En el documento presentado por las gremiales y USU se preveía que la baja en el precio del gasoil de $40.40 a $32.70 supone una renuncia fiscal de 244 millones de dólares, que se mitigaría con diversos factores, como una mayor recaudación por concepto de IRAE.

El gobierno hizo un análisis sobre la propuesta, y concluyó que dichos factores estaban sujetos a la interpretación, y luego de las correcciones, la mitigación de la renuncia fiscal no era tal.

Sin embargo, el contador Álvaro García, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, destacó el diálogo utilizando documentos técnicos, ya que es "la mejor manera de tomar decisiones".

El ingeniero agrónomo Álvaro Rivas, delegado de USU, comentó que no era necesario esperar 60 días para dar una respuesta si se descarta el análisis sin aportar nuevos datos. Eso lleva a que Rivas afirme que dicha respuesta muestra una "falta de consideración" por el informe presentado. 

Además, en estos 60 días no hubo ningún tipo de diálogo sobre el documento entre los productores y el gobierno, por lo que no se justifica la presentación de una respuesta sin aportar datos sobre el margen de error al que se alude.