruguay se le compra como ternero o novillo a un productor y se engorda en otro campo. "Si me están pagando poco, yo pago menos al que le voy a comprar para trasladar mi problema."

RD - ¡Un horror!

GV - Pero si no te dan los números para un animal que vas a engordar, ¿qué tratás de hacer? Bajar tus costos.

RD - Es arrancarse las muelas entre los eslabones.

GV - Exacto. Vos tratás de bajar tus costos, tu principal costo es el ternero, el novillo sobre año, año y medio para engordar. Entonces empezás a trasladar el problema hacia abajo de la cadena y llegás al principal eslabón de la producción ganadera del Uruguay, que es el criador, que cuando mira para abajo no tiene a nadie atrás, es él solo. Por tanto toda esta cadena de baja de precios se traslada al precio del ternero.

EC - Entonces…

GV - El criador se desmotiva, no entora…

RD - … empieza a vender vacas…

GV - … empieza a vender vacas preñadas porque le dan mejor rédito. Y volvemos a las pariciones de 2,2 millones, 2,3 millones y perdemos cuatro años de trabajo.

RD - Esa es la triste historia de la ganadería.

GV - Exacto. Y esta es la explicación de por qué el ministro y el presidente están metidos en esto.

EC - El asunto es cómo se enfrenta una crisis como la que estamos describiendo. ¿Qué soluciones hay?

Dice un oyente: "En Estados Unidos los propietarios de frigoríficos no pueden tener feedlot (encierro de ganado a corral)".

GV - Eso es correcto, pero es en algunos estados, no en todos.

EC - Otros oyentes dicen: "¿Cuál es la solución? ¿Es habilitar la exportación de ganado en pie?". En teoría se puede, pero después siempre hay inconvenientes a la hora de concretarla.

GV - Nosotros como primera medida defendemos la exportación en pie. No solo defenderla, sino incentivarla, porque es la única forma que yo tengo de garantizar que el criador, que es el principal eslabón, siempre va a tener salida a sus terneros. Si después la industria resuelve pagar mejor y competir con la exportación en pie, ese ternero se va a faenar en Uruguay y no se va a vender. Lo que no puede pasar es que se produzcan los terneros y ese productor después sea prisionero o rehén de su propia producción.

Entonces creemos que no solo se debe abrir y no cortar la exportación en pie, como pasó en un momento en pleno pico hace tres años, sino que se debe incentivar. El INAC cobra el 0,6% de las exportaciones a partir de una ley que se votó el año pasado que cambió la composición de la junta de INAC e introdujo esto. Entonces utilicemos ese dinero que el INAC está recibiendo por el ganado que se exporta para fomentar la exportación a nivel mundial.

EC - ¿Qué otras alternativas hay? Dice Héctor: "No conozco nada de ganadería, pero ahora entiendo la importancia de contar con un frigorífico nacional".

También lo plantea Osvaldo de la Unión: "¿No habría que replantearse la idea de un frigorífico nacional que fuera un ente testigo?".

GV - Sí. Me das dos alegrías. Primero, que alguien que no entendía entendió algo, quiere decir que estamos llegando al objetivo. El problema que tenemos es que un frigorífico nacional es una figura en los papeles, que puede ser importante, pero en la práctica en Uruguay terminamos convirtiendo una herramienta (un AFE, un Pluna) en algo que genera un efecto contrario, porque va a ser un ejemplo de baja productividad.

Si realmente pudieras hacer un frigorífico modelo que funcione eficientemente, con el funcionario que tiene que funcionar, con la eficiencia con que tiene que funcionar, no lo veo malo. Pero lamentablemente la historia indica que no es así.

EC - ¿Otras medidas que se puedan adoptar? ¿En qué se está trabajando concretamente, además de en facilitar y hasta estimular la exportación de ganado en pie?

RD - Y cómo sigue el diálogo con el Ejecutivo.

GV - En cuanto a la exportación en pie, el Poder Ejecutivo está viendo la posibilidad de exonerarla de impuestos, fomentarla, un montón de cosas. Pero creo que lo primero que tiene que entrar es que los actores, tanto productores como industria, como Poder Ejecutivo, nos sentemos algún día –ya empezamos a hacerlo, no sé si para que nos vean o con expectativas importantes– y madurar. Si en esto no definimos que es un negocio que nos sirve a todos y que tenemos que marcar objetivos comunes estamos fritos, porque vamos a seguir peleando permanentemente y el que va a perder es el país.

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Transcripción: María Lila Ltaif