Esta certificación permite facilitar el comercio nacional e internacional, ya que no aplica solo para el mercado europeo, sino también a nivel mundial. Además, brinda más seguridad para las empresas, porque tiene en cuenta la sostenibilidad social, evitando costos adicionales elevados.

Andrés Pena, jefe de la División de Comercialización de Cereales y Oleaginosos de Alur, dijo a Martín Maidana en Dinámica Rural que esta es una buena noticia, ya que comprueba el impacto positivo ambiental de la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero de los biocombustibles producidos por Alur, en especial los producidos por el sebo vacuno, derivado de la industria cárnica, y el aceite de frituras.

Una agencia alemana auditó toda la extensión de la cadena productiva, desde los proveedores hasta la documentación, balances de masa, cálculos de emisión de gases, los manuales y el sistema de gestión de calidad.