El presidente comenzó señalando que realizaba esa actividad porque no quería terminar su gestión sin "agradecer" todo lo que su equipo había hecho por el país y sobre todo, que hayan actuado con "clara y absoluta unidad".

"Creo que una de las cosas que el país siempre supo es que el gobierno estuvo siempre respaldado por una actitud de absoluta y clara unidad de todos sus integrantes en todos los niveles del gobierno. No solamente en el Poder Ejecutivo y en la administración autónoma y descentralizada, sino -fundamentalmente- en el Poder Legislativo y en sus estamentos y niveles políticos", dijo.

Según Batlle, puede hacer una "larga historia sobre todas las veces que sintió "lealtad" hacia el país, pero señaló que prefería ejemplificar eso en la figura del vicepresidente Luis Hierro: "Si se quiere decir cuál es el paradigma para un presidente al tener un vicepresidente, les recomiendo que elijan siempre a Luis Hierro López".

El vicepresidente, tras esas palabras fue aplaudido efusivamente por los presentes. Particularmente, Batlle resaltó tres cuestiones que Hierro brindó al gobierno: tranquilidad, respaldo y certezas, que según el presidente, fueron claves para salir de la crisis financiera.

Batlle, se refirió al rol del Foro Batllista en el mantenimiento de la institucionalidad. Tras referirse a la crisis financiera, el presidente ponderó el rol del Foro Batllista en el mantenimiento de la institucionalidad y en especial el de su líder, el ex presidente Julio María Sanguinetti. "En momentos hubo alguna gente que suele opinar en materia económica y política y escribir, y que sigue escribiendo por los diarios que creyó que era bueno adelantar las elecciones, modificar la Constitución...En una palabra, creyó que era bueno dar un golpecito de Estado".

Batlle dijo que esas personas tenían "que hablar" con los sectores políticos y específicamente conversaron con Sanguinetti. "El doctor Sanguinetti les dijo lo que cualquiera de los que están en esta sala diría: `Con la Constitución todo, fuera de la Constitución absolutamente nada´. Y eso fue lo que el Partido Colorado y el gobierno hicieron durante estos cinco años".

Batlle dijo que Sanguinetti no estaba entre los presentes porque se encontraba en Bariloche, pero señaló que le hubiera gustado contar con su presencia para hacerle un reconocimiento. "Para hacerle públicamente un reconocimiento que en momentos de dificultades es un reconocimiento de carácter histórico y que el país lo tiene que anotar en su currículum como uno de los hechos más importantes de la vida política de esta nación, de este gobierno y de esta colectividad".

Luego de esas palabras, el público aplaudió por varios minutos a Sanguinetti. El vicepresidente Luis Hierro se refirió al golpe de Estado que había mencionado el presidente en su discurso. Hierro fue consultado sobre los dichos del presidente y expresó: "Conozco dos situaciones. Una fue una propuesta, una sugerencia de algunos dirigentes de la Corriente de Izquierda que hablaron por radio de la eventualidad de adelantar las elecciones. Y otro fue - aparentemente - un grupo de ciudadanos vinculados al área económica, del análisis económico, que en su momento , según recuerdo, habló de la posibilidad de que renunciara el presidente de la República. En ningún caso, desde el gobierno o desde el Partido Colorado se prestó atención a estas referencias. Lo tomamos como un asunto que tenía que ver con una especie de repetición de lo que había ocurrido en Argentina".

Hierro dijo que no era un grupo organizado sino opiniones particulares que atentaban contra la institucionalidad. El libro "Con los días contados" de Claudio Paolillo señala que -en un determinado momento de la crisis financiera - Sanguinetti le dijo a Hierro si se sentía de "ánimo" para asumir la Presidencia, porque existía esa posibilidad.

Hoy, en el discurso de Batlle, hubo otros reconocimientos del presidente. Del Partido Colorado, Batlle mencionó reiteradamente al ex ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, que no estaba entre la concurrencia. También ponderó, por ejemplo, al ex ministro de Transporte Lucio Cáceres, al ex presidente de Ancap, Jorge Sanguinetti, y al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Ariel Davrieux.

En particular, destacó la labor de los ministros de Economía: "No es un problema de izquierda, de derecha ni de centro. Es un problema de que el país sólo vive de lo que exporta y para exportar hay que producir en forma competitiva y con calidad. Y para hacerlo hay que tener una economía ordenada y para tener una economía ordenada, hay que tener un ministro de Economía que hagan esa cosa dura de decir 77.577 veces no y dos veces sí".

También tuvo palabras de reconocimiento hacia el Partido Nacional y dijo que era una "fortuna" haber contado con esa colectividad durante buena parte de su gobierno.

En el discurso Batlle también ponderó alguno de los que considera los logros de su gestión, como la disminución de la mortalidad infantil, el aumento de la matrícula en los bachilleratos tecnológicos y el crecimiento de los gastos sociales.

Hacia el futuro

Batlle dijo que estamos viviendo una transición nunca vista en la historia del país, en paz. "(...) Para que las autoridades puedan sentarse al día siguiente (...) y estar trabajando el día 2 plenamente, con conocimiento absoluto de todo lo que hay adentro de cada oficina, con todas las herramientas a su alcance y con una certeza de que llegan al gobierno con un país que está en marcha, que está creciendo, que está en paz y que está en libertad".