Soja: este año, al productor le queda el impulso para la próxima cosecha, tras una cosecha récord e histórica
Según datos preliminares en base a una encuesta telefónica realizada por la DIEA, la campaña de soja 2016/2017 tuvo un área de 1 millón 103 mil hectáreas, con una cosecha de 3 millones 338 mil toneladas, y rindes promedio de 3.026 kg por hectárea, lo que representa un incremento del 56% con relación a la cosecha anterior, que se posicionó en los 1.937 kg por hectárea.
El ingeniero agrónomo Gonzalo Souto, asesor de OPYPA, conversó con Martín Maidana en Dinámica Rural sobre la campaña pasada de la soja, las perspectivas para la siguiente, y el impacto que tuvo el protocolo sanitario firmado con China.
¿Cómo analiza los datos de la última campaña de verano, que reflejan un promedio de 3.026 kg/há?
Es una excelente noticia. La primera reflexión es que es una excelente noticia para el Uruguay, porque en general, el ingreso por exportaciones va a ser muy importante, el dinero que va a ingresar. El mayor volumen va a compensar un poco la pérdida del precio que hemos estado asistiendo los últimos meses.
También es una buena noticia para los agricultores. El tener una mayor productividad por hectárea. Estaríamos hablando de un rendimiento récord, superando las tres toneladas por hectárea, y veremos cuál es el dato definitivo.
Implica también una ayuda grande para compensar el aumento de costos que ha venido habiendo, y para compensar también la caída del precio. Sobre todo hay que recordar que los productores de soja venían de un año espantoso en cuanto a volumen y calidad de la producción, por la cosecha espantosa por las lluvias de abril del año pasado, que tan mal sabor dejaron en el recuerdo.
En general, da la impresión que los mercados agrícolas parece haber encontrado en los ultimos meses una especie de piso. Venían declinando los niveles de precios con tendencia descendente desde todo el 2015, 2016 con algunos altibajos.
La impresión es que por el mes de mayo comenzó a encontrarse un cierto piso en esos niveles de precio, y que cada vez que hay una noticia adversa en el clima de alguna región importante, genera respuestas rápidas con una gran sensibilidad de los mercados a la suba, y algunos de los balances de oferta y demanda más utilizados, como el del USDA también dan idea de que la tendencia de acumulación de existencias que venía estando por detrás de esa caída de los precios empieza a mostrar que algunos granos empiezan a mostrar proyecciones que los stocks no crecen, crecen muy poquito o caen un poquito.
Por lo tanto, da la impresión de que el mercado mundial está en un momento de inflexión. Ha pasado lo mismo con los lácteos, que han mejorado su precio. La carne vacuna siempre mantuvo sus niveles. En general, por el lado externo las cosas detuvieron su empeoramiento.
Con ese telón de fondo se está encarando con la soja. Ha venido fluyendo rápidamente, y queda bastante soja por comercializar. La zafra tiene muy buena calidad. En general, los niveles de precios han sido los precios del mercado, reflejando esa tendencia general que señalamos, y confiamos que la comercialización termine sin sobresaltos.
Ya ahora las miradas están sobre la zafra de invierno, con los cultivos de invierno que están progresando en el campo, y las miradas de los agricultores cambia, y empiezan a ver cuanto trigo, cuanta colza, cuanta cebada van a cosechar. La lógica de la agricultura.
El productor ya comienza a planificar la próxima campaña de soja, donde se espera un mantenimiento del área, donde en la región Brasil puede crecer de 1% a 3% en área de soja. Argentina un poco menos, a influjo del crecimiento que ha tenido los últimos años el maíz. ¿Cómo ve a Uruguay en área? ¿Lo ve estable?
Son pocas las pistas que tenemos. En general, uno podría decir que hay factores a favor y factores en contra, que siempre están planteados en cada año en la decisión.
A favor, este año en general al productor siempre le queda el sabor dulce, que lo lleva a planificar con optimismo el futuro.
Al mismo tiempo, tenemos un escenario de encarecimiento, de costos que en algunos casos se han ido incrementando. Ahora hay algunos esfuerzos de reducción de algunas tarifas que pueden ayudar a reducir alguno de los componentes del costo, en particular, la energía. Hay algunos insumos que tuvieron algunas bajas, otros que están teniendo algunas alzas, particularmente los herbicidas.
Hay algunos temas tecnológicos que están llevando a desafíos más grandes que también encarecen los costos, como es el tema de la necesidad de combinar herbicidas a raíz de la presión de malezas resistentes.
En general, probablemente tengamos estabilidad, que es una manera de proyectar el presente hacia delante, y después vemos. Pero la verdad es que uno no percibe en los actores del negocio sojero algunas tendencias de retiradas o de incremento. Da la impresión que los grupos de siembra importantes que estaban, muchos se retiraron, y ya el área alcanzó un ajuste, y se ha mantenido a pesar de esa salida de los grupos, ¿verdad?
Son cada vez más los productores propietarios que estaban en aquella zona donde fue la agricultura al influjo de la acción de los grupos que hicieron esa labor tan importante, de colonización, llevando la agricultura donde no la había.
