Chinches: durmiendo con el enemigo
Son el peor souvenir de las vacaciones: parásitos que, sin quererlo, la gente se los lleva a casa como parte del equipaje. Una vez que las chinches estén a sus anchas en el hogar, es difícil deshacerse de ellas.
Desde finales de la década de los 90, el parásito cimex lectularius o chinche de la cama ha vuelto a las andadas. Están en todas partes: no solo en albergues sucios, sino también en sofisticadas suites de hotel, en utensilios usados que compramos en ebay y en la maleta, que está junto a la suya en la bodega del avión. Y de ahí, a su casa.
La paranoia en torno a estos parásitos es real. Confíe en mí, lo sé de primera mano. Después de unas vacaciones en Rumania en el verano de 2016, aprecié pequeños bultos en la piel un par de días después de regresar a casa. Un médico confirmó mi temor: chinches de las camas.
Parásitos molestos
Heather Lynch, profesora de Asuntos Sociales en la Glasgow Caledonian University, afirma que hay diversas razones que explican el aumento de estos parásitos: los viajes son más asequibles, la gente se hospeda en hoteles y las chinches se extienden por todas partes. Además, algunas especies se han vuelto inmunes a los productos químicos usados para combatirlas.
¿Cómo saber si tengo chinches de las camas en casa? Las picaduras y sus rastros, las ronchas, son ya una pista, pero también si encuentra gotas de sangre y pequeñas machas negras en las sábanas. Sí, suena asqueroso, pero es la dura realidad. Controle también el colchón y, sobre todo, bajo el colchón, donde residen pequeñas chinches ovaladas de color marrón de alrededor de 4,5 mílimetros.
¿Las encontró? Lo siento mucho, pero tiene que llamar al fumigador. Es casi imposible deshacerse de ellas sin ayuda profesional.
Díficil acabar con ellas
Ahora le toca el turno a los fumigadores. No todos trabajan con productos químicos. Claudia Kasig, por ejemplo, lo hace con sus dos perros Jamiro y Ramírez, que huelen si los bichos siguen vivos después de "haber calentado la casa del cliente entre los 60 y 70 grados. La temperatura de la cama asciende a 48 grados y mueren". Kasig es la jefa de JamiroTec, una empresa de fumigación, en Bremen. También usa veneno en algunas partes de la casa para garantizar que no quede ninguna viva. Al final, Jamiro y el aprendiz Ramírez, se encargan de olfatear y detectarlas. Así y todo, Kasig reconoce que "son muy difíciles de combatir, porque se esconden en todas partes y pueden sobrevivir un año sin comer".
Personalmente, tuve que pagar 600 al fumigador más los gastos de estancia en un hotel. En el vecindario de Govanhill, en Glasgow, donde conviven diversas etnias y 64 idiomas y, según Lynch, conocido por la pobreza, las chinches se han vuelto endémicas. Este distrito tiene incluso una unidad propia de control de plagas, pero la fumigación no funciona, porque tienden a fumigar un apartamento solo. Además, muchos han dejado de hacerlo, porque fumigar productos químicos cada seis meses es nocivo para la salud.
La solución en Govanhill: "Compraron aparatos de vapor para limpiar y tienen regímenes de limpieza muy estrictos: maneras de combatir los insectos sin químicos y más saludables para sus familias", aseguró Lynch.
¿Cómo mantenerlas alejadas?
La mejor manera de no toparse con las chinches es evitando que se apoderen de su casa. Cuando viaje, si es posible, coloque su equipaje en la bañera tan pronto como llegue a la habitación. Los insectos no pueden escalar las paredes lisas. Revise debajo del colchón y alrededor de la cabecera para ver si hay manchas o insectos negros. Durante su estadía, asegúrese de que su ropa sucia no esté tirada por el suelo ni por la habitación.
Un nuevo estudio de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, mostró que las chinches se sienten particularmente atraídas por el olor a ropa sucia. Cuando regrese a su hogar, lo mejor que puede hacer es poner todo con lo que ha viajado dentro del congelador y dejarlo allí durante 48 horas. Se supone que lavar la ropa a 60 grados también mata a estos parásitos, pero Kasig advierte que no siempre funciona.
En el aeropuerto de Fráncfort, un equipo de perros detectores de chinches puede revisar su equipaje en busca de los desagradables bichitos. Es el primer aeropuerto de Alemania en ofrecer ese servicio. Debe registrarse con anticipación y pagar alrededor de 100 euros. Es una buena opción que le ahorrará muchos dolores de cabeza.DW