Análisis sobre concordato
El viernes se conoció la solicitud de concurso de acreedores de la empresa láctea Pili de Paysandú. En esta oportunidad, consultamos al director de Carle & Andrioli Contadores Públicos, Darío Andrioli, sobre las características de esta figura y su evolución en los últimos años.
¿Sorprendió esta solicitud de concurso de acreedores de Pili?
Si bien eran conocidas las importantes dificultades que venía presentando Pili en los últimos tiempos, la semana pasada se anunció que se presentaría un proyecto de ley que le permitiera obtener financiamiento por U$S 1.5 millones para pago de productores y empleados. Por eso, por el momento, esta solicitud no era esperada por ejemplo por el Gobierno, productores remitentes y sindicato.
Recordemos que Pili hasta 2014 exportaba más de U$S 40 millones anuales y hace 5 años realizó una importante inversión en nueva planta.
Este instrumento de concurso de acreedores está previsto en la Ley de Declaración Judicial del Concurso y Reorganización empresaria, para casos de dificultades financieras como el de Pili. La declaración judicial de concurso procede cuando un deudor está en insolvencia, o sea que no puede cumplir con el pago de sus obligaciones.
Se trató de una solicitud voluntaria de la empresa que consideró que este era el momento que debía reestructurar su endeudamiento. El concurso puede ser voluntario (solicitado por el deudor) o necesario (cuando lo solicita un acreedor o quienes garantizan las deudas).
¿Qué puede pasar con la empresa Pili al solicitar el concurso?
El Juez tiene 48 horas para aprobar la solicitud concurso o denegarla. En caso de declarar el concurso no implica necesariamente cese de la actividad de la empresa deudora, salvo que el Juez disponga lo contrario.
Con la declaración de concurso, se suspende el devengamiento de intereses (salvo en créditos prendarios e hipotecarios y laborales) y los acreedores no podrán promover ejecución por créditos anteriores.
En la sentencia de declaración del concurso el Juez designa síndico o interventor, que desplaza o acompaña a administradores de la sociedad.
En la situación financiera de Pili no será fácil mantener la continuidad de sus operaciones, por ej los productores han anunciado que si no cobran remitirán hasta el martes, por lo que Pili no tendría materia prima para procesar (ya lo estaba haciendo a una reducida capacidad instalada).
Antes de la Junta de Acreedores, la empresa debería presentar al Juez una o varias propuestas de convenio, acompañadas de un plan de continuación o de liquidación. La propuesta podrá consistir por ej. en quita de un porcentaje de la deuda y/o esperas (plazo para su pago).
No es el primer caso de una empresa relacionada al agro que solicita concurso de acreedores
En el año 2017 hubo 112 solicitudes de concursos. Varias de las empresas que se presentaron fueron relacionadas a los agronegocios (dos Molinos, Bodegas, viñedos, Cosechas del Uruguay). También hubo solicitudes de otras actividades como importadores de celulares e insumos de computación, constructoras y agencias de viajes.
Desde 2015 debido a la caída de precios y pérdida de mercados en general las empresas agropecuarias han tenido problemas de rentabilidad y para atender su servicio de deuda.
En 2016 se destacó la solicitud de concurso de Cereoil con un importante monto de deuda (mayor a U$S 50 millones).
En lo que va de este año los dos casos de solicitudes de concurso de mayor endeudamiento son relacionadas al agro: esta de Pili (monto de deuda estimada en U$S 60 millones, sobre todo BROU) y la de la empresa Agritec (insumos agropecuarios) con pasivo de U$S 12 millones
Se agregan también las recientes solicitudes de la empresa agrícola Baselto y de la avícola Tenent (solicitud aún no aprobada).
Y en general, ¿cómo es la tendencia en el número de concursos de acreedores, y sus resultados?
La Ley de Concurso y reorganización empresarial es del año 2008. En los primeros nueve años de su vigencia se presentaron unas 600 solicitudes de concursos de acreedores (promedio de 65 por año).
El número de solicitudes creció desde 2011 hasta 2016, donde bajó 15% respecto al año anterior. Pero en 2017 volvió a crecer significativamente, 47% respecto a 2016 y fue de los años de mayor número de solicitudes.
En el primer semestre 2018 se mantuvo igualmente alto el número de solicitudes: 50 empresas (algo menor a las 56 de enero-junio de 2017).
Recordemos que la mayor parte de solicitudes son voluntarias (80%) y que históricamente se ha llegado a convenios con acreedores en promedio en el 25% de los casos. De los concursos con convenio con acreedores 70% está pudiendo cumplirlos.