Andrioli: el ejercicio agrícola ganadero "se vio afectado una vez más por la pérdida de competitividad"
Al igual que en la anterior Expo Prado, hoy analizaremos el marco económico en que se desarrolló la actividad agropecuaria en la zafra 2017/18 y cómo fue su desempeño financiero, junto a Darío Andrioli, director de Carle & Andrioli Contadores Públicos.
¿Cuál fue el entorno económico relevante para el agro en la última campaña?
Una variable económica clave para el agro es la trayectoria de la cotización del dólar. La zafra empezó con un tipo de cambio de 28.5, se mantuvo estable en ese valor hasta mayo que se incrementó y en junio terminó en 31.50 (algo más de 10% de punta a punta, aunque en promedio se mantuvo similar a la campaña anterior).
Por su parte la inflación de la zafra fue algo menor (8.1%).
No obstante en la zafra se vio afectada nuevamente la competitividad macroeconómica.
El tipo de cambio efectivo global con principales socios comerciales cae nuevamente en la campaña (4%), con mejora con extra-región y caída importante con la región 14% (Argentina 20% y Brasil 7%). Esto es a junio, se acentúa con el aumento reciente del tipo de cambio de nuestros vecinos.
Y en ese marco, ¿cómo fue el desempeño del producto agropecuario en la zafra?
De acuerdo a la información disponible, el producto del agro cayó en todos los trimestres de la zafra. Hasta marzo bajó 5%, y mañana cuando se conozcan los datos de cuentas nacionales del trimestre abril/junio estos estarán mostrando nuevo descenso.
Por lo tanto en la última campaña hay importante caída del PIB agropecuario
(con estancamiento en últimos años, luego de una década de gran crecimiento hasta 2013).
Dentro del sector dos desempeños bien diferentes en la zafra: baja de actividad agrícola y aumento de pecuaria (que parcialmente mitigó la caída agrícola).
En la agricultura, incidió la disminución de 5% de la superficie plantada en la zafra (que confirma la trayectoria descendente observada en las últimas cuatro campañas) y también el factor clima (que afectó producción de cultivos de verano)
En contrapartida la lechería en la zafra aumentó 6% la producción remitida a plantas (a pesar de dificultades financieras) y también la producción de ganado de carne ha estado firme tanto en la extracción para faena vacuna como en la exportación en pie.
¿Cómo se comportó la inversión y el financiamiento al agro?
A pesar de dificultades, en la zafra 2017/18 la inversión agrícola aumentó hasta febrero, para luego descender. Hoy se ubica en un tercio de los máximos históricos de inversión.
Respecto al financiamiento del agro, actualmente su acceso es más difícil y caro que en zafras anteriores, con una oferta de crédito bancario reducida por las expectativas sobre la rentabilidad del sector.
De acuerdo a información de BCU, los préstamos bancarios al agro se mantienen estables en la zafra y se ubican en U$S 2.400M al cierre de la campaña 2018 (desde 2015 hay un estancamiento del crédito al sector).
Además, luego de un desempeño productivo adverso, la campaña terminó con dificultades financieras que condicionan el pago del servicio de deuda y problemas para financiar los nuevos cultivos. El endeudamiento del agro es alto (80% de su producto) y con alta morosidad (6%), incluso con empresas en concurso de acreedores.
A pesar de las dificultades, se observa aumento del valor de los campos.
Sí, a pesar de los problemas de rentabilidad y financieros en el último año aumenta tanto el valor de compra como de arrendamiento.
De acuerdo a informe de DIEA respecto a las compraventas de tierras para uso agropecuario en 2017 el valor promedio de la hectárea de campo fue de U$S 3.700. Esto representa un aumento del 10% respecto al año anterior, pero es 5% menor al valor máximo de algo más de U$S 3.900 promedio del año 2014.
Si consideramos el valor de los arrendamientos de campos, en 2017 el precio promedio por hectárea/año de los contratos inscriptos fue de U$S 122, un 8% superior al año anterior, pero 30% menor al valor récord de U$S 174 en el 2014.
¿Qué podemos esperar para la zafra agrícola 2018/19?
Por temas de mercado y clima en la última década el agro ha tenido diferentes escenarios que han determinado variaciones significativas en su rentabilidad, inversiones y endeudamiento. Hoy las dificultades en la rentabilidad de varios subsectores plantean desafíos para la nueva campaña.
Los cultivos de invierno (trigo y cebada) aumentan la superficie cultivada, pero la intención de siembra para los cultivos de verano baja tanto la soja como el arroz. Por lo tanto el área agrícola va a descender nuevamente en la zafra 2018/19.
La lechería mantendrá dificultades por el precio actual a los productores. La faena vacuna disminuye desde mayo y hay que ver la evolución de la exportación de ganado en pie por los problemas económicos de Turquía.
Puede contribuir en forma positiva la evolución de la cotización del dólar, que como decíamos se incrementa en mayo y nuevamente este mes por Argentina y acumula 14% en lo que va del año. Se presentan oportunidades de incorporar tecnología e innovación en los procesos agropecuarios.