El curul comenzó hablando de las obras edilicias en la capital y afirmó que le da pena que se haya convertido el diseño en un generador de lucro.

El arquitecto dijo que entiende que "especuladores" hubo toda la vida y nombró como ejemplo a Emilio Reus, uno de los generadores de barrios más importante del Uruguay.

"Amasó fortunas cuantiosas y las perdió muriendo pobre y enfermo, 600 viviendas juntas hizo y te lo digo, como ministro yo no pude, él tenía el dinero" recordó.

Arana señaló que en sus orígenes el Barrio Reus Sur era el ámbito de los negros pobres mientras que el norte (Villa Muñoz) eran de los judíos pobres.

Destacó la obra de Carlos Surraco y de Juan Antonio Scasso, "uno de los mas soberbios que diseñó Surraco fue el Instituto de Higiene, le ruego a los ministerios de mi propio gobierno que lo tengan en cuenta porque lo han deformado" declaró.

El exintendente nombró varias obras de la capital creaciones de estos profesionales como el Estadio Centenario.

"Es una obra muy señalable, pero hubo momentos en que se generó una insensibilidad como cuando destruyeron el mural que lo vestía".

Para concluir sobre el tema recordó una anécdota de cuando su padre cambió un terreno en Malvin por un revolver.

Arana también se refirió a la politíca nacional, sobre aquella polémica por la instalación de la estatua de la virgen María dijo que se maximizó la discusión y sostuvo que a veces se "fuerzan razones".

"Venían cada uno con posturas de grupos políticos,¿no estaremos siendo intolerantes?" sostuvo que preguntó a sus correligionarios.

Al finalizar dijo que es crítico de su propia fuerza política y que se debe a la población en su conjunto aunque especialmente a los frenteamplistas.

"Si digo todo esto es para toda la población y para especialmente mis frenteamplistas, respetemos el programa, ese que dice que lo esencial de lo construido debe ser respetado".

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