Que ese aprendizaje de la agricultura en la zona, ahora muchos propietarios lo incorporan y hacen superficies menores, pero un poco de agricultura propia porque han visto la buena interacción que les permite la agricultura con su actividad tradicional ganadera. Hay articulaciones nuevas entre los propietarios de las empresas de servicios agrícolas con los propietarios de campos que se parecen bastante a las viejas medianerías.
En fin, es un momento de reacomodo de una actividad agrícola, que con el liderazgo claro de la soja, parece ir encontrando un equilibrio en un nivel bien distinto al que tenia antes que esto ocurriera.
Teníamos una agricultura de 600.000 hectáreas, nos fuimos a una agricultura de 1.600.000, 1.800.000, dos millones de hectáreas. Ahora parece que el equilibrio se da más abajo que eso, pero cercano al millón y medio.
El mercado puntualmente para la soja está volátil, pero es un mercado que se mueve a futuro. Proyectando una soja a 350 dólares la tonelada, ¿necesariamente el productor tiene que apuntar a kilos, a ser más eficiente por hectárea?
El aumento de la productividad siempre es lo que termina dando la diferencia. Estos niveles de precios, que han ido cayendo para todos los granos, sin duda que el cultivo que, a pesar de la caída, ha mantenido mejor nivel de expectativa y resultados, ha sido la soja, salvo en años como el anterior, donde hubo un quiebre grande del volumen producido por hectárea, y su calidad. Coincidió con una caída de precios, y generó resultados mucho más magros. Me refiero a la cosecha 15/16.
Esta cosecha, aún con precios débiles comparados con la trayectoria previa, pero con rendimientos como los que hemos tenido. Incluso una proyectada de 350, 340, 330 dólares la tonelada, con niveles de productividad promedio, todavía siguen dando márgenes positivos aún después de renta.
Seguramente es lo que explica que el cultivo que agranda su liderazgo es, precisamente, la soja.
Se firmó un protocolo sanitario con China para darle valor agregado a la producción, para diferenciarnos de países productores como Argentina y Brasil, que son grandes exponentes. Uruguay va por el camino de la calidad, de la certificación. No obstante, hubo algunas posiciones encontradas. El sector productor desestimó el protocolo por un alto costo que terminó absorbiendo el sector primario. ¿Qué lectura hace, por lo pronto?
En primer lugar, una afirmación inicial que hiciste. Se firmó el protocolo para diferenciar. Sin duda, en tanto el protocolo pueda inducir una mejor calidad en la oferta exportable, producto de menor dificultad para ingresar al comercio.
En realidad, yo diría que da la oportunidad de aprovechar esa diferenciación. También el protocolo es entre dos países, y se firmó porque una parte estaba interesada en firmar el protocolo, y otro país que negoció e hizo un acuerdo entre dos partes, no es algo promovido exclusivamente por Uruguay.
Puede tomarse esa situación como una plataforma para que, a partir de allí, construir una inserción exportadora con una calidad distinta a otras.
Por supuesto también que esto que estamos diciendo lleva implícito que hubo una mayor exigencia en algunos ítems y procesos, de hecho el Ministerio ante la eventualidad, para minimizar las consecuencias que pueda tener (el protocolo) estableció algunos procedimientos para organizar la información, para que las empresas aportaran los datos de sus controles y chequeos, de forma tal de minimizar la probabilidad que ocurrieran problemas comerciales del tipo que están considerados en el protocolo y que tienen que ver básicamente con las malezas cuarentenarias.
Malezas cuarentenarias que me apresuro a señalar que son las mismas que ya estaban sin el protocolo, es decir que el protocolo no agregó malezas. China había establecido como todos los países lo hacen, una lista de malezas presentes en Uruguay y que son cuarentenarias para entrar a China, ya estaban establecidas y conocidas.
Esto en tanto ha generado un cuidado adicional en el proceso comercial, ha llevado a que en los productos, partidas y lotes que van a puerto no haya presencia de malezas cuarentenarias, agrega procesos logísticos y acondicionamientos del grano un poco mayores a los que había antes.
Es evidente que en tanto ha habido procesos agregados en parte de la cosecha, ese incremental agregó un costo al proceso que algunos estiman en 5 dól/ ton. Hay un costo adicional evidente que queda dentro del sistema agrícola. Hay un proveedor de servicios logísticos y acondicionamientos que cobró un poco más por ello de lo que cobraba antes.
Me parece que es una cosa que hay que evaluar, el número final de esto vamos a poder considerarlo de dos maneras, los costos cuando termine la zafra, cuando este proceso logístico esté terminado y se sepa cuánto más hubo que prelimpiar de lo que se hubiera prelimpiado. Y al mismo tiempo por cómo nos fue en el comercio, al saber en qué medida todos estos procedimientos y cuidados que se incorporaron terminan siendo exitosos o no.
Esta zafra es la primera, eventualmente puede haber ocurrido que esos cuidados fueran pocos o que también sean muchos y si es así, entonces puede haber ocurrido una sobrerreacción.
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