10: de hás representan el 70% de la base forrajera del país
El campo natural ocupa casi el 70% del territorio uruguayo, y continúa siendo la base forrajera de la ganadería nacional, tanto de carne como de lana. En el mundo es un recurso en retroceso, por lo que su gestión productiva, sostenible y rentable, requiere información, conocimiento y herramientas de gestión.
En Tacuarembó el Ing. Agr. Lattanzi, Director del Programa de Investigación en Pasturas y Forrajes de INIA, indicaba que el campo natural tiene ventajas bien claras.
Comparado con otros recursos forrajeros, como una pastura sembrada o UN verdeo, año a año el CN tiene una producción menos variable de forraje, por lo que se puede afirmar que es más estable.
Las pasturas naturales son resistentes, y capaces de recuperarse mejor de disturbios, como pueden ser el sobrepastoreo o uso excesivo, una sequía o un exceso de lluvia. Los cambios son rápidos y en general alcanza una buena primavera para notarlos.
Brinda otros servicios asociados más a la sustentabilidad y al ambiente y no directamente a la productividad. Constituye un sistema que almacena mucho carbono en el suelo. Es un recurso de gran biodiversidad en plantas, animales y microorganismos del suelo, y es muy eficiente en el uso de los nutrientes del suelo.
¿Y las desventajas?
El Ing. Lattanzi también las mencionó en Tacuarembó. Es muy estacional. La mayor producción de forraje se concentra bastante en 3 o 4, puede llegar hasta los 6 meses. La productividad está limitada sobre todo por nitrógeno.
El valor nutritivo por unidad de materia seca no es la más alta. El desafío es cómo lograr una intensificación sostenible que redunde en predios más rentables, diseñando sistemas de producción con un CN más productivo.
El manejo que tenemos hoy en el Uruguay del CN no es el óptimo. Hay formas de mejorarlo a través de tomar decisiones acertadas en el momento correcto.
¿Qué acciones tiene que tomar el productor?
El productor, junto con su asesor técnico, tiene que conocer qué campo natural tiene y en qué condición está.
Distintas pasturas en un mismo ambiente pueden estar en una condición alta, media o baja según el manejo previo. Es posible entonces avanzar rápidamente de condiciones malas o regulares hacia condiciones buenas, simplemente ajustando el manejo.
Conocer la aptitud pastoril del campo es otro elemento para la gestión del campo natural. Esta surge del estudio de las propiedades de los suelos y de cómo éstos influyen en el crecimiento del pasto. FUCREA está haciendo un trabajo exhaustivo de caracterización de diferentes ambientes de uso pastoril, que redundará en información de calidad de un recurso que en el País es tan importante como variable, y por lo tanto complejo.
El productor debe definir a nivel del potrero y a nivel del predio, a qué tiene que prestar especial atención.
¿Qué sería lo que debería prestar atención?
hay tres características a tener en cuenta. La cantidad de forraje disponible, calidad a través de la proporción pasto verde/restos secos y crecimiento.
Adoptar las opciones de intensificación que precise el predio en particular.
Se puede gestionar el recurso, conociendo la productividad del campo, los ambientes, los pastos y su funcionamiento. Con esta información se pueden diseñar sub divisiones, aguadas, montes de abrigo, y fundamentalmente acostumbrarse a utilizar información que permita ajustar con mayor certeza y objetividad, la carga adecuada para aumentar la producción física, en forma segura, sostenible y económicamente rentable.
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